El crucial proceso de las llamadas elecciones primarias y de reuniones partidistas a nivel de los cincuenta estados en que se divide el territorio federal estadounidense está a punto de iniciarse a principios de febrero, comenzando por los estados de Iowa y New Hampshire.
En esa fase se medirán las preferencias partidistas respecto a los candidatos a la nominación y se elegirán los delegados a las respectivas convenciones.
El proceso se concreta en un cronograma de escrutinios en los demás estados hasta mediados de junio. La actual etapa comienza alrededor de un año después en que más de una veintena de políticos lanzaron sus campañas para hacerse con la nominación del Partido Demócrata para enfrentar al Presidente Trump en las elecciones presidenciales que tendrán lugar el martes 3 de noviembre.
Varios de los políticos que lanzaron la candidatura en el marco del Partido Demócrata han abandonado la lid al no concitar suficiente apoyo financiero o mediático, ni significativo respaldo en las encuestas. Entre los que restan, muchos analistas coinciden en destacar con mayores posibilidades a Elizabeth Warren, Bernie Sanders, Joe Biden y Pete Buttigieg. Los dos primeros con posiciones liberales progresistas o socialdemócratas, mientras que Biden y Buttigied se colocan como supuestos moderados que en realidad tratan de ocultar su claro posicionamiento pro empresarial y oligárquico.
Junto a ellos otra media docena de candidatos se esfuerzan por llegar al proceso de elecciones primarias con la esperanza de remontar las posibilidades de respaldo ciudadano.
Un elemento reiteradamente utilizado en la retórica para promocionarse es que cada candidato se presenta como quien cuenta como mayor capacidad para derrocar a Trump, lo que ciertamente es elemento que pesa en las consideraciones del electorado demócrata.
Las elecciones primarias y las votaciones intrapartidistas (caucus) se van a efectuar en cada uno de los cincuenta estados, en el Distrito de Columbia (en la capital), más en cinco territorios bajo dominación de EE.UU. Tales eventos eleccionarios van señalando ganadores y decantando el campo de los aspirantes a la nominación demócrata, y en ellos son elegidos los delegados para la Convención del partido en julio, comprometidos a respaldar a uno u otros candidatos.
Estarán presentes unos 3,200 delegados electos, más cerca de otros 1000 designados por la maquinaria del partido, incluyendo líderes partidistas y funcionarios electos.
Aunque en muchas ocasiones se ha llegado a la Convención con un candidato con mayoría de delegados definitoria, en otras han debido llevarse a cabo varias votaciones, así como un rejuego de negociaciones internas, para definir el nominado. No está claro como ocurrirá este año.
El grueso y las más sobresalientes primarias y selección de delegados tendrán lugar entre febrero y marzo. Un momento significativo será el llamado “super martes”, el 3 de marzo, cuando serán electos un 40% de los delegados demócratas durante la votación en unos 13 estados, incluyendo primarias importantes en California, Colorado, Texas, Massachusetts, Carolina del Norte y Virginia. En otro grupo de estados se votara el martes siguiente, 10 de marzo.
Hacia esa fecha ya se habrán efectuado las elecciones para medir las preferencias partidistas, y elegir delegados, en más de la mitad de los estados y deberá estar más claro el panorama del proceso, que debe definirse en la Convención que determinará quién será el nominado por los demócratas para disputarle la Presidencia a Trump. Para mediados de marzo el campo de los aspirantes demócratas podría verse reducido a unos tres o cuatro contendientes.
A la par con las primarias demócratas tendrá lugar un proceso similar en las filas republicanas, con algunas variaciones de fechas en determinados estados. Hasta el momento el presidente Trump no confronta ningún serio desafío para hacerse con la nominación de su partido.
Aunque el presidente ha polarizado aún más el país y convoca gran rechazo entre la mayor parte de los estadounidenses, no es seguro que los demócratas superen sus divisiones y lleguen a nominar un candidato que concite el debido entusiasmo entre las mayorías y en las juventudes. De no ser así se corre el riesgo que mucha de la base electoral demócrata se queden en casa como forma de volver a manifestar su apatía hacia los políticos y el sistema.
Incluimos a continuación un listado o cronograma del proceso de primarias y caucuses que ahora se inicia:
- Febrero 3: Iowa, caucus
- Febrero 11: New Hampshire, primaria
- Febrero 22: Nevada, caucus
- Febrero 29: South Carolina, primaria.
- Marzo 1: Georgia (fecha probable), primaria
- Marzo 3: Super Martes (primarias en Alabama, Arkansas, California,
Colorado, Massachusetts, Minnesota, North Carolina, Oklahoma,
Tennessee, Texas, Utah, Vermont, y Virginia); - Demócratas residentes en el exterior votaran sus preferencias en la
semana subsiguiente al 3 de marzo. - Marzo 5: Kansas y Nebraska (fecha probable), primarias
- Marzo 7: Louisiana, primaria
- Marzo 8: caucuses en Maine.
- Marzo 10: primarias en Idaho, Michigan, Mississippi, Missouri, Ohio, y
Washington; votación asimismo en Dakota del Norte. - Marzo 17: Arizona, Florida, e Illinois: primarias
- Abril 4: Alaska y Hawaii; primarias, y los caucuses en Wyoming.
- Abril 7: Wisconsin; primaria
- Abril 28: Primarias en Connecticut, Delaware, Maryland, Nueva York,
Pennsylvania, y Rhode Island. - Mayo 5: Indiana (primaria).
- Mayo 12: West Virginia (primaria)
- Mayo 19: Primarias en Kentucky y Oregon.
- Junio 2: Primarias en Montana, New Jersey, Nuevo México, y Dakota
del Sur. - Junio 7: Puerto Rico (primaria)
- Junio 16: Distrito de Columbia: capital del país (primaria)
Concluida esa etapa tienen lugar negociaciones y acuerdos entre las distintas facciones del partido, incluyendo para determinar quién acompañará al puntero como candidato vicepresidencial, aspectos del programa de gobierno a seguir en caso de obtener la victoria en noviembre e incluso acerca del montaje de la convención, que se efectuará entre 13 y el 16 de julio, en la ciudad de Milwaukee, estado de Wisconsin.
Las incertidumbres no acabarán luego de la definición de los candidatos. Es casi seguro que la elección de noviembre será reñida y, dada la considerable polarización política que existe en el país, y en el seno de las elites, las sorpresas y zancadillas que habitualmente se intentan hacia el último mes anterior a las elecciones podrían ser más sucias y dramáticas.
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