Oscar Ranzani
El cine argentino “invadirá” la isla de Cuba entre hoy y el 12 de diciembre: esta noche comenzará la 32ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y de las 515 películas programadas, la Argentina encabeza la selección con 88 producciones, seguida por México (79) y Cuba (78). De esos 515 films, 122 concursarán por los premios Coral en las distintas secciones competitivas: Ficción, Documental, Opera Prima, Animación y Guión Inédito. Además habrá premiaciones paralelas que otorgarán distintas instituciones y un Premio del Público (que aquí se llama “de la popularidad”), que el año pasado conquistó El secreto de sus ojos, tres meses antes de que Juan José Campanella se alzara con el Oscar al Mejor Film Extranjero en el Kodak Theatre de Los Angeles.
El certamen busca difundir obras cinematográficas que contribuyan a la reafirmación de la identidad cultural latinoamericana y caribeña.
El film seleccionado para la ceremonia de apertura del festival es Revolución: diez cineastas mexicanos realizaron diez cortos que tienen como objetivo reflejar qué significa hoy en día para las nuevas generaciones la Revolución Mexicana, de la que el 20 de noviembre pasado se cumplieron cien años (el festival también le dedicará una sección especial). En Revolución –que participó en una proyección especial en la 60ª edición del Festival de Berlín– está la firma de realizadores tan disímiles como Diego Luna, Rodrigo García, el actor Gael García Bernal, Carlos Reygadas, Mariana Chenillo, Patricia Riggen, Rodrigo Bernal, Fernando Eimmbcke, Gerardo Naranjo y Amata Escalante.
Entre los veintiún largometrajes de ficción que compiten por el Coral hay cuatro argentinos, que ya se estrenaron en Buenos Aires y que tienen en común haber participado en los principales festivales del mundo. Uno de ellos es Carancho, sexto film de Pablo Trapero, protagonizado por Ricardo Darín y Martina Gusmán, que tuvo muy buena performance este año: además de la respuesta del público en la Argentina, participó en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes y fue elegido por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina como la precandidata a Mejor Película Extranjera del Oscar 2011. Mientras se espera la decisión de la Academia de Hollywood para saber si efectivamente queda entre las cinco nominadas, el drama policial –que pone el acento en la relación afectiva que establecen un abogado que lucra con los accidentes de tránsito y una médica emergentóloga– seguramente pisará fuerte en La Habana, donde Darín es muy conocido. Otro largo de ficción seleccionado para competir en La Habana es Los labios, de la dupla Santiago Loza-Iván Fund, que también integró la programación de Una Cierta Mirada de Cannes 2010. En ese festival no pasó inadvertido, ya que las tres protagonistas, Eva Bianco, Victoria Raposo y Adela Sánchez, a través de una interpretación que combinó el tono documental con el de ficción, convencieron al jurado que les otorgó el premio a la Mejor Actuación.
Por tu culpa, de Anahí Berneri, también participa en la Competencia de Largos de Ficción en La Habana y tiene como carta de presentación haber integrado la sección Panorama del Festival de Berlín. El tercer film de la directora de Encarnación y Un año sin amor está interpretado por Erica Rivas, quien compone una madre de dos niños que se enfrenta a un verdadero drama cuando uno de ellos se accidenta y ella es acusada de violencia familiar. La cuarta película argentina en competencia es La mirada invisible, de Diego Lerman (Tan de repente y Mientras tanto), que integró la programación de la Quincena de los Realizadores en Cannes 2010. Basado en la novela Ciencias morales, de Martín Kohan, el film narra el férreo método de control disciplinario en el Colegio Nacional de Buenos Aires durante los días previos a la guerra de Malvinas, a través del punto de vista de una preceptora reprimida que tiene fantasías sexuales en el baño de los alumnos. Las cuatro películas argentinas competirán con otras de Brasil, Chile, Cuba, México, Perú, Uruguay, República Dominicana y Venezuela.
En el concurso de las óperas primas hay veinticuatro largometrajes, tres de ellos argentinos, también estrenados este año. Rompecabezas, de Natalia Smirnoff, debutó a lo grande: fue la única película argentina que participó en la Competencia Oficial del Festival de Berlín 2010. Protagonizado por María Onetto y Arturo Goetz, el film de esta experimentada directora de casting y asistente de dirección (Smirnoff trabajó en películas de Marcelo Piñeyro, Pablo Trapero, Lucrecia Martel Ariel Rotter, Damián Szifrón, Alejandro Agresti y Jorge Gaggero, entre otros) muestra los cambios de un ama de casa de 50 años, a la que le regalan un puzzle y descubre un don particular que ella misma desconocía. Sin retorno, de Miguel Cohan, también compite en esta sección, luego de la buena respuesta de público que tuvo en Buenos Aires. Se trata de un intenso thriller protagonizado por Leonardo Sbaraglia, cuyo personaje sufre las consecuencias de un mal proceso judicial al ser confundido con el automovilista que mató a un ciclista en la calle. Estrenada en el Festival de Rotterdam y presentada posteriormente en el 12º Bafici, la tercera argentina en concurso de Operas Primas es El pasante, de Clara Picasso, que indaga en la relación particular que establecen un pasante de un lujoso hotel y la recepcionista, antes de que un huésped desaparezca y se llene de misterio la trama. En esta sección también se presentarán óperas primas de Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
La sección competitiva de documentales está integrada por veintiséis producciones de Bolivia, Cuba, Brasil, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela y Argentina. Entre los nacionales figura El rati horror show, de Enrique Piñeyro, que establece una profunda y convincente investigación sobre las irregularidades en la instrucción policial y en la causa judicial contra Fernando Carrera, un hombre injustamente condenado, según señala el documental del director de Whisky Romeo Zulú. Lejos del impacto que se esperaba que tuviera en Buenos Aires, El rati… buscará captar la atención del público cubano, aunque una de las finalidades de la película (hacer presión sobre la causa judicial) quedará de lado, lógicamente, en tierra extranjera. También en concurso figura Gorri, de Carmen Guarini, quien abordó la intimidad del pensamiento del gran artista plástico argentino Carlos Gorriarena, fallecido en 2007, cuando el proyecto cinematográfico recién nacía. Otro documental argentino que compite en La Habana es Pecados de mi padre, de Nicolás Entel, en el que el hijo del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria –fundador del Cartel de Medellín– es entrevistado y traza un retrato de su padre de una manera muy particular: busca pedirles perdón a los familiares de algunos de los asesinados por su progenitor. Finalmente, la presencia argentina en la Sección Oficial de Documentales se completa con La batidora, radio en la escuela, de Gustavo Laskier, quien, como el título de su documental indica, indaga en la puesta en marcha de una emisora en un colegio del Conurbano.
Además de las secciones competitivas, el festival ofrecerá muestras de cine alemán, británico, español y polaco, al margen del habitual panorama contemporáneo internacional que se presenta todos los años. Entre las figuras invitadas sobresale el prestigioso actor y realizador ruso Nikita Mijalkov, quien entre otros lauros atesora el Oscar a la Mejor Película Extranjera por Quemado por el sol, que obtuvo en 1994. Actualmente, Mijalkov dirige la Unión Rusa de Cineastas y el Festival de Cine de Moscú, pero en La Habana presentará algunas de sus más recientes películas. Fuentes del festival indicaron también que varios cineastas norteamericanos asistirán como invitados, aunque todavía no han trascendido los nombres. (Tomasdo de Página 12)
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