Pedro Pablo Gómez
En estos días se ha comentado en distintos medios la filosofía elaborada en su momento por uno de los mas importantes teóricos del arte de los trabajos de inteligencia del mundo occidental, Allen Dulles. Dulles estuvo al frente del centro de espionaje norteamericano en Suiza, durante los finales de la II Guerra Mundial, en la dudosa tarea de reclutar criminales nazis, para la futura lucha contra el avance de la Unión Soviética a escala internacional. Entonces elaboró la teoría de cómo tratar de provocar la caída del sistema socialista de forma sistemática y utilizando todo tipo de recursos para lograr los fines deseados. Así desde el uso de la propaganda por todos los medios, sabotajes, agresiones económicas, bloqueos, etc.etc. Posteriormente, en 1960, el secretario de estado adjunto Lester Mallory durante el gobierno del Gral. Eisenhower, basado en las tesis generadas por Dulles, dictó las pautas a seguir para derribar la joven Revolución Cubana sin haberlo logrado hasta los momentos actuales pero aún esa es la politica mantenida por los gobernantes en los Estados Unidos.
Desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial, se dio comienzo de inmediato a la mal llamada Guerra Fría con el fin de atacar los países socialistas y a los que de alguna manera no le convenían al llamado sistema democrático de occidente. De esta forma se produjeron a escala mundial numerosos hechos recogidos históricamente de este tipo de trabajo, no por solapado menos peligroso. La acción de los servicios secretos primero, y de la CIA posteriormente, hicieron presa en el ámbito mundial. Los hechos ocurridos en Rumania, frustrados en ese momento, dieron resultado en las elecciones italianas en 1948, para impedir el triunfo de los comunistas y lograr el triunfo de la democracia-cristiana. Después llegó su turno a Hungría donde hicieron posible un levantamiento interno donde, según plantean algunos autores, los alzados fueron embarcados con la versión de que Estados Unidos secundaría la operación con apoyo directo de armas y tropas. Como se conoce este alzamiento fue aplastado por las tropas soviéticas y un sector mayoritario del ejército húngaro.
También esta actividad tuvo presencia en nuestra América, el gobierno de Guatemala, que encabezaba Jacobo Arbenz, fue derrocado con estos métodos y por esta misma década se produjo el golpe contra el presidente Mosaddegh en Irán, para imponer el regreso del Sha, Mohamed Reza Palevi, y darle a la corona británica su parte en los yacimientos petrolíferos que habían perdido por las medidas de nacionalización llevadas a cabo por Mosaddegh. Posteriormente se han dado varios casos más, en Checoslovaquia, Nicaragua, Libia, actualmente en Irán, y desde luego, los cubanos somos testigos directos de los manejos del Imperio para lograr sus fines con la aplicación de su filosofía. Su esencia es, “Divide y Vencerás”.
El método no por tan usado deja de generar nuevos mercenarios o ingenuos que le hacen el juego a los objetivos de quienes manejan los hilos de interés para el gobierno de Washington. Así veremos proliferar periodistas vendidos, disidentes inflados a través del control de los medios masivos y de gobiernos cómplices en la maquinaciones contra la realidad y la verdad de nuestra Revolución. Veremos ganadores de premios literarios sin obra real meritoria, premios periodísticos a personas sin historia informativa real, premios millonarios entregados olímpicamente solo por manifestarse contra la realidad que viven, etc.
En medio de este campo nos encontramos en la actualidad y con la solidez de nuestra causa solo quedaría decir como el Quijote: ladran los perros Sancho, entonces cabalgamos.
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