El escritor Jorge Ángel Hernández Pérez, ha venido a sumarse a los intelectuales cubanos que ya animan su propio espacio en la web.
Con su blog Ogúnguerrero, el poeta, narrador y ensayista villaclareño viene aportando a la blogosfera cubana, desde el pasado mes de abril, un periodismo analítico y de polémica con interesantes referencias culturales.
Su más reciente post, titulado“La noticia, las fuentes y las partes” ha sido reproducido en numerosos espacios de la web y se inserta de lleno en la actualidad noticiosa, aportando una visión crítica de la cobertura mediática a la Cuba actual que compartimos desde La pupila insomne.
Hoy es un día de batalla, como lo son todos los días en que se vive a plenitud.
No hay un solo día que no sea de batalla y de trabajo.
Los verdaderos días en que se festeja el nacimiento de la vida son los días en que se crea.
Crear es la única posibilidad de la virtud, de alcanzar con la visión de la conquista lo que se espera del ser humano y en él hay tanto que se hace inagotable.
El humano tiene de tanto amor hecha la realidad que se hace inagotable y se reproduce aún a causa del dolor mismo que le causa la inmadurez de otros que no alcanzan a ver sino la parte negativa de lo que somos, o sea la negación de la negación.
Lo humano va en la pupila de los que ven el infinito y alcanzan a tener la grandeza con tanta hechura que nace del aparente hilo de agua que luego se torna en catarata y ya que nedie la puede detener.
La grandeza de cada uno de nosotros no está en despertar añorando cosas, sino de sumar a lo hecho lo que podamos y sentirnos orgullosos de vivir y poder dar un poco, cuando menos no restamos nada a la hechura.
El verdadero creador es el hombre y somos ten perfectos porque hemos sido hechos de la casualidad de la naturaleza, así como un accidente, tanto que todo lo que nos rodea tiene una marcada imperfección que nos diferencia y somos los únicos que hacemos que se vea lo que en escondidos parajes nos parece hermoso y descubrimos que lo único que vale es la vida y vivirla en paz y plena vale por sentir que somos la misma pupila que se negaba a dormir en Rubén, porque nosotros vamos en pos de un sueño realizable.
Cuando se tiene a manos un niño, cuando se alcanza a morir por el en plena conciencia de que nacemos nuevamente, se está en posesión de la vida más profunda y en el hecho más verdadero. La vida es infinita cuando se vive a plenitud y se alcanza a ser feliz en ella.
Crear es la palabra de orden y no se ha de ver más que la luz, cuando se anda de prisa y no se tiene hora para morir, se está en posesión de la grandeza y se muere con una humildad tranquila y se recocija el hombre cuando en el amenecer se burla de la muerte.
Erase Rubén un peregrino que se robaba el cariño de la gente y combatía todos los días las inclemencias, porque amaba a tantos como odiaba su imperfección.