Pedro Pablo Gómez
En los momentos que vivimos en la actualidad, donde buscan celebridad algunas especies de disidentes tarifados, arrepentidos de haber apoyado nuestra Revolución, y hasta neo-anexionistas, que reclaman de la administración norteamericana más presión, agresión e intervención contra Cuba; hay personas que, como sentenciara nuestro Apóstol, José Martí, reúnen en sí el decoro de muchos hombres.
Me animo a escribir estas líneas después de leer la información de la periodista estadounidense Karen Wald, referida a la joven puertorriqueña Ana Belén Montes, condenada por la “justicia” de los Estados Unidos por haber actuado en beneficio de nuestra patria, desde las entrañas del Pentágono en la Agencia de Inteligencia de la Defensa (AID), donde era analista de primera categoría en la línea de trabajo contra Cuba. Ella cumple una condena de 25 años de reclusión, de los cuales ha cumplido diez, con conciencia de su acción y por la cual declaró en el juicio sumario a que fue expuesta lo siguiente:
“Honorable, yo me involucré en la actividad que me ha traído ante usted porque obedecí mi conciencia más que obedecer la ley. Yo considero que la política de nuestro gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, me consideré moralmente obligada de ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político.
“Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante cuatro décadas. Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia. Yo no entiendo cómo nosotros continuamos tratando de dictar… como Cuba debe seleccionar sus líderes, quienes no deben ser sus dirigentes y que leyes son las más adecuadas para dicha nación. ¿Por qué no los dejamos decidir la forma en que desean conducir sus asuntos internos, como Estados Unidos ha estado haciendo durante más de dos siglos?
“Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.
“Hoy vemos más claro que nunca que la intolerancia y el odio – por individuos o gobiernos- lo único que disemina es dolor y sufrimiento. Yo espero que Estados Unidos desarrolle una política con Cuba fundamentada en el amor al vecino, una política que reconozca que Cuba, como cualquier otra nación quiere ser tratada con
dignidad y no con desprecio”.
Sobran comentarios sobre la entrega y decisión de la patriota puertorriqueña, con total conciencia de su acción para apoyar de forma solidaria nuestra Revolución, a pesar de todas las campañas y mentiras de las que estuvo rodeada en su quehacer. Y hay en el mundo muchas Ana Belén Montes, que apoyan a nuestra patria en los distintos confines del Mundo.
Los enemigos de Cuba le llamarán espía, yo personalmente la considero mi hermana. Ella constituye un aliento para continuar la lucha por la Revolución.
Ana Belen es digna de admiración y ejemplo a seguir. Su injusta condena, junto con la de los 5 heroes cubanos, muestra una vez más lo viciado que está el sistema judicial norteamericano.
Saludos compañeros socialistas: la puertorriqueña asumió la actitud que mucho no lo han hecho, vivo en la colonia como español emigrante, mi otra mitad es boricua porque mi madre era puertorriqueña. Como podeis ver no todos los puertorriqueños están asimilados, y como un pueblo que ha recibido la artilleria asimilista por tantos años, y las siete generaciones de descedientes de los primeros campesinos enviados por un traidor que dijo” nuestra independencia está a la vuelta de la esquina” Luis Muñoz Marín, el primer gobernador colonial de la isla. Tenemos que enviar nuestra solidaridad con nuestra camarada y compañera, como de igual con los cinco héroes cubanos que Ya están en la historia contra el imperio yanqui. Enviemos cartas a nuestra compañera Ana Belén Montes, porque muy bien sabemos que las cárceles del imperio es salvaje y si es por razones de combatividad contra el “lobby” de chacales es peor.
Solidaridad con Ana Belén y los cinco presos cubanos.
Joaquín Rozas el VASCO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ana Belen demuestra que ya el pueblo de estados unidos se está dando cuenta de quienes los gobiernan y de que ese sistema hace aguas. EL CAPITALISMO SE HUNDE HAGÁMOS PESO. Solidaridad compañera !!!VENCEREMOS!!!
envio mi saludo a todas y todos aquellos como ana belen van por el mundo dejando huella de sus convicciones y principios revolucionarios y les digo que no estan solos cuando les asiste la razón