Hemos cumplido el primer año de una iniciativa histórica, promulgada por ambos gobiernos. Aun nos puede parecer un sueño haberlo logrado. Se trata de un acontecimiento que muchos han disfrutado. Aunque tampoco han faltado las preocupaciones. Sobre todo, de los que han vivido en las “entrañas del monstruo”.
Después de más de cincuenta años de tensas, agresivas y peligrosas relaciones entre Cuba y Estados Unidos, Obama presentó su iniciativa de lo que pudiéramos llamar, comenzar a desmontar la vieja política, e iniciar el camino de las que pudieran ser nuevas relaciones entre ambos países. El presidente Raúl Castro asintió .No tenía otra cosa que hacer, después de 18 meses de negociaciones en que ya se habían logrado los acuerdos preliminares. No era Cuba la que debía quitarle de encima a Estados Unidos una política agresiva de más de 50 años.
Pensamos que comparado con el lugar donde estábamos, hasta hace muy poco tiempo, hemos avanzado bastante. Estados Unidos ha reconocido a Cuba como interlocutor, respetando su soberanía e independencia. Lo que no había sido registrado aun por la historia de nuestras relaciones.
Ambos países se han sentado a la mesa de negociaciones sin los condicionamientos históricos que obstaculizaron siempre ese paso, los que incluso llegaron a frustrar las negociaciones que se desarrollaron durante el periodo de la Administración de James Carter.
Obama varió inteligentemente la ruta crítica, proponiéndonos primero tener relaciones y sentarnos a negociar después.
Creo, no obstante, que los condicionamientos continúan existiendo, aunque estos han dejado de funcionar como obstáculos inmediatos para que ambos países hayan tomado el camino de los acercamientos. Sin dudas las negociaciones van avanzando. Aunque todavía se muevan más por las ramas que por el tronco. Pero no hay que desesperarse, para llegar a la sustancia de los problemas que nos han enfrentado por más de 200 años, aún falta mucho tiempo.
Sin embargo, se puede decir que ya existen relaciones diplomáticas entre ambos países, Obama trato de apurarlas, para llevarlas a la Cumbre de Panamá, pero se establecieron al ritmo que Cuba exigió. Primero tenían que sacar a la Isla de la lista de países promotores del terrorismo. Se trata de relaciones bastante normales, tenemos de nuevo embajadas en La Habana y Washington. Es posible decir que para dos países entre los que durante mucho tiempo no se concebían posibles aproximaciones, es bastante. Pues antes primaba solo la agresividad, la desconfianza, el temor y hasta el peligro de “irse a las manos”. Creo que ello es suficiente para sentirnos optimistas. Y hasta relativamente tranquilos también.
Ya ese solo hecho ha servido para generar un cierto ambiente político, en que a pesar de las dificultades y obstáculos que aún permanecen, , nos llena de esperanzas de que con la voluntad mostrada hasta hoy, por ambas partes, parece que se puede continuar avanzando.
Los encuentros bilaterales han funcionado sobre la base de la profesionalidad, el respeto mutuo y la intención de encontrar soluciones que nos permitan avanzar. Parece que hay voluntad política para hacerlo y no debemos perder el tiempo.
No es poco lo que se ha negociado. Correos, narcotráfico, vuelos comerciales, medioambiente, aspectos de seguridad marítima, fraude migratorio, telefonía e internet, reglas para las embajadas, etc.
Sin embargo, durante el año, No se ha avanzado en ninguno de los asuntos que son claves para Cuba: bloqueo, Base Naval, agresividad mediática y compensación por daños.
Sobre el primer asunto, ni siquiera es posible decir que las medidas adoptadas por Obama en enero y septiembre de este año hayan servido para aliviar la situación de Cuba frente al bloqueo, mientras este espera a que el Congreso lo levante. A pesar de que, como ya hemos mostrado fehacientemente, Obama posee más que suficientes prerrogativas presidenciales para hacerlo. No obstante, pide al Congreso levantar el bloqueo y ahora lo reitera, aunque él mismo posee las prerrogativas que le permitirían dejarlo en la cascara. Lo cual no causa buena impresión.
Además, Obama no levanta la prohibición del uso del dólar, tampoco suaviza las reglas del sui generis comercio que continúa disminuyendo. No levanta la prohibición al ciudadano norteamericano de hacer turismo en Cuba; no libera al capital norteamericano para que invierta en Cuba; mientras que sí trata de empoderar al mediano y pequeño inversionista. Estableciendo algunas reglas un tanto enrevesadas para facilitar el comercio con el aun incipiente sector privado. Siendo todas estas medidas mencionadas las que contribuirían a un avance real de la economía cubana. Sobre todo, si el reto fundamental de la Isla es tratar de hacer avanzar su nuevo modelo económico.
Sin embargo, Obama sí libera el correo, favorece el crecimiento de las remesas, libera los vuelos comerciales, aumenta el contenido de los paquetes, amplía las categorías de visados para que los norteamericanos viajen a Cuba, aumenta el fondo para la disidencia, tendiendo también a mejorar otros aspectos que tienen que ver con medio ambiente, narcotráfico, seguridad marítima, ya mencionados, etc.
Es decir, si nos fijamos en cuáles son las cosas que Obama tiende a facilitar y las que aún no facilita, no es difícil percatarnos de que apoya con vehemencia todas aquellas medidas que lo colmarían de una aureola favorable ante la sociedad civil cubana, mientras que presiona de manera negativa y fuertemente, contra todos aquellos aspectos que facilitarían al liderazgo político cubano avanzar en sus planes de fortalecer la economía estatal y concretar la formulación del nuevo modelo económico. Tal y como ha hecho con las brutales multas impuestas a la banca internacional.
Por eso, a pesar de que hemos avanzado en el año transcurrido, lo cual es innegable, es indudable que su estrategia de política continúa siendo la misma diseñada a principios del 2009: utilizar el bloqueo como instrumento de presión , dividiéndolo en dos: con zanahoria tratar a la sociedad civil; mientras que con garrote tratar al gobierno cubano.
Razón por la cual, mi actitud desconfiada, ya de entonces, continúa teniendo base de sustentación. Desconfianza que incluso se ve afianzada cuando tratamos de respondernos algunas preguntas:
¿Por qué permanece como espada de Damocles la posibilidad de que Obama continúe presionando sobre la banca internacional contra Cuba? ¿Por qué Obama continúa sin utilizar las prerrogativas presidenciales que le permitirían aliviar a Cuba los dolores del bloqueo? ¿Por qué Obama no libera al inversionista norteamericano? ¿Por qué Obama no libera la utilización del dólar? Y más recientemente, ¿Por qué Obama sujeta su visita a Cuba a la condición de poder hablar con la disidencia? ¿Por qué Obama continúa presionando a Cuba con propaganda negativa, dinero para la disidencia y presiones contra el sistema político cubano?
Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado por Esteban Morales.
Argumentos inuestionables y bien expresados a prueba de necios que a veces se atreven a cuestionarlo con enrevesados y en ocasiones groseros “razonamientos”.
Aunque de sobra se sabe que esos “razonamientos” provienen de cipayos disfrazados de analistas.
Ah, tampoco falta algún estólido que se agazapa un pseudónimo para “ironizar”
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El gato sigue siendo gato aunque se cambie el collar. Optimismo cauteloso para seguir en esta lucha diplomática, en la que la inteligencia, paciencia y la firmeza de principios están en constante prueba. David no puede dejarse vencer por Goliath, demuestra y tiene que seguir demostrando madurez política, capacidad de maniobra, sin renunciar a principios, con pragmatismo y consistencia. Que los cipayos, ilusos y débiles se inclinen ante Goliath, allá ellos, la Historia les pasará la cuenta.
Facil es percatarnos, que ciertamente hermanos, esa política “antigua´´´continua, sin disfraz, siendo actual, no tenemos que ser muy duchos en la matéria para ver que cada dia que pasa, continuan tratando de aplicar condicionamientos para el restablecimiento de normales relaciones, las cuales estan dirigidas…que casualidad!!!! Como DICE ESTE EXCELENTE ARTICULO, a presionar al gobierno cubano,y tratar de evitar que su liderazgo pueda lograr sus objetivos en la construccion del modelo que los CUBANOS desean, ademas, proporcionandole a los grupusculos, los benefícios del financiamiento para todo.
Aun, cuando conocemos que hay que actuar com diplomacia, pero sin premura,con todo muy bien planificado y pendiente del mas mínimo detalle,todavia resulta MUY MOLESTO,(para no utilizar uma expresion inadecuada) tener que escuchar CONDICIONES,para realizar uma visita a nuestra pátria,uno realmente tiene que contar no hasta 10,por lo menos hasta 1000,para no dejarse caer en provocaciones,porque es este el momento de tener: mente clara,ojos en todos lados,y oidos bien abiertos,ademas de estar preparados para que continue el proceso,(en el cual, se han obtenido algunos avances innegables entre dos países enemigos por mas de 50 años) sin que existan cabos sueltos ni sorpresas.Tenemos certeza ,que nuestro gobierno sabra, como mejor hacer,son muchos años CONOCIENDO LAS ESTRATEGIAS DEL MONSTRUO,Cuba es perito en la materia,aunque deseamos que las negociaciones tengan,(aunque lleve 10 años lograrlo)um final con satisfaccion para ambos paises.Por lo menos hay la esperanza…..!!!!
Genial nuevamente por EM , espero que los cipayos se guarden la lengua donde no les de el sol. Paciencia, nuestra estrategia es cierta. Estan decifrados desde siempre, no cansarnos y denunciar sus patrañas siempre. David vencerá. Por cierto como les dolió el 4% de creciemiento económico.
Morales no ha “mostrado fehacientemente” lo que el presidente puede hacer y no ha hecho para acabar de desfondar el embargo. Su referencia lleva a una ristra de asuntos que en su mayoría Obama no puede resolver por el yugo legal Helms-Burton. Solo Iroel hizo diana en un asunto concreto que Obama no emprende. El problema radica en que el ritmo de la negociación no puede imponerse desde el wishful thinking. Morales juzga a distancia desde La Habana porque no sabe cómo andan las cosas en Washington. Es un error categorial medir a Obama con el rasero de pa´lo que sea Fidel, pa´lo que sea.
Bueno, yo pienso bastante parecido a Esteban.
Y tu piensas?
No, ¡qué va, yo trolleo!!!
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