Como ustedes saben, Venezuela fue víctima en 2017 de quizás el modelo más acabado de intervención que en Occidente se ha diseñado, no solo para tomar el poder del Estado que hoy se encuentra en manos de fuerzas anticapitalistas, sino para desmantelar los Estados tal y como los conocemos. Es decir, hay una crisis del pensamiento occidental manifestado después del Pacto de Westfalia. Hay una crisis del modelo que le sirvió al capitalismo durante muchos años, que son los Estados-nación. Frente a esos Estados, esa crisis y esos modelos de intervención, nosotros creemos que, desde el trabajo que hacemos, no hay entendimiento a plenitud de lo que está sucediendo ahora mismo, no sólo en el pensamiento occidental sino en cómo nosotros estamos viviendo estos procesos nuevos de intervención. Esto no es una intervención victimista del asunto, pero sí es un llamado de alerta. ¿Por qué? Porque Nicaragua ahora mismo (julio de 2018) la está sufriendo también.
Nosotros en 2015 dijimos que probablemente en Nicaragua se iba a implementar este nuevo modelo de intervención y decimos acá, hoy en La Habana, en 2018, que Cuba también es un país que pudiera ser candidato a sufrir este modelo de intervención. Que no es más que una reconfiguración de las identidades culturales de los países, del secuestro de algunos valores y principios que estaban dirigidos por la izquierda durante muchos años. Hablo de derechos humanos, solidaridad, juventud, unas categorías que están siendo reconfiguradas por entidades como, por apenas citar un solo ejemplo, la Open Society Foundation.
Si todos en esta sala no conocemos lo que es la Open Society Foundation tenemos el debate perdido. Un dato apenas de la Fundación: 1 mil millones de dólares invertidos en 120 países en los últimos 5 años, 48 procesos de «revoluciones de color» que dejó destrozado a todo Medio Oriente. Empezó en Túnez, como sabemos, siguió por Egipto, continuó en Libia, se intentó en Siria, se importó a América Latina, Venezuela sufrió 3 intentos de «revolución de color» -2007, 2014, 2017- y Venezuela es, podemos decirlo hoy aquí, asegurarlo, el único país que ha sabido enfrentar la «revolución de color» y las ha desarmado desde la inteligencia política y desde la audacia.
Pero esto nos lleva a otro debate un poco más complejo, un poco más odioso, un poco más difícil de encarar, que es el debate de la intelectualidad. En principio, podemos preguntarnos si la intelectualidad está al tanto de lo que está sucediendo, sobre todo la intelectualidad de izquierda.
Este texto es un fragmento de la intervención de Gustavo Borges Revilla, director del proyecto Misión Verdad, en el XXIV Foro de São Paulo celebrado en La Habana, Cuba, los días 15 al 17 de julio. La participación se dio en los espacios de discusión sobre arte, comunicación, cultura e intelectualidad del foro. Misión Verdad asistió como proyecto invitado por el Ministerio de Cultura de Cuba. (https://www.sandinistak.org/2018/11/27/la-izquierda-esta-consumida-por-la-propaganda-occidental/?fbclid=IwAR3SnFQYqdf88UyEuVBGphnCrhCZ26f3rSlVo3_flVHHi_QFco1HBOJULbg)
Pingback: Si no conocemos lo que es la Open Society Foundation tenemos el debate perdido | ZonaFranK
Pingback: “La sinistra è consumata dalla propaganda occidentale”. Gustavo Borges Sevilla | Associazione Svizzera-Cuba