Saturnación
Usted no sabe —o no quiere saber—
que algo encerrado en el encéfalo
le recorre ocultamente todo ese laberinto
apenas suyo, y todavía más allá,
y que vuela en mares imprevistos
de combinaciones enfermas y espejismos
contundentes, impronunciables; algo que tiembla
cuando se siente usted más seguro,
más sagrado, babeándose de ira o de placer
en su festón de infierno, cuando menos
expuesto a las atrocidades de la luna parecía;
algo que se le despierta con una radiante sonrisa
brutal de diosa marina durante la diatriba
inextricable del más doloroso sueño.
Usted no lo sabía —o no quiso saberlo—,
pero es inútil seguir de largo ahora,
seguir callando como un ángel trapense;
seguir gritando y seguir muriendo
entre las margaritas regurgitadas
cuando se lleva por dentro
semejante algo tan desconocido.
…ya es inútil seguir de largo ahora…Gracias José Luis.
Saludos