En tierras del fantasma Iván

 

1-IvanEl diario mexicano La Jornada publica este artículo del periodista polaco Maciek Bisniewski   sobre Bulgaria que da una imagen bastante poco paradigmática del lugar desde el que hace menos de un año un tal Iván López Monreal -quien sigue sin aparecer, y al que algunos identifican como un seudónimo de Carlos Alberto Montaner- escribía al académico Rafael Hernández para aconsejar a los cubanos. 

Entonces citábamos a Wikipedia, no a EcuRed, para decir que: “Bulgaria tiene una de las tasas de crecimiento demográfico más bajas en el mundo. El crecimiento negativo de la población se produjo desde principios de la década de 1990, debido a un colapso económico, una baja tasa de natalidad y la alta emigración. En 1989, la población ascendía a 9.009.018 personas, cayendo gradualmente a 7.950.000 en 2001 y 7.528.000 en el año 2010″. Agregábamos que “su tasa de emigración neta duplicó la de  Cuba en el mismo período. Sólo en Valencia, España, viven 37 000 búlgaros. Pero a diferencia de Cuba -bloqueada por su vecino más poderoso- Bulgaria es miembro de la Unión Europea y es el país con más pobreza en esa comunidad, índice que aumentó en 20011.” Sin embargo, se puede estar peor, ahora parece ser que en el lugar donde habita el ficticio Iván  la cosa no está como para ponerse a dar consejos. 

Bulgaria, Europa y el viento en las periferias

Maciek Bisniewski

Cuando a finales de febrero las demostraciones populares tumbaron al gobierno centroderechista de Boiko Borisov, Ivan Krastev, politólogo y comentarista liberal, observando los ánimos subrayaba: La gente no quiere nuevas elecciones, sino cambios (Krytyka Polityczna, 5/3/13).

Pero a tres meses de las dramáticas protestas que se extendieron por todo el país (con gente golpeada por la policía y manifestantes que se inmolaban), los búlgaros no sólo tuvieron que conformarse con las nuevas elecciones –realizadas el pasado domingo 12 de mayo– sino también con el regreso de Borisov.

El viento de los cambios que se respiraba en las calles (el himno extraoficial de las protestas era… Wind of change, de Scorpions) dejó de soplar y, juzgando hoy por los ánimos, es poco probable que vuelva pronto para desvanecer los problemas que acechan a Bulgaria.

Se empezó con el descontento por los altos precios de la luz, pero era sólo una gota que derramó el vaso: la situación en este país, el más pobre de la Unión Europea (UE) y con un sueldo promedio más bajo (unos 520 dólares), se volvía insoportable ya desde hace tiempo.

Mientras a primera vista la situación económica no era tan mala como por ejemplo en Grecia (el déficit y la deuda pública seguían bajos), y aunque Borisov manteniendo la disciplina fiscaldosificaba sus políticas, las buenasmacrocifras no frenaban el deterioro de las condiciones de vida, cada vez más miserables (22 por ciento de los búlgaros vive en la pobreza, otro 49 por ciento en riesgo de caer en ella).

Y cuando la desesperación por lo cotidiano se juntó con la indignación por la creciente descomposición de la política (corrupción, vínculos con el crimen, enajenación de los ciudadanos), la situación estalló. Durante las protestas siete personas se prendieron fuego; desde hace meses se observaba el incremento de suicidios, todo en una clara relación con la situación social y pobreza ( El País, 27 y 31/3/13).

Los manifestantes no sólo demandaban mejoras, sino cambios estructurales: asamblea constituyente, reformas en el sistema electoral, renacionalización de la red eléctrica. Pero a pesar de mucha energía, las protestas no desembocaron en ningún movimiento y estos postulados quedaron en el aire. Ante la incapacidad de construir un liderazgo alternativo el hartazgo popular (la gente ya no confía en los políticos, en el Estado, ni siquiera en el libre mercado, señalaba Krastev, Gazeta Wyborcza, 10/5/13) estaba siendo acaparado en parte por la ultraderecha antigitana y antiturca, algo bastante preocupante.

El resultado electoral –31 por ciento para la centroderecha de Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), 27 por ciento para los ex comunistas del Partido Socialista Búlgaro (BSP), 10 por ciento para la minoría turca (DPS) y 7 por ciento para los nacionalistas y xenófobos de Ataka– confirma que Borisov cedió sólo para conservar la influencia y poder volver. Pero la participación más baja desde la caída del comunismo (50 por ciento) y la falta de una mayoría absoluta evidencian que la solución no pasaba por las urnas y que el impasse sigue.

Después de que en 2007 Bulgaria entró a la UE, Tzvetan Todorov, semiólogo francés nacido en Sofía, aseguraba que se sentía aún más orgulloso de ser europeo ( Resetdoc,4/8/08).

¿Qué pensará hoy al ver la actitud de Europa hacia su patria?

Para empezar fue la UE que impuso la austeridad a Borisov, poniéndolo incluso como ejemplo para otros mandatarios del bloque. La situación reventó no porque no se cumplieran sus exigencias (como se les decía por ejemplo a los griegos), sino –entre otros– porque se han implementado todas lasrecetas. Sobre esto en Europa nadie no dijo ni una palabra.

En el mismo tiempo –y en el peor de los momentos– algunos países siguen oponiéndose a que Bulgaria sea parte del Acuerdo de Schengen sobre el libre tránsito, culpando a los migrantes de este país por el desempleo (sic), impidiéndoles buscar los cambios incluso a nivel individual ( The Guardian,6/3/20).

Así, la mayoría de los búlgaros no tienen ninguna razón para sentirseorgullosamente europeos.

La Unión Europea en el momento de la adhesión se vislumbraba como una palanca del desarrollo institucional y un catalizador de cambios. Borisov y su partido (GERB) capitalizaron algo de estas esperanzas. Hoy ya pocos creen que la UE sea una vía al bienestar o fuente de valores a seguir. Un ejemplo: la solución para el mercado energético aconsejada por la mayoría de los expertos búlgaros, todos educados en la jerga de la UE, era… ¡sorpresa!: más privatización y desregulación.

De hecho fue lo mismo que desde que estalló la crisis hacía la propia Unión: eliminar las alternativas y consolidar elconsenso neoliberal, convirtiéndose casi exclusivamente en una herramienta de disciplina del mercado.

Incluso para un intelectual como Todorov –brillante, pero bastante conservador–, la UE dejó de ser una entidad democrática y política ( El País,29/4/12), algo que lo llevó a argumentar que hoy el mayor peligro para la democracia no proviene de los que se declaran como sus enemigos, sino de sus supuestos defensores ( Los enemigos íntimos de la democracia, 2012).

Aunque la UE sea una de las pocas instituciones capaces aún de defender hasta cierto punto a Europa de las embestidas del capital global ( weak power), ante las cuestiones de democracia o transparencia, más que una solución, resulta ser un problema.

Siguiendo a Rosa Luxemburgo, que subrayaba que la verdad sobre el capitalismo se refleja no en el centro, sino en sus márgenes, la verdad sobre la convulsionada UE se ve mejor reflejada en sus periferias como Bulgaria: el viento desde Bruselas no trae antídoto, sino el mismo veneno responsable de que todo allí siga sin cambios.

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15 Responses to En tierras del fantasma Iván

  1. RAMON ESPINO says:

    ¡CUBA ES LIBRE, SOCIALISTA,

    LLENA DE TRANSFORMACIÓN…!

     

    ¡Si Niceto Pérez viera

    cómo vive el campesino

    en un seguro camino

    con una sola bandera!

    ¡Que no han podido de afuera

    manipular su conquista!

    ¡Cuba es libre, socialista,

    llena de transformación,

    porque la Revolución

    extinguió al latifundista!

     

    Ramón Espino Valdés

    El Leoncito de Las Tunas

    Cuba/México.

     
  2. Gabriel says:

    ¡Sólo 520 dólares de sueldo medio en Bulgaria!¿Y cuál es el sueldo medio en Cuba?

    ¿Incremento del suicidio en Bulgaria? Veamos las cifras:

    http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_suicide_rate

    En Bulgaria hay 12.3 suicidios por cien mil habitantes y año ¡Justo el mismo valor que el de Cuba! Un valor que es casi el doble que el de España (7.6), por poner un ejemplo.

    ¿Por qué se suicidan tantos cubanos? Cuba tiene la tasa de suicidios más alta de su hemisferio.

     
  3. Raudel says:

    Bulgaria esta como cuba, una baja tasa de natalidad y una alta tasa emigración, la emigracion fue el doble porque tienen frontera terrestre con 5 paises, de cuba se sale en balsa. Segun “Save the Children” Cuba esta entre los mejores paise de latinoamerica para ser madre, lo malo es que las mujeres no quieren ser madre, la poblacion envejece.

     
  4. Raudel says:

    Oye iroel, se murio Videla, no te alegras?

     

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