“¿Y ahora, por qué no escribes?”. Sí escribí y mucho. Escribí de Caribe, y poetas y gente que en 40 años de nuestro Festival nos ha legado fundamentos para la resistencia cultural, en Cuba y en la región. Pero a quienes hacen ese tipo de preguntas no les interesan los poemas ni la cultura que resiste.
En estos días pensé en las historias personales que se enlazan para convertirse en colectivas. La mía viene de la noche más larga: la del huracán Sandy. Es, en realidad, una memoria de todo Santiago. La noche de Sandy y las noches del después. “Fuerza, Santiago”, “Santiago no está sola”, decían los mensajes. Así era. Así es.
Hemos escrito Fuerza, Pinar, Habana, Guantánamo, Matanzas…, CUBA. Por huracanes, tornados, accidentes, incendios y otros sucesos. Esta fuerza que se necesita ahora es de una cualidad diferente. En un momento crítico de una pandemia que en otras regiones ha sido crítica en todos sus momentos.
En Cuba ha demandado el extra que hay que añadir porque es Cuba. Porque es Cuba bloqueada, con actos y resultados concretos contra la vida, denunciados una y otra vez, y cada vez ocultados y obviados y enterrados en montañas de noticias falsas, que convierten las redes en los pantanos del caos.
Nuevos millones de dólares para la subversión, generadores de miles de mensajes con las mismas etiquetas, directas repetitivas para establecer una matriz, cartas para establecer “corredores” escritas por los que son inmóviles, nulos o lentos en condenar la asfixia.
Hay gente sin memoria, que no es nuestro caso. Han aplaudido cada medida contra Cuba y han pedido otras más extremas. Han pedido bombas, drones, cercos navales, desembarcos, quemas, asaltos, asesinatos… Ahora multiplican hipócritamente solicitudes de ayuda, que luego fue corredor y ya es intervención, siempre con el apellido “humanitaria”.
Aquí la intervención humanitaria hace meses la realizan los desvelos y consagración de millones que trabajan por el bien de todos, en las líneas rojas de la sociedad. Lo demás: desde que inició la pandemia Cuba recibe ayuda de gobiernos y asociaciones solidarias, de cubanos, de amigos de Cuba, de jóvenes que han estudiado en nuestras universidades, de aquellos a quienes Cuba ha curado o enseñado.
Esa es la intervención de la humanidad, con su capacidad para tender la mano. Como ha hecho Cuba. El que quiera hacer por ella: desde siempre están creados los corredores de la amistad… los que condenan y dicen junto a nosotros: ABAJO EL BLOQUEO. Súmese.
Sumados ya! Bello su escrito,admirada Teresa,como siempre.
Siempre gracias por expresar con palabras desde la inteligencia y el corazón lo que muchos pensamos.
Existen todas las estructuras para recibir ayuda solidaria como se ha explicado y con los flujos concretos que se están recibiendo, por ésos canales podemos recibir la ayuda financiera y de bienes que se desee enviar, de manera sencilla y haciendo efectivo el sentimiento humanista que las anima. Algo muy diferente es lo que pretenden algunos de forma oportunista y vil de emplear hipócritamente la situación epidemiológica para engrosar la agenda de agresiones de lesa humanidad del gobierno norteamericano contra el pueblo cubano con claros fines políticos.