El pasado jueves publiqué una fuerte crítica en mi perfil de Facebook sobre la heladería Coppelia.
Conforme critiqué, debo ahora reconocer –con sombrero quitado- la capacidad de reacción, análisis y toma de medidas… no solo de la dirección de Coppelia, sino de ese engranaje de fuerzas que se ha ido puliendo en el país para su nueva gobernanza.
Mi denuncia fue acerca de la demora en la cola de la heladería por extensión del horario de almuerzo, (o por lo que dijo el custodio) lo cual provocaba que las canchas estuvieran medio vacías, ofreciendo el servicio solo en parte de su capacidad. Lo más agudo del asunto era realmente la actitud del custodio al negar a un periodista la posibilidad de acceso o de tirar una foto.
Debo decir que en unas horas, desde esa misma tarde noche, me empezaron a localizar directivos diversos; en primer lugar agradeciendo la crítica, como alerta de una problemática que afecta a la población, y en segundo para darme cuenta de las acciones que se llevaban a cabo para analizar y solucionar los problemas planteados.
En menos de 48 horas, de la publicación fuimos citados por la dirección de la emblemática heladería Coppelia a una reunión para darnos cuenta de su accionar. Ya el viernes en la noche me convocaron a un encuentro en la propia oficina de la dirección para la mañana de hoy, incluso con cierto retardo por culpa mía, inicialmente me pidieron 9 am, pero yo tenía programa de radio en vivo hasta las 11, esa fue la hora.
Ya me parecía un ritmo tremendo, que en menos de dos días de haber salido publicado el post me dieran una explicación, pero no es solo eso. Cuando llegamos –mi compañera Heydy también estaba implicada en mi publicación- me esperaba no solo la dirección del centro, sino todos los directivos de las diversas áreas del centro y directivos de organizaciones que accionan de alguna manera vinculadas, como puede ser el Partido y Gobierno de la Provincia, y el Ministerio de Comercio Interior, entre otros. En fin, quedamos paralizados cuando entramos a la oficina ante tal convocatoria.
Si esto fuera poco, aparte de partir del agradecimiento por la crítica- nos informaron detalladamente del proceso de análisis de lo ocurrido, las medidas disciplinarias tomadas y la reflexión con todos los trabajadores de Coppelia no únicamente por el hecho en concreto, si no en vías de tener un funcionamiento más eficaz y responsable.
Debo acotar que se tomaron medidas radicales –nada de maquillajes-, y que luego intercambiamos sobre proyecciones en vías de lograr el servicio que me merece la población. Explicaron además algo que es incómodo, pero imprescindible, la subida del precio de la bola de helado, al hacerse insostenible antes los costos actuales, y de cómo pretenden atenuar con calidad, esa alza de precio.
Agregué mi satisfacción por esa capacidad de acción de fuerzas diversas, lo cual denota un sistema de trabajo bien engrasado, ante la detección de una problemática, y que para mí –les dije- las dos instalaciones fundamentales de La Habana, son el Latino y Coppelia, los que están en el centro de la recreación de la mayor parte del pueblo.
Me sorprendió la gran cantidad de comentarios a raíz de la crítica, cargadita por el tono –como escribir serenito tras una cola de una hora. Me dio gran placer que muchos se tomaran como suyo el problema, lo cual es muestra de la importancia de esa heladería que es sin dudas emblema de la ciudad. Cada cual daba sus posibles soluciones, buscando en la participación de particulares, cooperativa; como suele suceder alguno llegó al “muerto el perro se acabó la rabia” y proponía cerrar y hasta poner una tarja con epitafio. Y no podía faltar alguno que otro “gusi” de esos que andan cazando cualquier señalamiento para ir a la tremenda, y llegan por corte directo a que el gobierno o hasta el sistema socialista debe borrarse de la faz de la tierra, porque había cola en Coppelia y un dependiente no te trató bien, o cualquier otra deficiencia.
No faltaría más que se perdiera el detalle la prensa oficialista subimperial, -Yuma Cute y CiberUSA… aunque debo reconocer que no estuvieron en sus niveles difamatorios, se limitaron a cintillos como que un periodista oficialista de la dictadura… propone entregar Coppelia a las Fuerzas Armadas.
Pero bien, aunque no merezco tan alto título (soy graduado FAMCA no de periodismo) esos elogios lanzados como ofensas, nos tocan; y ya se les ha convertido en un boomerang ese lenguaje arcaico insustancial; funciona más como promoción, a quienes atacan.
Gracias, especialmente a la dirección de Coppelia por movilizar sus fuerzas con tal capacidad de reacción a partir de una queja ciudadana y a todos los que luchan toda la vida.
Sr Fidel Díaz Castro, por favor ya que ud expuso sobre el alza del precio de las bolas de helado en el Coppelia, me gustaria que hiciera algún análisis del costo de producción de las mismas, para tener conocimiento del valor de producción y poder entender la subida del precio, cosa que no se explica con números.
Gracias. No poseo los elementos que usted solicita y coincido con que deben exponerse en detalle y aunque seguramente nada tiene que ver con usted la prensa que hace como que se levanta todos los días por los humildes de Cuba pero cobra de quienes los desprecian me gustaría aportar algo que esta soslaya sobre ese tema. Lo hago con todo respeto por usted y por quienes honestamente se expresan de manera crítica sobre este asunto: Según lo que mi amigo Antonio Rodríguez Salvador llama “la bolsa de valores de El Toque” el nuevo precio de la bola de helado en Coppelia estaría en 0.9 centavos de dólar y en pesos cubanos está aún varias veces muy por debajo del de cualquier heladería privada en Cuba. Porque Coppelia, contrario a lo que es normal en la lógica de mercado que esas mismas voces piden generalizar aquí, por su céntrica ubicación y valor simbólico, debería tener el helado más caro del pais y tiene el de menor precio, lo que expresa una voluntad política para la accesibilidad popular que no existe para un servicio de ese tipo en ninguna parte.
Saludos
Estimado Fidel Díaz, su comentario me sugiere algunas preguntas pero antes, igual que usted, felicito la pronta respuesta de los responsables.
La primera es, si usted no hubiera publicado la crítica en fb, ¿cuánto tiempo más se verían las colas?.
¿Ninguno de “…los directivos de las diversas áreas del centro y directivos de organizaciones que accionan de alguna manera vinculadas,…el Partido y Gobierno de la Provincia, y el Ministerio de Comercio Interior…”, se pasaron algún día a comerse un heladito?
¿Nunca hicieron la cola o si la hicieron, les pareció normal?
Y por último, ¿es imprescindible que un ciudadano haga una denuncia sobre las fallas de un servicio para que todos los responsables se movilicen para solucionarlo?
¿Estos funcionarios no deberían ir por delante, analizando y cambiando todo lo que se deba cambiar para mejorar la gestión?
Saludos,
Miguel A.
….todos te atendieton, menos las FAR, que era tu demanda principal.
Creo que saliste en coche