Hermanos II
Nuestras palabras sagradas siguieron su curso
hacia otros mundos, desiertos rojos que la geometría
desconoce y que levantan sus cielos de agua durmiente
golpeándose al despegar en busca del roce
de nuestros pies helados.
¿Y ese sonido escarlata en el ventanal?
¿Qué significa? ¿Que revela?
Vamos de una vez por siempre, hermanos,
¡vámonos quedándonos!, aunque sea
sin volver el rostro, y seamos otra vez
aquel peñasco de profundidad incalculable
que giraba sin plan en pos de aquel milagro,
de aquel punto de fuga naciente
por donde el sol besa todavía
la ribera oculta de este diluvio de almas.
Acuarelas de José Luis Fariñas (con pie de imagen) y poemas de su libro Demasiada niebla