Y se debe combatir la vida con la vida (+ acuarela)

De la “Z” a la “z”

José Luis Fariñas, s/t, técnica mixta, col. D. Chavarría, 2017

De alma entera van los rescoldos hacia la densidad penultimada.

Cuerdos de remate, cosas comiendo crestas de altamar
detrás de los mástiles de la barca del último naufrago.

Media luna que llena de ceguera los pasos torpes del chamán
con sus ritos de lluvia que mueren sin prueba ni otro dulce tugurio
en la excrecencia indiferente de últimas cactáceas.

Enervando van las láminas de azogue hasta reunir todo reflejo
en una última pústula sin dado ni orines ni calendas.

La suerte despeinada los despeina y casi se responden,
o trunca la correa de los dados y reinicia todo
con la aséptica histeria de una perfección incalculable.

No saben de trote suave o de marjales satinados;
tampoco entienden cualquier cosa de buenas a últimas,
ni esos a-veces-darios que comienzan por la z (UNA ZETA
MINÚSCULA, insisto). Pero sin que se sepa cuándo,
quejumbres amarillas les redundan y abrazan lo borrado,
desaterrizan los corales que llenan ya los reumas del amanecer.

Los suaves demonios del por qué aplanan el dolor
y todo espasmo acantonado, pero lo hacen con elegancia,
con cristalitos de solavaya en cada pedazo de ventana cerrada,
en cada disco de omoplato esperando palmaditas cuando truena.
Y viajaríamos por dentro de las ruinas
si no fuera porque todavía queda luz
y se debe combatir la vida con la vida
mientras nos quede algún fusiforme soplo de muerte,
mientras nos sea posible licuar la cicatriz
y silviar cualquier pura melodía cuántica
antes de que nos lleguen desde abajo
las excelentes lechugas de mar,
los altos e innúmeros buitres del paraíso
y las raras y entristecidas tildes ultravioletas
que a nuestras propias tildes infrarrojas les faltaban.