Los viajes de EE.UU. a Cuba

 
Jesús Arboleya Cervera

Terminal 2 del Aeropuerto Internacional "José Martí" por la que arriban los viajeros procedentes de Estados Unidos a La Habana

Decenas de vuelos, desde diversos puntos de Estados Unidos, arriban semanalmente a varias ciudades cubanas. Se trata de vuelos charter, porque el gobierno estadounidense prohíbe las operaciones de líneas regulares, pero, aún así, constituye una conexión tan amplia como la existente antes de 1962, cuando fue cancelada por John F. Kennedy, y la más variada que existiera nunca entre los dos países.

La inmensa mayoría de los viajeros son cubanoamericanos, ya que son escasos los norteamericanos autorizados a viajar a la Isla y, aunque también son objeto de restricciones, cerca de 300 mil viajaron en 2010 y se calcula que 400 mil lo harán este año, lo que constituye alrededor de un cuarto de las personas de origen cubano residentes en Estados Unidos. Un número solo superado por los turistas canadienses que regularmente visitan el país.

Recuerdo que 100 mil lo hicieron en 1979, cuando tanto Estados Unidos como Cuba eliminaron prohibiciones vigentes desde hacía casi veinte años, y aquello resultó una tremenda conmoción en ambos lados del estrecho de la Florida.

Entonces en Cuba apenas existía turismo internacional y hubo que habilitar tiendas especiales y establecer regulaciones de todo tipo para enfrentar esta avalancha. El Aeropuerto “José Martí”, hasta entonces un lugar pequeño y tranquilo, donde podía llegarse media hora antes de la partida del vuelo y desembarcar prácticamente sin ser revisado, se convirtió en un abejero colmado de familiares, amigos, incluso desconocidos, que, emocionados hasta el delirio, recibían y despedían a las “mariposas”, como el humor cubano, de uno y otro lado, definió el cambio político que reflejó estos encuentros.

El aeropuerto de Miami no la pasó mejor. Las colas de cubanos cargados de paquetes desorganizaron el sistema y obligaron a medidas extremas de seguridad por temor a los ataques terroristas. Además, el español, difundido al máximo de decibeles, devino un tormento para los “anglos” que esperaban por sus vuelos hacia otras partes.

También en Miami y otras ciudades con alta concentración de cubanos, emergió un inusitado comercio de viajes y envío de paquetes a Cuba trasformando el paisaje del mercado local. Como para la extrema derecha cubanoamericana ello constituía, y constituye, una herejía, las personas involucradas en este mercado devinieron objetivo preferido de los terroristas nativos y hombres como Carlos Muñiz Varela fueron asesinados por defender las relaciones de los inmigrantes cubanos y sus descendientes con su país de origen.

En Cuba eran recibidos con sentimientos encontrados. Desembarcaban repletos de baratijas y, para evadir reales o supuestos controles aduanales, algunas señoras traían dos o tres sayas puestas y lucían voluminosos peinados engominados. Una prenda indispensable eran los impresionantes sombreros tejanos. Entonces me intrigó las razones de este atuendo, el cual no estaba de moda en ninguna de las dos partes, pero después descubrí que se trataba de un artículo destinado al trueque con los campesinos, para quienes constituía un símbolo de elegancia recordado con nostalgia.

Alrededor de los puercos adquiridos de esta manera, ya muertos y cocinados, claro está, se organizaba el homenaje a los recién llegados, lo que también provocaba la confrontación entre los que festejaban y aquellos que rechazaban estos eventos, convertidos en un dilema familiar para muchas personas.

Los sucesos del Mariel, en 1980, parecieron confirmar la opinión de las personas en Cuba que se oponían a estos viajes, por considerarlos nocivos para la sociedad revolucionaria y, a partir de ese momento, fueron restringidos por el gobierno cubano. La extrema derecha cubanoamericana recibió con gusto estas medidas y las creyó definitivas, pero quedó demostrado que se trataba de un proceso indetenible, ya que respondía a necesidades existenciales de ambas partes.

Por la parte cubana fueron flexibilizándose las restricciones hasta eliminarlas casi totalmente. Y aunque el gobierno de Estados Unidos ha actuado en sentido contrario y la extrema derecha cubanoamericana continúa actuando para que así sea, la presión popular ha obligado a una mayor apertura.

De hecho, el asunto de la libertad de viajar a Cuba se ha convertido en un tema central en la política estadounidense hacia la Isla, abarcando no solo a los cubanoamericanos. Específicamente en la comunidad de origen cubano, define a los bandos en pugna, siendo mayoritaria su aceptación, especialmente entre los jóvenes, los inmigrantes después de 1980 y los hijos de cubanos nacidos en Estados Unidos, como demuestran las últimas encuestas.

No tengo idea de cómo esto funciona actualmente en los aeropuertos estadounidenses, aunque supongo que una concentración de cubanos siempre llama la atención en cualquier parte, y el comercio con Cuba continúa siendo un fenómeno exótico, porque Estados Unidos impide organizarlo de otra manera.

Debo reconocer que tampoco he visitado la nueva terminal aérea construida por el gobierno cubano para recibir a los vuelos procedentes de Estados Unidos, pero he recibido opiniones favorables respecto a su funcionamiento. También los “maleteros” conservan su particularidad, aunque se han convertido en un comercio informal difundido por todo el país, hasta el punto, que algunos de los nuevos negocios privados se dedican libremente a la venta de los artículos que llegan por esta vía.

De cualquier manera, lo que me parece más importante, es que las visitas de los emigrados han llegado a convertirse en un hecho normal para la sociedad cubana. A pesar de que cuadruplican la cantidad de personas que viajó en 1979, no se notan en las múltiples poblaciones que visitan. El encuentro con familiares y amigos ha devenido un fenómeno de la cotidianidad y pocos son los que aún consideran un problema político el vínculo con ellos.

Muchos se hospedan en las mismas casas donde vivían antes de emigrar y parte del tiempo disfrutan con sus familias en hoteles, restaurantes y otros lugares de recreo, mezclándose con el resto de población de muchas maneras. Es cierto que la mayoría aporta a la economía familiar, pero lo usual es que esto ocurra sin ostentación ni condicionamientos, dentro de la naturalidad que confiere la familia cubana a estos vínculos.

Aunque siempre hay excepciones, en Cuba ha pasado de moda hablar de “gusanos”, pero también de “mariposas”, simplemente porque los nuevos emigrados no reflejan esta metamorfosis y el pueblo siempre es sabio. Tanto es así, que supongo llegará el día en que nadie se ocupará de contarlos y tendré que dedicarme a escribir sobre otros temas. (Publicado en Progreso semanal)

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8 Responses to Los viajes de EE.UU. a Cuba

  1. Saludos a los compañeros socialistas: Por lo visto todo es PAZ Y AMOR, ya no no se puede llamar ‘gusanos”, aunque sigan con sus ataques contra el pueblo y sus mentiras; ¿como vos propones que hay que llamarlos? Pasarán muchos años, teneis mucho tiempo para continuar con vuestro blog, asíique por el momento continuamos llamando “camaradas gusanos”.

    Saludos,

    Joaquín Rozas EL VASCO!!!!!!!!!!!!!!!!

     
    • iroelsanchez says:

      Amigo Joaquín:
      No te das cuenta de que es a EU al q conviene pintar como intolerantes a los revolucionarios y q como ha dicho Raúl quienes emigran de Cuba lo hacen en su mayoría por razones económicas y no políticas. ¿Son los extremistas en EU quienes están contra los viajes a Cuba, por qué será?

       
  2. gilberto says:

    el amigo joaquin pone las cosas color mandarina………….
    bueno, aqui va la opinion de un camarada gusano…..:

    excelente articulo, un poco pintoresco, light, pero equilibrado y sobre todo justo, toca por arribita pero toca. lo disfrute mucho.

    si, ojala el autor se dedique pronto a otros menesteres, y el movimento de cubanos in and out sea la cosa mas normal del mundo. necesitamos para eso dos cosas importantes, una el fin de la ley de ajuste, otra el fin de todas las restricciones de entrada y salida en Cuba

    creo que el fin de la segunda acabara inmediatamente con la primera, que ya empezo a ser bombardeada por la derecha, les hago un cuanto, una acuarela de Mayami……….

    Concierto de Pablito FG en La Cobacha (monumento nacional de la sawesera….) el cubaneo llegando por cientos, y en la acera de enfrente el piquete de 15 trasnochados de Vigilia Mambisa gritando “comunistaaaaas!!!!”

    llega un Lexus negro ultimo modelo, y se baja la cubana mas cubana que ojos humanos han visto, una triguena camagueyana con maxifalda cortada hasta donde la imaginacion alcanza……..

    le cayeron a gritos: comunista, chivata, descara !!!!!!! ……….y la tipa que ya iba entrando por la puerta del Club, se detiene, se vira, se remanga la minifalda hasta donde se conoce, y grita:

    ME SALE DEEEEEEL ……………………..(organo genital femenino dicho en cubano) !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    silencio en la acera de enfrente………………….15 segundos…..entonces un ancianito del exilio historico grita con lo que le quedaba de voz y de aire:

    ABAJO LA LEY DE AJUSTE CUBANO !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! en el colmo de una exlamacion mayamense.

    ese dia cambio el exilio y cambio el mundo.

     
  3. Carlos Rijo says:

    Me parece una buena medida el facilitar que los hermanos norteamericano “de origen cubano” visiten y conozcan Cuba, la tierra de sus ancestros, pro favor no les llame cubanoamericano, sino estadounidenses de origen cubano. Porque esos de cubano solo tienen el idioma

     
  4. Yo soy un americano, y yo apoyo a los viajes a Cuba. Cuba y EE.UU. la necesidad de continuar mejorando sus relaciones internacionales. Estoy orgulloso de los cambios recientes en Cuba, lo que los derechos de propiedad, y la venta de vehículos. Hacer más de esto Cuba.

    Translation:
    I am an American, and I support travel to Cuba. Cuba and the U.S need to continue to improve their international relations. I am proud of the recent changes in Cuba, allowing property rights, and the sale of vehicles. Do more of this Cuba.

     
  5. gilberto says:

    estimado Carlos,
    si, es posible que tengas tus razones para verlo de esa manera,

    pero en mi opinion personal unicamente si lo miras desde el angulo segun el cual quienes salimos de cuba, solo mantenemos un pasaporte o documento de viaje cubano, pero perdemos todos los derechos civiles y derechos de participacion en la vida politica (no deberiamos perderlo si se nos clasifica como emigrantes economicos), regresamos al pais con visa de estancia para 21 dias maximo y en calidad de turistas, perdemos nuestra casa y nuestras pertenencias en un inventario. no heredamos ninguna pertenencia de nuestra familia, padres, conyugues e incluso hijos, etc. no podemos tener ningun vinculo de trabajo ni medio de vida, no podemos conseguir atencion medica ni pagandola, ni acceso a ningun sistema de educacion para nuestros hijos. nosotros no tenemos pais, amigo.

    debes entender que necesitamos acojernos a otra nacionalidad, para seguir existiendo como individuos sociales y participar en la nueva vida que hemos seleccionado, porque todos tienen derecho a seleccionar que vida desarrollar, respetando obviamente los derechos de la mayoria y tambien los derechos de los individuos aislados

    los amigos venezlanos tienen la Revolucion Bolivariana, expuesta a peligros no muy diferentes a los que se a expuesto la revolucion y toda la sociedad cubana, y comparten el mismo enemigo mucho mas poderoso tal vez, y mucho mas peligroso que hace unas decadas.

    sin embargo los Venezolanos, de cualquier ideologia, vivan en el lugar o ciudad del mundo que decidan, viajan a su pais, mantienen sus casas, mantienen sus derechos civiles, votan en todas las elecciones, votan en elecciones presidenciales incluso desde aqui: en el consulado de La Republica Bolivariana de Venezuela en Miami.

    hay muchas cosas por resolver y gracias no a Dios sino a la misma Revolucion donde un dia se crearon estas contradicciones, hoy se habla de resolverlas.

    y digo gracias a esa revolucion, porque creeme, norteamericanos como tu nos llamas, aqui habemos muchos, muchisimos, la mayoria , que queremos lo mejor para nuestra patria, que es Cuba, y lo mejor en este momento es que la misma Revolucion con la que un dia podemos haber tenido diferencias, pero no somos su enemigo, retome estos asuntos e impida a toda costa y todo costo que nuestra Isla caiga en manos de la derecha de Miami, minoria ya, pero peligrosisima aun, MUY PELIGROSA Y MUY HIJOEP.

     
  6. Estoy muy de acuerdo con gilberto,los cubanos de cualquier parte del mundo,deben mantener su ciudadania,con todos los derechos y deberes que ello implica.Los que queremos cambios en Cuba lo queremos para bien.se puede tener diferencias,pero la mayorias aqui no somos enemigos,bienestar para todo el pueblo.saludos

     
  7. Lester Hernández Cespedes says:

    No se porque se restringuen los viajes a Cuba, me imagino que no sea por la mentira de que somos un pais que insentiva el terrorismo, porque si haci fuese no se como le dirianos a EE.UU. que en sus calles tiene a Luis Posada Carriles terrorista buscado en varios paises por sus actos terroristas. La mayoria de los familiares de cubanos que viven en el extranjero viven en EE.UU. ahi es donde se concentran la gran mayoria de ellos. Los viajes de ellos para visitar a sus familias aqui en Cuba, deberían dejarse hacer cuando ellos dispongan y no poner trabas para estos, esta es la forma en que el pueblo se revela contra el gobierno, al limitar cosas tan impresindibles como la familia, asi es el descontento del pueblo americano. Cada persona es dueña de sus actos.

     

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