Gramsci: De la Contrarreforma a la democracia cristiana

 
Antonio Gramsci
Antonio Gramsci

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La relación entre filosofía “superior” y sentido común es asegurada por la “política”, así como es asegurada por la política la relación entre el catolicismo de los intelectuales y el de los “simples”. Las diferencias entre ambos casos, sin embargo, son fundamentales. Que la iglesia deba afrontar un problema de los “simples” significa precisamente que ha habido una ruptura en la comunidad de los “fieles”, ruptura que no puede subsanarse elevando a los “simples” al nivel de los intelectuales (la iglesia no se propone ni siquiera esta tarea, ideal y económicamente desproporcionada a sus fuerzas actuales), pero con una disciplina de hierro sobre los intelectuales para que no traspasen ciertos límites en la distinción y no la hagan catastrófica e irreparable. En el pasado estas “rupturas” en la comunidad de los fieles eran subsanadas por fuertes movimientos de masas que determinaban o eran resumidos en la formación de nuevas órdenes religiosas en torno a fuertes personalidades (Domingo, Francisco). (Los movimientos heréticos del Medioevo como reacción simultánea a la politiquería de la iglesia y a la filosofía escolástica que fue una expresión suya, sobre la base de los conflictos sociales determinados por el nacimiento de las comunas, fueron una ruptura entre masas e intelectuales en la iglesia “cicatrizada” por el nacimiento de movimientos populares religiosos reabsorbidos por la iglesia en la formación de las órdenes mendicantes y en una nueva unidad religiosa.) Pero la Contrarreforma esterilizó este pulular de fuerzas populares: la Compañía de Jesús es la última gran orden religiosa, de origen reaccionario y autoritario, con carácter represivo y “diplomático”, que marcó con su nacimiento el endurecimiento del organismo católico. Las nuevas órdenes surgidas después tienen poquísimo significado “religioso” y un gran significado “disciplinario” sobre la masa de los fieles, son ramificaciones y tentáculos de la Compañía de Jesús o se han convertido en tales, instrumentos de “resistencia” para conservar las posiciones políticas adquiridas, no fuerzas renovadoras en desarrollo. El catolicismo se ha convertido en “jesuitismo”. El modernismo no ha creado “órdenes religiosas” sino un partido político, la democracia cristiana.

*Gramsci, Antonio, 1999: Cuadernos de la Cárcel. Edición crítica del Instituto Gramsci. Ediciones ERA, México. IV, Cuaderno 11 (1932 – 1933): “Apuntes para una introducción y una iniciación en el estudio de la filosofía y de la historia de la cultura”, p. 251 – 252. (Enviado por Guillermo Castro Herrera)

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4 Responses to Gramsci: De la Contrarreforma a la democracia cristiana

  1. Liliana Garcia says:

    Estas lecturas son necesarias recordarlas para poder mentener perspectiva. Gramsci siempre es iluminador.

     
  2. Antonio Urquiza says:

    Ahi esta la diferencia entre un pensador revolucionario y un oficialista de la buricracia sovietica u otra, y ni que decir con los “izquierdistas” y “democratas”, “socialistas” ya sean del PP de Espana, del socialdemocracia alemana o sueca, o de los trotskistas que defienden a Marx pero justifican la agresion imperialista contra Cuba. Por suerte hay gente como Gramsci, o como Chomski, u como el Che Geuvara o Fidel Castro. La lista no es tan larga como yo quisiera, la verdad sea dicha. Las bridas son malas siempre que sean bridas u ojeras, de cuero o de espinas. No hay revolucion sin algun guiilotenazo, ni imperialismo sin intervencion y conquista. Las linduras de los academicos y teoricos no han hecho todavia un cambio real ni una revoluicion. Tomar el cielo por asalto no es una dadiva sino un derecho de los oprimidos, pero eso no puede eternizar los errores de la Comuna de Paris, ni los de la Burocracia estalinista. Siempre hay intereses y conveniencias del momento, pero tienen que defenderse desde los prinicpios, sin ojeras ni miedos. Los unicos que ganan con las mentiras o las verdades a medias son los enmeigos de los pueblos. Ni Marx es marxista ni modelo unico de nada, ni tampoco Jesucristo, y mucho menos el espejo roto de democracia representativa en los EU y el resto de los paises capitalistas y otanistas. Puede ser conveniente por razones de sobrevivencia ser prudentes con los chinos, pero la bondad china puede terminar como las fiestas de los chinos. De los rusos ni hablar. Y de los amigos mas cercanos, como Brazil, que le prestan dinero a los americanos y a todo el que pueden, y reciben lo mismo al Che Guevara que a Yoani Sanchez, mejor nos cuidamos, que el Partido de los Trabnajadores de Lula es tan socialista como General Motors, y ni hablar de antiguos guerrilleros hoy dia en el poder, con infulas de modernismo y alzheimer revolucinario. En cualquier momento se dan la mano con Felix Rodriguez para ceibir el aplauso de democratas y allegar dinero e inversiones. Entre la bausra y los ideales estan Jose Marti, Salvador Allende, Che Guevara, Chavez y todos aquellos que son genuinamente revolucionarios como saben o como pueden, pero moviendo el esqueleto.

     
  3. Raul Benavides says:

    Que bueno sería que irrumpiera en la palestra la Teología de la Liberación como una orden religiosa de este tiempo. Soy de los que piensa que la iglesia católica actual ha de estallar en su falsedad desde dentro y de una vez hacer revolución dentro de ella. Los mil y tanto millones de feligreses que tienen en su seno abarca todo tipo de seres humanos, divididos en clases como en todas las iglesias. Los feligreses en la iglesia católica son “siervos de ella” y no quienes deciden la forma de como creer en dios y en Cristo y es ahí el meollo donde muy poca membresía de curas, párrocos, arzobispos y mucho menos cardenales imponen en una pirámide de poder sus reglas de juego. La iglesia católica es una de las mas necesitada de democratización pues es la que mas esta interesada en intervenir en la política del mundo y hoy esta en la misma crisis sistemica que la del capitalismo.
    Retomando de un comentario anterior, los partidos demócrata cristianos son una cuerda de aprovechados de poder en el mundo que, aprovechando las ventajas del influjo de la iglesia con sus feligreses en Europa y América se la asociaron de aliados en todo el siglo XX y el actual (igual que muchísimos otros partidos de derecha y bien burgueses). La iglesia con su cúpula piramidal tomo la delantera para afianzar mas su poder en esa asociación; sin embargo, los creyentes católicos y de otras religiones son básicamente pueblo; aunque haya quienes no tengamos creencias en las iglesias, los seres humanos dignamente buscan en la fe su explicación de la verdad del mundo y en ese marco hay mucha conciencia social de cambios progresistas de los cuales no podemos sentirnos ajenos para verlos en una perspectiva ideológico social interpretando las necesidades inmediatas de la gente y los cambios revolucionarios posibles. En Mérida, Venezuela asistí a una misa en la calle en honor al presidente Chávez el día del traslado de sus restos al cuartel de la parroquia del 23 de enero en Caracas. El cura que oficiaba la misa encendió la calle con unas palabras nunca escuchadas en la liturgia religiosa invitando a fundar una iglesia socialista, de los pobres y para su emancipación, donde se ore, se bautice y se oficien misas mas parecida a las mayorías populares con el discurso, su imaginario, su compromiso con los desposeídos tomando el ejemplo de cristo. Me imagino que este cura tendría muchísimos problemas en sus concilios con sus iguales, pero cada vez suman mucho mas los que piensan así. Conozco que en los seminarios religiosos ya muchos curas en formación se agrupan en torno a estas ideas y hasta conspiran con los poderes religiosos establecidos aunque sea una minúscula minoría.
    Las ideas filosóficas que incluso compartimos y abrazamos surgen para identificar problemas del mundo dentro de los que están incluidos el pueblo católico; por ende, lo primero es contribuir a revolucionar de alguna manera ese estado desde dentro.

     
  4. Vicente Carvajal Iglesias says:

    La iglesia se destruye a sí misma, con escándalos de corrupción, lavado de dinero, pedofilia y otras “maravillas”. Quedan aquellos pocos curas consecuentes que trabajan realmente con el pueblo y no para los poderosos. Eso es lo que hay que rescatar y punto.

     

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