Una pregunta difícil de contestar, pero al parecer el New York Times tiene la respuesta, o mejor dicho, la respuesta la tiene un joven periodista cubano quien después de graduarse de periodismo en la Universidad de La Habana tuvo la suerte de escribir para Cubadebate, de Cubadebate saltar para OnCuba y El Estornudo para terminar escribiendo de vez en cuando para el New York Times.
Un usuario en Facebook comentaba refiriéndose al joven periodista, a su historial periodístico y a su artículo: “Hermano, siempre lo supe. Desde entonces lo anuncié y aquí está. Ten calma, que verás desfilar todavía a otros que encubren intenciones políticas enemigas desde un lenguaje seudo revolucionario”.
No serán serán muchos, diría yo. El capitalismo no despilfarra el dinero y a cada producto le saca el máximo hasta inventar uno nuevo.
Haber estudiado periodismo en Cuba a veces tiene sus ventajas y algunos las saben aprovechar muy bien. Veamos; un joven loco estadounidense abre su armario y agarra un fusil AR 15, va a una escuela y asesina a 17 personas, casi todos jóvenes como él. En la “marcha por la vida” en New York, una joven cubanomericana llamada Emma González, sobreviviente de la masacre exige que se controle la venta de armamentos en EEUU. En su brillante discurso para dicha de muchos y desdicha de otros, Emma comete la “imprudencia” de ponerse una chaqueta verde olivo con la bandera cubana pegada al hombro.
Ahora usted quizás pensará que en el país “más democrático del mundo” cada cual puede vestirse como le venga en gana, pues se equivoca, no es así y ya Emma lo sabe. También sabe que puede ser muy peligroso si eres mujer y “cometes el pecado” de sentir afinidad hacia tu propio sexo y encima de eso tienes el coraje de desafiar la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que es lo mismo que desafiar a la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) y a un par de locos y arrebatados cubanoamericanos.
Emma se convirtió de la noche a la mañana en un ser extraño para la desmesurada sociedad estadounidense.
Por su coraje y valentía la joven se ganó la admiración y el respeto de casi todo el mundo menos el de los radicales de derecha estadounidenses, entre ellos varios cubanoamericanos. El mundo ama a Emma, los seguidores de Donald Trump, los “admiradores” de la Segunda Enmienda y los que viven del negocio de disparar armas, la odian.
En medio de todo ese tira y encoje mediático a un joven periodista cubano no se le ocurre otra cosa que afirmar que “Quienes atacan a Emma González son los verdaderos comunistas”. Al New York Times le viene el artículo como anillo al dedo y lo publica.
Ahora quizás usted se preguntará qué tiene que ver el”comunismo” cubano con esa fatalidad y esa “facilidad” que existe en la sociedad estadounidense para que sus ciudadanos se maten entre ellos con las propias armas que tienen guardadas en sus escaparates, según ellos para defenderse.
Nada, sólo que la historia se repite una y mil veces: Todos los pájaros comen arroz y el Totí sigue cargando con la culpa.
Ya casi nadie habla de la matanza en la escuela secundaria de Parkland, mucho menos de que en EEUU hay más de 8 millones de fusiles AR 15 listos en los armarios esperando por el próximo loco para juntos salir a la calle a seguir sembrando el pánico y la muerte. Nada de esto cuenta para el NYT y para este joven periodista cubano que se queja de que en una universidad cubana lo hayan obligado a estudiar “asignaturas avasallantes como el maxismo leninismo”.
Ahora el tema es la joven cubanomericana Emma Gonzalez, su chaqueta verde olivo, la bandera cubana, Fidel Castro y el comunismo.
El joven periodista para fundamentar su tesis afirma que la joven Emma “fue recientemente vinculada al comunismo justo por las mismas razones que en un país comunista la vincularían al capitalismo”. Esta afirmación es tan absurda como aquel cuento del ataque acústico en La Habana. Pero basta con que lo diga un joven periodista cubano, venido de una universidad habanera, lo demás es ya una cuestión del NYT.
El joven continua su paráfrasis afirmando que “….lo sabrán quienes alguna vez se educaron en la uniformidad estética de las escuelas que todavía hoy incluyen en sus programas de estudios —aun cuando la historia haya sido lo suficientemente clara al respecto— asignaturas avasallantes como el marxismo leninismo inspirado en los viejos manuales soviéticos”, fin de la cita.
“…- aun cuando la historia haya sido lo suficientemente clara al respecto-…”, repito la frase porque amerita algunas preguntas:
¿A qué historia se refiere? ¿Qué está claro, que Marx y Lenin se equivocaron tanto que hoy todavía el NYT necesita atacarlos?
“I TOLD YOU, I WAS RIGHT ABOUT CAPITALISM”.
No sé si el joven periodista cubano conocerá este chiste tan de moda en estos tiempos y que se puede leer en muros y afiches en muchos lugares de este mundo al pie de una foto de Carlos Marx.
Como tampoco estoy muy seguro de que el NYT y el joven periodista cubano lo saben, lo voy a decir en voz alta para que se entere La Habana y también aquellos jóvenes que en estos momentos están estudiando el mismo periodismo que un día este periodista estudió y del cual se está quejando: El Capital, esa obra maestra es actualmente uno de los libros más leídos en el mundo y su autor Carlos Marx es considerado como uno de los hombres más influyente de la historia moderna.
¿Qué les parece?
Aunque el New York Times siga pagando para demostrar lo contrario y un fantasma llamado comunismo siga recorriendo el mundo, Carlos Marx está más vigente que nunca y “El Capital” y el “Manifiesto Comunista” seguirán teniendo una gran influencia política en el mundo. En este punto los profesionales cubanos estarán siempre en ventaja con respecto a los de otros lares. Se trata sólo de utilizar lo que se aprende para poder andar por las calles de la vida. De lo que aprende vive el hombre.
Albrecht Ritschl, profesor titular de la London Schools of Economics, en entrevista a la BBC refiriéndose a las crisis financieras que atraviesa el capitalismo y al aporte científico de Carlos Marx afirmaba, cito: “Si bien él no fue el único que hablaba de ello, su idea original era que cada turbulencia (crísis financiera) llevaría a otra peor, y así sucesivamente hasta la destrucción del capitalismo”……“hoy estamos más alertas que nunca ante las turbulencias y somos más cuidadosos frente a ellas, en parte gracias a él”.
El artículo del joven cubano alcanza su punto culminante cuando en un intento por establecer “paralelos” compara las declaraciones hechas por un congresista estadounidense sobre las hábitos de vestir de Emma González con unas fragmento descontextualizado de un discurso del líder de la Revolución Fidel Castro en el lejano 1963, es decir, hace más de 50 años cuando los homosexuales eran hasta asesinados y encarcelados en EEUU con leyes antisodomía que sólo comenzaron a derogarse en 1962 por Illinois y en la mayoría de los estados a partir de la década de 1970 pero él no lo dice. A juzgar por los criterios del autor la bisexualidad e irreverencia de Emma González habría padecido con seguridad los ataques del “líder supremo” de Cuba.
Hay desfachateces que no ameritan comentarios.
“No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, es el ser social el que determina su conciencia”.
Esto también los dijo Marx. ¿Quién lo duda?
Este mercenario puede que sea periodista pero ya dejó de ser cubano, qué pena tanta inversión del gobierno y pueblo cubanos para que salga este apátrida arrodillado al imperio por una limosna.
Justo, excelente análisis de la desfachatez, mendacidad, oportunismo y deshonestidad intelectual de un periodista de medio pelo que acude a esas infamias para hacer méritos, caer en gracia a sus anfitriones, obtener prebendas y ascender en ese mundillo de la propaganda anticubana y anticomunista. A este señorito, entalcado y mimado por sus intencionados disparates y desaguisados, le deseo mucha “¡Salud, Salud!”, pero de la que solía desearnos el tirano Fulgencio Batista al final de sus actos.
Hola:-)
No solo periodistas salidos de Cuba o en Cuba dicen estupideces parecidas. Los cantos de sirenas —las mentiras de los explotadores— embrutecen a demasiadas personas, incluso, de alto nivel cultural. Por eso es que hay que generar mucho contenido de calidad sobre la verdad que vivimos y la que deseamos construir; para evitar en alguna medida, que solo se escuchen los cantos de sirena.
Saludos;-)
Creo que en caso como este,lo que falta es escrúpulo.
Reblogueó esto en VenCuba.
Pingback: ¿Qué tienen en común Emma González, el “comunismo” cubano y el marxismo leninismo? Por Justo Cruz | argencuba
No recuerdo si al final Carlos Manuel llegó a graduarse..pero lo que si se ha visto es su involución política..solo por el ansia de ganar dinero y ser “reconocido”…
Sin duda todos las exposiciones suyas son válidas, pero también debatible hacer referencia a la sexualidad de Emma creo es estúpido. Pero podríamos hablar de las contradicciones que existe entre la renuncia a las armas y la anuencia a los trajes de guerra. no entiendo como podemos aceptar una cosa y negar otra que está estrechamente relacionado, creo que bella cuantía sólo está buscando popularidad, y lo consiguió aparentemente