Este martes 1 de marzo la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, acudió al capitolio de Washington para deshacerse en complacientes explicaciones ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes que preside la congresista por Florida Ileana Ros-Lehtinen.
En un tono que recuerda a los guardianes de la fe durante la Inquisición, varios congresistas vinculados al extremismo de Miami arrancaron a la señora Clinton promesas de acción contra Cuba y Venezuela. Y como si se necesitara una confirmación de la denuncia cubana sobre para qué sirven las provocaciones de los asalariados de Washington en La Habana, Ros Lehtinen se refirió a cómo “la tiranía de La Habana” envía “las turbas castristas contra Las Damas de Blanco”, quejándose de que “aún así la administración repetidamente ha suavizado las medidas contra el régimen castrista”.
Debe ser porque se ha “suavizado” la política de EE.UU. que los cubanos presentes en 19 y K el pasado domingo 27 de febrero rechazaron la presencia del funcionario norteamericano Lowell Dalton, supervisando las provocaciones de las citadas damas.
Ya ofrecimos algunas fotografías de los rostros del odio entre las amigas de Ileana Ros-Lehtinen y el golpista hondureño Roberto Micheletti, ahora agregamos otra, acompañada de imágenes de quienes estuvieron allí, diciendo “Yanqui, go home” a la representación de Hillary Clinton. Quizá sirvan para hacer comprender a la señora Ros-Lehtinen de qué lado están las “turbas” y de qué otro las cubanas.