Cuba es un país bloqueado y pobre en recursos que, sin embargo, ha alcanzado un notable desarrollo científico (1). Una potente industria biotecnológica de carácter público no solo ha creado vacunas, bioproductos y fármacos para el sistema nacional de salud (2). También reporta importantes ingresos para el Estado gracias a sus exportaciones a más de 50 países.
El Grupo Empresarial estatal BioCubaFarma, donde trabajan 22 mil personas, posee 1.800 patentes en el exterior y genera ingresos de 2.000 millones de dólares al año (3). Entre sus logros: la vacuna Cimavax-EGF contra el cáncer de pulmón avanzado (4), el Heberprot-P, que evita amputaciones por úlcera de pie diabético (5), o el NeuroEpo, medicamento para retrasar el desarrollo del Alzheimer (6).
Algunos de estos hitos han sido reflejados en publicaciones científicas internacionales (7). Y el diario The New York Times, que apoyó la política hacia la Isla del expresidente Barack Obama, ha informado sobre la cooperación de Cuba con el Centro Roswell Park, de Nueva York, o sobre los viajes –burlando el bloqueo- de pacientes estadounidenses con cáncer de pulmón que reciben tratamiento en La Habana (8).
El New York Times llegó a afirmar que el sistema de salud cubano proporciona “atención médica de muy alta calidad” y que allí los medicamentos “se desarrollan para resolver problemas de salud apremiantes, a diferencia de lo que sucede en otros países, donde prevalecen los intereses económicos” (9).
Algo que contrasta con el silencio, por ejemplo, de la prensa española. En las secciones de Ciencia o Salud de sus principales diarios, rara vez leeremos algo sobre los avances científicos no ya de Cuba, sino de algún país que no pertenezca al llamado “mundo desarrollado” (10).
Recientemente, de manera excepcional, decenas de medios españoles informaban sobre el excelente trabajo del Instituto Nacional del Cáncer de Colombia frente al virus del papiloma humano y el cáncer de útero (11) (12) (13). ¿La explicación a tanto interés? El premio otorgado por la Fundación del banco español BBVA a su investigadora Nubia Muñoz.
Pero las páginas de Ciencia o Salud de diarios como “El Mundo” no solo nos acercan a aquellos proyectos científicos premiados o financiados por la banca española. También nos presentan como un logro que “la investigación de la vacuna contra el cáncer infantil” de la Universitat de València logre “financiación para un año”, gracias a fondos privados (14). En una noticia en la que no se dice una sola palabra sobre los recortes del Gobierno español en investigación.
Mientras, sobre la labor científica de Cuba en materia de salud, hay un silencio casi absoluto. La presentación, por ejemplo, del Heberferon (15), un nuevo medicamento cubano contra el cáncer de piel, que podrá beneficiar en el futuro a población española afectada, no pasó de una nota de la agencia EFE apenas publicada por algún medio digital (16).
Y es que la ciencia cubana parece “ciencia oculta” para los grandes medios.
(1) http://www.radiomaboas.cu/amancio/3239-desarrollo-cientifico-y-tecnologico-logros-innegables-de-cuba
(2) http://www.huffingtonpost.es/2016/04/07/innovaciones-medicina-cuba_n_9580294.html
(3) http://www.cubahora.cu/ciencia-y-tecnologia/cinco-medicamentos-made-in-cuba-unicos-en-el-mundo
(7) https://www.roswellpark.org/cancer-vaccine
(9) https://www.nytimes.com/es/2016/11/22/un-souvenir-inesperado-de-cuba-la-vacuna-contra-el-cancer/
(10) https://elpais.com/elpais/2018/02/01/ciencia/1517500344_578167.html
(11) https://elpais.com/elpais/2018/02/27/planeta_futuro/1519752841_158802.html
(13) http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2018/02/27/5a955fed268e3e54498b4627.html
(14) http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2017/09/24/59c7711c46163f422a8b45f4.html
(16) https://www.eldiario.es/sociedad/Cuba-registra-nuevo-medicamento-cancer_0_554344584.html
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=30441
Reblogueó esto en La Covacha Roja.
Reblogueó esto en La Esquina Roja .
Pingback: Ocultismo vs ciencia cubana. (+ video). Por José Manzaneda | argencuba
claro, pq ademas co’mo crees que van a aceptar que un pai’s en desarrollo va a estar por delante de ellos? eso ni jugando.
Ayer casualmente, he estado buscando información sobre la ciencia en Cuba comparada con otros países latinoamericanos, encontré datos publicados por la UNESCO del 2015 y realmente a pesar que conocemos de las dificultades económicas en algunas ramas de la ciencia en Cuba, cambios necesarios que hay que introducir para que la ciencia este mas cerca de la industria, no solo biotecnología que como bien se plantea en este post hace mucho tiempo presenta resultados realmente increíbles, los datos encontrados nos ponen en perspectivas.
Si observamos con detenimiento los datos que proporciona la UNESCO, Cuba esta por encima que muchos países , inclusive con poblaciones y economías mayores. Digamos por ejemplo que Cuba tiene alrededor de 400 científicos por cada millón de habitantes, por ejemplo Colombia que se menciona en este post tiene 114. La mujeres científicas en Cuba ocupan el 48,2%, en Colombia ese porcentaje es del 37%. Cuba gasta 0.4 % de su PBI en Ciencia, mientras Colombia 0.3%, pero llevándolo a monedas equivalente con que la UNESCO se maneja para comparar los países, Cuba gasta 1100 millones de pesos PPA (Paridad de Poder Aquisitivo), mientras Colombia gasta 1600 millones, estamos hablando de 48.5 millones de colombianos contra 11 millones de cubanos. Sin embargo cuando comparamos otros criterios a los que se refiere la UNESCO, como la innovación de productos, de procesos, innovación organizacional, e innovación de marketing, Cuba encabeza la lista en todos estos rubros en comparación con países con ingresos bajos y medios.
Algunos de nosotros, entre los que me incluyo, tiene una tendencia a “creerse perteneciente al país peor de todos”, sabemos porque lo sufrimos en carne propia las dificultades de la ciencia en Cuba, el esfuerzo que tienen que hacer científicos, Ingenieros, técnicos y obreros calificados para introducir en la industria y en la agricultura, entre otros rubros, determinados logros obtenidos en los laboratorios que pueden provocar la obtención de nuevos productos o la mejora en la productividad de los existentes, y no hay duda que habrá que seguir luchando en ese sentido para provocar cambios institucionales que faciliten mejores interacción entre la ciencia y la industria y otras ramas, pero cuando uno constata “números duros” de otros países comparables en estadios de desarrollo económico parecidos, y a veces hasta un poco mayores, no tiene otro remedio que sacarse el sombrero por lo logrado en todo estos años.
Cuba es un pais de humanidad extraordinaria, a pesar del bloqueo tiene grandes niveles de educacion cultura ciencia, deportes y otros, además de la entereza fortaleza constancia de ese pueblo.Tenemos mucho que aprender de la constancia y resistencia de ese pueblo.Abrazos.
Este post sobre el desarrollo científico-medico en Cuba, está perfectamente colocado entre los anteriores de: las megafundaciones, Ford, Gates,Soros.. El post de Carlos Luque, sobre: “Por algo será” y el posterior de Carlos Luque también sobre: “el que cabalga un tigre”. Socialismo y capitalismo, los dos modelos donde regir el comportamiento humano; El capitalismo la cultura del tener, y el socialismo la cultura del ser. Aportando una frase de Fidel: “El capitalismo es una selva, el hombre enemigo del hombre, el hombre saqueando, el hombre contra el hombre y algún día el hombre tiene que vivir como hermano pero para eso tiene que sobrevivir a las estupideces de los políticos…”
En Cuba la investigación científica y médica está al servicio del pueblo, es el estado cubano quien aporta los medios para su investigación, es por lo tanto el pueblo quien recoge el fruto del esfuerzo de los científicos que la misma revolución ha facilitado, es un todo inseparable, y todo esto dentro de un brutal bloqueo económico y financiero que se convierte en genocida a 90 millas, esta es una realidad que solo los miserables, los subvencionados y vendepatrias intentan manipular vergonzosamente. Leer a Carlos Luque y escribir en este post se hace mucho más sencillo.
Es que la ciencia cubana no puede presentarse en los medios hegemónicos porque sería el ejemplo más peligroso a seguir, porque Cuba es un ejemplo peligroso a seguir en todo y en lo que concierne a la salud y ciencia médica de seguir el ejemplo de Cuba (cultura del ser) se desplomarían los lobbys farmacéuticos, la gran mafia montada alrededor de la salud La salud pública cubana con la salud privada de los grandes emporios farmacéuticos y médicos (cultura del tener). En definitiva, se desmonta, de alguna manera, los fundamentos y protocolos sobre los que se basa la Medicina moderna, contaminados por los intereses de esos grandes grupos de presión económicos que representan las farmacéuticas y laboratorios a través sobre todo, de las megafundaciones.
Por ejemplo, leyendo a Marcia Angell, ex editora del New England Journal of Medicine (el bastión de la medicina mundial), catedrática por la Universidad de Harvard, ha denunciado muchas veces los vínculos de la farmacia con el colectivo médico. Se puede leer a Angell que: las compañías farmacéuticas subvencionan la mayoría de las reuniones y seminarios de las organizaciones profesionales de médicos y la mayor parte de la educación médica que, de forma continuada, necesitan los profesionales de la salud para mantener en activo sus licencias estatales. Nadie sabe la cantidad total de dinero suministrado por las compañías farmacéuticas a los médicos, pero se estima, a partir de los informes anuales de las nueve principales compañías farmacéuticas de EEUU, que se trata de decenas de miles de millones de dólares al año. Así que la industria farmacéutica ha obtenido un enorme control sobre los médicos a la hora de evaluar y utilizar sus propios productos. Sus extensos vínculos, en particular con instituciones de alto nivel y Facultades de Medicina de prestigio, afectan a los resultados de la investigación, al ejercicio de la medicina e incluso a la definición de lo que constituye la propia enfermedad”.
Luego viene algún iluminado y mentiroso forista aquí diciendo sin aportar ninguna prueba de nada, salvo el chisme, que el IPK está relacionada con alguna institución que recibe subvención de Gates, mentira! cuanta majadería hay que escuchar, o es mala fe?
Debido a que las compañías farmacéuticas, diceMarcia Angell de nuevo, ponen como condición que la financiación esté íntimamente vinculada a todos los aspectos de la investigación que patrocinan, pueden introducir más fácilmente el sesgo de que sus medicamentos parezcan más seguros de lo que realmente son. Antes de la década de 1980, por lo general, se otorgaba a los médicos la total responsabilidad en la realización de su trabajo investigador, pero ahora son los empleados de una compañía farmacéutica o sus agentes quienes a menudo diseñan los estudios, realizan los ensayos, escriben los roles científicos y deciden de qué manera se van a publicar los resultados. A veces los investigadores de una Facultad de Medicina son poco más que peones en el suministro de pacientes y en la recolección de datos, de acuerdo con las instrucciones que les da la empresa farmacéutica. La prostitución científica se hace tan evidente que Angell deja aún más cristalino el fraude del complejo médico-farmacéutico del siguiente modo: A la vista de este control y conflictos de intereses que inundan a las compañías farmacéuticas no es de extrañar que los ensayos patrocinados por esta industria, publicados en las correspondientes revistas médicas, favorezcan de forma sistemática a los patrocinadores de la industria de las drogas legales, puesto que los resultados negativos no se publican mientras que los resultados positivos se publican varias veces de diferentes maneras (Sic).
Como se dice en Cuba información, esto sucede en Cuba? Mr. USAndrews?
En mi anterior comentario nombre al forista Andrews, bautizado USAndrews, porque en el post sobre las megafundaciones hablaba de manera muy embarrosa de que alguna institución cubana tenía relación con alguna institución subvencionada por la Fundación Gates y para que se ría Basilisa, decía que lo sabía muy bien porque había trabajado algunos años, pero lo que no dejaba claro, como siempre este tipo de chisme, es si el IPK se relacionaba con alguna institución científica que a su vez recibía alguna subvención de la Fundación Gates o si era el IPK quien recibía alguna subvención de Gates, cambia mucho el cuento depende como se quiera decir, a ver si una institución como el IPK no va a poder relacionarse con alguna otra institución cientifica fuera de Cuba, pero recibir subvención de Gates con este bloqueo criminal?, pero el Mr. USAndrews como era de esperar no dijo ni muuu. Así todo con este tipo de postmodernos con sabor a ………
Con sabor a Naftalina…
Para terminar, como dato curioso o mas bien tenebroso diríamos, el presidente Clinton, tirando de información, ordenó bombardear una fábrica situada en Al-Shifa (Sudán), afirmando que el terrorista islamista Ben Laden fabricaba allí un gas neurotóxico por cuenta del dictador laico Sadam Husein, que causalidad un gas neurotóxico, estos días en manos de la Theresa May. La fábrica pertenecía al financista Salah Idriss, quien no tenía precisamente el perfil de un terrorista islámico ya que sus empresas de vigilancia por circuitos de video garantizan la seguridad de numerosos edificios oficiales británicos, incluyendo la sede del Parlamento. Por desgracia, Osama ben Laden acaba de comprar unas cuantas acciones en el laboratorio de Salah Idriss. Una investigación posterior realizada por la ONU demostró que la instalación bombardeada por orden del presidente Bill Clinton no fabricaba otra cosa que aspirinas y medicamentos genéricos contra la malaria. Y también producía algunos antirretrovirales para la lucha contra el sida, pero sin pagar derechos al laboratorio Gilead Science, dirigido por el ex (y también futuro) secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Vaya peladilla de datos coincidentes y los nexos entre los nombres, lugares, y personajes… pa ir a mear y no botar gota…!!
Ufffff, como desearían borrar del mapa a los científicos cubanos, o mejor dicho que se fueran desertando y huyendo en masacomo les gusta decir, pa la Yuma…
Durante esa etapa, el senador todavía Obama declaraba llamando a los africanos a tomar su destino en sus propias manos, diciendo que la pobreza no es una fatalidad y que EEUU estaría con ellos acompañando los esfuerzos que ellos realicen, pues vaya compañía o CIA, bastante diferencia con la de los cubanos en Angola, Namibia, Congo, Argelia, Etiopia…. Y ahora con las batas blancas. No es más ciego que quien no quiere ver…
Guatiní, ¿habrá mayor insolencia y cinismo que venir a decirnos, “en EEUU tenemos un monumento a lo que pueden construir cubanos y cubanas: se llama Miami”? Y puso como ejemplos vivos de la cultura cubana a Gloria Estefan y a Pitbull, bufones fascistas del imperio. Diría que es uno de los mayores insultos a nuestras esencias como nación y a lo que hemos construido luego del 1ero de enero de 1959. Sería equivalente a decirles a los africanos que tomen de ejemplo a la República de Sudáfrica durante el régimen del apartheid e intentar convertir a los descendientes de afrikáners en símbolos culturales.
Aquí te dejo este artículo del profesor William I. Robinson que acabo de leer a raiz de tu excelente comentario:
De Obama a Trump: El Fracaso de la Revolución Pasiva (www.alainet.org/es/articulo/182745)
“Barack Obama declaró a CNN el pasado 26 de diciembre que hubiera podido derrotar a Trump de haber tenido la oportunidad de enfrentarse al presidente electo por un tercer mandato, pero en realidad puede que el demócrata haya aportado más que cualquier otro para asegurar la victoria de Trump.
Si bien la elección de Trump ha desencadenado una rápida expansión de las corrientes fascistas en la sociedad civil y en el sistema político estadounidense, un resultado fascista no es inevitable y dependerá de la lucha opositora que ya ha comenzado. Pero ocurre que esa lucha requiere claridad para poder entender cómo hemos podido llegar a un precipicio tan peligroso. Las semillas de un fascismo del siglo XXI fueron plantadas, fertilizadas y regadas por el gobierno del presidente que deja el cargo, Barack Obama, y por la élite liberal en bancarrota que es representada por la presidencia de éste.
En los últimos años del régimen de George W. Bush y especialmente con el colapso financiero de 2008, hubo un agitado descontento que desencadenó protestas masivas en los Estados Unidos y en todo el mundo. El proyecto Obama fue desde el principio un esfuerzo de los grupos dominantes para restablecer la hegemonía que venía desmoronándose desde los años de la presidencia de Bush. La elección de Obama desafió el sistema a nivel cultural e ideológico y sacudió los fundamentos raciales/ étnicos que siempre han mantenido en pie a la República de Estados Unidos aunque, ciertamente, no desmanteló esos fundamentos.
Sin embargo, el proyecto de Obama nunca tuvo la intención de desafiar el orden socioeconómico; por el contrario, trató de preservar y fortalecer ese orden para sostener la globalización capitalista, reconstituyendo la hegemonía y llevando a cabo una revolución pasiva en contra del descontento manifestado por las masas y propagando la resistencia popular que comenzó a cobrar vida en los últimos años de la presidencia de Bush.
El socialista italiano Antonio Gramsci desarrolló el concepto de revolución pasiva para referirse a los esfuerzos realizados por grupos dominantes de provocar ligeros cambios desde arriba con el objetivo de desactivar movilizaciones desde abajo que buscasen lograr una transformación más profunda. Integral a la revolución pasiva es la cooptación de liderazgos desde abajo y la integración de estos liderazgos en el proyecto dominante.
La campaña electoral de Obama en 2008 aprovechó y ayudó a expandir la movilización de masas y las aspiraciones populares de cambio como no se había visto en muchos años en los Estados Unidos. El proyecto de Obama cooptó esa creciente tormenta desde abajo, la canalizó a la campaña electoral y después traicionó esas mismas aspiraciones. El Partido Demócrata desmovilizó efectivamente la insurgencia desde abajo tan pronto se hubo reanudado con una revolución más pasiva y, de hecho, aceleró el proyecto de la globalización capitalista y del neoliberalismo. El entusiasmo masivo que generó la primera campaña electoral de Obama se disipó rápidamente.
El capital transnacional corporativo financió ambas campañas presidenciales de Obama y compró la presidencia del mismo. Obama impulsó la agenda de la guerra global, el neoliberalismo y el rumbo hacia un estado autoritario. Se convirtió en el presidente de los rescates corporativos, el presidente de deportación en masa y el presidente de la guerra de aviones no tripulados: los llamados drones. Su gobierno impulsó la construcción de un sistema policiaco represivo y un estado de vigilancia. Se autorizó la detención indefinida sin posibilidad de hábeas corpus de cualquier persona que el estado considerara un “enemigo”, se libró la guerra contra los denunciantes y los filtradores y se defendió el espionaje nacional y global de la NSA. Se aumentó el presupuesto militar, el cual ya había alcanzado un máximo histórico bajo el régimen de Bush. Se negoció la Asociación Transpacífica, la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones y el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios.
De esta forma el proyecto de Obama debilitó desde abajo la respuesta popular izquierdista a la crisis, abriendo así espacio para que la respuesta de la derecha con vista en un proyecto del fascismo del siglo XXI se volviera insurgente. El gobierno de Obama apareció, sin duda, como una república de Weimar. Aunque los socialdemócratas estuvieron en el poder durante la República de Weimar de Alemania en los años 1920 y principios de 1930, no persiguieron una respuesta izquierdista a la crisis; dejaron de lado a los sindicatos militantes, comunistas y socialistas y progresivamente se aferraron al capital y la derecha antes de entregar el poder a los nazis en 1933. La república de Weimar del siglo XXI de Obama generó condiciones propicias para el desarrollo de las fuerzas neofascistas en los Estados Unidos.
Durante el régimen de Bush, estas fuerzas neofascistas se extendieron por toda la sociedad civil estadounidense, exhibiendo una creciente polinización cruzada entre diferentes sectores de la derecha radical como no se había visto desde hace años. Durante la presidencia de Obama, elementos de la derecha de entre la comunidad empresarial transnacional financiaron ampliamente movimientos neofascistas como el Tea Party y la notoria legislación neofascista de la ley antiinmigrante SB1070 de Arizona en 2010. Esa legislación provocó leyes “copia” en otros estados del país y provocó que estallaran movimientos anti-inmigrantes de supremacía racial y de vigilancia fronteriza. Los multimillonarios hermanos Koch, de extrema derecha, por ejemplo, fueron los principales financiadores de la Tea Party y de una gran cantidad de fundaciones y organizaciones de fachada de la derecha, tales como Americans for Prosperity, Cato Institute y Mercatus Center.
Estas organizaciones promovieron una versión extrema de la agenda corporativa neoliberal, incluyendo la reducción y la eliminación de los impuestos a corporaciones, recortes a los servicios sociales, la evisceración de la educación pública y la liberación total del capital de cualquier regulación estatal. Este neoliberalismo “recargado” es precisamente el programa económico del régimen entrante de Trump y converge perfectamente con los intereses de la clase capitalista transnacional, incluso si cultural e ideológicamente se encuentra vestido de forma dramáticamente distinta al de Obama y los liberales.
Contrariamente a lo que dicen interpretaciones superficiales, la agenda de extrema derecha del trumpismo constituye una profundización y no una revocación del programa de globalización capitalista perseguido por la administración Obama y todas las administraciones estadounidenses desde Ronald Reagan. La crisis del capitalismo global se ha agudizado al confrontarse con un estancamiento económico y con el levantamiento de un populismo antiglobalización por parte tanto de la izquierda como de la derecha del espectro político. El trumpismo no representa una ruptura con la globalización capitalista sino más bien una recomposición de las fuerzas políticas y de discursos ideológicos que se acentúan a medida que la crisis y las tensiones internacionales llegan a nuevas profundidades.
Ya sea del siglo XX o en sus variantes emergentes del siglo XXI, el fascismo es ante todo una respuesta a profundas crisis estructurales del capitalismo, como en el caso de la de los años treinta y la que comenzó con la crisis financiera de 2008. He estado escribiendo durante la última década acerca del surgimiento de las corrientes fascistas del siglo XXI en el contexto del nuevo capitalismo global. Una diferencia clave entre el fascismo del siglo XX y el fascismo del siglo XXI es que el primero involucró la fusión del capital nacional con poder político reaccionario y represivo, mientras que el segundo implica la fusión del capital transnacional con poder político reaccionario. El trumpismo no representa una salida; por el contrario, es la encarnación de la dictadura emergente de la clase capitalista transnacional.
El trumpismo y el brusco giro hacia la extrema derecha es la progresión lógica del sistema político frente a la crisis del capitalismo global. La élite liberal y su proyecto de globalización capitalista a través del discurso “más amable, más suave” del multiculturalismo llegaron a un callejón sin salida y condujeron el sistema hacia una nueva crisis de hegemonía. Tomando el famoso dicho de Clausewitz de que “la guerra es una extensión de la política por otros medios”, parafraseando, se puede decir que el trumpismo es una extensión del neoliberalismo por otros medios.
Hay una linealidad en este aspecto desde Obama hasta Trump. Fue el gobierno de Obama y la élite liberal quienes se encargaron de abrir la caja de Pandora del trumpismo y el fascismo del siglo XXI. A medida que se acercaban las elecciones de 2016 la pregunta era: ¿cómo se expresaría el renovado descontento de las masas? La élite liberal marginó a Bernie Sanders y se alineó detrás de Hillary Clinton, pero a diferencia de como ocurrió en 2008, esta vez fracasaron los esfuerzos de lograr otra revolución pasiva. La élite liberal alimentó el giro hacia la extrema derecha al anular de nueva cuenta una respuesta izquierdista ante la crisis.
La élite liberal se rehusó a desafiar la rapacidad del capital transnacional y su política de identidad sirvió para eclipsar el lenguaje anticapitalista de las clases trabajadoras y populares, empujando así a los trabajadores blancos hacia una “identidad” de nacionalismo blanco y ayudando a la derecha neo-fascista a organizarlos políticamente. Paralelo a las acusaciones que hizo el partido republicano contra aproximadamente 6 millones de votantes mayormente afroamericanos y latinos de aparecer en las listas de votantes de más de un estado y, por lo tanto, de haber cometido “fraude” electoral (acusaciones que resultaron ser falsas en casi la totalidad de los casos pero que tuvieron el efecto de negar el voto a los acusados), Trump hábilmente movilizó a una parte significativa de la clase trabajadora blanca en torno a un discurso demagógico racista caracterizado por los chivos expiatorios, la misoginia y la fanfarronería imperial valiéndose de la manipulación del miedo y la desestabilización económica.
El discurso a veces velado o disimulado y a veces francamente racista y neofascista del trumpismo ha “legitimado” y desencadenado movimientos ultra-racistas y fascistas en la sociedad civil estadounidense. Parece ser que estas fuerzas están logrando un punto de apoyo en el estado estadounidense a través del emergente régimen de Trump. Este régimen reúne a billonarios banqueros y hombres de negocios con generales guerreros activos en política y activistas neofascistas en un cóctel mortal que amenaza con llevarnos al desastre si la lucha de resistencia no es capaz de descarrilar el trumpismo.
Este es un momento extremadamente peligroso, pero es muy fluido. Las élites políticas y económicas están divididas y confundidas. El trumpismo ha fracturado aún más a los grupos gobernantes y bien podría estar generando una crisis de Estado que abriría espacio para respuestas populares e izquierdistas desde abajo. Una parte significativa de la élite se opuso a Trump durante la campaña presidencial. ¿Esas élites se acomodarán al régimen trumpista o se volverán contra él?
No nos encontramos en este momento en un sistema fascista y ello se podría evitar si la lucha de resistencia se conforma en un carácter expansivo, organizado y unificado en un frente anti-neofascista. Para lograrlo, la lucha no debe recurrir a la decadente élite liberal organizada en el Partido Demócrata. Las fundaciones y las corporaciones buscarán financiar a los grupos liberales anti-Trump e intentarán modelar la agenda de la lucha anti-Trump de nuevo. Los demócratas y sus contribuidores corporativos tratarán de canalizar la lucha contra el trumpismo en las próximas elecciones legislativas y presidenciales.
El protagonismo político de la clase trabajadora debe alcanzar la hegemonía dentro de cualquier frente unido contra el neofascismo. La base electoral de Trump dentro de la clase trabajadora descubrirá muy pronto durante el régimen del republicano que sus promesas eran un engaño. ¿Cómo se contendrá su rabia? ¿Serán reclutados hacia proyectos del fascismo del siglo XXI o hacia un proyecto popular, de izquierda y de resistencia y transformación? Para que esto suceda necesitamos ir más allá de las políticas de identidad, reconstruir una identidad de la clase trabajadora uniendo la lucha antirracismo y de defensa de los migrantes con un programa de reconstrucción económica y social que propugne el lenguaje de clase y socialismo en la política y en el quehacer cotidiano. Solamente trabajando hacia la construcción de la organización de la clase trabajadora global en toda su diversidad y situando su multiplicidad de luchas en el centro de la resistencia es que podremos ganar.
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Siju Contunto, hubo que decirle: Obama, vuelvete en gua gua, que no es el puente de Remagen, que nos no gusta tu imagen. Ese seductor confundió el cubano a pie con el repartero, vamos que no se comió a pesar de sus asesores de dentro y pa fuera. Una vez a propósito de algún comentario de nuestro recordado compañero Corcho y sus “personajes favoritos” , aportaste un video de “perejil pa la cotorra” recuerdas?.
Interesante el profesor William I. Robinson, pero se pasaron de pasivos no? En lugar de darle caña al mono hasta que,,, ya sabes tu compañero…
Obama que se presentó como una paloma, incluso “nobel” a la podrida paz esa que representan, resultó un halcón disfrazao, con la Samantha Power, ex profesora en Harvard, ganadora del premio Pulitzer con un libro donde teoriza sobre “la responsabilidad de proteger que tiene EEUU al mundo” y que Obama le nombro representante de Estados Unidos ante la ONU que fue cuando preparo la masacre de libios bombardeándolos humanitariamente y matando a decenas de miles, se cree que pasan de los 100 mil.
Recordemos aquel discurso de Obama ante la Asamblea General de la ONU. Sobre todo cuando afirma que, ante los conflictos en Oriente Medio y en el norte de África, «el peligro para el mundo no es una América (Estados Unidos) queriendo inmiscuirse en los asuntos de otros países” sino que “EEUU pueda desentenderse creando así un vacío de liderazgo que ningún otro país está dispuesto a llenar ”.
Así que reclamaba el derecho a intervenir militarmente donde quiera que sea, no en aras de su propio interés sino porque EEUU está investido de la sacrosanta “responsabilidad de proteger “. Para qué enemigos con amigos como ese….
Bueno para aquellos que se confesaron “obamistas” en su visita y el grupito de marras del interior, era la esperanza para Cuba, o para ellos, no lo sé… Pero Fidel no lo recibió aunque se quedó con las ganas Obama que lo recibiera, pero Fidel es mucho Fidel y cuando quiso jugar con Raúl por encima del hombro recibió un, Katadori Nikyo Ura, que se quedo pasmao y disimulón, por avispao…
Fe de errata: Es Sijú Cotunto, discúlpame Alejandro, que era en clave indígena.