Marcela Mazzei
De paso por Argentina, la periodista y activista estadounidense presentó su libro sobre la era Obama y a Democracy Now!, el servicio de noticias que hizo famosos los informes de Wikileaks.
La mañana del 11 de septiembre de 2001, la periodista estadounidense Amy Goodman –activista de izquierda graduada en Harvard– producía el informativo Democracy Now! cuando el primer estruendo sacudió los estudios de Radio Pacífica en Nueva York. “Fuimos el medio más cercano transmitiendo cuando 3 mil personas fueron incineradas en un instante”, recordó poco después del noveno aniversario del atentado al World Trade Center, en su paso por Buenos Aires. Aquí, brindó una conferencia que celebraba los cinco años de la versión en español del servicio alternativo de noticias (que tiene a Elena Poniatowska, Noam Chomsky y Eduardo Galeano en su consejo editor), presentó su libro editado por Capital Intelectual y participó de un encuentro de radios comunitarias en La Plata.
Sólo en 2010, Democracy Now! transmitió desde las entrañas del terremoto en Haití, la Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático y propaló los documentos de la guerra de Irak que dio a conocer el sitio Wikileaks. Pero casualmente aquella mañana de 2001 su programa diario estaba dedicado a “la conexión entre el terrorismo y el 11 de septiembre, pero de 1973: el día que Salvador Allende murió, en medio de un golpe de estado apoyado por Kissinger”, relató, conectando la realidad de Estados Unidos con la de América latina en un solo enunciado.
“Mientras caminábamos por el Downtown de Manhattan –prosiguió– veíamos personas llevar fotografías de otras que estaban perdidas a raíz de la explosión. Cuando vi eso pensé en las madres de los desaparecidos en la Argentina, que marchan con las fotos y los carteles en la Plaza de Mayo”, expuso la periodista que tiene en su haber un “Right Livelhood Award”, también conocido como Premio Nobel Alternativo, cuestionó a Bill Clinton a minutos de ganar la elecciones y acaba de entrevistarse con Hebe de Bonafini.
Amy Goodman estuvo allí: durante la invasión de Indonesia a Timor Oriental en 1999, la víspera a la salida de Bagdad en 2002 cuando tropas norteamericanas volaron la base de transmisión de Al Jazeera, en la Convención Republicana de 2003 donde fue detenida por cubrir una marcha pacifista mientras sucedían los debates. Una muestra del nutrido anecdotario de periodista de barricada le basta para hacer gala de un modelo alternativo de comunicación que encuentra en Internet una herramienta vital en la era de la globalización, sobre todo en tiempos de guerra. “Miro a los medios como una gran mesa de cocina en la que todos nos sentamos alrededor para discutir los temas más importantes del día. La guerra y la paz, la vida y la muerte. Menos que eso sería una falta de respeto a los hombres y mujeres que están en bases militares y no pueden tener estas discusiones”, definió.
En Democracy Now!, por ejemplo, hay transcripciones completas de las entrevistas de Goodman y Juan González (su co-conductor) con Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo y Manuel Zelaya; titulares de todo el mundo sobre la agenda alternativa, que incluye el cambio climático, política alimentaria, derechos de los pueblos originarios, etc., que es alimentada por una red de corresponsales y cadenas de radio y televisión global y en expansión.
“Vivimos tiempos sombríos, en los que el Tea Party ha registrado un avance extraordinario, y cuyos representantes creen que la salud y la educación pública son avanzadas del comunismo”, había dicho, a modo de presentación, Carlos Alfieri, editor para la versión argentina de Le Monde Diplomatique, y responsable de la edición de “Los que luchan contra el sistema. Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, el libro que Amy Goodman escribió junto a su hermano David y firmó en Buenos Aires. Compartía la mesa, además, la corresponsal local del diario La Jornada de México, Stella Calloni, que vinculó la tarea de Goodman con la región, donde se observa “un avance re colonizador de Estados Unidos sobre América latina”. “Por eso es tan importante conocer los términos de la política de Estados Unidos”.
Goodman hizo sus propias conexiones: “Osama Bin Laden debería ser juzgado por los crímenes contra la humanidad, pero también Henry Kissinger, que apoyó al golpe de Pinochet. Necesitamos un estándar uniformado de justicia, eso nos va a proteger. Y los juicios que se están dando en la Argentina son un ejemplo para todo el mundo y no necesitamos medios que sólo den un megáfono a la gente que ya está en el poder, sino medios que conecten personas, medios y organizaciones de todo el mundo para poder tener una conversación”. (Tomado de Radio del Sur)