“Obama salió cangrejo. Ahí va, desandando lo bueno que hizo al principio. ¡Qué pena!”.
Ese es el texto con que la sección Rayuela, del diario mexicano La Jornada, comenta la decisión del mandatario norteamericano de recomenzar los juicios militares a los sospechosos de terrorismo en la base que Estados Unidos ocupa ilegalmente en Guantánamo, Cuba.
El mundo entero ha denunciado ese lugar como un campo de torturas y Obama prometió cerrarlo durante su campaña electoral.
En cuanto a las torturas, Michael Ratner, abogado estadounidense que preside el Center for Constitutional Rights (CCR), ha denunciado que bajo el mandato del presidente del cambio “No sólo no se investiga a los torturadores, sino que trata de bloquear cualquier intento de llevarlos a la Justicia. Ni siquiera deja que los tribunales actúen, ni en Estados Unidos ni en ningún lugar”.
Bueno, ahora los tribunales actuarán pero en Guantánamo, para legitimar con la legislación militar lo que los torturadores lograron arrancar a sus víctimas con métodos como el waterboarding...
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