A Eduardo García Delgado, joven miliciano que escribió con su sangre el nombre de Fidel en una puerta del recinto en Ciudad Libertad, poco antes de morir tras ser ametrallado por la aviación mercenaria yanki durante los criminales bombardeos del 15 de abril de 1961.
La sangre numerosa. Nicolás Guillén
Cuando con sangre escribe
Fidel este soldado que por la Patria
muere, no digáis miserere:
esa sangre es el símbolo de la
Patria que vive.
Cuando su voz en pena,
lengua para expresarse parece que
no halla,
no digás que se calla,
pues en la pura lengua de la Patria
resuena.
Cuando su cuerpo baja
exánime a la tierra que lo cubre
ambiciosa,
no digáis que reposa,
pues por la Patria en pie
resplandece y trabaja.
Ya nadie habrá que pueda
parar su corazón unido y repartido.
No digáis que se ha ido:
su sangre numerosa junto a la Patria queda.