En 1906, Mark Twain escribió una crónica acerca del banquete anual de la organización autotitulada “The Ends of the Earth Club”, en ella ofrece una premonitoria visión de la relación entre Estados Unidos y Europa :
De la Europa monárquica importamos nuestro imperialismo y nuestras curiosas nociones de patriotismo, o sea, si es que tenemos algún principio de patriotismo que alguien pueda definir precisa e inteligiblemente. Entonces, sin duda resulta justo que instruyamos a Europa, a nuestra vez, en retorno por esta y otras clases de enseñanzas que de esa fuente hemos recibido.
“Hace algo más de un siglo dimos a Europa las primeras nociones de libertad que jamás había tenido, mediante ellas, felizmente y en buena medida contribuimos a la Revolución Francesa y reclamamos una parte de sus beneficiosos resultados.
“Desde entonces hemos impartido muchas lecciones a Europa. Si no hubiera sido por nosotros quizá Europa no hubiera conocido la figura del entrevistador sensacionalista. Si no hubiera sido por nosotros, algunos de los Estados europeos quizá nunca habrían experimentado la bendición de los impuestos extravagantes. Si no hubiera sido por nosotros, las compañías navieras de ultramar jamás habrían conseguido dominar el arte de envenenar al mundo en busca de dinero. Si no hubiera sido por nosotros, los trusts de seguros quizá nunca habrían dado con la mejor manera de explotar a huérfanos y viudas. Si no hubiera sido por nosotros, el resurgimiento largamente retrasado del periodismo nacionalista, irresponsable y encubridor de concupiscencias inconfesables, quizá se habría retrasado durante generaciones. Firme, continua y pertinazmente estamos americanizando a Europa, y a su debido tiempo completaremos la tarea.”
“Los anglosajones” (fragmento). En Mark Twain. Cronista de su época. Editorial Arte y Literatura. La Habana, 2003
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