Iroel Sánchez
“Ah, tú eres el barrendero”, me espetó Liborio Noval después de saber que uno de los dos niños que aparecían junto a Fidel en aquella foto suya publicada en el diario Granma era mi hijo.
Los dos muchachos, de apenas seis años, habían conseguido llegar hasta el Comandante en una de las muchas movilizaciones por el regreso del niño Elián González y el célebre fotógrafo hizo su instantánea en el momento en que ellos saludaban a Fidel.
A Liborio le habían solicitado de la dirección del periódico una copia para la familia de Jorgito, el amigo de mi hijo Rubén, pero Liborio hizo dos, “porque el hijo del barrendero también tiene derecho”.
He visto la noticia de su fallecimiento, en la televisión pusieron una entrevista hablando de sus fotos a Fidel, de cómo la Revolución lo hizo fotógrafo de prensa, y yo he recordado que también lo hizo un hombre bueno.
bellA ,original y muy humana necrologia . D.E.P.
Gracias, amigo Jaime
Buenos dias Iroel
hechos de esta naturaleza hacen grandes a nuestros compatriotas.
Liborio se mantendrá en nuestra Cuba gracias a sus fotos y a sus increíbles momentos de humildad.
Saludos desde Holguín