En la tarde del día 11 me comunicaron mis amigos desde el exterior, estaban sinceramente preocupados por la situación cubana, no pocos me preguntaron por mi seguridad y la de mi familia…
Mis amigos son en su inmensa mayoría gente de izquierda, muy comprometidos, y los que no lo son brillan como los primeros por su honestidad y respeto, por su solidaridad. Pero en todos, el denominador común era la creencia ya establecida, de que en Cuba –a lo largo y ancho del archipiélago- la situación de seguridad y paz social se había deteriorado… que las calles y plazas eran inseguras, que las personas estaban llenas de resabios y odios a la derecha o a la izquierda, que la violencia se había adueñado del país… Continue reading