Iroel Sánchez
El saliente primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, lo ha dicho, y la prensa lo ha difundido al mundo entero: “Iraq es hoy soberano e independiente”. Casi simultáneamente, el presidente Barack Obama ha afirmado desde una base militar en Fort Bliss en Texas que en el país mesopotámico “nuestra misión no ha terminado aún”.
El Premio Nobel de la Paz también ha anunciado más actividad pacificadora en Afganistán: “es probable que el número de víctimas vaya en aumento conforme llevamos la lucha hasta los reductos de Al Qaeda… No vamos a permitir más ‘santuarios’ para terroristas como los que propiciaron los atentados del 11-S”. Por otra parte, el general de brigada Ralph Baker ha incluido la “contrainsurgencia” entre las cuatro misiones de los 50 000 militares norteamericanos y los 7000 “contratistas” que permanecerán en Iraq.
Coincidentemente, uno de los máximos impulsores de lo que “aún no ha terminado”, vuelve a ser noticia. Salen a la venta las memorias del ex Primer Ministro británico Tony Blair. Varias organizaciones pacifistas han programado protestas por ese motivo. Pero Blair no asistirá al lanzamiento de su obra. Él estará en la Casa Blanca en otra presentación, la de un nuevo plan de paz para Oriente Medio.
En Washington, Blair seguramente obsequiará su libro al presidente norteamericano. Quizá veamos una foto en que ambos sonreirán al futuro. Ese futuro de “víctimas en aumento” y soberanía con ocupantes que Obama nos promete. Es posible que también hablen del tema del momento, las “bombas nucleares de Irán”, y el ex premier le contará de cómo buscaron sin éxito, él y Bush, armas de destrucción masiva en Iraq.
Luego, Tony Blair regresará a Londres. Debido a las protestas, sólo presentará sus memorias en una “fiesta privada”. A pesar de quienes lo persiguen como criminal de guerra, él es un hombre feliz. Su familia también es feliz, acaba de comprar su novena propiedad, una casa por un millón doscientos mil dólares, como regalo para su hija Cherie. Tal vez en algún momento de su felicidad, Blair piense en las casas que una vez hubo en Fallujah, en las que caerán todavía junto a sus habitantes en Iraq y Afganistán, mientras Obama continúa la misión inconclusa que iniciaron sonrientemente él y Bush…