El dulce susurro de la conciliación…. Por Carlos Luque Zayas Bazán

 
“El discurso de los llamados intelectuales de este sistema debe mantener el túnel en la oscuridad, profundizar la oscuridad y conservar el espíritu del sin salida y la degradación de cualquier gesto colectivo, de cualquier palabra que nombre la sociedad humana capaz de construirse por sí misma. Hay que degradar a todos aquellos que dieron su vida para cambiar el mundo, hay que confundirlos y equipararlos con los boys del dinero fácil y el cinismo amplio, hay que atornillar bien la imposibilidad de cualquier cambio porque el sistema capitalista se cae a pedazos y esa fragilidad necesita discursos apocalípticos –a-históricos- de alta gama. Y si hay que mentir se miente sin ninguna vergüenza, para eso usaremos el relativismo y el sentimentalismo, metástasis del canceroso YO.”
Sara Rosenberg.

Lo anecdótico no suele servir mucho para la argumentación, pero puede ilustrar una idea. Cuando paseaba por las calles centrales, que suelen ser las comerciales, de mi bucólico Camagüey, mi hija menor, entonces una niña que creció en pleno Período especial, miraba las bicicletas que se mostraban en las vidrieras, y preguntaba cuándo le compraría una. Era un episodio que se repetía en los frecuentes paseos, casi con el mismo guion, como esas narraciones que exigen siempre iguales los niños. Entonces intentaba ahogar esa especie de tristeza que asalta a todo padre en situación semejante con una sonrisa y una afirmación: papá no ganaba el tipo de moneda que era necesario para adquirir esa bicicleta, pero alguna vez se la compraría. Mi posterior argumentación, cariñosa, y que trataba de adecuarse sin muchas esperanzas a las posibilidades de su entendimiento, lograba sacarle una sonrisa de comprensión, y el alivio del adulto adornaba nuevamente de felicidad la tarde compartida.

Hay necesidades materiales que no se pueden separar, con falsa dualidad, de las necesidades espirituales. Un país agredido, a más de las dificultades que oponía no saber  cuál era el mejor camino para llegar con un mínimo de errores a la meta que se aspiraba, impedía en sus momentos más complicados, no sólo la satisfacción de una necesidad material que sostenía una necesidad espiritual, sino muchas veces la satisfacción de una necesidad material perentoria para la vida.

El mayor obstáculo que se le ha impuesto en el camino a los intentos de construir los sistemas de vida socialistas que en el mundo han sido, es el de lograr un ser humano que en toda su   dimensión quizás sólo pueda emerger en toda su plenitud en medio de una sociedad socialista ya desarrollada. Esa contradicción es la que quizás hizo al trovador advertir que era inevitable arar con viejos bueyes sobre el terreno duro y tenaz de un modo de vida que ya tiene más de dos siglos educando al hombre en el individualismo y las actitudes y los antivalores que la humanidad ha conocido hasta el momento.

Hoy se discuten muy fundadas teorías sobre la necesidad de impulsar a la humanidad a  una economía del decrecimiento, y se tiene cada vez más consenso sobre  la urgencia de un cambio civilizatorio. Pero desde que el socialismo, o su intento de construirlo, logró su primera gesta real, se hizo sobre la promesa y la esperanza de propiciar la satisfacción de lo que entonces se llamaba las cada vez más crecientes necesidades materiales y espirituales humanas, y el soviético se lanzó, durante una larga etapa, a emular erróneamente con los mismos objetivos materiales que sus adversarios, a la vez que no lograba formar, en una masa significativa, ese hombre superior que le sería imprescindible. Una de las razones que quizás expliquen que el soviético medio asistiera, casi inmóvil, al derrumbe de un modo de vida que tantos otros beneficios le había reportado, pero no el de crearle una médula cultural radicalmente distinta al sistema que se le oponía.

Cuba ha tenido que proponerse la creación de valores humanos inéditos, pero masivos, o en una masa crítica mínima tal que se convierta en una tendencia hacia la regla, y no la excepción, en condiciones de país subdesarrollado, de raíces coloniales y agredido, con enormes dificultades económicas, de limitación de recursos, y, a la vez, tratando de encontrar un dificilísimo equilibrio entre las necesidades de la individualidad por una parte, que tiene siempre fronteras tan delgadas con el individualismo, y las metas sociales y colectivas por la otra, lo que ya por sí mismo significaba un reto de dimensiones gigantescas.

El bloqueo y las agresiones norteamericanas a Cuba no lograron, no han logrado, el principal resultado cínicamente reconocido por sus promotores de ahogar al pueblo por hambre y desesperación, y compulsarlo a renunciar en masa significativa al apoyo a su gobierno y a su voluntad de seguir adelante. Pero produjo y produce sufrimientos espirituales y materiales enormes, y en gran medida ha sido el principal impedimento de que los valores humanos socialistas hayan podido florecer plenamente en las condiciones materiales mínimas necesarias para que el hombre pueda dejar de pensar en la propia supervivencia, y dar ese salto cualitativo espiritual y cultural necesario al socialismo. Cuba, su gesta socialista, se ha opuesto y se resiste  heroicamente a vivir bajo el signo predominante de un modo civilizatorio que hoy le provoca tantas desgracias a la humanidad, y el precio mayor que ha pagado no es el minúsculo, – pero que puede ser gigante en la vida mínima personal-de no poder satisfacer el inocente deseo de un niño que desea un juguete que su padre no puede comprar, sino algo mucho más importante y decisivo, que es sembrar en algunos de los miembros de su comunidad el espejismo de los modos de vida que podrían negar y borrar otros logros y derechos esenciales al hombre que ha logrado conquistar. Esa ha sido la tarea estratégica del bloqueo, la que no ha sido plenamente derrotada, y es el mayor peligro que hoy se cierne sobre la nación.

Es ese terreno, fertilizado durante más de medio siglo para sembrar el desánimo y la desconfianza en sus propias fuerzas, para dinamitar y provocar una eventual brecha en la voluntad de resistir e insistir por la tensión largamente sostenida de los ánimos, por  la frugalidad de vida a que obliga no ser un país rico pero que redistribuyó sus recursos entre todos, mientras  era agredido, y mientras se hacía la exhibición más descarada de  la injusta riqueza material que los países explotadores exponen en sus vitrinas  ante las ansias humanas, todo ese escenario es lo que aprovecha la guerra mediática para dar el definitivo golpe mortal a una noble aspiración. La guerra psicológica sabe que avanza sobre terreno previamente minado, haciendo estallar aquí y allá los explosivos culturales pacientemente sembrados durante tantos años, y abonadas con las privaciones, con el derrumbamiento y la pérdida de prestigio del socialismo histórico, con los conflictos de los relevos generacionales, que pueden influir por el desconocimiento, el olvido, y los errores, y la falta de creatividad para darle continuidad a los procesos sociales.

A la vez, se enfrentan contradicciones que pueden ser mortales si no se les haya inteligente solución. Por una parte, el socialismo exige que el ciudadano participe más activa y creativamente en las cuestiones de interés colectivo y gravite mucho más en la conducción del país, lo cual significa hallar en el pleno desarrollo de todos, la condición del desarrollo individual. Esto equivale a la superación del individualismo, piedra basal de la cultura capitalista.

Por otra parte, si se resquebraja seriamente la unidad en torno a un proyecto colectivo, si se ahonda, o se deja que otros ahonden la desconfianza y el desánimo, el éxito de la guerra cultural y psicológica contra el socialismo se hace mucho más fácil, pues ella apunta y se aprovecha de los hombres donde ha hecho mayor mella la dificultad de sembrar los valores necesarios para que las ansias individuales no entren en contradicción con los intereses de todos. Por una parte, tener en cuenta la inevitable diversidad humana, por otra, la también inevitable unidad en torno a  las aspiraciones colectivas, porque el hombre es un ser social, y sin el recurso de su comunidad, y sin una actitud de apoyo y fusión con su comunidad, le es imposible realizarse. Pero la cultura capitalista busca atomizar, o balcanizar, el tejido social, para dar cauce a la conversión de todo lo esencial en mercancía, que es la competencia y la insolidaridad entre los hombres.

Esa esencial contradicción no resuelta es la que aprovecha la prensa tendenciosa, el hipercriticismo, la manipulación de la noticia, la mirada mayormente sombría que se enfoca sobre Cuba bajo el pretexto del servicio mediante la crítica. No permitir que se aproveche esa brecha, y  a la vez servir con el análisis oportuno e inteligente, es la tarea, complejísima, que quiere lograr la mejor prensa militante y revolucionaria.

La óptica cultural capitalista no tiene que dar saltos mortales hacia un vacío desconocido en su modo de actuar, sino simplemente desarrollar lo que siempre ha hecho, para ello cuenta con ingentes recursos, academias, tanques de pensamiento bien remunerados y sus millonarios sostenedores, y mientras atrapan y logran a veces prostituir a los mejores talentos, con frecuencia formados con recursos públicos, la prensa socialista es tan inédita y tiene una tarea tan ardua como el mismo socialismo, ese esencial desconocido del que lo mejor que se conoce es su sueño, su finalidad, y su utopía. Y sus periodistas militantes tienen que salvar contradicciones mortales entre la convicción de cuidar la unidad, y la necesidad de criticar y revelar males sin dividir y desanimar, sin confundir y sin destruir. Periodistas que no pueden ser mejor pagados, porque en las sociedades que conserven la tendencia hacia el socialismo, como todavía es la cubana, se procura que no se ahonden las desigualdades, y son personas que tienen que resolver las mismas dificultades cotidianas de todos los ciudadanos y, a la vez, tener el ocio creador para enriquecer su cultura, escribir, vivir, y procurar la felicidad personal y de los suyos.

En este panorama, la función que cumplen los sitios digitales adversos al socialismo y donde hoy se noticia o se examina la realidad cubana, no se mide tanto por sus declaradas y falsas intenciones de servicio mediante la crítica, sino tal vez mucho más por el carácter de las manifestaciones que provocan en los que visitan sus páginas y sobre todo, por la calidad del pensamiento y los argumentos que se exponen en los comentarios.

Es a un sector de la población proclive a recibir sus mensajes con beneplácito, a quienes se dirigen, y es natural que allí encuentren eco y aprobación. Pero también estarían los que se atraen a sus páginas por el eco de falso prestigio que produce en los demás, o en los que previamente ya está preparado el terreno por la  misma actitud que sustentan sus autores, y donde hallan el espejo en que mirarse.

Una revisión un poco más demorada de los comentarios en esos sitios demuestra que como reacción a los artículos hipercríticos, o que se ceban en las dificultades de Cuba, es allí donde se producen las manifestaciones más inconsistentes con el respeto y el diálogo, lo que Rafael Hernández  ha llamado el ciberchancleteo, la frase soez, la ofensa, la pedestre manifestación de la incultura y la vulgaridad, la falta de recursos para la reflexión intelectual, o la evasión a los argumentos, mientras una revisión de los sitios que sin dejar de ser críticos, se rebelan contra la desinformación y la mentira, muestra un carácter muy distinto. Se puede suponer que los autores tienen y ejercen la facultad de filtrar, pero es llamativo cuando la vulgaridad y la ofensa dirigida al pensamiento adversario no se filtran o banean y, al contrario, encuentran una amable aquiescencia para su publicación, allí donde se ponen dos de cal y una de arena, y se juega a estar y no estar, donde se simula hacer un periodismo objetivo, pero su resultado no es aunar voluntades, educar con hondos análisis, fortalecer al lado más débil y con una razón histórica reconocida por todos los pueblos. Es legítimo suponer que la razón está en que esos comentarios avalan el efecto que persiguen los autores de ese tipo de publicaciones.

No es casual, y sí muy significativo, que uno de los autores de uno de esos blog donde la mirada sobre Cuba ha sido desnudada por su tendenciosidad, declarase ufano que le siguen muchos jóvenes, en rara presunción, cuando mayormente se usan sobrenombres y se oculta la identidad, pero donde se revela la búsqueda de un objetivo que tampoco es casual que coincida con los intentos subversivos de atraer a la juventud a la oposición al socialismo y al modo que el pueblo cubano se ha dado de gobernar y de sostener la validez de su peculiar democracia.

Mientras, el periodismo militante, impreso, radial, o digital, o la tarea de los modernos blogueros verdaderamente independientes, debe cumplir una función mucho más difícil que satisfacer a un estrecho auditorio ávido de hipercrítica, una gestión más ardua y noble que dirigirse a un aplauso cómodamente previsible: Mediante la investigación honda y responsable de los problemas sociales, contribuir con la crítica y el mejoramiento del proyecto socialista y, a la vez, aunar voluntades, reforzar esperanzas, cimentar convicciones y educar.

Son dos objetivos mucho más complejos de lograr, pero esa es la tarea cuando no se vende la postmoderna pluma del teclado al mejor postor, cuando el pago es sólo la muy probable ingratitud de algunos hombres, incluso la eventual incomprensión de los hermanos de armas, las ofensas del enemigo, o las almibaradas advertencias de los conciliadores de nueva data, pero no hay alternativas. Y no olvidar tampoco, al paso y como si fuera poco, lo que Martí llamó “los oficios de la alabanza”, porque del descrédito, muy distinto de la crítica comprometida que caracteriza al revolucionario, se encarga y se encargará siempre el bien pagado para hacer su triste tarea.

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22 Responses to El dulce susurro de la conciliación…. Por Carlos Luque Zayas Bazán

  1. Otra vez muy bien, Luque, salvo que no tengo la menor idea de cómo, en las condiciones actuales de Cuba, el periodista -y también el médico, el maestro, los otros profesionales, el sencillo trabajador y hasta el mismo dirigente que debe encauzar la lucha colectiva por los sueños históricos de Cuba, esos que han pasado a un terreno tremendamente desigual, extraño y muchas veces incomprensible- podrá resistir, sin ninguna caída, la avalancha de intereses y preocupaciones individuales que se les ha desatado. Quizás habremos de ir pensando en cómo acostumbrarnos a algunas caídas y no verlas como definitivas, o a matizarlas con mayor amabilidad y aprender a recoger caídos. Quizás habremos de ser más firmes en pensar que la lucha titánica que viven los cubanos sobrepasa toda la belleza y que alguna fealdad, esa que no nos pulverice, ha de ser acatada con absoluta naturalidad y seguir, seguir, hasta donde la historia y los seres humanos que la hacen lo permitan. Realmente siento una enorme falta de aportaciones ideológicas de nuevo tipo al camino que se transita. No sé, tal vez sea esa falta la que me lleva a observar -a mí y puede ser que a otros más- que no tengo la menor idea de cómo conformar y articular la actual y nueva resistencia -porque sin duda es otra y bien distinta a la de los años 90- que hay que conformar y articular casi como si estuviéramos armando otro mundo que sea capaz de defenderse más allá de defender aquella magnífica resistencia vivida.

     
  2. chilecuba says:

    Tus palabras, amigo Marí, tus reflexiones y preguntas, son graves, serias y responsables. Me hacen reflexionar. Queda mucha esperanza y posibilidades de encontrar rutas de menor pérdida, mientras sean más las personas que reflexionen y menos las que se lancen a denostar o sumirse en el desánimo. Es muy difícil valorar en las verdaderas dimensiones, en su significado, los fenómenos sociales, sin haberlos vivido directamente. Es lo que observo en mis propios hijos, pero no sólo en ellos, sino en mí mismo, este adulto libresco que soy. No se puede valorar en su justa medida qué implica una involución hacia el capitalismo, si no se conoce, con ojo atento, la realidad cotidiana, y la que late detrás de las vitrinas ahítas, de una sociedad capitalista. Por supuesto que no digo esto como quien cree que le da una noticia a ud. que ud no conozca, ni con un ridículo afán de adoctrinamiento. Sólo reflexiono, como se dice, en voz alta a medida que escribo, con un camarada. Me lo estoy diciendo a mí mismo, se lo estoy diciendo en un diálogo imposible al futuro de nuestros nietos. Es natural que el cubano relativamente joven no pueda valorar en su justa medida lo que tiene, le es tan natural, como aquella frase que tanto repetíamos: “es lo que me toca”, pero que quizás no supimos convertir en “¿y qué es lo que te toca a ti hacer para que esto que te toca, te siga tocando?”
    Yo conocí de primera mano los cientos de escuelas en el campo que a un costo de más de 1 millón de pesos, se esparcieron por todos los campos de Cuba, se equipaban con todos los laboratorios imaginables, de física, de química, relucientes y hermosas, totalmente iluminadas, con bibliotecas completamente surtidas, y hasta con colecciones de música clásica. En poco tiempo las persianas de sus dormitorios ya comenzaban a romperse. Cuando se dice que una de las causas de las dificultades del socialismo es que no pudo, o hasta el momento no puede hacer realidad la propiedad social sobre la riqueza o los medios de producción, me he percatado que ese juicio se origina desde la posición del que está anclado en la idea de que la única propiedad que cuida e interesa al hombre, es la privada, o la que él pueda controlar, o aquella de la que pueda controlar sus beneficios. No sé si me he podido explicar bien esta idea que me asalta en la madurez. Se juzga la propiedad social desde los presupuestos de la propiedad que conocemos, que es la privada. Por eso me he preguntado, ¿gozar de aquellas escuelas relucientes, estudiar sin endeudarse para toda la vida, tener hijos sanos, ¿no era (no es) una forma efectiva de ser dueño de la riqueza social? No hago estas preguntas de fanático, sino que dialogo, reflexiono, con el que creo tengo coincidencias ideológicas y humanas. ¿Recibir asistencia médica sin que importe cuánto tienes, o de qué raza eres, o si fuiste ayer al trabajo o no, o si tienes un título que avale tu solvencia, no nos hacía de modo efectivo y real dueños de la riqueza social? ¿O no es el mejor y más efectivo modo posible de ser dueño disponer de ese modo de lo que es de todos? Me hago estas preguntas porque ahora estudio y conozco, en la cotidianidad, en la vida política activa, lo que es una sociedad capitalista y neoliberal y a la vez, repaso toda mi juventud y creo que valoro mejor lo que ha ocurrido en Cuba y lo que puede estar en peligro de perderse. El éxito del modo capitalista de ver la vida es innegable y recoge sus frutos en todo el orbe, o aplasta en todo el planeta las esperanzas en una vida distinta. La labor de zapa en Cuba recoge sus frutos, y el reto sigue siendo que un hombre distinto necesita una sociedad distinta y viceversa, grave cuestión. Por eso la batalla tiene que continuar y creo que Cuba tiene reservas bien fundadas para impedir la involución. Ahora mismo las condiciones se agravan. La pérdida de Brasil puede hundir al Mercosur, puede debilitar más a Venezuela y todo el bloque del Alba, y puede comprometer aún mucho más la capacidad de maniobra de Cuba, e impedir o dificultar mucho la terminación del Mariel, por ejemplo. Son las realidades, pero conservo la convicción de que saldremos adelante. Ningún país mejor preparado para eso. Pero ello exige no claudicar en la lucha ideológica, en la guerra simbólica, no desanimarse. Ello exige vencer al hipercriticismo de la ultra izquierda, y a desenmascarar a los falsos amigos. Porque tanto unos como otros, algunos sin percatarse, están haciendo la tarea del diablo. Un saludo, y seguimos el diálogo. Gracias por su apoyo y sus comentarios.

     
  3. Alejandro says:

    Gracias a Luque y a Marí por este excelente diálogo.

     
  4. Desde niño nunca tube juguetes , tampoco me preocupe por ello ,mis hermanos igual, LO primero que vemos aqui es las tiendas llenas de juguetes , mis hijos tampoco tubieron ninguno.Tampoco me pidieron juguetes.Bicicletas hay en las grandes tiendas , se mueren de Viejas porque nadie sin embargo las compran , no se usan.
    los juguetes igual , hay millones , pero solo muchos padres segun e visto les compran salvo ocasiones , todos on de plasticos,otros mas atrevidos de pilas peroodservo que no hay esa furia de comprar juguetes,.
    En Cuba hay muchas ideas astractas que se creen los padres que los niños Deben de tener juguetes y bicicletas obligadamente que si no no seriamos Buenos padres , ” Para mi es un Error de esos padres , es major regalarle lo mas humilde de nosotros , el major respeto y amor como tus ejemplos y ellos aprenderan que seran mejores hombres el dia de mañana sin haber jugado nunca con los juguetes cuando eran niños..” quizas yo este equivocado o alguien me tome como un anormal o tonto “pero hoy tengo el vivo ejemplo de mis Hijos donde ellos gozan de amor , respeto , honestidad y sentimientos sin haber tenido tampoco un juguete a pesar de los millones de que aqui hay y nadie casi los compra.

    ” Los niños no te recordarán por las cosas materiales que les diste, sino por lo que les hiciste sentir. ” Richard L. Evans.

     
    • No eres ningún tonto, Carlos, ni tampoco estás equivocado con tus hijos si te están respondiendo así. Vayan mis mayores felicitaciones, CON ABSOLUTA SINCERIDAD, pero bien sabes que estamos intentando llegar a muchos que tienen, por ellos o por las circunstancias en que viven, diversas suertes.

       
  5. Es cierto, Luque, totalmente cierto todo lo que piensas, reflexionas y escribes, y pienso que en este diálogo en alta voz nos jugamos mucho la posibilidad de enriquecerlo en la vida cotidiana, que es donde en estos momentos más demandan muchísimos cubanos nada desanimados ni confundidos, pero sí más alertas ante el tiempo que les pasa y la carencia de los nuevos argumentos para sostener bien alto su combate, su confianza y su esperanza. Invito a Alejandro a sumarse con sus aportaciones. Yo, de hecho, más allá de la crítica al hipercriticismo de cierta denominada izquierda que va surgiendo en la isla que siempre rechazo, me debato entre la firmeza absoluta a defender casi todo lo que hace -o puede hacer- Cuba en tan difíciles circunstancias como esas que apuntas y otras más, y una actitud más serena. Entonces, muchas veces, ante el hipercriticismo, y sin que ello signifique ninguna concesión o bajarme al principio de “dejarlo pasar”, tengo la creencia de que hay en él -a veces incluso a su pesar- alguna sustancia que no debo desdeñar para enfrentar el debate teórico que ayude a la práctica realmente consecuente. Ayer mismo, mientras escribía, recordaba al gran poeta y revolucionario Bertold Brecht cuando escribió: “Nosotros, que predicamos la amabilidad, no supimos ser amables con nosotros mismos”. Es cuando me digo: No, nosotros no podemos repetir el no ser amables con nosotros mismos.
    Gracias, Iroel; gracias, Luque; gracias, Alejandro; porque en la participación con que se guía este blog, todos podemos tener la posibilidad de encontrar algunas de esas magníficas señales para que Cuba siga siendo uno de los más hermosos referentes de transformación en el mundo. Porque si el mundo no se transforma, ¿de qué amabilidad podremos estar hablando en Cuba?

     
  6. No me refiero exclusivamente a la amabilidad del respeto y la consideración a las diferentes posturas de tantos que están en la misma trinchera en que nos hemos colocado, sino también a la difícil y desafiante amabilidad de la convivencia serena en esos sitios que, aún en su plena vigencia determinante, tanto quisiéramos desterrar de la vida de los cubanos y de tantísimos otros. Nunca una trinchera será el mejor lugar para susurrarnos la aproximación a la dicha, y de trincheras está plagado el mundo. Cuba, por su gente y su revolución, está obligada a dejarle a la historia sitios, actitudes y conquistas que tengan la fuerza de la amabilidad y el decoro con que inició su gesta en 1868 y reinició en 1959. Y en cumplirlo debemos estar si queremos que nuestras voces alcancen el verdadero significado con que las proclamamos. No estoy dando consignas: estoy apelando a la poesía que se logró implantar en la inmensa mayoría de los cubanos y que, como bien dices, Luque, está ahí, casi intacta, en el pueblo cubano. Solo que el verso, como dijo Martí en su memorable “Los poetas de la guerra”, a veces rima mal. Veo el hallazgo de la rima en que sepamos conducirnos amablemente por estos caminos de Dios y del diablo.

     
  7. chilecuba says:

    Estimado Marí: En efecto, es tan vital al hombre el amor íntimo de los afectos personales, en todas sus variantes, como el amor social y colectivo. Si nos ponemos a meditar, la cubana ha sido una obra de inmenso amor a lo mejor del hombre. Hablar del amor colectivo puede parecer una abstracción idealista, pero no lo concibo así. Sólo hay que ver la desconfianza visceral con que se tratan las personas desconocidas, e incluso las conocidas, en los países donde la mayor desigualdad de oportunidades y la competencia impera, para valorar el espíritu de la sociedad cubana, que no debemos edulcorar, pues siempre habrá de todo hay en la viña del señor, pero es bien distinta la interacción social y eso lo ve mejor el extranjero visitante, que lo agradece mucho. Dice ud. bien cuando medita sobre la interacción, el espíritu fraterno del debate entre los que se consideren de izquierda. Una de las incapacidades de todas las izquierdas ha sido, precisamente, ponerse de acuerdo, mientras que la derecha, por mucho que las divisiones entre ellos llegue a teñir los ríos de sangre, siempre tienen un lazo de unión, que nunca los separa, y siempre los une, y como se sabe bien, son sus intereses. Esa me parece la no tan secreta razón de la supervivencia del modo capitalista de pensar y vivir, y la raíz de las falsas democracias, y es que lo que llamamos mercado y el poder del capital que está fuera totalmente del control ciudadano. Acabo de leer varios trabajos de Carlos Fernández Liria, filósofo español, que lo demuestra con creces en la realidad española, pero que es ya una ley social y económica universal. El parlamentarismo está ahogado por el mercado, la pérdida de la soberanía de los estados es enorme.

    Pero la fraternidad es algo propio de los hermanos, y en el campo de la lucha de ideas, las equivocaciones son fatales cuando hay confusión. De todas formas las diferencias y hasta las luchas apasionadas por las ideas o soluciones en que cada uno cree, son necesarias. Por eso, sin haber sido nunca militante, creo en el centralismo democrático: discutamos todo lo que sea, pero al final la fidelidad a un proyecto nos debe conducir juntos hacia el mismo objetivo. Creo que antes que Lenin, fue Martí, con su bella forma de decir, quien lo dijo de esta manera: la crítica es necesaria a los pueblos, pero con una sola mente y un solo corazón. Aquel que se aparta de la tarea en la que dijo creer, cuando no son aceptadas sus ideas y no hay cambio de convicciones esenciales de lo que protesta, demuestra que nunca estuvo convencido de su causa.

     
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  9. TOCORORO says:

    La introducción en palabras de Sara Rosenberg es acertada y oportunoa para luego caminar en la reflexión de Carlos Luque.
    El sistema capitalista se cae, es así, aunque muchos no se lo crean o estén “ausentes”, y este sistema depredador de la humanidad siempre ha necesitado de símbolos falsos, construir la “gran mentira” para que todos creamos que la vida no puede ser de otra manera, ahora mismo en estos días hemos asistido a que el mundo ya tiene una nueva santidad que añadir a la larguísima lista de santos, la beataTeresa de Calcuta colega de “bondades” del otro ya rápidamente santo, el papa polaco Wojtyla, el que visitó Cuba y se encontró con la claridad, no divina, sino con las de las ideas de Fidel, por cierto, los dos ya santos, teresa y Wojtyla foribundos anticomunistas.

    La beata complacía la caridad de los multimillonarios ,políticos, dictadores, amiga intima de Reagan o como `por ejemplo cuando visitó Haiti, a recibir la Legión de Honor y dinero de manos de Doc Duvalier (Baby) y explicó al mundo que Doc Duvalier, aquel tirano “amaba a los pobres y era adorado por ellos”, no visitó a Trujiilo de Rep. Dominicana porque ya estaba en el paraíso. La beata nos deleitó con frases como: “Hay algo muy bello en ver a los pobres aceptar su suerte, sufrirla como la pasión de Jesucristo madre. El mundo gana con su sufrimiento”. Nobel de la Paz, cómo no!!, incluso el Congreso norteamericano le dio el título de ciudadana honoraria, todos estaban embelesados con el sufrimiento de sus pobres. Teresa de Calcuta también nos aleccionó con frases como: “he visto a hombres que lo tenían todo caer en la más absoluta pobreza por abrazar el comunismo.., he visto a gente buena haciendo huelga por el infierno bolchevique, no caigáis en sus mismos errores”.

    Asi que el sistema se las arregla para ir buscando “Buenos”, entronizarlos para que gente honesta, con buenas intenciones y un corazón cálido sean sus seguidores. Mientras tanto demonizará todo lo demás que le sea hostil, lo manipulará todo, lo querrá destruir, pero los símbolos de la rebeldía son otros de muy diferente sentido, nacen del pueblo y luchan contra el sufrimiento, la pobreza, la injusticia, la igualdad, la educación, la sanidad, el internacionalismo, en una palabra por la humanidad, como Marti dijo: “Patria es humanidad”, nada que ver con la santa de marras.

    Así que no es más ciego que quien no quiere ver y en Cuba la ceguera como sabemos muy bien, la revolución la arrinconó metafóricamente hablando, porque médicamente también lo ha hecho en miles y miles de humildes de la tierra, esto es lo que en Cuba las generaciones tienen que tener claro, Revolución es Creación, pero es sobre todo una toma de partido “con los pobres de la Tierra”.

    De nuevo Martí nos deja saber de la mejor forma que un cubano pudiera escuchar, en una dedicatoria a su hijo en la dedicatoria del Ismaelillo: tengo, le dice, “fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti”. Fe en el pueblo, en sus capacidades.

    En esto también se diferencia el reformista, que por razones de clase desconfía o subestima al pueblo. Como en un genial libro que descubrí y que decía: “Creer, no es extirpar la duda; los revolucionarios viven esa angustia de la duda,. Sin embargo, el cínico es contrarrevolucionario, aunque no lo sepa”.

    Creo que la revolución tiene la capacidad de las cubanas y cubanos para acabar desmontando a los embaucadores, falsos y manipuladores, aunque como la Teresa de Calcuta, también tengan seguidores de buena fe, o incautos, o creyentes y otros no tanto, pero afortunadamente la revolución se mueve, está alerta ,debate y eso lo demuestra como podemos leer aquí mismo a Carlos Luque, por ejemplo, a Iroel y su blog, o los comentarios de Andres Mari, chilecuba, que yo al principio tampoco sabía que era el propio Luque o alejandro que siempre está atento y es, creo sin miedo a equivocarme, muy profundo, un gran “escuchador” y otros…….

     
  10. adeduardo says:

    Discrepo en lo de que nuestros periodistas “no pueden ser mejor pagados”. En la concreta no es así y la UPEC ha presentado las propuestas correspondientes. Por demás, muy buen artículo.

     
  11. Michel says:

    Interesante articulo y los comentarios.
    Saludos

     
  12. Pingback: El dulce susurro de la conciliación…. Por Carlos Luque Zayas Bazán — La pupila insomne | angelgodoy78

  13. llabrada says:

    Partimos de premisas diferentes, personalmente creo q el socialismo es una utopia, irrealizable, entiendo q es algo q en nuestra vidas ninguno seremos capaces de probar, pero hasta ahora la historia ha mostrado q todos los intentos de construir el socialismo han sido fallidos, Cuba entre ellos por supuesto.
    La idea del hombre nuevo, puede q sea muy bella en la teoria, pero no pasa de alli, ha fracasado y se ha convertido en un freno para el desarrollo economico y desgraciadamente sin desarrollo economico no hay nada mas, el hombre piensa como vive.
    En mi opinion, esa nobleza q se pretende exigirle al supuesto hombre nuevo, se ve frustrada cuando desde el inicio quienes han exigido esa nobleza en muy pocos casos han sido ejemplos de ella, la historia nos ha mostrado infinidad de grandes oradores y grandes dirigentes q dedicaron y dedican el mayor esfuerzo posible a perpetuarse en el poder y exigirle sacrificios al supuesto hombre nuevo.
    Tambien en mi opinion, los movimientos de izquierda han obtenido mas exitos bajo el capitalismo q en los intentos de construccion del socialismo, el capitalismo ha mostrado gran nivel de adaptacion y transformacion, asimilando las demandas de los movimientos de izquierda durante decadas y hoy por hoy hay mas desarrollo y mejores condiciones sociales sostenibles para los trabajadores en las democracias sociales nordica, por ejemplo, q lo q haya habido bajo cualquier intento socialista.

    Saludos, Luis

     
  14. Constato que el debate se ha diversificado y se nos va del discurso con posibilidades para profundizar en la esencia de su inicio. Fue notable la llegada de Harold y sus explicaciones, pero cuando creí que se incorporaría, se llevó el artículo de Justo a LJC con su comentario. Después, su polémico artículo -que evidentemente ripostaba nuestro debate- salió publicado en el blog de FR con signos de interrogación. No sé por qué sucedió esto. De pronto sentí como si todo se hubiera enrarecido y que debíamos explicarlo, algo que intentamos con este artículo de Luque. Imaginé una continuación del debate inicial. Pero, nada, Iroel sacó nuevas entradas, buenas, mas no de seguimiento al planteamiento que empezamos. Sé que él está en todo su derecho, es su blog, pero, ¿acaso no hemos perdido una oportunidad brillante para fomentar la unidad revolucionaria que, en buena medida, se está cuestionando? En fin, constato que hasta la propiedad privada de un blog, las diferencias entre LPI y LJC y las conveniencias para una guía de los argumentos, muy naturales, pero no aportadoras a la esencia de la reflexión contemporánea que hacíamos, son más fuertes que todo lo que queramos dilucidar. Es una pena, aunque tal vez yo mismo sea uno de los máximos responsables de que ello no suceda al escribir este comentario. Un fuerte abrazo a todos y hasta el próximo encuentro.

     
    • Gracias, Andrés. Si te fijas como promedio publico dos entradas diarias excepto snado y domingo que el promedio es una. En mi opinión este texto de Luque y el de Martí que publiqué a continuación mantienen vivo el mismo tema y le incorporan nuevas aristas.
      Abrazos y bienvenido siempre

       
  15. Gracias a ti, Iroel, por la aclaración, los abrazos y la bienvenida. Es cierto lo que dices del artículo de Martí, pues ya Luque lo citaba, y venía muy bien, pero deduje, tal vez porque yo mismo lo comenté y hasta cité a otro artículo suyo por la guerra del 68, deduje mal que el rico debate que habías proporcionado se nos iba. Sí que siempre hay nuevas aristas entrando a Martí, pero por H o por B, aunque siempre sea bueno traerlo con su voz propia, pienso que en lo que estábamos ya él nos acompañaba apenas sin citarlo. Bueno, hermano, espero tu nueva entrada y espero que sea tuya como la voz esperada en este momento.

     
  16. Muy bueno, Iroel, tu artículo de hace 1 año en el seminario de Sao Paulo, no lo conocía. No obstante, el meollo del artículo gira en torno a las ideas ampliamente conocidas y explicadas por esos autores que citas y muchísimos más como tú mismo en otros trabajos: Estados Unidos busca el fin de Cuba a través de otras vías y los gobiernos de las sociedades capitalistas, seguidores de la política de EU, están gobernados por los poderes económicos y los medios que ensalcen el sistema y la lucha contra Cuba. Muy bien. Cuba logró vencer a sus llamados “disidentes”. Pero ahora estamos amenazados desde adentro de forma más sutil y que está pisando fuerte. Puede que la repetición continua de las mismas ideas y el cansancio o las vanidades de algunos, y ante una situación económica bien difícil que atraviesa el país y por la que se han replanteado nuevas realidades, más cierta idea que va creciendo entre nosotros en defensa de la individualidad, la pluralidad y otras actitudes que pueden ser grandes desestabilizadores de la idea del Bien Común, y todo junto a una situación de consolidación nacional de un mercado estatal no socialista y la apertura de relaciones con los EU con su insólita entrada en el Gran Teatro y en el popularísimo programa de Pánfilo, LO COMPLICA TODO DE FORMA BIEN COMPLEJA PARA UNA NUEVA ASIMILACIÓN DE LAS IDEAS YA VERTIDAS. De ahí que, a pesar de no combatir frontalmente a los nuevos agoreros de “la imposibilidad del socialismo cubano”, tal vez sería muy positivo ir, sí frontalmente, a esas nuevas realidades que mediante su análisis más exhaustivo deben tener la clave para engendrar nuevas ideas que combatan el cansancio, las vanidades y cualquier consolidación de que Cuba no puede mantener su soberanía, su independencia y sus tan queridos sueños en medio de tantas adversidades. Ahora mismo, FR escribió un post sobre las liberaciones en el deporte que ensancha a otras especialidades y que seguramente atraerán a muchísimos. ¿Por qué nosotros no abordamos aspectos tan concretos y atractivos como pueden ser esos y muchos otros? ¿Por qué no abordamos aspectos radicales del capitalismo que a nivel mundial están triunfando -bajo la explicación que sea-, y que algo de ello nosotros también ya estamos utilizando con otros fines? ¿Por qué no estimulamos un debate entre los objetivos y contenidos de LPI y LJC? Sé que toco duras espinas, pero casi siempre hay que pasar por ellas para tocar a las flores. Seguramente ya habrás escrito algo de lo que te sugiero y posiblemente no lo haya leído. Tal parece que habremos de acostumbrarnos a la noria de seguir en nuestras batallas y no dar por terminada ninguna hasta que ella por sí misma proclame su victoria a favor de Cuba y esa será la mejor idea de los nuevos tiempos.

     
    • Gracias, Andrés. En la segunda mitad del artículo se dice:

      “Al margen de las leyes y las instituciones cubanas, que aún no se han adaptado al nuevo contexto, comienzan a surgir medios privados apoyados en la nueva realidad que las modificaciones al bloqueo anunciadas por el gobierno norteamericano -todo para el sector privado, nada para proyectos públicos aún cuando sea un equipo para curar el cáncer- buscan convertir en hegemónicos. Mirando hacia América Latina, donde en palabras del periodista mexicano Pedro Miguel ya no predominan medios progubernamentales sino gobiernos promediáticos, vemos convertirse a la prensa privada en Partidos Políticos al servicio de las oligarquías y la contrarreforma promovida por Washington, no hay que ser muy ducho para prever su rol en Cuba.

      “Una prensa revolucionaria que no cubre adecuadamente las necesidades de la sociedad cubana les abre la brecha. El hecho de que poco después de 1959 los propietarios de medios de comunicación en la Isla abandonaran el país y pusieran en manos de Washington la tarea de recuperárselos colocó en manos de la Revolución la propiedad de los principales medios que evolucionaron -en un virtual estado de guerra- hacia un modelo de prensa que –ya con una huella importante de cuño soviético- atravesó la crisis sobrevenida en los años noventa del pasado siglo, acomodado a la existencia de un comunicador excepcional como Fidel Castro. Las declaraciones de altos funcionarios estadounidenses -en el sentido de que modifican su política pero mantienen sus objetivos- cambian el escenario sin concluir la confrontación.

      “Si para Klausewitz la guerra es la continuación de la política por otros medios para EE.UU. la nueva política hacia Cuba es la continuación de la guerra por otros medios. Pero otra vez lo que será decisivo es la estrategia cubana.

      “Hay concenso en que la comunicación en Cuba necesita una profunda transformación para que se cumpla el derecho de los ciudadanos a la información proclamado en la Constitución y se puedan aprovechar al máximo las ventajas de la propiedad social sobre los medios que esta reconoce, la prensa opere como un instrumento de control popular y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones contribuyan a la participación democrática y equitativa en una sociedad donde los altos niveles de instrucción elevan la capacidad crítica de manera excepcional. El más reciente Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba se pronunció por una transformación de fondo en ese sentido y hay señales de que se buscan importantes cambios estructurales y de funcionamiento que preserven la propiedad social y pública sobre la prensa.

      “La más amplia democratización -que no es entregar al mercado la gestión de un derecho humano fundamental- es el único camino posible. Para satisfacer al pueblo cubano, no para que nos perdone ni comprenda una maquinaria que jamás lo hará y no va a renunciar a encontrar “sujetos” -que como esperaba la CIA de su Guerra Fría cultural que relata Stonor Saunders- se muevan “en la dirección que uno quiere por razones que piensa son propias”. Mientras en Cuba hubo muy poco Internet y los blogueros eran un puñado, los grandes medios de comunicación no dejaron de cumplir su tarea de convertir las fabricaciones de EE.UU. en estrellas mediáticas, ahora que los blogueros cubanos son miles y cuentan con plataformas nacionales que facilitan su actividad, los ignoran y en vez de blogs financian una “prensa ciudadana” que es en realidad una sumatoria de negocios privados.

      “No creemos en un modelo de prensa tan “plural y democrático” que es unánime en condenar la Revolución cubana y en el que el único debate posible alrededor de Cuba es cómo llevarnos hacia el capitalismo, por la fuerza o por la seducción, pero no se reconoce el derecho de los cubanos a una sociedad alternativa al sistema, que según el Papa Francisco:

      ““arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo, destruye la fraternidad interhumana, enfrenta pueblo contra pueblo y, como vemos, incluso pone en riesgo esta nuestra casa común.”

      “La victoria cubana sobre la política de Washington, obligado por las resistencia de la Revolución y la solidaridad internacional a hacer de la necesidad virtud, implica también la profundización de los desafíos para la comunicación y el mundo simbólico con que esta ha llegado hasta hoy.”
      Sobre lo que dices trato de hacerlo con el programa de televisión que impulsamos con El diablo ilustrado, es su razón de ser.
      Saludos

       
  17. Ya te dije que me leí el artículo y que lo encontraba muy bien. No se trata de leerlo otra vez, es muy claro y lo comparto. Bueno, hermano, estamos destinados a entendernos, por lo que si no es ahora será más adelante, pero ha de ser.

     

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