Comandante Raúl Castro en el Congreso Campesino en armas
En un análisis, publicado en su blog Cartas desde Cuba en BBC Mundo, sobre los resultados del Congreso del Partido Comunista en la Isla y la dirección que de él ha emergido, el periodista Fernando Ravsberg ha llamado la atención sobre algo que al parecer ha pasado inadvertido para muchos de sus colegas al opinar sobre el tema:
“Los generales del Buró no parecen estar ahí por sus “estrellas” sino por los humildes uniformes guerrilleros que vistieron en su juventud, cuando establecieron entre sí poderosos lazos de confianza, como ocurre entre quienes arriesgan juntos la vida.
“Todos son obsesivos respecto a la unidad, pertenecen a una generación convencida de que perdieron independencia en el siglo XIX a causa de la división interna. Y creen que EE.UU. aprovechará la más mínima brecha para dominar a la nación.”
Lo único que habría que añadir es que esas obsesiones son compartidas por la mayoría de los cubanos.
La unidad mencionada es tan imprescindible como que el pueblo sea protagonista político de la Revolución. La unidad que demuestra el pueblo cubano, más allá de sus diferencias que si existen a pesar de que el imperio del capital intenta ignorar o al menos magnificarla, es el oxígeno para cualquier proceso de cambios sociales. La Revolución cubana aún sigue enseñando que cuando un pueblo está unido y lucha por el mismo objetivo, es imparable.
También quiero rescatar que esta unidad tan necesaria es la que aún estamos intentando llegar los pueblos del mundo en general, latinoamericanos en particular. La unidad no se trata de “conciliación de clases” como pretenden los pseudos revolucionarios, ni tampoco la opresión del partido sobre todo un pueblo como dicen los capitalistas. La lucha socialista es un camino sinuoso, apasionante y con tropiezos. Sino no sería una senda hacia el comunismo. Cuba, aún en sus peores años de resistencia casi solitaria, ha demostrado ser perseverante y contundente junto a sus dirigentes populares.
Este último congreso marca esta senda de unidad y construcción del socialismo para llegar a una sociedad sin clases. Pero sabemos los comunistas que esta sociedad sin clases no se logra ni en un sólo país, ni mediante un decreto o congreso. Se logra en un proceso histórico que trasciende el tiempo humano.
Saludos y felicitaciones por el blog, compañero.
Un abrazo rebelde desde Argentina!
Solo La unidad mantiene los claros ideales de la revolución,ese papel indestructible nos da el ejemplo CUBA EL TERRITORIO LIBRE DE AMERICA, que ha mantenido la acrisolada unidad entre el partido y el pueblo, Gracias a su ejemplo inclaudicable, la lucha por nuestra segunda y definitiva independencia continua, avanzamos y llegaremos a la meta de construir un mudo de igualdad, un mundo del buen vivir, donde no haya explotadores ni explotados.
Gracias a esa unidad hemos podido enfrentar tantas agresiones a nuestro país dirigidas precisamente desde EE.UU y hemos mantenido esta Revolución que lleva ya 52 años. Muchos cubanos estamos orgullosos que los mismos compañeros que libraron los combates de la última etapa de liberación de Cuba, expresada en el triunfo revolucionario de 1959, sigan al frente de la dirección de nuestro país; formando con su experiencia a las nuevas generaciones de cubanos. De un país que protege a terroristas que le han causado la muerte a tantas cubanas y cubanos, y a personas inescrupulosas que solo abogan por la violencia y el odio; como lo es EE.UU, nunca bajaremos la guardia, el imperio norteamericano tiene como única misión destruir todo aquello que se parezca a paz y solidaridad.
El pueblo cubano y sus dirigentes mantienen una unidad a toda prueba, los líderes han sabido ser humildes y el pueblo ha sido partícipe en todo el proceso de la revolución.
Hace años tuve la oportunidad de conversar con el comandante Guillén Celaya, oriundo de Chihuahua, México, él como expedicionario de el Grandma tuvo un papel importante en la consolidación del proyecto revolucionario cubano y comentó cuál ha sido la base de la revolución, “la unidad”. Tenía razón, pues ha sido la dispersión ideológica lo que echó a perder muchos proyectos en América Latina. Hoy de nueva cuenta Cuba nos da una lección.