“¿Qué cosa podríamos saber de él o averiguar para desacreditarlo?, ¿Bebe?, ¿Cuáles son sus opiniones? ¿Está casado?”. No se trata de una escena de un filme anticomunista ambientado en los años de la Guerra Fría, sino de las preguntas de un supervisor de la CIA, según un reporte de The New York Times que relata el interés de la Casa Blanca sobre Juan Cole, especialista en Medio Oriente, blogger y profesor en la Universidad de Michigan. Cole, mantiene el popular blog Informed Comment, que se hizo célebre por sus críticas a la Guerra de de Iraq.
Un ex alto funcionario de la CIA especializado en antiterrorismo declaró al Times que el gobierno de George W. Bush trató de descubrir información personal para perjudicar a Cole. En declaraciones al diario neoyorquino, el ex oficial de la CIA, Glen Carle, declaró que el gobierno de Bush hizo al menos dos solicitudes de información de inteligencia sobre Juan Cole y afirmó que fue abordado en persona por su supervisor del Consejo Nacional de Inteligencia, David Low, quien le dijo que la Casa Blanca quería “agarrar” a Cole.
Desde el escándalo de Watergate, la CIA y otras agencias de espionaje tienen prohibido vigilar las actividades de los ciudadanos estadounidenses dentro de Estados Unidos, lo que fue reservado al FBI, y se ha incrementado después de la aprobación de la llamada Ley Patriota con el pretexto de la “guerra contra el terrorismo”.
Carle relató que un memorándum escrito por su supervisor incluyó detalles despectivos sobre el profesor Cole, pero que pueden haber sido eliminados antes de llegar a la Casa Blanca. George Little, portavoz de la agencia dijo por su parte que “hemos investigado a fondo nuestros registros, y cualquier alegato de que la CIA proveyó información privada o despectiva sobre el profesor Cole a alguien es simplemente erróneo” pero ya se sabe de la habilidad de la célebre institución para lavar sus culpas.
Entrevistado por el sitio alternativo Democracy Now Juan Cole afirmó: “Bueno, es indignante que el gobierno de Bush utilizara recursos de la CIA, no sólo para espiar a un ciudadano estadounidense en territorio de Estados Unidos, sino que lo hiciera con el objetivo de dañar su reputación. Esto es simplemente sabotaje; debemos tener presente que en momentos en que el país enfrentaba enormes desafíos, como atrapar a Bin Laden, destruir Al Qaeda y comprender qué estaba pasando en Afganistán e Iraq, distraer recursos para este tipo de oscuras maniobras polítcas era absolutamente criminal”.