El ALBA al contragolpe. Por Ángel Guerra Cabrera

 

Fortalecer la unidad en la diversidad de los pueblos de nuestra América, de sus fuerzas de izquierda y progresistas y sus movimientos sociales frente a la arremetida imperial, fue consenso central de la XVI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos(ALBA-TCP), La Habana, Cuba, 14 de diciembre. Los países miembros enfatizaron en la necesidad de proyectar un desarrollo económico más compartido, pues ningún país puede desarrollarse por sí solo, sino dentro de una comunidad de naciones sustentada en la solidaridad y la complementación. Hoy esa comunidad es el ALBA pero el ideal es que mañana sean todos los pueblos y estados al sur del río Bravo, por lo que batallaron Bolívar y Martí, Fidel y Chávez. La reunión dio gran relevancia a la solidaridad con Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, pronunció las palabras finales, luego de que el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla leyera la Declaración Final.

Al cumplir catorce años de su fundación, el ALBA-TCP ha hecho historia como instrumento de concertación política, de acciones económicas conjuntas y, principalmente, como articulador de programas sociales no únicamente limitados a sus integrantes sino extendidos a otros muchos países de América Latina y el Caribe. Su trayectoria solidaria no tiene paralelo con la de ninguna otra agrupación internacional.

En su intervención el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel recordó, entre otros logros del ALBA, los más de 2 800 000 latinoamericanos y caribeños que recuperaron la visión mediante la Operación Milagro, la erradicación del analfabetismo en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, los más de 12 000 médicos de países del ALBA formados en Cuba y Venezuela, las más de 30 millones de consultas médicas brindadas y las 4 163 167 personas alfabetizadas en la región mediante el método cubano Yo sí puedo. El ALBA, añadió, es un paradigma de solidaridad, cooperación y concertación, esos valores son su principal fortaleza.

El mandatario cubano denunció que los enemigos de la independencia latinoamericana intentan impedir que se mantengan en el poder los gobiernos progresistas, para lo que usan la injerencia, la subversión, las agresiones económicas y la amenaza del uso de la fuerza. Subrayó que defender la vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe Como Zona de Paz adoptada en la cumbre de la CELAC en La Habana es esencial para defender la estabilidad de la región. Calificó de imperativo la defensa de la ética y la justicia y el rechazo a la judicialización de la política, con la cual se intenta seguir condenando a las fuerzas progresistas en países como Brasil.

En la reunión se pudo apreciar el talento político de los líderes de los pequeños estados insulares del Caribe Oriental. Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas consideró que ha sido precisamente la posición del ALBA-TCP la que ha impedido hasta hoy una intervención militar contra Venezuela por parte de EEUU, una posición que se mantiene ahora, cuando el presidente Trump, ha dicho que “ninguna opción está descartada”.

A su turno, Maduro evocó la primera visita de Chávez a Cuba, hace justamente 24 años. Vino con visión bolivariana y martiana y lleno de sueños, tuvo la gran sorpresa de que en la escalerilla del avión lo esperaba un gigante, Fidel Castro Ruz, y se dieron un abrazo, primer paso para esta grandiosa historia del ALBA, la CELAC, Petrocaribe. Recordó la arrolladora victoria electoral del comandante cuatro años después, que lo catapultó a la presidencia y la derrota del golpe de Estado de 2002, que abrió el camino a la fundación del ALBA por Chávez y Fidel en 2004 mientras en Miami era lanzado el colonial ALCA para engullir a la región. Argumentó que a partir de entonces se hicieron posibles las grandes misiones sociales educativas y de salud en Venezuela, de las que han participado decenas de miles de colaboradores cubanos. El líder venezolano puso la criptomoneda petro a disposición de la organización y llamó al relanzamiento de las misiones, incluyendo la regional Misión Milagro, ya en parte incluido en el instrumento de cooperación bilateral entre Cuba y Venezuela firmado ese mismo día. Habló de la importancia de crear un pensamiento económico propio y retomar el Consejo Económico del ALBA, el que se propone lo dirija Bolivia, con el mayor crecimiento económico de América Latina y el Caribe en la última década. Al referirse a la necesidad de crear una zona económica común de los países del ALBA para ir a un desarrollo compartido y unificado de todos, Maduro exhortó a unirse para ello “como lo hacemos en educación, cultura, recreación, lucha contra el cambio climático y contra el bloqueo a Cuba en la ONU o la solidaridad con Venezuela en la OEA”.

Preparémonos para nuevas batallas, preparémonos para renovar la esperanza, preparémonos para la victoria, concluyó Maduro.

Twitter:@aguerraguerra

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