Las variables del vecino. Por Víctor Ángel Fernández

Me voy a introducir en un terreno, el de las matemáticas, donde tengo mucha afición, pero sobre todo, donde poseo un amigo especialista, el profesor Néstor del Prado, el cual, en caso de errores, me ayudará a corregir el tiro.

En cualquier fórmula matemática, existen constantes y variables, cuyos valores afectan los resultados. Muchos recordamos que en las clases de física y química, nos hablaban de resultados a temperatura y presión constantes. También nos hablaban de la aceleración y otros elementos, donde sus valores se mantenían durante el proceso experimental o práctico.

Mientras que las variables, como lo dice su nombre, son componentes cuyos valores pueden alterarse durante la realización práctica. Así en una fórmula como 7X + 12 igual a, si el valor de la X es 2, el resultado será 26, mientras que si VARÍA a 3, el resultado entonces es 33 y así sucesivamente.

En cualquier experimento estadístico, existen constantes, pero de igual forma, también existen variables cuyo valor alterará los resultados de la muestra. Por ejemplo, no es lo mismo medir en una población (constante) su movilidad (variable) a las 3 de la madrugada que a las 12 del día o a las horas de ida y regreso al trabajo y la escuela. En este caso, la variable HORARIO, alterará de forma FUNDAMENTAL los resultados del experimento.

Entonces llego a donde deseaba.

Como en todos mis escritos, ni se me ocurre obviar los errores que cometemos y las insuficiencias endógenas que tenemos, las cuales, a veces, sólo por mala comprensión, nos aumentan los problemas. Esas serían variables, que ubico como fundamentales, para los resultados del análisis.

Pero, ¿son las únicas?

Vamos a las noticias. Con menos de 72 horas, el secretario de estado de EEUU, anuncia que no están de acuerdo con la política de presión de los países grandes hacia los pequeños. De igual forma, anuncian la concesión de asilo a una persona que ha cometido un acto de piratería y el presidente de ese país, repite la inclusión de Cuba en su espuria lista más terrorífica que terrorista.

Primera pregunta, ¿esas variables no influyen de forma DETERMINANTE en el proceder cubano?

Casi semanalmente leo las opiniones de “reconocidos” economistas, analistas, investigadores y opinacionistas, especializados en el tema Cuba, donde desglosan los errores internos hasta la última expresión. Lo mismo puede ser el edificio en construcción en el Vedado, la ejecutoria de la actividad turística, la producción de azúcar o el proceder de cada miembro de la dirección del estado cubano. Son SUS variables FUNDAMENTALES en la fórmula “Cuba y sus soluciones”.

Se puede estar o no de acuerdo con ellos. Se debe respetar su derecho a opinar, incluso, se debe reconocer la velocidad de reacción para el análisis ante cualquier decisión interna.

Otra pregunta, esta de tipo deportiva: ¿son tan rápidos en la curva como en las rectas, algo imprescindible en el relevo 4 x 100 metros?

Y otra pregunta matemática: ¿estas variables del gobierno de EEUU, relacionadas directamente con Cuba, no afectan los resultados del experimento? ¿No caen en la categoría de fundamentales?

Un ser humano a quien alguien lo atenaza por el cuello, ¿podrá ser exigido de respiración y ritmo cardíaco estables?

Si en la deportiva recta de la crítica a las decisiones del estado cubano, esos especialistas son tan rápidos en sus conferencias propositorias de soluciones, ¿por qué se demoran tanto en alzar sus voces contra esas violaciones del derecho internacional e incluso de la normal coexistencia entre vecinos? ¿Tendrán el viento en contra?

En la prensa, me enseñaban mis profesores, el balance es imprescindible. Creo que en la vida, también. En matemática, cuando los componentes a los lados de una igualdad, tienen diferentes variables, es necesario que estas se cambien correctamente, para que se mantenga la condición de la igualdad, aunque, bueno es decirlo, se puede cambiar el signo a “menor que” o “mayor que” y entonces, caemos en el terreno de las desigualdades, aunque estas no sean sólo matemáticas.

Entonces, si todo esto es bien conocido, ¿por qué esos especialistas, economistas, investigadores y opinacionistas, nunca salen con sus análisis, cuando las “variables” del vecino, son las que alteran los resultados de la fórmula?

¿Miedo, desconocimiento conveniente, apuestas por el futuro de una Cuba “post cualquier cosa”?

Como alguien dijo y yo repito: una vez es casualidad, dos, coincidencia, tres, es un patrón.

Nos seguimos viendo.