Miami después de Trump. Por Emilio Ichikawa

 
La Krome Avenue era un campo y ahora es un desierto
Llueve. Detrás de los cristales del transporteichon llueve y llueve. Y en la Krome Avenue, desde la Campbell Drive a la Calle 8 bien al west, no hay un tipo a la vista. Los campos roturados (un decir, porque en el sur de Miami se siembra sobre arena, no sobre tierra como en Cuba; o sobre cenizas, como en Japón) están deshabitados: los guatemaltecos, nicas y salvadoreños (aquí los patrones son mexicanos y los ex guajiros cubanos inversores) temen que los detenga la migra. Es su interpretación.

Continue reading

Posted in Cuba, Estados Unidos, Latinoamérica | Tagged , , , | 3 Comments

Esperando a los bárbaros. Por Constantino Cavafis

 

-¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan. Continue reading

Posted in Literatura | Tagged | 9 Comments

José Martí y el abrazo de Fidel Castro. Por Luis Toledo Sande

 

¿He de decir a usted cuánto propósito soberbio, cuánto potente arranque hierve en mi alma? ¿que llevo mi infeliz pueblo en mi cabeza, y que me parece que de un soplo mío dependerá en un día su libertad?

(Carta de José Martí a Manuel Mercado, 6 de julio de 1878) 

Lector voraz como José Martí, Fidel Castro pudo haber escrito de sí palabras con que el primero se autocaracterizó: “Napoleón nació sobre una alfombra donde estaba la guerra de Europa. // Yo debí nacer sobre una pila de libros”. Pero el propio Martí plasmó en otro apunte una confesión que complementa la citada y es igualmente aplicable a Fidel: “el libro que más me interesa es el de la vida, que es también el más difícil de leer, y el que más se ha de consultar en todo lo que se refiere a la política, que al fin y al cabo es el arte de asegurar al hombre el goce de sus facultades naturales en el bienestar de la existencia”. Continue reading

Posted in Cuba, Fidel, Fidel Castro, Historia, Latinoamérica | Tagged , , , , | 26 Comments

Con José Martí contra la colonización cultural. Por Luis Toledo Sande

 

Próximo a cumplir dieciséis años, trazó José Martí en el periódico El Diablo Cojuelo la disyuntiva, “¡O Yara o Madrid!”, ante la cual había tomado resueltamente su opción, que se fortaleció y se enriqueció hasta su muerte en combate el 19 de mayo de 1895. Sin “eso que los franceses llamarían afrentosa hésitation” abrazó la lucha anticolonialista, representada en Yara. Su actitud la iluminaba desde temprano un creciente conocimiento del mundo. Lo muestra el texto con la referencia hecha a la lengua francesa y al título de la publicación, que, quizás tomado por él, reproduce el de la novela del español Luis Vélez de Guevara.

Más de una vez enfiló Martí contra el pensamiento colonizado fuentes en que bebían quienes se supeditaban al colonialismo, lo ensalzaban o medraban con él. A inicios de 1891, en “Nuestra América”, sostuvo que no eran tiempos “para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos”. Aludía con ello a la Elegía de varones ilustres de Indias, que ese autor español escribió en honor de los conquistadores, lo que el revolucionario cubano subvirtió al citarla para animar con ella el espíritu de lucha necesario contra la herencia de la conquista.

Sin aislarse del mundo —como el “aldeano vanidoso”, quien “cree que el mundo entero es su aldea”, y con tal de que a él lo beneficie “ya da por bueno el orden universal”— sabía necesario partir de un profundo conocimiento de la realidad propia: “Resolver el problema después de conocer sus elementos, es más fácil que resolver el problema sin conocerlos […] Conocer es resolver”. Y el conocimiento debía servir a la práctica: “Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías. La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia”. La conjunción aunque indica prioridad, no resignada promoción de la ignorancia.

En lo que sigue: “Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria”, no solo se debe percibir el peso de la prioridad reclamada, sino también la convocatoria a estudiar el conjunto mundial para encarar con ese conocimiento las necesidades de lo propio: “Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas”.

Ante esa orgánica combinación —de raíz ética— de autoctonía y universalidad se recuerda uno de sus apuntes de 1881: “Ni será escritor inmortal en América, y como el Dante, el Lutero, el Shakespeare o el Cervantes de los americanos, sino aquel que refleje en sí las condiciones múltiples y confusas de esta época, condensadas, desprosadas, ameduladas, informadas por sumo genio artístico”. He aquí su aspiración: “Lenguaje que del propio materno reciba el molde, y de las lenguas que hoy influyen en la América soporte el necesario influjo, con antejuicio suficiente para grabar lo que ha de quedar fijo de esta época de génesis, y desdeñar [de] lo que en ella se anda usando lo que no tiene condiciones de fijeza, ni se acomoda a la índole esencial de nuestra lengua madre, harto bella y por tanto poderosa, sobre serlo por su sólida estructura, para ejercer a la postre, luego del acrisolamiento, dominio sumo—tal ha de ser el lenguaje que nuestro Dante hable”.

Puesto que apreciaba la interrelación entre la actitud patriótica y la anchura universal de la realidad, en una de las notas del 26 de enero de 1895 de la sección “En casa” del periódico Patria no se limitó a escribir: “Patria es humanidad”, como suele citarse fuera de contexto. A eso añadió inmediatamente: “es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca, y en que nos tocó nacer;—y ni se ha de permitir que con el engaño del santo nombre se defienda a monarquías inútiles, religiones ventrudas o políticas descaradas y hambronas, ni porque a estos pecados se dé a menudo el nombre de patria, ha de negarse el hombre a cumplir su deber de humanidad, en la porción de ella que tiene más cerca”.

En el mismo periódico elogió el 20 de agosto de 1892 a la pianista puertorriqueña Ana Otero: “No le viene de indiferencia su variedad, sino de la condición, rara aun en músicos y poetas ilustres, de hallar la beldad, calce zueco o chapín, dondequiera que el hombre, risueño o tenebroso, ha sentido un golpe de luz en los ojos, o un golpe de sangre en el corazón”. Él apreciaba y disfrutaba el arte de una bailarina española —“¿Cómo dicen que es gallega?/ Pues dicen mal: es divina”—, sin someterse, como hacían y hacen otros, a símbolos de la metrópoli: “Han hecho bien en quitar/ El banderón de la acera;/ Porque si está la bandera,/ No sé, yo no puedo entrar”, declaró en el poema X de Versos sencillos.

En 1882, en su texto sobre el autor irlandés Oscar Wilde, escribió: “Vivimos, los que hablamos lengua castellana, llenos todos de Horacio y de Virgilio, y parece que las fronteras de nuestro espíritu son las de nuestro lenguaje. ¿Por qué nos han de ser fruta casi vedada las literaturas extranjeras, tan sobradas hoy de ese ambiente natural, fuerza sincera y espíritu actual que falta en la moderna literatura española?”. Con esa perspectiva hizo una generalización que, a salvo de cosmopolitismos nubáceos, remite a su anticolonialismo y a su extraordinario aporte a la fundación de una nueva literatura en español: “Conocer diversas literaturas es el medio mejor de libertarse de la tiranía de algunas de ellas”.

Abonadas por su conocimiento de las letras españolas, esas ideas se afianzarán todavía más con su conocimiento de la nación donde crecía la potencia que se aprestaba a ser la nueva metrópoli —neocolonialista, imperialista— no solo de Cuba. En “La verdad sobre los Estados Unidos”, texto con que el 23 de marzo de 1894 anunció el inicio en Patria de una sección dedicada tratar la vida en aquel país, sostuvo: “Lo malo se ha de aborrecer aunque sea nuestro; y aun cuando no lo sea. Lo bueno no se ha de desamar solo porque no sea nuestro”, pero también repudió, como “aspiración irracional y nula, cobarde aspiración de gente segundona e ineficaz”, la de imitar a los Estados Unidos.

Al respecto expresó en el discurso conocido como Madre América: “En unos es el excesivo amor al Norte la expresión, explicable e imprudente, de un deseo de progreso tan vivaz y fogoso, que no ve que las ideas, como los árboles, han de venir de larga raíz, y de ser de suelo afín, para que prendan y prosperen, y que al recién nacido no se le da la razón de la madurez porque se le cuelguen al rostro blando los bigotes y patillas de la edad mayor. Monstruos se crean así, y no pueblos: hay que vivir de sí, y sudar la calentura”. El día antes de su muerte ratificará lo que de distintos modos había expresado durante años: todo cuanto había hecho, y haría, tenía el propósito de impedir la expansión del entonces naciente imperialismo estadounidense.

Pronunció aquel discurso el 19 de diciembre de 1889 ante delegados hispanoamericanos a la Conferencia Internacional que entre ese año y el siguiente sesionó en Washington y —a pesar de lo dicho en The Evening Post, uno de los diarios que en marzo de 1889 habían propalado los insultos que él refutó con su Vindicación de Cuba— fue cuna institucional del panamericanismo imperialista. Refiriéndose a James G. Blaine, secretario de Estado y artífice del foro, aquel periódico declaró que, aunque The Tribune, vocero del venal político, aseguraba lo contrario, se había dado “la victoria patente y completa del pensamiento hispanoamericano sobre arbitraje, marcadamente opuesto al pensamiento de los Estados Unidos”. Este lo representaba Blaine, cabecilla de la diplomacia yanqui, regida —apunta Martí— por intereses “que quieren atar por la espalda, con lazos políticos, las manos de los pueblos compradores para llenarles los bolsillos indefensos de cotones a medio pintar y jabones de Colgate”.

Pero los gobernantes de esa nación seguirían buscando en el comercio caminos para someter política y culturalmente a nuestra América, y Martí, refutando, inquiere: “¿A qué ir de aliados, en lo mejor de la juventud, en la batalla que los Estados Unidos se preparan a librar con el resto del mundo? ¿Por qué han de pelear sobre las repúblicas de América sus batallas con Europa, y ensayar en pueblos libres su sistema de colonización?” Para denunciar lo que se trama, desmonta la prensa del país. De The New York Herald cita: “Es un tanto curiosa la idea de echar a andar en ferrocarril, para que vean cómo machacamos el hierro y hacemos zapatos, a veintisiete diplomáticos, y hombres de marca, de países donde no se acaba de nacer”; del Tribune, esto: “ha llegado la hora de hacer sentir nuestra influencia en América: el aplauso de los delegados al discurso de Blaine fue una oración”.

Esas son algunas de las citas que Martí emplea para poner en claro el plan imperialista. Sabe que The Tribune ensalza dolosamente el discurso de Blaine, pero también sabe que no todos los delegados hispanoamericanos al foro son conscientes de lo que se urde. Algunos aceptan deslumbrados. En Madre América dice: “A unos nos ha echado aquí la tormenta; a otros, la leyenda; a otros, el comercio; a otros, la determinación de escribir, en una tierra que no es libre todavía, la última estrofa del poema de 1810; a otros les mandan vivir aquí, como su grato imperio, dos ojos azules. Pero por grande que esta tierra sea, y por ungida que esté para los hombres libres la América en que nació Lincoln, para nosotros, en el secreto de nuestro pecho, sin que nadie ose tachárnoslo ni nos lo pueda tener a mal, es más grande, porque es la nuestra y porque ha sido más infeliz, la América en que nació Juárez”.

El proyecto martiano de independencia para Cuba tenía entre sus fines contribuir a salvar a nuestra América toda de la voracidad estadounidense, y asegurar el equilibrio del mundo. Pero sus afanes, truncos tras su muerte, no empezarían a consumarse hasta el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. Se lograría también desafiando la hegemonía de un imperio con poderosos recursos comerciales y bélicos, y con una astuta difusión de sus valores o desvalores culturales, que encontraba y encuentra apoyo en cómplices y en desprevenidos.

Ocurre hoy, ostensiblemente, lo que Martí denunció en el ensayo de 1891 ya citado: “¡Estos hijos de nuestra América, que ha de salvarse con sus indios, y va de menos a más; estos desertores que piden fusil en los ejércitos de la América del Norte, que ahoga en sangre a sus indios y va de más a menos!” Aludiendo a franceses promonárquicos de modales afectados, y célebres por repetir la frase “Eso es increíble, mi palabra de honor”, expresó asimismo rechazo a ciertos latinoamericanos: “¡Estos ‘increíbles’ del honor, que lo arrastran por el suelo extranjero, como los increíbles de la Revolución francesa, danzando y relamiéndose, arrastraban las erres!”. Actualmente, en medio de una globalización coyundeada por los Estados Unidos, se imponen o se intenta imponer —como si fuera obra natural, no fruto de maniobras— lo que le conviene a ese país. El inglés ha devenido lingua franca, para ganancia del imperio que, OTAN mediante, despliega por vías militares las campañas de dominación que constantemente lleva al terreno económico y al cultural.

¿Es en Cuba necesario llamar, a un festival celebrado en su capital, Havana World Music? ¿Resulta imprescindible que una empresa cubana y destinada a promover música cubana se nombre Bis Music? Con el fin de fomentar citas culturales habaneras, ¿hay que hablar de Havana Night? En nombres de grupos artísticos cubanos, ¿es acaso insoslayable dance en lugar de danza? Para mencionar a los asesores de un programa televisual dirigido a mantener viva en Cuba su música, ¿es forzoso usar el término coach, que luego locutores y promotores ni siquiera saben que tiene un plural, coaches? Si se quiere difundir lo cubano en ámbitos anglohablantes, que ni remotamente son los únicos en el mundo, ¿no vale confiar en que sus pobladores tienen la inteligencia necesaria para suponer que música equivale a music y danza a dance? Los hispanohablantes, aun sin saber inglés, ¿no infieren la equivalencia inversa? ¿Por qué promover en Cuba la noción de very important persons y las aberraciones que acarrea? ¿Es más elegante un coffee break que un receso?

La ingenuidad nada disculpa. Tener conceptos culturales claros, y actuar de acuerdo con ellos, sería también un recurso eficaz y digno para honrar al Martí que, refiriéndose a un artista y pedagogo patriota, el cubano Emilio Agramonte, quien triunfaba en Nueva York, dijo que debía verlo “todo el caído que crea que nuestras tierras valen para poco; que tenemos que beberles el aliento a los rubios del mundo”. Sabía bien lo que decía y hacía en “La verdad sobre los Estados Unidos”, artículo ya citado, al impugnar a aquellos a quienes “no les parece que haya elegancia mayor que la de beberle al extranjero los pantalones y las ideas, e ir por el mundo erguidos, como el faldero acariciado el pompón de la cola”.

http://www.cubarte.cult.cu/es/article/47997

Posted in Cuba, Estados Unidos, Fidel, Fidel Castro, Historia | Tagged , , , | 7 Comments

Escribir para Internet Por Víctor Angel Fernández

 

Hace más de 15 años, publiqué un artículo con este mismo título, sólo con la diferencia de poner entre signos de interrogación la frase, porque en aquellos momentos, era más importante acentuar la presencia de nuestras opiniones en la red de redes, que desgastarse en todas las consideraciones tecnológicas que este nuevo medio exigía y que, pasado el tiempo, poco a poco se han ido dominando. Continue reading

Posted in Cuba, Internet, Latinoamérica | Tagged , , | 17 Comments

#LaPupilaTv Conversando el Che (Video, Parte II)

 

Segunda parte del programa especial en dos partes de La pupila asombrada a partir de materiales inéditos pertenecientes a la entrevista que realizara la periodista Lisa Howard al Comandante Che Guevara para el canal de televisión norteamericano ABC del que solo salieron al aire 22 minutos doblados al inglés el 22 de marzo de 1964 y que se grabara originalmente en el despacho del entonces Ministro de Industrias de Cuba un mes antes.  Continue reading

Posted in Cuba, Fidel, Fidel Castro, Historia, Latinoamérica | Tagged , , , , | 3 Comments

La “válvula de escape” o el cuento de los fenicios. Por Antonio Rodríguez Salvador

 

Ilustro este artículo con un cuento popular. Un estudiante le dice a otro: Mira, puedes ir a la fiesta. De buena tinta sé que tu examen de mañana será sobre los fenicios. Solo tienes que estudiar ese capítulo. Total, que el joven le hace caso, pero al día siguiente recibe una desagradable sorpresa: la pregunta era sobre los vándalos. Desconocedor del tema, solo atina a escribir lo siguiente: Los vándalos eran un pueblo tan feroz que asolaban cuanto hallaran a su paso. Entre las ciudades arrasadas estuvo Cartago, un asentamiento fenicio. Porque los fenicios… Y a continuación transcribió todo lo que sobre los fenicios el día anterior había estudiado.

Deambulo por internet, y al leer ciertos diarios y blogs, así como a sus voceros de las redes sociales, veo que una y otra vez repiten lo mismo: Obama ha privado a Cuba de una tradicional y necesaria “válvula de escape”.

valvulaCon esa tesis pretenden mostrar que en Cuba no ocurren revueltas populares porque quienes podrían iniciarlas periódicamente escapan del país. Ahora, sin el supuesto alivio de presión que significaba la política de pies secos-pies mojados, afirman que pronto la caldera estallará. Desde luego, este es solo el arranque de su tesis, porque a continuación nunca dejan de introducir intempestivamente el guión aprendido, según sucedió al estudiante en el cuento de los fenicios.

Ya sabemos en qué consiste su trama: por ejemplo, en él nunca se deja de narrar que el socialismo es un fracaso; dicen que acá la gente huye porque casi nos estamos muriendo de hambre. Para nada importa que por estos mismos días la Organización Panamericana de la Salud haya emitido un informe donde indica que Cuba es el país de América Latina y el Caribe con menor prevalencia de bajo peso al nacer (5,3 %), y que la población cubana presenta un 59 % de sobrepeso, solo superada por muy pocos países de la región.

En fin, las técnicas, obsesiones y medias verdades de ese cuento se repiten hasta el cansancio. Como siempre, en él asimismo procuran escamotear un simple detalle: la emigración cubana no tiene carácter político, sino económico.

En Estados Unidos hay alrededor de un millón doscientos mil cubanos nacidos en la isla, y, en 2016, vinieron de visita al país unos 400 mil. ¡Vaya perseguidos políticos que una y otra vez regresan de vacaciones al país que supuestamente los reprime! Uno de los recursos más usados en la desinformación, es la simplificación exagerada de datos. La técnica consiste en potenciar unos, y omitir otros, con el objetivo de favorecer informaciones que confirmen las propias creencias o hipótesis.

Por ejemplo, difícilmente usted se entere por ellos de que, a pesar del privilegio único que ha significado la política de pies secos-pies mojados —unida a su par, la Ley de Ajuste Cubano—, nuestro país solo ocupa el octavo lugar por el número total de emigrantes a Estados Unidos. En primer sitio está México con unos 12 millones, seguido de El Salvador con tres. Por detrás de Cuba, pero muy próximos, se ubican Guatemala y República Dominicana. Me preguntó cuántos más emigrantes tendrían tales países, y otros, de haber contado con el privilegio de una ley que otorgara a sus ciudadanos residencia inmediata en el país norteño. Dos tercios de los bolivianos, que antes del gobierno de Evo Morales exhibían más de un 60 % de pobreza, probablemente estarían viviendo en Estados Unidos. ¿Y Haití? ¿Acaso existiría como nación?

En cuanto al número de emigrados cubanos de los últimos tiempos, siempre procuran el que más pueda impresionar. La técnica consiste en agrupar la cifra de varios años, digamos la de un período de cinco o seis de modo que el total crezca. Tomo al azar uno de los medios que por estos días abordan el tema, y este nos dice que, según el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, de 2012 a la fecha “118 mil cubanos han llegado a Estados Unidos presentándose en puertos de ingreso a lo largo de la frontera”. A primera vista el número pone a pensar. Sin embargo, se omiten un par de detalles. Primero, esto significa un ritmo de unos 19 mil y tantos emigrantes al año, cifra inferior a las 20 mil visas anuales que se ha comprometido a otorgar el gobierno norteamericano. Y, segundo, esto es apenas el 0,17 % de la población de la isla.

Yo echo mano al refrán y digo: lo que es bueno para la pava es bueno para el pavo. Quiero decir, si destempladamente se afirma que esos 19 mil anuales son unos supuestos guarimberos opositores escapados por la válvula, entonces por qué no afirmar también que los 11 millones y más de cubanos que permanecen en la isla apoyan la Revolución. No deberían aplicar un doble estándar ¿O sí? En fin, dejémonos de hipocresía: un gran porciento de quienes justifican la política de pies secos-pies mojados, tanto como la de su par —e igual de siniestro—, el bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba, no les interesan las vidas de los que mueren en el mar o la selva, ni la prosperidad material de los que estamos aquí; solo esgrimir el maquiavélico y ya cansón argumento que todos sabemos.

Continuemos hablando claro: ahora se suprime dicha política por la simple razón de que ya no era moralmente sostenible. Su indecoroso objetivo hace mucho tiempo quedó al desnudo ante la opinión pública internacional. Con el despiadado bloqueo económico y la política de pies secos-pies mojados solo se ha pretendido desestabilizar la sociedad cubana, desacreditar su modelo político, drenar a Cuba de su capital humano y sentar las bases para la creación de movimientos contrarrevolucionarios encargados de realizar acciones terroristas y agresivas contra el pueblo. Además, el estímulo a la emigración irregular ponía en peligro vidas humanas y asimismo incitaba la comisión de delitos como la trata de personas.

Baste un solo ejemplo para revelar el carácter cínico y manipulador de esa política. En 2011 el Departamento de Estado de los Estados Unidos presentó un informe donde Cuba era mostrada con nulo cumplimiento del Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas. Ello demuestra que la intención siempre fue presentar a la víctima como culpable. Desde el mismo triunfo de la Revolución, Estados Unidos utilizó el tema migratorio como arma desestabilizadora contra el gobierno cubano. Recordemos la llamada Operación Peter Pan, perversa maniobra organizada por la CIA en 1960, por la cual unos 14 mil niños fueron sacados de Cuba y llevados a Estados Unidos, sin que muchos de ellos volvieran a ver jamás a sus padres. De manera alevosa fue redactada una falsa ley de Patria Potestad, divulgada exhaustivamente por diversos medios de propaganda, para hacer ver que el gobierno cubano pretendía la eventual expropiación de niños a sus padres, con el fin de adoctrinarlos en la URSS.

Prueba de que los llamados balseros solo han sido una pieza más en el ajedrez político norteamericano, es posible obtenerla de un documento oficial, desclasificado en 1997, el cual recoge pormenores de la denominada Operación Northwoods. Este plan, elaborado en 1962 por el Ministerio de defensa estadounidense, proponía realizar diversas iniciativas terroristas que permitieran culpar al gobierno revolucionario cubano, para así justificar una invasión a la isla. Una de estas acciones consistía en el hundimiento “real o simulado” de emigrantes cubanos en su curso a la Florida. De manera que el eslogan de moda, la llamada “válvula de escape”, es única y exclusivamente una propia válvula de escape ante la frustración de 58 años sin ver cumplidos sus sueños de derrotar la Revolución Cubana.

Nada de lo intentado contra Cuba les rindió el fruto esperado. Han ensayado de todo: bloqueo económico, invasiones, amenaza de guerra nuclear, intento de aislar la Revolución en el plano internacional, guerra bacteriológica y psicológica, terrorismo de Estado, cientos de planes para asesinar a Fidel… Y nada. Por tanto, ahora es comprensible el pataleo, y que solo les quede soltar una y otra vez el libreto aprendido —aunque no venga al caso—, como en el cuento de los fenicios.

Posted in Cuba, Estados Unidos, Latinoamérica, Mentiras y medios | Tagged , , , | 20 Comments

Hoy en #LaPupilaTV: Conversando con el Che (Parte II)

 

Esta noche, por Cubavisión, la segunda parte de nuestro programa de televisión La pupila asombrada con la conversación del Comandante Che Guevara con la periodista nosrteamericana Lisa Howard, de la televisora ABC. Continue reading

Posted in Cuba, Estados Unidos, Historia, Iroel Sánchez, Latinoamérica | Tagged , , , | 4 Comments

Cuando la víctima no es la víctima. Por Iroel Sánchez

 

“Soy la víctima”, dice el victimario de tanta verdad.  “Una jauría con hambre atrasada” persigue, según él mismo, al muchas veces lobo de quienes no abandonan la institucionalidad. “Fuerzas oscurantistas” lo quieren eliminar,  afirma el autor de frases como: “Es importante ir marcando a cada uno de los escribas para no dejarnos engañar. Ya conocemos a uno pero vendrán otros, recordemoslos.” (sic) Continue reading

Posted in Cuba, Iroel Sánchez, Latinoamérica, Mentiras y medios | Tagged | 49 Comments

De la manía lupina. Por Carlos Luque Zayas Bazán

 

“Prodigiosamente fidedignas resultan ciertas frases de Rutilio en los trabajos de Persiles y Segismunda, acerca de hombres transformados en lobos, porque en tiempos de Cervantes se creía en gentes aquejadas de manía lupina.”

Alejo Carpentier. Prólogo de El reino de este mundo.

Quizás los lectores de este blog ya conozcan la opinión que le merece al periodista Fernando Ravsberg el análisis crítico del ejercicio de su profesión con respecto a temas cubanos. Como bien se dice que el diablo está en los detalles, de entrada hay que precisar uno muy significativo: el periodista no se refiere a los análisis, pues de los contenidos de esos trabajos nada opina ahora, como tampoco ha opinado antes, sino de sus autores, sus personas y de su condición ética: para él son miembros de una jauría de ciberguerreros, sólo sedientos de empañar su figura, acosarlo hasta darle caza, provocar el cierre de su blog, o la expulsión del país. O ambas. Continue reading

Posted in Cuba, Mentiras y medios | Tagged , , | 27 Comments