La noticia no ha sido que el 87 % de la población de Cuba votó sí a la nueva Constitución del país (1). Ni que previamente, en una experiencia única en el mundo, más de 8 millones de personas –de 11,2- debatieron y modificaron el texto en 133.000 asambleas (2).
La noticia ha sido, como leemos en un editorial de “The Washington Post”, el “sorprendente porcentaje de votantes (…) que marcaron No” (3). El “15 por ciento de los electores (que) se quedaron en casa”, junto a “los que votaron no fueron una muestra inusual de oposición”, decía –por su lado- “The New York Times” (4). Deutsche Welle convertía el aplastante triunfo del sí en una “victoria amarga” para el gobierno de la Isla (5).
Este canal alemán decía incluso que las 700 mil personas que votaron no “superan en número a los militantes del Partido Comunista”. Una comparación absurda y manipuladora, porque la afiliación al Partido Comunista de Cuba es selectiva y se otorga solo a quienes demuestran una ejemplaridad ciudadana. No es, por tanto, una militancia de masas (6).
Otro mensaje fue el del supuesto fraude. Varios medios difundían un video casero, en el que alguien introducía varias boletas en una urna (7). No se sabe dónde ni cuándo se grabó, ni siquiera si fue el día del referéndum. Pero sirvió para que el secretario general de la OEA lo calificara de “fraude” y anunciara que “no reconocería” la Constitución cubana (8).
Por su lado, la bloguera Yoani Sánchez narraba cómo, al acudir al recuento de votos en un colegio electoral, “llegó un joven con un sobre blanco que parecía traer unas boletas” (9). Cuando “pregunté el origen de los documentos” –continuaba- “alguien me dijo que había hecho la pregunta equivocada”. Ninguna prueba. Nada. Pero la insinuación de fraude llegaba así a varios medios internacionales (10).
El contenido del texto constitucional aprobado también era objeto de manipulación. El portal de la BBC alimentaba, de nuevo, la confusión en torno al tema del matrimonio igualitario. “Tras una amplia campaña en contra de iglesias evangélicas, el gobierno decidió dejar fuera (de la Constitución) este derecho”, leíamos (11). Falso completamente. Porque ni el texto aprobado “deja fuera” ese derecho, ni el primer texto sometido a debate incluía el matrimonio igualitario (12). Este, tal como ya se ha anunciado, será objeto, en el lazo de dos años, de un nuevo debate popular en el marco de la aprobación del próximo Código de Familia (13).
Algunos medios se atrevían a cuestionar incluso el proceso participativo masivo previo al referéndum. “The New York Times” decía que “el gobierno realizó consultas públicas en todo el país e invitó a los ciudadanos a presentar propuestas. Pero ignoró ciertas sugerencias” (14). La conclusión es clara: Cuba es una dictadura, porque su gobierno, aunque modificó el 60 % de los artículos del texto inicial de la Constitución e incluyó 760 cambios propuestos por la población, ignoró “ciertas sugerencias” de esta (15).
No como en las “democracias”, donde las constituciones las redactan expertos que consultan con expertos, mientras los medios mantienen a la ciudadanía perfectamente informada sobre la falta de libertad y participación democrática en el “régimen” cubano (16).
José Manzaneda es coordinador de Cubainformación.
(2) https://www.pressenza.com/es/2019/02/la-nueva-constitucion-cubana-esta-en-los-barrios/
(4) https://www.nytimes.com/es/2019/02/25/constitucion-cuba/
(5) https://www.dw.com/es/la-victoria-amarga-de-la-nueva-constituci%C3%B3n-cubana/a-47717408
(6) https://www.ecured.cu/Partido_Comunista_de_Cuba
(7) https://www.cubanet.org/noticias/denuncian-fraude-electoral-referendo-hombre-vota-30-boletas/
(8) https://www.france24.com/es/20190226-cuba-refrenda-nueva-constitucion-comunismo
(11) https://www.bbc.com/mundo/noticias-47341053
(14) https://www.nytimes.com/es/2019/02/25/constitucion-cuba/
(15) https://www.telesurtv.net/news/cuba-cambios-novedades-constitucion-20190219-0024.html
En Cuba, el 15% que se quedó en casa es prueba de inusual oposición, pero en USA, el 50% que vive convencido de que lo que se decide en las elecciones ya está cerrado previamente por las grandes corporaciones o nada tiene que ver con él, no lo es sino todo lo contrario: prueba de confianza en el sistema y su bondad.
Si el porcentaje que votó NO supera el número de afiliados al PCC, el porcentaje que votó SI lo supera mucho más, lo que demuestra la fidelidad cpn la revolución del pueblo que no milita en dicho partido, que no participa en las elecciones
Sobre la urna filmada con vídeo casero podemos imaginar cualquier cosa de su origen dentro o fuera de Cuba, pero la emisión de un voto doble es algo que ocurre en cualquier proceso electoral. Nos falta saber qué se hizo en el recuento del escrutinio y cotejo con la lista de votantes, asi como si se reflejó la incidencia en el acta.
En cuanto al no reconocimiento de la nueva constitución por Almagro, habría que preguntarse si este espécimen prehistórico se molestó en leerla y apreciar sus avances o se la llevó directamente a la gran trituradora de su boca por orden de su amo.
A Yoani Sanchez hay que agradecerle su involuntario reconocimiento de que el escrutinio de los votos es público y no se excluye en el mismo a ningún gusano opositor como ella. En cuanto a su denuncia, carece de solvencia tratándose de “Yoani Fraude”. En la literatura de los pucherazos capitalistas hay muchos ejemplos pero ninguno tan mongólico como aparecerse con un sobre en el momento del escrutinio, y con la mercenaria de testigo.
Los medios de comunicación de las más “civilizadas democracias” deberían celebrar que se haya pasado del ateísmo y matrimonio heterosexual de la constitución de 1976 al laicismo y matrimonio igualitario de la actual pero ni esto es bien visto en las sociedades fundamentalistas y homófobas occidentales ni es misión de esos medios la salvaguarda de otra cosa que no sea el crimen organizado neoliberal.
Sobre la participación de la sociedad en la elaboración del proyecto, a modo de iniciativa legislativa popular, la misión de los medios de la tiranía no puede ser otra que rebuznar y bramar para que no cunda el ejemplo.
Si el número de votantes hubiera sido igual al de electores, la “Gran” prensa habría dicho, que los cubanos fueron obligados a votar bajo amenazas varias.
Y si el resultado por el SI, hubiera alcanzado el 99%, esa misma “gran” prensa, habría escrito que “una vez más se comprueba la manipulación de las votaciones por la dictadura cubana”.
Se dice que “no se consuela quien no quiere”, pero estos señores manipuladores van más allá, no tienen límites para tratar de retorcer la realidad.
Saludos,
Miguel A.
Exacto!, no lo sabría decir mejor, queridos Miguel y Sin-permiso.
En el fondo del asunto se encuentra el mito racista de que los cubanos como otros latinos son incapaces de una pratica democratica de gobierno, otros deben decidir por ellos, por eso sus gobiernos deben ser elegidos desde Washington.
El caso es que sus vecinos mexicanos con procesos democraticos aprobados por Washington en solo los dos ultimos sexenios tienen mas de 40 mil desaparecidos y 300 mil ejecutados por militares, policias y paramilitares y ahora descubren que los gobiernos anteriores eran unos ladrones, en una situacion tan compleja que el nuevo presidente intenta dejarla pasar sin hacer justicia por creer que el pais no lo resistiria o por temor a que lo maten.
Es claro que nadie puede envidiar la democracia de los mexicanos.
Muchas gracias, Iroel. Las mentiras tienen las patas muy cortas y, tratándose de un sistema goebbelsiano como el liberal, también muy disfuncionales y quebradizas por el sobrepeso de las mentiras y la falta de debate.
Sin embargo nos quieren hacer creer que es en una sociedad socialista de clase única donde la mentira y el fraude se convierten en un factor critico vital para la supervivencia. No es esto lo que se aprecia analizando los canales cubanos y Telesur. Mentir es una necesidad cuando tienes menos del 5% del censo electoral y quieres ejercer de mayoría para mantener y acrecentar los privilegios y los abusos. Saludos.
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