Trump ha sido en la arena internacional una máquina de fabricar enemigos y desacuerdos, de dañar aliados y atacar el multilateralismo. El hecho de que llegue a la Casa Blanca una mirada diferente, aún cuando siga pretendiendo “liderar al mundo” es un respiro para volver a avanzar en aquellos asuntos que antes de su llegada gozaban de gran consenso internacional: enfrentamiento al cambio climático, la necesidad de un acuerdo aceptable para Occidente que viabilice el uso pacífico de la energía nuclear por Irán, el camino hacia la normalización entre Estados Unidos y Cuba, o el reconocimiento del papel creciente de China en la economía mundial y por ende concebir la relación con ella como algo de mutuo beneficio y no una guerra económica con más perdedores que ganadores.
No es que Biden sea un pacifista ni mucho menos, fue vicepresidente del gobierno que destrozó a Libia, reinició el apoyo a una serie de golpes de estado en América Latina, declaró a Venezuela “amenaza inusual y extraordinaria” a la Seguridad Nacional estadounidense y estableció la ejecución extrajudicial mediante drones de personas que Estados Unidos considera enemigas. Pero el regreso al “poder inteligente” seguramente combinará la seducción con la fuerza y volverán a establecerse escenarios de negociación para restañar la hegemonía norteamericana que sale muy maltrecha de la era Trump.
En el tema Cuba ha prometido dar atrás a las “políticas fallidas” de Trump y de ser así eso también podría contribuir a mejorar su imagen entre los países latinoamericanos, después de que la actual administración restableciera descarnadamente la Doctrina Monroe y devaluara hasta mecanismos, que como la Cumbre de las Américas, fueron creados para la influencia de Estados Unidos en la región. Aún está por ver cuán lejos llegará por el camino que se interrumpió en la senda iniciada por Obama para una nueva relación con Cuba, manteniendo los objetivos de provocar cambios en la isla, pero intentando algo diferente tras más de de cinco décadas de lo que él mismo definió como algo que no funcionaba. Lo que es seguro es que ya no volverán a ser extremistas como Marco Rubio y Mario Díaz-Balart los que definirán la política cubana de la administración.
El “nuevo comienzo” con América Latina, proclamado por Obama en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago en 2009, mucho tiene que ver con el auge de los procesos integracionistas y el rechazo absoluto de todos los países al bloqueo contra Cuba. La política de Biden, también tomará en cuenta si logran recuperarse los gobiernos post neoliberales en la región y retomar un nuevo rumbo hacia la integración.
Uno de los objetivos estratégicos de Estados Unidos es contener la expansión china en Latinoamérica pero el modo despótico en que Trump, Tillerson y Pompeo trataron a la región no deja un legado muy favorable en ello, a no ser por el seguimiento incondicional de personajes como Bolsonaro.
En resumen, los Estados Unidos de Biden serán recibidos en la mayor parte del planeta de modo mucho más favorable que los de Donald Trump. En sus manos está satisfacer o no esa expectativa. En las de las fuerzas contrahegemónicas está convertirlo en oportunidad para un mundo más alejado del precipicio hacia el que el capitalismo nos empuja a todos, y eso implica no desconocer la naturaleza del imperialismo ni dejar de enfrentarlo, con firmeza y también con inteligencia, en cada nuevo escenario. (Al Mayadeen)
Por Cuba me alegra lo de Biden
Reblogueó esto en Blog de Ana María Palos.
Igual ningún gobierno de Estados Unidos va a suavizar la Politica en contra de Cuba .
Porque mientras esté todos esos cubano americanos en Florida apoyando esa política y ganando billete con la misma todo va mantenerse y el gobierno de Cuba tampoco accede a las exigencias. El pueblo en el medio del conflicto y sufriendo las consecuencias.
Esté quién esté la situación de Cuba no acaba.
Saludos. El nuevo emperador tiene antecedentes nada pacíficos y no creo que pueda esperarse mucho de el,aunque es muy dificil superar a TRUMP.Hacer concesiones a USA es absurdo y suicida,solo queda seguir nuestro camino y esperar.
Ya comenté y aún no lo publican.
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=58468
Exactamente , el gobierno de Se.Biden será mejor aceptado en el mundo que el de Trump solamente su arrogancia y lo que hizo al comienzo con los latinoamericanos , su delirio con la muralla americana y de separar Alós hijos delos padres ,tipos camoos de concentración nazi .no deberían olvidarlos todos los americanos hijos todos de América
De Trump a Biden…de los males, el menor. Por supuesto que los EEUU no cejarán en su empeño de borrar el ejemplo de Cuba como alternativa al despiadado capitalismo imperialista neoliberal, ahora le toca el turno a la opción ¨blanda¨ de intentar conseguirlo, pero aquí estaremos siempre con la honda de David para romperle la frente al Goliat.