Gaza: La información culpable

 

Javier Couso

Estamos demasiado acostumbrados a la barbarie televisada. Es tanta la información y saturación que ya ni prestamos atención a las imágenes de muertos que llegan a nuestros aparatos, sangre derramada en países alejados y que son presentadas en ráfagas, sin explicación ni contexto, como desastres naturales en medio de unos telediarios que pasan en segundos del horror al entretenimiento.

Esta mala información cotidiana que no explica nada, no es casual ni está improvisada, busca ciudadanos confusos que no puedan entender el mundo, que se queden en la anécdota más que en los hechos y que en lugar de ideas construyan opiniones. No hay nada más fácil de cambiar que una opinión.

Una idea formada es fruto del análisis y el conocimiento, al contrario que la opinión que no deja de ser simple y volátil pero que, en nuestras sociedades, es utilizada para justificar o impulsar cambios políticos que afectan a la vida y que no son resultado de una reflexión serena.

Por eso es tan importante la buena información, porque atañe a la percepción de como vemos la vida y determina nuestras actuaciones. Quien controla la información, y la industria cultural, diseña la realidad.

Asistimos horrorizados a la furia criminal desatada por Israel contra la franja de Gaza. Bombardeos aéreos y artillados continuos sobre la zona más densamente poblada del mundo.

Por desgracia no es nada nuevo. Israel es un estado gamberro que no acata la legalidad internacional, ocupa ilegalmente tierra usurpada al pueblo palestino y está en permanente expansión por medio de colonias armadas. Además, practica la represión sistemática, las detenciones indiscriminadas y el encarcelamiento sin juicio. Legalizada la tortura por una sentencia de su Tribunal Supremo, realiza habitualmente asesinatos selectivos extraterritoriales y emplea, sin dudar, su abrumador poder militar a la mínima ocasión.

Hay estudios y denuncias sobre la limpieza étnica de palestinos y hasta la utilización de la arqueología para construir un pasado a la imagen y semejanza de un ideario basado en mitos religiosos que lo sitúan como un pueblo elegido por Dios para poblar la tierra prometida, situada en la Palestina histórica.

Su legislación no permite los matrimonios civiles y le otorga el derecho de controlar por tierra, mar y aire, todo el territorio que le queda a Palestina, una suerte de bantustanes inconexos gracias a las barreras militares que impiden la vida normal. A imitación de los nazis, sus antiguos verdugos, se ha sabido que hasta calcularon las calorías necesarias para no morir y así determinar la cantidad de alimentos que dejaban entrar en la franja.

Cualquier país con este historial estaría aislado y no cesaríamos de oír airadas voces de la llamada Comunidad Internacional exigiendo su aislamiento por medio de sanciones e incluso con resoluciones que contemplaran el uso de la fuerza.

Pero nada de eso pasa con Israel, la inmensa mayoría de los medios occidentales directamente callan o minimizan sus desmanes y nada vemos de la beligerancia que emplean con los países que el Departamento de Estado en Washington declara unilateralmente como “malvados”.

No hay comparación con la implicación y el maniqueísmo con el que se aborda el conflicto sirio, como se trató la caída de Gadafi, la exclusión aérea en Libia o cualquier asunto que involucre a Cuba, Venezuela, Ecuador, …

En estos momentos se supera ya la cifra de 100 palestinos asesinados, 24 de ello niños, pasando de los 800 heridos. Como en toda guerra, y más en un lugar superpoblado como Gaza, la mayoría de bajas son civiles, gente a la que ni siquiera se les permite huir de la ciudad por los bloqueos impuestos por Israel y Egipto, este último algo suavizado desde la caída de Mubarak.

Tal y como hiciera en la invasión del Líbano en 2006, o en la anterior agresión a Gaza de 2009 y a imagen y semejanza de los estadounidenses en Irak, Israel acaba de atacar por segunda vez el centro donde se aloja la prensa. Si en el primer ataque se hirió de gravedad y se mutiló a seis periodistas, en este caso ya hay muertos, sin que la prensa occidental, la cacareada Comunidad Internacional, el Departamento de Estado o la ONU pongan el grito en el cielo.

El tratamiento periodístico sobre las acciones militares en Gaza se basa en la minimización del horror, la falsa equidistancia entre agresor y agredido, la ocultación de la diferencia de medios entre milicias independientes dedicadas a la autodefensa y el décimo ejército del mundo, el uso de adjetivaciones negativas al referirse a las fuerzas políticas palestinas, la omisión del conflicto histórico producido por la ilegal ocupación israelí y el olvido en el análisis informativo de las normas del Derecho Internacional Humanitario.

Para la población, que solo recibe la información producida por los grandes medios, lo de Gaza es una guerra entre iguales, donde todos son culpables, pero NI SON IGUALES, NI SON IGUAL DE CULPALBES.

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17 Responses to Gaza: La información culpable

  1. MARTHA LIDIA FERREIRA says:

    Excelente Artículo que presta bases a la lectura y reflexión sobre la sobre información claramente intencional.

     
  2. lilian says:

    Hola, siempre leo tu blog. Y como respeto mucho tu mirada, es que te pido una opinion sobre esto. Gracias

    Red Judía Antisionista. Presentación

    Tal como me llego. Lo subo antes de leerlo.Se aceptan todo tipo de comentarios, pero no insultos.

    Carta de la Red Judía Antisionista Internacional

    Somos
    una red internacional de judíos incondicionalmente
    comprometidos con las luchas de emancipación humana, de
    las cuales la liberación de los habitantes de Palestina y
    de su tierra es una parte primordial. Nuestro compromiso
    es el desmantelamiento del apartheid israelí, el retorno
    de los refugiados palestinos, y el fin de la colonización
    israel… í de la Palestina histórica.

    Desde
    Polonia hasta Iraq, desde Argentina hasta Sudáfrica,
    desde Brooklyn hasta Mississippi, judíos fueron parte en
    la búsqueda de justicia, manifestando su deseo por un mundo más
    justo, participando con otros en luchas colectivas. Judíos
    participaron prominentemente en la lucha de los trabajadores
    durante la depresión americana, en el movimiento de los
    derechos civiles, en la lucha en contra del apartheid
    sudafricano, en la lucha contra el fascismo en Europa y en
    muchos otros movimientos por el cambio social y político.
    La histórica y progresiva limpieza étnica de la población
    palestina de sus tierras por parte del Estado de Israel
    contradice y traiciona esta larga historia de participación judía en
    luchas de liberación colectivas.

    El sionismo – la
    ideología fundadora que se manifiesta actualmente en el
    Estado de Israel – echó raíces en la era del colonialismo
    europeo y se diseminó a continuación del genocidio Nazi.
    El sionismo se nutrió de los más violentos y opresivos
    hechos del siglo diecinueve, limando los numerosos
    esfuerzos de una militancia de judíos en las luchas de
    liberación. Honrando estas luchas y para retomar un lugar en los
    vibrantes movimientos populares de nuestro tiempo, el sionismo,
    en todas sus formas, debe ser abandonado.

    Esto es
    crucial, primero que nada, por su impacto en los
    habitantes de Palestina y el resto de la región. El
    sionismo también deshonra la persecución y el genocidio de
    los judíos europeos al usar su memoria para justificar y
    perpetuar el racismo y colonialismo europeos. El sionismo es
    responsable por el extenso desplazamiento y alienación de los judíos
    mizrahi (judíos de ascendencia africana y asiática) de sus
    diversas historias, idiomas, tradiciones y culturas. Los
    judíos mizrahi tienen una historia en esta región de más
    de 2.000 años. Mientras el sionismo se arraigaba, estas
    historias fueron interrumpidas de su propio devenir en pos
    de la segregación de los judíos impuesta por el Estado de
    Israel.

    Como tal, el sionismo nos implica en la
    opresión del pueblo palestino y en la denigración de nuestras
    propias tradiciones, luchas por la justicia y alianzas con nuestro
    prójimo.

    Nos comprometemos a: Oponernos al sionismo y al Estado de Israel

    El
    sionismo es racista. Demanda poder político, económico y
    legal para las personas y culturas judías y europeas por
    encima de los pueblos y las culturas autóctonas. El
    sionismo no solo es racista sino antisemita. Respalda la imaginería
    antisemita europea y sexista del “judío diaspórico” afeminado y
    débil y contrapone a éste un “judío nuevo” violento y
    militarizado, que es un perpetrador y no una víctima de la
    violencia racializada.

    El sionismo por lo tanto
    busca convertir a los judíos en blancos, a través de la
    adopción del racismo blanco en contra del pueblo
    palestino. A pesar de la necesidad de Israel de integrar a
    los mizrahi para mantener una mayoría judía, este racismo
    también se manifiesta en la marginación y la explotación económica
    de la población mizrahi socialmente pobre. Esta violencia
    racializada también incluye la explotación de los trabajadores
    migratorios.

    Los sionistas diseminan el mito de
    que Israel es una democracia. En realidad, el Estado de
    Israel ha establecido e implementado prácticas y políticas
    internas de discriminación contra los judíos de
    ascendencia mizrahi y excluye y restringe a los
    palestinos. Además, el Estado de Israel, en colaboración con los
    Estados Unidos, socava cualquier movimiento árabe por la
    liberación y el cambio social.

    El sionismo perpetúa
    el excepcionalismo judío. Para defender sus crímenes, el
    sionismo cuenta una versión de la historia judía que está
    desconectada de la historia y las experiencias de otras
    personas. Promueve la narrativa del holocausto nazi como
    excepcional en la historia de la humanidad – a pesar de
    ser uno de muchos holocaustos, desde los aborígenes estadounidenses
    hasta Armenia y Ruanda. El sionismo separa a los judíos de las
    víctimas y los sobrevivientes de otros genocidios en
    lugar de unirnos a ellos.

    A través de una
    islamofobia compartida y un deseo de controlar a Medio
    Oriente y Asia occidental, el Estado de Israel hace causa
    común con los cristianos fundamentalistas y otros que
    llaman a la destrucción de los judíos. Juntos, llaman a la
    persecución de musulmanes. Esta promoción conjunta de islamofobia
    sirve para demonizar a la resistencia contra la dominación
    económica y militar de occidente. Continúa una larga
    historia de colusión con regímenes represivos y violentos,
    desde Alemania nazi hasta el régimen de apartheid de
    Sudáfrica y las dictaduras reaccionarias a lo largo de
    Latinoamérica.

    El sionismo sostiene que la
    seguridad judía depende de un estado judío altamente militarizado.
    Pero el Estado de Israel no contribuye a que los judíos estén
    seguros. Su violencia garantiza inestabilidad y miedo para
    los que están dentro de su esfera de influencia y pone en
    peligro la seguridad de todas las personas, incluyendo a
    los judíos, mucho más allá de sus fronteras. El sionismo
    voluntariamente coludió para crear las condiciones que
    llevaron a la violencia en contra de los judíos en los
    países árabes. El odio que la violencia y dominación
    militar israelíes generan hacia los judíos que viven en Israel y en
    otros lugares es usado para justificar más violencia
    sionista.

    Nos comprometemos a: Rechazar el legado colonial y su expansión progresiva

    En
    el momento en que el movimiento sionista decidió
    construir un Estado judío en Palestina, se convirtió en un
    movimiento de conquista. Al igual que las conquistas
    imperiales y las ideologías genocidas de las Américas o de
    África, el sionismo conlleva la segregación entre las personas,
    la confiscación de la tierra, la limpieza étnica y la implacable
    violencia militar.

    Los sionistas trabajaron de
    común acuerdo con la administración colonial británica en
    contra de los habitantes originarios de la región y sus
    legítimas esperanzas de libertad y autodeterminación. El
    imaginario sionista de una Palestina “vacía” y desolada
    justificó la destrucción de la vida palestina tal como
    anteriormente ese racismo justificó la exterminación de los
    autóctonos estadounidenses, el tráfico transatlántico de esclavos y
    muchas otras atrocidades.

    Desde la progresiva
    expansión de las colonias hasta la construcción del Muro
    del Apartheid israelí, el compromiso con la dominación
    colonial del Estado de Israel imprime su marca de
    destrucción ambiental y del paisaje físico de Palestina.
    Ante la falla de sus políticas para acabar con la
    resistencia palestina el Estado de Israel ataca con más y más
    violencia con políticas que, cuando son llevadas a su máxima
    expresión, apuntan al genocidio. En Gaza, el estado israelí
    impide el acceso a la comida, al agua, electricidad, ayuda
    humanitaria y suministros médicos como un arma dirigida a
    las bases mismas de la vida humana.

    El Estado de
    Israel, que una vez fue vehículo para el ataque británico y
    francés contra la unidad y la independencia árabes,
    actualmente es un socio menor en la estrategia de los
    Estados Unidos y sus aliados por el control militar,
    económico y político, de dominación, específicamente de la región
    estratégica de Medio Oriente / Sudoeste Asiático. El peligro de
    una guerra nuclear a través de un ataque
    estadounidense/israelí contra Irán nos recuerda que el
    estado de Israel es una bomba atómica que debe ser
    desmantelada urgentemente para salvar las vidas de todas
    sus víctimas actuales y potenciales.

    Nos comprometemos a: Desafiar a las organizaciones sionistas

    Más
    allá de concretar la creación del Estado de Israel, el
    sionismo determinó su política internacional de
    antagonismo y dominación militar hacia sus vecinos y
    estableció una sofisticada red global de organizaciones,
    grupos de presión política, empresas de relaciones públicas, clubes
    en universidades y escuelas para perpetuar las ideas sionistas
    en las comunidades judías y el público en general.

    Miles
    de millones de dólares americanos fluyen anualmente hacia
    el Estado de Israel para sostener la ocupación y su
    ejército sofisticado y brutal. La máquina de guerra que
    financian lidera la industria global de armas, mengua los
    recursos ansiados por un mundo que desesperadamente
    necesita agua, comida, asistencia médica, vivienda y
    educación. Europa, Canadá y las Naciones Unidas, mientras tanto,
    apoyan la infraestructura de ocupación bajo el disfraz de ayuda
    humanitaria para la población palestina. Juntos, los EEUU y
    sus aliados, cooperan para hacer más profunda la
    dominación de la región y acabar con los movimientos
    populares.

    Una red internacional de instituciones y
    organizaciones sionistas apoya los asentamientos judíos
    militares y militantes con fondos directos. Estas
    organizaciones también proporcionan el apoyo político necesario para
    legitimar y promover políticas y programas de ayuda. En cada
    país, estas organizaciones censuran las críticas a Israel y
    tienen en la mira a personas y organizaciones a través de
    listas negras, violencia, vandalismo, encarcelamiento,
    deportación, despidos y otras privaciones económicas.

    Estas
    organizaciones facilitan la difusión de la islamofobia.
    Tocan los tambores de guerra en el exterior mientras
    presionan por una legislación represiva en sus países. En
    Estados Unidos y Canadá, las organizaciones sionistas
    ayudaron a promover la legislación “anti-terrorista” convirtiendo
    todo esfuerzo organizado para apoyar al boicot, retiro de
    inversiones y sanciones contra el Estado de Israel, o para
    apoyar organizaciones palestinas, iraníes, iraquíes,
    libanesas y musulmanas, en sujetos a perseguir acusándolos
    de ayudar al terrorismo y cometer traición. Tanto en
    Europa como en EEUU, organizaciones supuestamente “judías”
    son las primeras en ejercer presión para entrar en guerra
    con Irán.

    Están apareciendo fisuras en el edificio
    del sionismo así como en la dominación mundial misma de
    los Estados Unidos. En la región, la resistencia
    extraordinaria por parte de Palestina y Sur de Líbano en contra de
    la agresión y ocupación israelí y estadounidense sigue en pie, a
    pesar de los recursos limitados y muchas traiciones. El
    movimiento de solidaridad con el pueblo de Palestina y la
    confrontación con la política de los Estados Unidos e
    Israel está cobrando ímpetu en el mundo. En Israel, este
    ímpetu lo vemos en el disentimiento creciente, que
    favorece las condiciones para retomar dos legados de los
    años ’60: Matzpen, una organización israelí palestina y
    antisionista judía y el Partido Mizrahi Panteras Negras. Podemos
    agregar un creciente rechazo por parte de los jóvenes a
    participar en la conscripción obligatoria del ejército.

    Dentro
    de los gobiernos y las discusiones públicas en los
    Estados Unidos y Europa, el costo del apoyo incondicional
    hacia el estado de Israel está siendo cuestionado cada vez
    más. Israel y EEUU buscan nuevos aliados en el sur global
    para que se unan a sus conquistas económicas y militares.
    La relación creciente entre Israel y la India es un
    ejemplo sombrío de esto. Al compartir un interés en el control
    político y la ganancia de capital para unos pocos a expensas de
    muchos, la elite en India y las de Asia Occidental y Medio
    Oriente, se hallan en connivencia con la economía y la
    agenda militar occidental en la región.

    La
    propaganda de la guerra global occidental contra el terror
    repercute en la islamofobia y es requerida y promovida
    por la elite india; Aprovecha esta oportunidad para
    reprimir severamente la disensión en regímenes de Medio Oriente
    así como Asia del sur y Asia occidental. No obstante, surgen
    levantamientos populares basados en las ricas historias de
    lucha anticolonial desafiando, y en última instancia,
    derrocando esta alianza.

    Junto con nuestros
    aliados, intentamos contribuir a ampliar esas fisuras,
    hasta que el muro caiga y el Estado de Israel sea aislado
    como lo fue Sudáfrica durante el apartheid. Prometemos
    emprender la batalla en contra de estas organizaciones que pretenden
    hablar por nosotros y derrotarlas.

    Nos comprometemos a: Extender nuestra solidaridad y nuestro trabajo por la justicia

    Comprometemos
    nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras energías
    políticas para apoyar al movimiento vibrante y diverso de
    resistencia del pueblo palestino y a enfrentar las
    injusticias de las cuales los países donde vivimos son
    responsables.

    Apoyamos inequívocamente el derecho de retorno
    palestino. Llamamos al desmantelamiento de la ley israelí
    racista del retorno que privilegia los derechos de
    cualquier persona que el Estado de Israel estima como
    “judía” para establecerse en Palestina, mientras que
    excluye a los palestinos y los convierte en refugiados.

    Respondemos
    sin reservas al llamado de Palestina al boicot, retiro de
    inversiones y sanciones contra el Estado de Israel.

    Apoyamos
    la exigencia de la liberación de los presos políticos
    palestinos y de acabar con los encarcelamientos de líderes
    políticos, mujeres, niños y adultos palestinos como método de
    control y terror.

    No es nuestra tarea prescribir el camino
    que el pueblo palestino debe tomar para definir su futuro.
    No pretendemos sustituir nuestras voces por las de ellos.
    Nuestras estrategias y acciones surgirán de nuestras
    relaciones activas con quienes están involucrados en la
    gama de luchas de liberación dentro de Palestina y en el
    resto de la región. Apoyaremos su lucha por sobrevivir,
    mantenerse firme y avanzar en su movimiento lo mejor que
    puedan, en sus propios términos.

    Somos copartícipes de los
    vibrantes movimientos populares de resistencia de nuestro tiempo
    que defienden y enaltecen las vidas de todas las personas
    y la del planeta mismo. Somos copartícipes de los
    movimientos que lideran los más afectados por la conquista
    del imperio, la ocupación, el racismo, el control y la
    explotación global de personas y recursos. Defendemos la
    protección del mundo natural. Defendemos los derechos de
    los pueblos autóctonos a sus tierras y a su soberanía.

    Defendemos
    los derechos de los inmigrantes y refugiados a la libre
    circulación y seguridad a través de las fronteras.
    Defendemos los derechos de los trabajadores – incluyendo a
    los trabajadores inmigrantes introducidos en Israel para
    reemplazar tanto la mano de obra palestina como la mizrahi – a la
    justicia económica y a la auto-determinación. Defendemos los
    derechos a la justicia racial y a la expresión cultural.
    Defendemos los derechos de las mujeres y los niños y de
    todos los grupos explotados a ser libres de subyugación. Y
    defendemos los derechos universales al agua, a la
    alimentación, la vivienda, la educación, los servicios de
    salud y a vivir sin violencia – la única base sobre la
    cual la sociedad humana puede sobrevivir y florecer.

    Nos
    comprometemos a apoyar la justicia para curar las heridas
    ocasionadas por la imposición y el funcionamiento de la dominación
    colonial en Palestina y en el resto de la región; los
    traumas de la opresión europea de judíos que el proyecto
    sionista está explotando; los miedos y privaciones
    sufridas a través de años de derramamiento de sangre; las
    manipulaciones de la cultura y los recursos usados para
    explotar a los judíos mizrahi y para separarlos de los
    palestinos; y la progresiva masacre, violación y despojo del pueblo
    palestino.

    La justicia por la que trabajamos debe ser
    construida por todos a lo largo de Palestina, incluyendo
    Israel y por los refugiados palestinos, cuya lucha por su
    autodeterminación puede llevar a la igualdad y la libertad
    de todos los que viven allí y en las tierras
    circundantes.

    Te llamamos para que te unas a nosotros

    Estas
    promesas requieren la construcción de un movimiento judío
    internacional unido que desafíe al sionismo y su
    pretensión de hablar en nombre de todos nosotros. Ante un
    adversario internacional, no es suficiente trabajar localmente, o
    incluso nacionalmente. Debemos encontrar formas para trabajar
    juntos a través de fronteras, distancias, sectores e
    idiomas. Existe la posibilidad para muchas iniciativas y
    organizaciones, establecidas y nuevas, para trabajar
    independientemente y conjuntamente, en apoyo y
    colaboración mutuas.

    ¿Estás en contra del racismo en todas sus formas?

    Entonces te llamamos para que te unas a nosotros para acabar con el apartheid israelí.

    ¿Apoyas la soberanía y los derechos a sus tierras de los pueblos autóctonos?

    Entonces
    te llamamos para que te unas a nosotros en la defensa de
    la soberanía y los derechos de los palestinos a sus
    tierras.

    ¿Crees que todas nuestras vidas dependen
    de la sustentabilidad económica y ambiental? ¿Te enfurece
    el robo y la destrucción de los recursos del planeta?

    Entonces
    te llamamos para que te unas a nosotros para detener la
    destrucción de la agricultura y la tierra palestina, su
    robo y el del agua y la destrucción de sus aldeas y
    plantaciones.

    ¿Buscas terminar con las guerras infinitas
    por el petróleo y la dominación de los Estados Unidos y sus
    aliados? ¿Quieres terminar con las culturas militarizadas,
    la conscripción de nuestros jóvenes y el saqueo de
    recursos para financiar ejércitos en lugar de las
    necesidades de la vida?

    Entonces te llamamos para
    que te unas a nosotros para desmantelar una pieza decisiva de
    la maquinaria de guerra global.

    ¿Deseas desvincularte de
    la limpieza étnica de Palestina por parte del Estado de Israel
    y de la destrucción de la historia, la cultura y su
    autogobierno? ¿Crees que no hay paz sin justicia? ¿Te
    enfurece y te entristece que el holocausto judío esté
    siendo usado para perpetrar otras atrocidades?

    Entonces te llamamos para que te unas a nosotros para terminar con el colonialismo sionista.

    Para
    que todas las personas del planeta vivan con seguridad,
    justicia y paz, el proyecto colonial Israelí debe llegar a
    su fin. Nosotros jubilosamente asumimos esta tarea
    colectiva de socavar un sistema de conquista y saqueo que
    ha atormentado a nuestro mundo desde hace demasiado
    tiempo.

    http://www.ijsn.net/atranslation/230/

    http://www.pajarorojo.info/2012/11/red-judia-antisionista-presentacion.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+PajaroRojo+%28P%C3%A1jaro+Rojo%29

     
  3. Javier Couso says:

    Completamente de acuerdo, igual que contra el nazismo estoy en contra del antisemitismo. Ojalá crezcan los judíos antisionistas.

     
  4. Ya era hora de que aparezca la voz de quienes siendo judíos, estén en abierta contradicción con el Sionismo y sus prácticas racistas de apartheid, de su política criminal de dominación, sí , era hora de que se separe la paja del trigo, la comunidad judía es respetable , como todas las demás comunidades y expresiones culturales del orbe.
    Lo que no es respetable es el Sionismo que no es expresión cultural , si no política, enquistada en el Gobierno de Israel y que está empeñado en que aparezca como sinónimo sionismo con judaísmo parapetados de esta forma para justificar o cambiar la percepción mundial de que la barbarie contra Palestina tiene connotaciones religiosas, cuando la realidad es diferente, el sionismo es estimulado por el imperialismo para afirmar en el medio oriente sus afanes de dominación a costa de sangre y angustia de los pueblos, porque el Sionismo va mas allá de las fronteras de Israel, interviene en Siria militarmente , porque tiene presencia militar ahí aupando una artificial guerra civil, como la tuvo en Libia engrosando las filas mercenarias que llegaron a cerca de 25.000 soldados que conjuntamente con la OTAN asolaron y sometieron bajo fuego criminal a una de las naciones más prósperas del África . Es importante el compromiso que Uds. están asumiendo en Pro de la Paz, Porque el Sionismo es una expresión política fascista en el medio y próximo Oriente y, que por sus prácticas criminales merece el repudio de los Pueblos del mundo.
    La ONU debe ordenar al Estado de Israel parar las agresiones a Palestina so amenaza de bloqueo económico!!
    Por la Paz !!
    La Paz que nos permita a todo el género humano convivir pacíficamente, en medio de todas nuestras diferencias culturales !!

     
  5. Juan Bautista says:

    Muy buen artículo, con el que estoy de acuerdo en todo menos en que “Israel es un estado gamberro…” porque se queda a medias y no es exacta esa definición: Israel es un estado creado artificialmente, Israel es un estado terrorista. Estar a favor de la verdad histórica, de lo que se ve diario, de la paz, no es estar a favor o en contra de -ismos. ¡Viva Palestina!

     
  6. Am Israel Chai says:

    No ¿ Cómo va a ser entre iguales? los habitantes de Gaza sufren una dictadura islamofascista que agrede al Pais vecino con cientos de cohetes al año e Israel es una democracia que defiende a sus ciudadanos de los ataques terroristas.

     
  7. Saludos a todos los compañeros y camaradas: El mundo al revés; los buenos son los malos y los malos son los buenos, le roban sus tierras, los masacran y desean eliminarlos para siempre; estamos hablando de una extinción de un pueblo, de una nación, por razones de odio por el fascismo sionista, es excelente leer un artículo de judíos que están en contra del sionismo, és un concepto que representa la maldad unida a los imperios, en especial al gobierno norteamericano. En el Medio Oriente tienen que unificar todas sus fuerzas los países árbes y porsupuesto el país persa, Irán. Nos preguntamos ¿si no hubiese existido un grupo de nómadas que robaron y vienen extinguiendo un pueblo por conceptos étnicos? Palestina sin duda alguna hubiese prevalecido y estuviera en una posición de una nación progresista, pero los bárbaros con la ayuda de los británicos no lo permitieron, cada día están enjaulados, y los siguen acosando, si miramos los libros del Viejo Testamento podemos ver las acciones de miles de años y las fantasías de los judíos, en realidad no creo en odio de razas de ninguna índole, pero cuando estudio el antiguo Testamento solo puedo percibir un DIOS de odio y rencor contra otros pueblos y el exterminio de mujeres ancianos y niños> ¿Existió un DIOS de tal naturaleza? Definitvamente que no, pero los escribas y fariseos eran judíos, cuando uno estudia el Nuevo Testamento solo percibes un DIOS de amor y ayuda a su prójimo; ¿qué mayor evidencia que la figura de Jesús, que solo hablaba de amor y de los pobres. Es muy contradictorio; podemos añadir que los judíos fueron los culpables de la muerte del hombre que hablaba de paz entre los hombres.

    Solidaridad con Palestina y su pueblo,

    Joaquín Rozas el VASCO!!!!! P. D. Les dejo a los que tiene muy claro los conceptos sobre los libros de historia, El viejo Testamento y el Nuevo Testamento, saquen sus propias conclusiones.

     
  8. Satélite says:

    Una ex-primera ministro Israelí dijo, “no habrá mas guerra el dia que ellos amen a sus hijos tanto como nosotros amamos a los nuestros.

     
  9. Muerte y desolación deja el terrorismo, son actos de guerra contra civiles, Si un Estado como el de Israel comete actos de esta naturaleza, es un Estado terrorista. El restringir el agua potable , las comunicaciones, las actividades productivas por la fuerza, imponer un muro segregador, mas alto y ancho que el de Berlín con la intención de cerco inmediato y aniquilación mediata, son actos de terrorismo contra el pueblo Palestino, el asesinato selectivo es un acto de terrorismo, como los actos que desencadenaron la agudización de los brutales ataques en la Franja de Gaza, son actos que la conciencia mundial ha señalado ya hasta la saciedad como actos de terrorismo.
    Con que autoridad moral, prevalidos de qué, Israel se permite acribillar a todo un pueblo impunemente. No existe razón ni justificativos que amparen ésta conducta . Está al margen de todo código, de toda regla, de todo sentido humano, de toda lógica decente, éstas reprobables salvajadas deben ser castigadas por la comunidad de Naciones, que necesariamente deben desembocar en la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel o con la expulsión de la ONU.
    Pero Banki Moon hace declaraciones hipócritas haciendo llamados a que cese el fuego de parte y parte..Noooooo!! sr presidente de la ONU No!! Palestina es atacada, Palestina es víctima de bombardeo permanente y se defiende con lo poco que tiene !! ..Hay que detener la masacre a como dé lugar, debe intervenir el Vaticano, deberían destacar una ofensiva diplomática de los Estados Soberanos del Mundo en terreno neutral, el Ecuador reconoce el Estado Palestino, la UNASUR reconoce el Estado Palestino, pues ésta iniciativa de Paz debe ser llevada adelante por la UNASUR.

     
  10. Miguel A. says:

    La complicidad de los medios con el genocida gobierno israelí se ve claramente en como se describen los hechos.
    “Los palestinos” lanzan cohetes contra la población israelí indefensa. Mientras que el gobierno de Israel responde a Hamas.
    Israel se defiende de la agresión Palestina y responde “con contundencia”.
    Como dice Couso; en los medios “El tratamiento periodístico sobre las acciones militares en Gaza se basa en la minimización del horror, la falsa equidistancia entre agresor y agredido…”
    No es una guerra, es una agresión permanente de un estado poderoso, apoyado por la mayor potencia militar del mundo, contra un pueblo al que se le niega casi todos sus derechos: habitar en su tierra, decidir sobre su destino como pueblo, ser un país con todos los derechos y obligaciones de los demás integrantes de la ONU.
    Por otra parte, esta movilización de los 75 mil reservistas, totalmente desproporcionada aun para una intervención en toda la franja, parece más bien un ensayo general para algo más grande.
    Saludos,
    Miguel A.

     
  11. Satelite says:

    Un poco de research
    A las tribus llamadas así mismas israelitas se les conoce aproximadamente desde el 1210 BC.
    Los “Pueblos del mar”, supuestos descendientes de los filisteos y estos a su ves supuestos descendientes de los ipalestinos se remontan al 1208 a.n.e.
    Fuentes :Ecured y Wikipedia
    Me llama la atención que los filisteos después de enfrentamientos con sus vecinos se asentaron en la región central de lo que hoy se conoce como La Franja de Gaza.
    Tambien es de notar que los Israelitas se mencionan primero que los Filisteos.

     
  12. ana says:

    Iroel. …. estas viñetas y las anteriores las a censurado el “democrático e independiente” periódico de el País

    http://i.minus.com/jvmtscb8awwuz.jpg

    http://i.minus.com/jbhxqSevFTC3Vj.jpg

     
  13. No me extraña, es su religión.

     

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