Omar Pérez Salomón
Cuando Obama se instaló en la Casa Blanca, algunos pensaron que cambiaría el rumbo de la política de Washington hacia la mayor de las Antillas. Pero varios hechos confirman que nada ha variado. Por ejemplo, se sigue gastando el escaso dinero de los contribuyentes norteamericanos en orquestar campañas de propaganda contra la Revolución Cubana y en financiar una oposición espuria en la isla.

















