Iroel Sánchez
Manifestantes en El Paso piden extradición a Venezuela de Posada Carriles. Foto: Armando Vela/El Diario de El Paso
Constituido el jurado, ha comenzado ya el juicio contra el terrorista Luis Posada Carriles en El Paso, Texas. Como es costumbre, en la primera sesión tanto la fiscalía como la defensa expusieron sus posiciones. El principal representante del gobierno norteamericano en la acusación contra Posada dejó muy claro desde el principio que los crímenes de sangre del acusado están fuera de análisis: “Este es un caso esencialmente sobre mentiras”, dijo el fiscal Timothy Reardon, para luego calificar al acusado de “un hombre extraordinario” y especificar que sólo se tratará de “la historia de cómo llegó ilegalmente a los Estados Unidos y lo que dijo después que llegó”. Por otra parte, el abogado de la defensa, Art Hernández, argumentó al jurado que su cliente “ha sido un aliado de los Estados Unidos toda su vida. Siempre al lado de nuestro país”.
Una sola persona ha testificado en el juicio. Se trata de Gina Garrett-Jackson, la funcionaria que representó al Servicio de Inmigración de EE.UU. en el caso de asilo sobre Posada durante 2005. Presentada por la fiscalía, esta señora ha dicho al jurado que en aquella ocasión ella le planteó a un juez que Inmigración en Miami no quería deportar a Posada a Cuba, porque ahí lo torturarían. A veces da la impresión que con un gobierno como el de Estados Unidos de acusador a Posada Carriles no le hacen falta muy buenos defensores.
Sin embargo, al parecer, no sólo en El Paso tratan de esconder las verdades sobre el Osama Bin Laden del Hemisferio Occidental. Complaciendo a un colaborador del terrorista, un video relacionado con Posada ha llevado a la empresa Google a cerrar el canal en YouTube del sitio Cubadebate, tratando de poner fuera de la red numerosos materiales relacionados con las acciones terroristas contra Cuba. Poco antes, en Miami, una valla que reclamaba la libertad de los cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos por recabar información para evitar actos como los realizados por Luis Posada Carriles duró apenas veinticuatro horas en pie, antes de ser retirada por la misma entidad a la que se le había contratado.
Del juicio no habrá nuevas sesiones hasta el martes 18 de enero, pero es muy posible que más acciones contra la verdad sucedan mientras tanto. Demasiados intereses y poderosos amigos están detrás del siniestro personaje cuyas mentiras se intentan juzgar en El Paso, y con miedo a la verdad no se puede acusar a un mentiroso, mucho menos a un terrorista.
Posada Carriles es reclamado en Caracas por la voladura de un avión de pasajeros en que murieron 73 personas; también es responsable de las bombas en Cuba en 1997 que acabaron con la vida del ciudadano italiano Fabio di Celmo, y de organizar un atentado en Panamá contra la vida del líder cubano Fidel Castro. De esas tres cosas –y de muchas más- el gobierno de Estados Unidos tiene sobradas pruebas, porque quizás la verdad más clara del juicio la aportó el propio abogado defensor del terrorista, Posada “ha sido un aliado de los Estados Unidos toda su vida”.
(Publicado en CubAhora)
es una verguenza no juzgar a este asesino por lo que realmente es