He permanecido ajeno hasta hace muy poco a los dichos del reguetonero Baby Lores en la revista On Cuba y es un texto de Enrique Ubieta el que me ha remitido al asunto que también había sido abordado antes por István Ojeda. Hay que agradecer a ambos su valentía para, una vez más, mirando más allá de un “caso”, incidir en aspectos sobre los que no reflexionamos suficientemente.
Porque la mayoría de las veces que nos asomamos a este tipo de situaciones lo hacemos desde una perspectiva que no aborda los procesos que gestan y se articulan tras esos comportamientos, como si la Economía Política hubiera dejado de existir y los gerentes que organizaron el referido concierto a 100 CUC la entrada en el Salón Rojo del Capri, o acciones similares, no estuvieran estimulando esa subcultura buscando ganar dinero a cualquier costo en nombre de Robin Hood pero en realidad trabajando para el Sheriff de Notingham y no pocas veces para el propio bolsillo.
El Sheriff ha hablado con bastante claridad sobre los objetivos de su nueva política hacia Cuba y hasta ha llegado a decir con qué instrumento: “Las medidas que estamos tomando reforzarán a la clase media de Cuba. Este es el mejor instrumento para obtener lo que todos queremos: una Cuba libre, próspera y democrática”, afirmó el segundo hombre en la política exterior de EEUU., Antony Blinken, al diario español El País el 29 de julio de 2015.
Ya sabemos cuál es el concepto de libertad, democracia y prosperidad que reparte Washington por el mundo y nuestro propio pasado en que EEUU intentó convertirnos en lo que Fidel llama “híbrido de casino con prostíbulo” lo atestigua. Hay un grupo social que a fuerza de dinero hace sinergia con la búsqueda de algo bastante parecido, aprovechando las ventajas que les ofrece una economía en proceso de apertura, aun deformada por la dualidad monetaria y cambiaria y con vacíos legales, y, como si no le fuera suficiente intentar corromper los nuestros, que tienen mucho que cambiar para estar a la altura de los nuevos desafíos, ya viene gestando sus propios medios de comunicación.
Recuerdo que el caso Gilbertman tampoco nos llevó a preguntarnos por qué el reguetonero-delincuente que nos escogió como destino, como escribió entonces Ubieta, “creía que el dinero, su superpoder, lo haría invencible en Cuba, como podría serlo en Miami o en Bogotá” y sólo su aparición en la prensa estadounidense desató su detención en La Habana, donde sin clandestinidad alguna “financiaba videos de los Desiguales, de Eddy K (de regreso en la isla), del Yonki, del Príncipe, de Damián, a condición de que lo dejasen aparecer en pantalla”, personajes que en su mayoría, al César lo que es del César, no hemos conocido en “El Paquete” sino en espacios estelares de nuestra televisión.
En la inauguración de la embajada estadounidense en La Habana, el jefe de Blinken, John Kerry, nos puso de ejemplo a Vietnam, “un país dinámico, con una economía creciente”, pero no nos dijo que en esa tierra hermana, con la fortaleza cultural que suponen miles de años como nación antes de que existiera EEUU y una lengua propia, con ocho veces la población de Cuba y a miles de kilómetros del territorio estadounidense, todos los medios de comunicación son de propiedad pública y las regulaciones sobre la difusión de información por privados a través Internet son mucho más restrictivas que aquí. Para nada estoy diciendo que debemos copiar ninguna regulación de Vietnam pero sí es bueno saber qué nos ocultan los mismos que destinan cincuenta millones de dólares anuales -varias veces el presupuesto de todos los medios de comunicación cubanos juntos- a comunicarnos cómo debemos organizarnos en esta Isla. Interesante que quienes, según Kerry, ya no son “ni enemigos, ni rivales” sino nuestros “vecinos” callen ante nosotros que en el “país dinámico” la gestión eficiente de la economía y la amplia participación del sector privado en el socialismo no suponen propiedad privada sobre los medios de comunicación.
Ubieta sobre el caso Gilbertman hablaba de cómo la “revista digital de frivolidades Vistar magazine“…”que presenta en su costado más banal a los buenos, regulares y malos artistas, con anuncios de negocios que pagan, sean o no legales—le dedicó una página en uno de sus números y en otro, anunció el video” donde Gilbertman
“reunía en su casa a sus financiados, entre maletas llenas de mujeres, de dinero, de expresiones duras, de pistolas, de cadenas de oro, de muebles caros y de mal gusto, como capos a la espera del resultado de una supuesta guerra callejera, importada de otras calles, de otro mundo que no es el nuestro, un video donde la violencia alcanza grados repugnantes, y en el que se compra la imagen, el símbolo esta vez invertido del joven actor que encarnaba al Chala” (protagonista de la película Conducta)
Dice István que Lores “no es un imbécil” y agrega:
“Es la más estridente de un grupo mayor o menor dentro de la sociedad cubana actual, obviamente mucho más allá de sus colegas, que alardea bendecido por alguna prensa. Ellos sueñan ¡y están obrando! su propio proyecto de país desde una idea torcida de la prosperidad sustentada en el apetito inmoderado por el poder y el culto al triunfo a costa de la bondad y la justicia.”
Ojalá los imbéciles no terminemos siendo los que defendemos lo que Ubieta caracteriza como “una sociedad alternativa que no repudia el dinero que se gana con honestidad y talento, pero que se sustenta en la cultura del ser”, si continuamos actuando como si ignoráramos lo que afirma István. Porque los valores que conforman una cultura -ya sea del ser o del tener- se reproducen a través de las relaciones sociales determinadas en primera instancia por la economía y es lo peor de la sociedad cubana la que tiene acceso a espacios en los que se ha vuelto hegemónico “el culto al triunfo a costa de la bondad y la justicia”. Allí están ausentes los que con su trabajo sostienen el país pero sí disfrutan… y pagan “un grupo de pillos que cada día se están enriqueciendo más”, en palabras del Presidente Raúl Castro sobre quienes especulan con las necesidades alimentarias del pueblo pero que pueden aplicarse a no pocos que lucran desde la ilegalidad o la alegalidad en otras esferas de la sociedad.
Desde allí viajan la vulgaridad, el culto a la violencia, el machismo y el dinero fácil hacia programadores, realizadores, y algunos espacios de medios de comunicación, y también al transporte público y las instalaciones gastronómicas, los agromercados y mil lugares más donde la banda sonora de los nuevos hombres de éxito nos acompaña las 24 horas. Un recorrido, muchas veces billete en mano, para cerrar el ciclo “dinero-mercancía-dinero incrementado” que convierte en gusto lo que es un proceso de corrupciones sucesivas al que vienen a sumarse los nacientes medios de comunicación privados.
Si en Latinoamérica vemos actuar -y vencer- a la prensa privada como un Partido Político al servicio de las oligarquías y la contrarreforma promovida por Washington, no hay que ser visionario para prever su rol futuro -ya casi presente- en Cuba. A pesar de su ofensiva para degradar lo colectivo y promover lo privado, los valores sembrados por la Revolución tienen fuerza propia. Un grupo de jóvenes periodistas procedente de todas las provincias de Cuba recientemente reunidos en La Habana insistía “en la necesidad de contar con una norma jurídica que ampare la producción comunicativa del país, porque hay comportamientos que escapan a los límites regulatorios gremiales”, y resaltaba “la necesidad de que la vanguardia esté dentro de nuestros propios medios y no en proyectos privados que no están en consonancia con el proyecto de país que hemos emprendido.”
Y puede haber hasta refinamiento. “Un reguetonero refinado” llama a Lores la revista “cuyo perfil editorial se construye desde el cinismo”, definición de Enrique Ubieta sobre OnCuba que acaba de brillar en un artículo de esa publicación denunciando que la entrada al Gran Teatro de La Habana después de su restauración -para ver una de las mejores compañías de ballet del mundo- cueste ¡entre 10 y 30 pesos cubanos! La intención de subrayar que todo lo que hace el gobierno está mal -primera etapa de la Guerra de cuarta generación- puede, sin dudas, desembocar en el absurdo. Semanas atrás casi linchan en Facebook a un periodista por quejarse de que la entrada a un espacio recreativo costaba cincuenta pesos, pero sospecho que su pecado no fue lo que dijo sino desde dónde lo hacía: una agencia de prensa estatal.
A veces pareciera que la lucha de clases no existe, y la ideológica, tampoco, pero, como el dinosaurio de Monterroso, cuando despertemos, estarán ahí. Sin profundizar en las causas económicas y sociales detrás de actitudes que no son individuales sino grupales, y cada vez más clasistas, cualquier esfuerzo podría ser vano; un triste e inútil trabajo de Sísifo que ignora las leyes que rigen la sociedad descubiertas por Marx, como el mítico personaje castigado por Zeus ignoraba la Ley de la gravedad.
Amén!
Muy bueno, Creo que debemos tratar por todos los medios de preservar nuestros principios, pero dime, quiénes propician esto?, son nuestras propias instituciones. Feliz 2016
Creo que muchas veces, aunque no es política de las instituciones, ha ocurrido así: En nombre de Robin Hood se ha trabajado para el Sheriff de Notingham.
Es decir, que las leyes descubiertas por Marx no se parecen ni por asomo a la ley de gravedad, puesto que la gente puede, en nombre de aquellas, hacer cualquier cosa. Hay lucha de clases e ideologías, pero el quid radica en que Marx se equivocó de plano: ni el proletariado trae la solución ni el capitalismo se viene abajo.
Claro que no se parecen, sólo en que se cumplen aun cuando se les ignore.
Lo que dices es una vulgarización del pensamiento de Marx.
No es vulgarización alguna recordar que la misión histórica que Marx le endilgó al proletariado no se cumplió, como tampoco se cumplió su perspectiva escatológica del capitalismo, sino que el “socialismo realmente existente” levantado sobre su teoría dejó de existir y peor todavía, no era socialismo.
En fin, que su doctrina (y por extensión, ninguna doctrina) ni era todopoderosa (porque, como toda doctrina social, no era exacta) ni se cumplieron sus predicciones.
Eso no quita que Marx nos dé muchas claves para entender y transformar el mundo, pero la vulgarización de su pensamiento estriba justamente en suponer que sus “leyes” se cumplen a rajatabla.
Eso sí es pura vulgarización, porque rebaja el pensamiento a religión con el ardid de que el marxismo es ciencia comparable a la física, como se aprecia en el pasaje de cierre analógico con Zeus.
es un recurso literario, un símil. Por favor.
A ver mijo: vulgarizas SÍ el pensamiento de Marx cuando no tienes en cuenta los factores tan complejos que atentaron contra ese socialismo del cual hablas. Pero por cierto, disculpame, pero, creo recordar, si no te ofendes con esto que te digo, que en CUBA existe socialismo. Claro: es una pena que un adalid del anticomunismo como Ud, venga a enterarse de este hecho con casi 17 años de retraso despúes de la caída del campo socialista. Además de demostrar una sordera impenetrable a lo expuesto magistralmente por cientos de teóricos con relación a este tema, le invito a leer a Fidel. Y luego leáse “Socialismo Traicionado”, vaya pa’ que incremente su acervo cultural sólo un poco. Luego… luego hablamos si Ud. todavía quiere.
“Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo.”
Ensayo “El socialismo y el hombre en Cuba” de Ernesto Che Guevara enviado en una carta a Carlos Quijano, editor del semanario uruguayo, Marcha, quien la publica en la edición del 12 de marzo de 1965
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Aunque soy español, tengo algún conocimiento de la realidad cubana a través de repetidas visitas y no entiendo el elevado margen de tolerancia hacia esos pillos que cada día se enriquecen más actuando al margen de la ley, por lo que no nos debería sorprender que acabaran convirtiéndose en los abanderados de un nuevo ordenamiento jurídico acorde con sus principios y ambiciones, más parecido al del eterno enemigo que al implantado por la revolución.
Cualquier extranjero o cubano con poder adquisitivo que intente contratar los servicios de transporte público en autobús, prestados por la empresa estatal Vía Azul, tendrá que librarse antes del acoso de transportistas privados en la misma entrada de las instalaciones, que te prometen llevarte al mismo destino en menos tiempo y a menor coste. Y no han sido pocas las ocasiones en que he podido observar la colaboración de los empleados de dicha empresa.
Hace un año aproximadamente, un trabajador de Vía Azul en Trinidad, encargado de controlar el acceso y salida de vehículos, nos dijo que la mejor opción era “un combinado”. Captamos el mensaje, pero, como en otras ocasiones, preferimos ser coherentes con nuestros principios y la legalidad cubana. Al intentar comprar los billetes, y tras comprobar que la cola no avanzaba y que el encargado estaba dispuesto a repetir un escrito tras pulsar erróneamente una tecla en su máquina de escribir, me sentí en el deber de quejarme por la demora y de preguntar qué oferta era esa de un combinado, que el vigilante de la entrada nos había recomendado. Con una risa nerviosa, salió disparado hasta el lugar en que se encontraba el empleado, habló con él y, de regreso, nos dijo que era la última advertencia que le hacía.
Uno intenta comprender cierto margen de tolerancia hacia economía sumergida, el desarrollo de la iniciativa privada y hasta ciertas formas de picaresca en la situación de escasez y bloqueo que vive la isla, cuando se trata de salvar algo tan valioso como la revolución socialista (mejor esto que tener a la gente descontenta y ambiciosa enfrente y dispuesta a colaborar con el enemigo), pero siempre hay que establecer un límite y no dar alas a lo peor de esa sociedad (entre los que no voy a incluir a quienes intentan progresar y generar riqueza a través de un digno empleo cuentapropista). El enemigo es plenamente consciente de que si se liberalizara la creación de medios de comunicación no tardarían en imponer su hegemonía con parecida fuerza arrolladora a la que ejercen en el mundo capitalista, por muy adversas que sean las condiciones de vida que ofrezca a las mayorías humildes.
El poder de supervivencia y conquista de las democracias burguesas reside precisamente en que se han sabido dotar de un instrumento de control superior a la represión clásica: las técnicas de persuasión, ya sea por su capacidad de generar un pensamiento único sin fronteras, de ocultar la realidad o de ofrecer estímulos distractores y evasores las 24 horas del día. En este hipotético escenario, todos esos pillos y acaparadores de recursos serían la punta de lanza de la Cuba que nunca debería retornar del basurero de la Historia.
Iroel;
Imagino que la subcultura sea el hecho de vender la entrada a un show en 100 cuc cuando espectáculos de muchísimo más rigor artístico se vende a 20 cup. No sé, parece que la demanda de reguetón es mayor que la del bnc, porque si así no fuera, los billetones no dejarían ver ballet a los humildes. No creo que estés ofendiendo al reguetón por su calidad musical comparada con otros géneros porque lo mismo hizo el chachachá con el son y no pasó nada.
Una vez en 1998 en el aeropuerto José Martí vi gente mirando una pantalla con unos “cómicos” venezolanos y cuando terminó el programa y pusieron un vídeo de Silvio, todo el mundo se fue. Ahí fue donde me dije: se jodió la cultura musical en Cuba.
Mucho de esto que está pasando se debe a la masificación de la cultura en el mundo que ha traído, no la revolución sino la tecnología. Y no sólo en Cuba. Chucho Valdés puede echarse 4 años preparando un disco mientras unos mexicanitos venden 7 de música grupera con ganancias cien veces mayores. Yo sé que usted no piensa así, pero al arte le hace bien un poquito de distinción.
Es más complejo. En el Capri cabrán 200 personas en el Gran Teatro cinco o seis veces más.
Pero esa no es la esencia, sino el hecho de que una empresa estatal busque ganar dinero promoviendo un “duelo” engañoso como aquel. Lee lo de Ubieta http://linkis.com/blogspot.com/a7TAM
Veo que mi breve comentario ha pasado a moderación y supongo que éste también.
Bien: no logro saber qué es eso de los medios de comunicación privados. Me remites a un texto de Ubieta, que supongo es el titulado ¿Baby Lores protesta?.
Pues bien ahí, solo logro ver el nombre de dos medios: La Calle del Medio y On Cuba. ¿Esos son los dos medios de comunicación privados? El primero editado por Prensa Latina desde Cuba y el segundo me da igual por quien, pero es norteamericano.
Poco me has ayudado, pero muchas gracias.
A ti, en este texto hay dos citas de Ubieta que corresponden cada una a un artículo diferente. Eres un lector aguzado, revisa bien. Saludos.
Unos artistas de la plástica decidieron pintar un Elpidio Valdès para regalarlo al nieto de un alto funcionario de la cultura cubana. Pero, ¡oh, terrible sorpresa!, al llegar a la fiesta con el coronel mambí a cuesta descubrieron que la casa del nietecito estaba llena de arriba abajo con figuras de los animados gringos. Se quedaron pasmados y también el alto funcionario que, al sentirse completamente desnudo ante aquel regalo, no sabía qué hacer con la gloriosa criatura de Juan Padrón. Y era un alto funcionario de la cultura, de esos que repiten como papagayos ciegos quye la cultura es espada y escudo de la nación. Cosas veredes, Iroel.
Iroel, disculpe utilizar este espacio para esto, pero mi conexión está ahora mismo un poco mala y apenas si logré abrir esta página. ¿Me podría aclarar si hoy habrá -si lo permite el clima, claro- peña en El Hueco del Instituto Internacional de Periodismo José Martí o si ya se realizó el de este mes? Disculpe nuevamente utilizar el espacio de los comentarios para esto.
hasta este minuto la mantenemos
iroel hablame de quien financio sarao y pmm y como compraron su patente de corso en un momento en el q estaba prohibido ese tipo de actividades en cuba
hablanos sobre eso
Primero me vas a tener que hablar de quién eres tú para que yo -sin cometer delito alguno- tenga que aceptar ese tono de interrogador policial. Chao.
Buena reflexión nos dejas, Iroel. Me preocupa mucho el síndrome de la “ventana rota” —o algo parecido— que se está imponiendo en nuestra sociedad. Tenemos un reto inmenso que vencer; se puede hacer mucho por los derechos civiles, pero, el libertinaje, la libre improvisación y la indolencia, nada tienen que ver con nuestras metas. Hace años se dijo, más o menos: “todo dentro, o con, la revolución: en contra, nada”. Valgan todas las críticas, los cambios…pero, desde la revolución. Todo lo que la debilite, o le reste, tiene que ser extirpado sin debilidades. Mucho costó esta revolución, mucho ha costado, y nos cuesta, mantenerla: sería un crimen, una afrenta a los que lo dieron todo, debilitarla con juegos “democráticos” —que hasta el término nació falseado—. Un abrazo
@Iroel
Lo primero, desearte lo mejor para 2016, naturalmente para toda tu gente, para todo el pueblo cubano.
Me gustaría saber exactamente a qué medios se refieren las frases que hablan de medios de comunicación privados. Una frase es tuya, “al que vienen a sumarse los nacientes medios de comunicación privados.”, otra está sacada del encuentro de jóvenes periodistas… “la necesidad de que la vanguardia esté dentro de nuestros propios medios y no en proyectos privados”
Tras conocer un poco la blogosfera cubana y en unos días publicaré el último texto de una serie que empecé en 2011, me interesa dar el salto a los sitios digitales que tratan de ser ‘más que un blog’ y aunque utilicen los formatos que usan los blogs, por lo económico y sencillo, dejan de ser bitácoras personales y se salen de esa blogosfera cubana a la que pertenece este magnífico blog.
Saludos.
Gracias, lo mismo para ti. Creo en el texto -que trata un tema mucho más amplio- en las citas de Ubieta se mencionan dos, ahí tienes un modesto aporte a tu investigación.
Saludos
La columna estrecha es un poco difícill de leer… Paso este comentario a uno nuevo..
Totalmente de acuerdo con su comentario ! Pienso que lo malo de cuba es que el sistema del gobierno cubano es muy de manos blandas , mucha tibieza , poco control , nada es estricto . En el capitalismo las cosas andan bien por todo lo contrario , estricto , mucho control .. ( Lo malo de cuba son los cubanos ) . Si , hay mucha gente que merece muchas medallas . pero la gran son terrible !
Los cubanos?!!!!!
Señor Batilio Romero:
El gobierno cubano es muy condescendiente con la clase trabajadora (incluidos los desocupados y los pillos) y los gobiernos capitalistas son muy condescendientes con la burguesía y las minorías privilegiadas en general. Puestos a elegir, prefiero lo primero. Ningún extraterreste podría entender tanto sacrificio y tanta infelicidad de tanta gente para que una minoría pueda cumplir sus perversiones (acumular dinero y riqueza de forma obsesiva o adictiva es con diferencia la patología mental de mayor gravedad por sus efectos devastadores a nivel social). En Cuba, la clase trabajadora no ha perdido los derechos que como seres humanos merecen, mientras que los trabajadores en el mundo capitalista somos tratados como ganado, aunque tengamos un mayor nivel de vida. Si hay algo que los capitalistas no perdonan a Cuba es que siga siendo una república de trabajadores de clase única (a diferencia de la II República Español, que intentó serlo de todas las clases y, como suele ocurrir en estos casos, tuvo tan fatales consecuencias).
Sobre su desafortunada frase, al descalificar a los cubanos, es a usted a quien desacredita. Sus prejuicios le delatan.
ta güeno eso…
Sr. Angleton, Marx desbrozó el camino filosófico para que el proletariado se sacudiera el yugo; no dejó un proyecto para construir el socialismo. El materialismo histórico y dialectico sigue ahí, vivo; pero, las condiciones han cambiado —no son para nada, las que él vivió: la plusvalía cede terreno ante la especulación financiera, han logrado que el hombre piense menos que nunca, el complejo militar-industrial opaca al resto de los monopolios, etc.—. No podemos olvidar que el llamado “estado de bienestar” alcanzado por Europa del norte y Japón, después de la 3ra Guerra —Plan Marshall, incluido—, fue planeado, con meritoria inteligencia, para detener el movimiento progresista, pidiendo prestado al socialismo. Fíjese UD si es así: que tan pronto se derrumbó el socialismo en Europa del este, todo ese “bienestar” se ha ido tirando por la borda…ya no hace falta. Las leyes filosóficas, las teorías de Marx, siguen ahí; esperando por los hombres de bien. Hoy la construcción del socialismo pasa por una primera fase, que cambia la democracia representativa —que poco nos representa— por una democracia participativa. América nos presenta los logros de muchos países que han tomado este camino…lo que está por resolverse, y reclama toda la inteligencia humana, es cómo con las leyes del capitalismo, lograr el mantenimiento y desarrollo de estos procesos. Uno de los mayores retos, es vencer a los “medios de desinformación” masivos: lograr que no funcionen como “partidos políticos”, esgrimiendo la manida y prostituida “libertad de prensa. Tenga por seguro, y me disculpa si le resulto pedante, que la única solución que tenemos es el socialismo. La forma de establecerlo y mantenerlo, es el reto. Saludos. José Valle