La Embajada de los Estados Unidos en Cuba no cesa en la violación de las normas internacionales, y organiza operaciones de hostilidad contra este país. Ahora refuerza las calumnias contra él y sus servicios médicos, con el fin de denigrarlos ante la colaboración prestada a Italia, por solicitud de esta, especialmente de Lombardía, para hacer frente a la epidemia del coronavirus.
Tuit de la embajada de Estados Unidos en Cuba
Además de tener el valor humano intrínseco que tiene, esa colaboración representa un nuevo fracaso del imperio en sus planes contra Cuba y su marcha revolucionaria. Y no es una derrota cualquiera, sino una que propicia especialmente juzgar las deficiencias del sistema médico de la gran potencia, visto en sí mismo y, sobre todo, en comparación con el que Cuba ha creado y mantiene, con reconocimiento internacional, a pesar del bloqueo que la poderosa nación le ha impuesto durante seis décadas.
Médicos cubanos a su llegada a Italia para enfrentar el coronavirus.
Para restar valor a lo que Cuba hace, lo que falta es que la potencia agresora, y quienes le sirven, nieguen la existencia del bloqueo, reforzado con maniobras aún más ostensiblemente criminales por el actual césar, tan capaz de auspiciar horrores en el mundo, como incapaz de buscar el bien de su propio pueblo ante la pandemia que amenaza con tener allí su epicentro .
No sería la primera vez que se negara aviesamente la palmaria existencia del genocida bloqueo con que el imperio sigue intentando asfixiar a Cuba por hambre, penurias y enfermedades. Pero Cuba continúa su marcha, y lo ratifica —tampoco es la primera vez que lo hace, ni será la última— defendiendo a su pueblo, y a otros, en la lucha contra una plaga que asola al planeta.
Dan asco los señores imperiales. Lo que más me duele es que todavía hay algunos cubanos insulsos que siguen apoyando al césar decrépito.
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Ni con el más prolongado y criminal bloqueo USA logrará rendir a la mayor de las Antillas. Mientras un ejército de batas blancas recorre la isla en busca de cubanos con síntomas respiratorios, los turistas extranjeros permanecen bajo control en sus hoteles y viviendas de alquiler hasta su retorno a sus naciones de origen, los cubanos residentes en el exterior que han preferido regresar a la patria pasarán en cuarentena 14 días en locales habilitados y los mil y pico que han estado en contacto con los cincuenta y pico casos importados que han contraído la enfermedad (de los que la mitad ha sido catalogados como sospechosos) siguen bajo control y toda clase de atenciones (con un sólo fallecido), en la ciudad de Nueva York el alcalde plantea a Trump la siguiente interrogante: sí dispongo de 1000 respiradores y mañana tenemos 27.000 pacientes que necesitan ventilación asistida para sobrevivir por culpa del coronavirus, quién va a decidir los 26.000 que tendrán que morir?
Tampoco es que al inquilino de la Casa Blanca le vaya a preocupar la suerte que corran 26.000 “compatriotas” como resultado de la pandemia ni una cifra mucho mayor. Los efectos colaterales del capitalismo yanqui (el fuego amigo) representa en muertes evitables todos los años (sin coronavirus) cifras de seis y siete dígitos. Es la sagrada economía y, como ha dejado claro el vicegobernador de Texas, todos los adultos mayores de la nación son soldados veteranos en la reserva dispuestos a dar la vida si hiciera falta con tal de garantizar el “progreso” de la “cosa nostra” yanqui.
Una vez más el presidente consultará su calculadora electoral y decidirá lo que más convenga, consciente de que no le queda mucho margen de maniobra en este asunto y que el rescate de personas tiene que estar muy bien documentado en votos y en rentabilidad para los grandes negocios corporativos.
Sobrevivirá el capitalismo catabólico a una catástrofe de estas dimensiones, con próximo epicentro en USA? No vayamos a subestimar a un enemigo tan poderoso, investido de toda clase de estupideces sobre un presunto origen sobrenatural, que le convierte en el pueblo elegido, y que cree firmemente en la superioridad moral de la teología de la prosperidad, en cuyo altar llevan siglos sacrificando a las clases inferiores como si fueran ganado o carne de cañón, tan fungibles como lo permite el crecimiento vegetativo de la población. Tal vez siga siendo demasiado grande para caer (como los bancos) y no exista un claro relevista, pero hace ya mucho tiempo que se ganó con honores fúnebres formar parte del basurero de la Historia.
Sra representante de Havana USA EMBASSY.
Los médicos cubanos somos libres, independientes y con una conciencia hipocresía en cuanto a la entrega profesional por la salud de la humanidad, somos Martianos porque tenemos claro que Patria es Humanidad y Fidelistas porque aprendimos que ser solidarios es saldar la deuda de Cuba con la humanidad.
¿Por qué no dedica su veneno a reclamar a su presidente Trump que antepone a la salud del pueblo norteamericano el interés económico de los ricos de su país?
Sra. ustedes están condenados por injustos, irresponsables y mentirosos.
Como nota aclaratoria, cada cubano que realiza trabajo de salud en el exterior mantiene su contrato laboral en su centro de trabajo, recibe el salario que devenga mensualmente en Cuba, la cuantía acordada por contrato con el MENSAJE de Cuba en su estancia en la misión en el extranjero y precios subvencionados (70%)para adquirir en la red de tiendas en Cuba de los ahorros que cada uno de nosotros hayamos alcanzado en el tiempo de estancia fuera de Cuba.
Le pregunto que país le guarda el puesto de trabajo por años a un médico que va a trabajar a otro país; sabe la respuesta? Se la digo, CUBA y gracias a que tenemos una Revolución socialista.
Veneno y mentiras son los antivalores del gobierno de los EEUU de América.
Rectifico Hipocráticos NO hipócritas
MINSAP no MENSAJE
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