Iroel Sánchez
Este martes 22 de Febrero la jueza Kathleen Cardone decidió proseguir con el juicio por perjurio a Luis Posada Carriles que tiene lugar en El Paso, Texas. En una actuación contradictoria, Cardone dio razón al defensor de Posada, Arturo Hernández, en su alegato de que la fiscalía habría demorado intencionadamente la entrega de supuestos documentos que exculparían a su defendido pero decidió reanudar el proceso sin eliminar los tres cargos que cuestionaba el abogado.
Según reportaron varios medios de prensa, el experto cubano Roberto Hernández Caballero pudo continuar este martes sus declaraciones ante el jurado e identificó fotografías que muestran los daños producidos por las bombas en los hoteles Chateau Miramar, Neptuno-Tritón y Copacabana; incluyendo una en éste último donde se aprecia la sangre dejada por la muerte del turista italiano Fabio di Celmo, fallecido a consecuencia de las explosivos colocados en el lugar por un mercenario a sueldo de Posada, según él mismo confesara a The New York Times.
Pareciera una derrota para los sectores extremistas del llamado exilio cubano. Pero los pícaros de la industria anticastrista ya inventaron su manera de sacarle el jugo a la situación. Casi simultáneamente con lo sucedido en El Paso, en Miami se ha reactivado la recaudación de dinero para la “gran causa” de Luis Posada Carriles, reporta la agencia EFE, con el objetivo de que el acusado de El Paso “regrese a Miami como un hombre libre”. Según la agencia, Rodolfo Rodríguez San Román, presidente de una organización llamada Presidio Político Histórico Cubano “ha organizado una veintena de exposiciones de cuadros de Posada Carriles con los de Orlando Bosch, también anticastrista, y otros artistas cubanos”. Sobre el mismo tema, el alcalde de la comunidad miamense de Hialeah, Julio Robaina, declaró a EFE que “desde hace mucho tiempo participo en estos eventos y he realizado exposiciones de su arte en la ciudad de Hialeah porque creo no solo en el hombre, sino en la causa”.
En el despacho no se aclara quienes son los “otros artistas cubanos” que acompañan el “arte” de Posada, excepto Bosch, juzgado y condenado en Venezuela junto al acusado de El Paso, por la voladura en pleno vuelo de un avión civil cubano en que murieron 73 personas. Más allá del valor de la palabra arte asociada a personajes como Bosch y Posada por los mismos sectores que años atrás quemaron en esa misma ciudad –en nombre de “la causa”- un cuadro del pintor cubano Manuel Mendive, llama la atención el nuevo negocio que han inventado los pícaros de la industria anticastrista para seguir lucrando con los crímenes de su amigo.
Sin embargo, no todo pudiera ser color de rosas. Semanas atrás el diario de Miami El Nuevo Herald reportaba un caso de corrupción en Hialeah, justo donde gobierna el señor Robaina. Según el Herald, la fiscalía del estado de La Forida “investiga el traslado de toneladas de tierra de la construcción de una nueva subestación de policía de Hialeah a un lote propiedad del contratista a cargo de la obra, con equipos y empleados municipales”. Posada y su abogado deben asegurarse bien de su tajada en las exposiciones, no vaya a ser que pase lo de casi siempre con las recaudaciones en Miami y el dinero se quede por el camino, allí donde hasta la tierra puede desaparecer…(Publicado en CubAhora)
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