Conocemos que no han dejado de manifestarse dentro y fuera del país criterios, con sanas y no muy sanas intenciones, acerca del ritmo del proceso de actualización de nuestro modelo económico.
Tampoco han faltado desde el exterior exhortaciones abiertas a apresurar la privatización, incluso de los principales sectores productivos y de servicios, lo que equivaldría a deponer las banderas del socialismo en Cuba.
Tal parece que estos últimos no se han molestado en dar una lectura a los Lineamientos, donde con toda claridad se expresa, cito: “El sistema económico que prevalecerá en nuestro país continuará basándose en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción, donde deberá regir el principio socialista ‘de cada cual según su capacidad y a cada cual según su trabajo’, fin de la cita.
Proseguiremos haciendo realidad los acuerdos del 6to Congreso del Partido Comunista de Cubacon responsabilidad y firmeza, a la velocidad que soberanamente decidamos aquí, sin poner en riesgo la unidad de los cubanos, sin dejar a ninguno abandonado a su suerte, sin aplicar terapias de choque y sin renunciar jamás a los ideales de justicia social de esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes.
Al valorar el ritmo de las transformaciones en curso, no debe perderse de vista el hecho de que en el caso de Cuba jamás puede permitirse la aplicación de las llamadas “terapias de choque”, frecuentemente empleadas en detrimento de las clases más humildes de la sociedad. Esta premisa, que se corresponde con el principio de que nadie quedará desamparado, condiciona en gran medida la velocidad de la actualización del modelo económico cubano, en lo cual es innegable la influencia de la crisis económica internacional y en particular los efectos del bloqueo económico contra Cuba.
Las fórmulas neoliberales que propugnan la privatización acelerada del patrimonio estatal y de los servicios sociales, como la salud, la educación y la seguridad social, nunca serán aplicadas en el socialismo cubano.
Aun con las limitaciones económicas presentes, se han preservado y perfeccionado los servicios sociales a la población cubana en Educación, Salud, Cultura y Deportes y la Seguridad Social. Sin embargo, debemos insistir en la necesidad de mejorar sostenidamente su calidad.
Reafirmo totalmente los postulados expuestos en este trabajo, la historia reciente, se encarga minuto a minuto de demostrar con sobrados ejemplos que al pie de las malas decisiones de los estados ” irresponsables”, yace oportunistamente el interés capitalista. Bolivia es el último de los ejemplos, . A este pais no se le podía acusar de nada de lo que promulga como buen camino la teoría capitalista y neoliberal: régimen pluripartidista, con libertades de prensa, de palabra, con reconocimiento de la propiedad privada, con una fuerte inversión extranjera; con implementación de una democracia al estilo burgués. Sin embargo, nada se le perdona al estado MAS, respecto a detentar el poder por los humildes, nadie aprecia la connotación del golpe de estado y en primerísimo lugar la propia OEA.
Otro ejemplo es Ecuador, que cayó en manos de la traición para deshacer todo lo que contruyó la revolución ciudadana, para comenzar persecuciones y linchamientos políticos sin cuestionar un régimen que trata de imponerse al nuevo gusto de un repetido plan cóndor.
Puerto Rico en su condición de Estado libre asociado, como resultado quizás de un experimento adelantado de lo que resultaría de los “cambios” que le proponen introducir al modelo cubano, expone hoy lo que le pudo haber sucedido a nuestro estado independiente y también insular de haber aplicado las mismas lógicas transformaciones.
Debe sobrar al buen entendedor con estos tres ejemplos.
Pero Raul se referia a la no privatización de los principales sectores productivos y de servicios. Habla de lo principales pero pudieran privatizarse otros en la cadena productiva y de servicios que no compromentan los medios fundamentales de produccion y que estos sigan siendo estatales o sociales.