Reguetón: ¿Gusto o intereses? Por Javier Gómez Sánchez

 

javiergosanchez09@gmail.com

Pensemos en la historia. La década del 90 estuvo dominada por la salsa cubana o timba, que se escuchaba en las fiestas y en la radio de forma bien delimitada con la música disco. En el 2000 ya la timba de NG La Banda no estaba en su auge mayor pero agrupaciones nuevas como Carlos Manuel y su Clan, Bonny y Kelly, Arnaldo y su Talismán, refrescaban la escena salsera, y le daban sus últimos momentos de gran popularidad. Algunas orquestas como La Charanga Habanera, los infaltables Van Van y Adalberto Alvarez y su Son, se mantenían. Otros como Manolín El Medico de la Salsa, e Isaac Delgado -quien terminó retornando a Cuba- decidieron continuar sus carreras en el extranjero, como luego haría también Carlos Manuel.

El inicio de los 2000 marca la entrada en Cuba de un ritmo nuevo, que al sonar complacía tanto a los aficionados al hip hop como a los bailadores salseros: el reguetón. Incluso su capacidad de crear un ambiente de caliente de atmósfera sensual, capaz de atraer más, porque al sonar hacía liberar sobre la pista uno de los instintos más primarios del ser humano: el sexo.

Durante el 2004 ya prácticamente no hubo una fiesta en Cuba donde no sonaran los boricuas Don Omar, Daddy Yankee, y Tego Calderón. El éxito fue arrasador, las discotecas ponían cada vez más temas de reguetón casi desapareciendo la salsa y otros géneros.

Pronto numerosos grupos cubanos de hip hop comenzaron a utilizar backgrounds reguetoneros y a simplificar cada vez más sus letras. La rima y la poesía urbana fueron desapareciendo. Durante años los grupos de hip hop habían realizado su música de modo mayoritariamente aficionado, casi ningún artista de hip hop podía vivir de su música, con pocas presentaciones en espacios pequeños y alternativos, prácticamente sin ninguna grabación discográfica. Muchos raperos comenzaron a ver que abandonar el hip hop puro y fusionarlo con otros géneros era lo que podía abrir las puertas del logro económico.

Pero casi ningún grupo de rap en la isla podía contar con los arreglos musicales y la orquestación que requería una fusión con la salsa, así que echaron mano a algún DJ de los mismos que los acompañaban en sus actuaciones raperas para que hicieran fondos similares a los boricuas, o usaran backgrounds ya pregrabados, a los que adaptaban sus propias letras, cada vez más reducidas a unas pocas líneas repetitivas. Pronto muchos grupos comenzaron a lograr con el reguetón lo que nunca habían podido con el hip hop: Vivir de la música . La razón era sencilla, el reguetón se bailaba, el hip hop no. Y casi todos querían bailar reguetón.

Comenzaron a surgir no ya raperos convertidos al reguetón, sino intérpretes que se daban a conocer directamente con el género, que dejaba de ser algo nuevo. Comienzan a escucharse nombres como Elvis Manuel, El Insurrecto, Baby Lores y El Chacal, que hacían llenar las discotecas habaneras con un público que los identificaba y los seguía.

Pero no fue solo el gusto de un sector por un nuevo ritmo musical -que ya comenzaba a lanzar letras cada vez más agresivas- lo que determinó su extensión, sino motivaciones mucho más pragmáticas. A diferencia de la salsa, con agrupaciones de más de una decena de músicos, el reguetón con solo un DJ y un par de vocalistas podía ser presentado en lugares con escenarios pequeños, y con pocas exigencias de audio. Los antiguos night clubs, creados en la época del filin y el bolero, y que se habían convertido en discotecas, con el reguetón volvieron a poner música ¨en vivo¨ en sus reducidos espacios. Lo mismo ocurría con las giras nacionales y al extranjero. El reguetón estimuló ingresos fáciles hasta en lugares que estaban descapitalizados y quienes los administraban estaban más interesados en los beneficios que en el valor artístico de lo que estaban promoviendo.

Comienza a verse una trayectoria en cada reguetonero en la que el individuo graba una par de temas con un capital inicial, luego sabiendo poner dinero en las manos adecuadas se logra que este sea incluido en la programación de algunos centros nocturnos y turísticos, después con el primer capital se hace la inversión en video clips y estos son introducidos en vías informales de distribución de contenidos a través de copias por USB, como el Paquete Semanal. El contenido no solo llega al público en la forma de un consumo privado, sino que a lo largo y ancho del país, miles de restaurantes, bares y cafeterías- estatales y privados-toman el contenido y lo proyectan a su clientela en incontables monitores de HD de gran tamaño. Una nueva forma de divulgación audiovisual y publicitaria, cuyo poder no debe ser dejado de tomar en cuenta.

Aprovechando la nueva política migratoria y el “deshielo” con Estados Unidos, algunos reguetoneros cubanos son lanzados desde Miami -capital de la latin music- y reexportados hacia Cuba con más dinero para invertir en videoclips y sobornos. El “caso Gilbertman” ilumina el ciclo económico de intereses en el featuring con otros reguetoneros isleños pero con dinero miamense, aunque los más inteligentes se asocian a figuras reconocidas de la música cubana y así garantizan su difusión. Dinero llama dinero.

El dinero puede lograr también la promoción por los medios radiales y televisivos, fenómeno conocido popularmente en Latinoamérica como ¨payola¨, y que no debemos cometer la ingenuidad que pensar que no existe en nuestro país. Es un secreto a voces que para un artista que inicia su carrera, los ¨regalos¨ a algunos realizadores, ayudan más a aparecer en programas de televisión. Por suerte, directores de radio y de TV con responsabilidad comunicacional y valores éticos arraigados, han apoyado la divulgación honesta de numerosos talentos del arte musical.

Puede que de la de la misma manera intenten ser incluidos en eventos locales o en conciertos de otros artistas y géneros, a veces con públicos muy distintos, algo que llega a generar la confusión entre los concurrentes y situaciones penosas para los organizadores.

Es lógico que existan intereses distribuidos en determinados sectores -luego de pasados unos años desde la promoción televisiva del vulgar tema El Chupi Chupi y la política de las instituciones culturales a partir de eso- de que se les vuelvan a abrir las puertas relajadamente de medios y escenarios al género musical que más dinero tiene para pagar por entrar y moverse en ellos.

Algunos pudieran inconscientemente favorecerlos al pensar que se trata de ¨aceptar la conexión con lo foráneo¨, ¨abrirnos al mundo¨, ¨no tenerle miedo al mercado¨,etc. Oponerse instintiva -y superficialmente- a la censura. Supuestamente dar libertad… ¿Qué tipo de libertad? ¿La libertad del mercado? ¿Para qué tendríamos instituciones culturales si es el mercado el que va a decidir? No nos confundamos, ni nos dejemos confundir.

Se ha vuelto un lugar común decir que existe una masiva identificación del público cubano joven o de extracción humilde, con los anti-valores mayormente fomentados en la mayoría de las canciones y videos de reguetón. Pero habría que cuestionarse si no es su divulgación y amplificación deliberada la que termina induciendo hacia ese tipo de consumo.

El público venera de por sí el culto al disfrute, a la belleza, a los placeres de la vida y al goce de la pareja a los que tantos artistas han cantado, pero si esos elementos se presentan intencionadamente asociados al dinero, a la vulgaridad, a la mujer como objeto sexual, a obtener y ostentar más sin importar cómo, entonces a la larga no solo se produce ese tipo de contenido masivo para el consumidor, sino que por inducción se fabrica masivamente un tipo de consumidor para ese contenido.

¿Por qué de Cuba es Gente de Zona quien ¨arrasa¨ en Viña del Mar? En ese festival que en nada o casi nada le ha abierto nunca las puertas a la música cubana. ¿Cuántos cubanos podían haber arrasado todos estos años y ahora mismo en ese festival? Un evento que precisamente, en su diseño de proyección cultural hacia América Latina estaba, y sigue estando, salvo alguna excepción- excluir todo lo que sea representativo de Cuba.

¿Con qué fue incluida y premiada excepcionalmente Danay Suárez -a quien considero auténtica y original- en su interpretación de hip hop de indudable talento? Con una canción religiosa anti-aborto (Ojo, que es legal en Cuba, el país de la intérprete, como parte de una política y una concepción social)…En un momento en que el festival se producía paralelo a un debate legislativo en Chile sobre la interrupción del embarazo y poderes de gran influencia en la sociedad chilena estaban interesados en utilizar el evento en contra de su legalización.

Por otro lado los cubanos aún estamos a la espera de que los artistas de nuestro país sean promocionados en la industria internacional por el valor de su propia obra, y no solo por aparecer últimamente calzando con su interpretación de acompañantes, la actuación de artistas de otras nacionalidades como el verdadero producto que esa industria se interesa en vender.

Mientras en Cuba el featuring pareciera ser el vehículo ideal para intentar validarse artísticamente, accediendo a medios y escenarios a los que jamás llegarían con el grueso de su obra. Es por eso que con el reguetón el lanzamiento de combinaciones musicales sea cada vez más frecuente, siendo los interesados en validarse no pocas veces los más solventes para asumir los costos de grabación musical y audiovisual, en lo que parecería ser una buena oportunidad para todas las partes.

Pero tristemente puede llegar a ocurrir, que en vez de los aspirantes a ser elevados ver cumplidas sus expectativas, sean los artistas de valía musical y social los que se vean disminuidos. Porque el featuring puede llegar a ser, ante el público, un arma de doble filo.

El capital acumulado permite la producción de video clips más costosos, aunque más baratos de realizar en Cuba que en Miami, contratando a los mejores realizadores. La producción de videos de reguetón, se ha convertido en una industria dentro de la propia industria del video clip.

El individuo que logra se introducirse en el mercado del reguetón y ha acumulado el valor comercial suficiente para ser promocionado en los escenarios de Miami, es recibido por una maquinaria que lo presenta como un exponente de la música cubana actual. Programas televisivos ¨payoleados¨ hacen su parte con entrevistas y presentaciones. El contenido generado se sube a You Tube y se hace llegar a Cuba a través del Paquete, buscando ejercer sobre la audiencia un efecto de ¨reflejo del éxito¨.

No se debe dejar de notar que este paseo triunfal por la pasarela miamense se vio acentuado en la medida que las instituciones culturales cubanas decidieron, ante una escalada de la vulgaridad, ejercer un control sobre los contenidos musicales emitidos en radio y la televisión.

Mientras, en medios más politizados, se insiste en el tema presentándolo como un símbolo del supuesto fracaso de las políticas culturales de la Revolución. Algunos disfrutan hacer visible en Cuba el asunto del reguetón porque representa todo lo contrario a la educación cultural de un pueblo.

A diferencia de la mayoría de los géneros musicales cultivados en Cuba, el reguetón no expone ningún logro de la formación académica que ha brindado el sistema educativo creado por la Revolución. Es por eso que resulta tan conveniente en Miami. Porque cuando un salsero o un jazzista cubano es entrevistado en programas de la TV miamense, muchas veces menciona que estudió en la ENA, en el ISA, o que descubrió su vocación por la música cuando estudiaba ingeniería en la CUJAE. Había que ver en los días del llamado ¨Intercambio Cultural¨, que facilitó la presentación de artistas cubanos en Estados Unidos, la incomodidad, la crispación disimulada , la molestia contenida, que eso provocaba en los presentadores de la televisión miamense. Pero un reguetonero, salvo alguna excepción, no los va a hacer sentir eso.

Es, política, y culturalmente, compatible con la Cuba que Miami necesita. Por eso quieren representarnos con el reguetón, porque saben que no nos representa.

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22 Responses to Reguetón: ¿Gusto o intereses? Por Javier Gómez Sánchez

  1. Liborio Criollo says:

    Bueno Javier, 100% de acuerdo contigo.
    Pero la pregunta es: ¿por qué gusta tanto, en un país con más de un millón de universitarios, una riqueza cultural amplísima,millones de manifestaciones culturales de todo tipo? El reguetón gusta porque lo que pregona está en consonancia con los “valores” de quien lo escucha. Te pongo lo que me pides porque me pides lo que te pongo. Ambos se interrelacionan. Ahora hay uno de Coralina, porque ponemos Coralina, Dora, etc. Hasta q se seque el malecón, porque había un aumento migratorio en ese momento y el malecón es frontera, y así sucesivamente, incluyendo los más groseros y antisociales, expresan que hay gente que piensa así. El reguetón es el síntoma, no la enfermedad. Saludos.

     
  2. Liborio Guaso says:

    Pero nadie puede creer que esa manifestación “socio-cultural” sea en realidad un producto de preocupaciones o tendencias de carácter político y como decía Cantinflas “ Ahí esta el detalle ” , el regueton se presta para la manipulación como ninguna otra cosa del arte libre , es seguro que a nadie se le ocurriría hacerlo con una opera que seria para unos pocos.
    El tipo le mete al regueton inspirado solo con su maldad callejera y al final cuando llega a Miami lo convierten en un lider politico a cambio de fama y dinero y se utiliza contra Cuba, seria algo normal.
    Sobre el tema hay mucha tela por donde cortar pero si se utiliza el regueton para uniformar la manifestación cultural juvenil en toda latinoamerica es algo innegable y al paso que vamos pronto no tendremos tango, ranchera, cumbia, ni danzon y desde el Bravo a la Patagonia en la vida real todos bailaremos regueton como una sola tribu ( de mierda diria Trump).
    El peligro no esta en el regueton, alegre y cumbamchero, pero cuando tambien lleguen los polvitos y las pastillitas para igualarse en todo al mundo del arte libre, entonces si la sociedad estará engravisimo riesgo.
    Que se utiliza la música como arma ? Se debe recordar que en los sesenta hasta en los conciertos de los Beatles se repartían gratis las dosis de LSD. Y como mal un resultado hoy vemos decenas de miles de muertos anuales por las sobredosis y lo peor de todo es que a nadie le importa.

     
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  4. Liborio Criollo says:

    A ver Guaso, tranquilo. Nadie duda de que existan campañas para asignar roles y modus vivendi elaborados desde fuera a los latinos, redefiniéndoles el concepto de latino en interés del imperio. Pero cuando un reguetonero en Cuba comienza a cantar, o los niños en fiestas infantiles pegan sus genitales en movimientos agresivos, no está la CIA. Son un resultado de los “valores” y condiciones de su medio. No es exactamente igual a otros países latinoamericanos, acá supuestamente hay otro modelo social, otros medios principales, un mayor porciento de escolaridad, mayor cultura general, política, etc. Organizaciones de masas que son non plus ultra, fíjate que eligen a todos los precandidatos, unos los llevan a votación y los otros los eligen ellos directo. Entonces, si con todos esos medios de control social el reguetón cada vez más profundiza en su depravación (lo más reciente Tikko, con el palito presidiario, la chikirriki y el pasillito loco, en centros nocturnos ESTATALES) es porque responde a una manifestación social, a una necesidad social de expresar sus verdaderos valores, tendencias y gustos.
    Las federadas, cederistas y militantes que casi se desnudan en los videoclips, siguen siendo federadas, cederistas y militantes. Los embajadores de la cultura cubana que organizan esos videoclips, siguen siéndolo. Al final como diría el trovador, preferimos las damas de la orquesta de salsa (cuando aquello no había reguetón, era cuando el chatarreo de la Charanga H, el Tosco con “el blumer lleno de huecos” y demás), con cerveza a granel a la canción y el debate político si es políemico o controversial. Opio a los prole, y luego nos quejamos de que no atienden, entienden o tienen iniciativa. El mal es sistémico, compadre. Al margen de las campañas imperialistas que sí existen y sí influyen.

     
  5. Santiago says:

    Creo que el amigo Criollo, lejos de rebatir, confirma lo que dice Javier sobre el uso político del reguetón para desacreditar la Revolución y se le debe agradecer por ello.

     
  6. Liborio Criollo says:

    Gracias santiago, el problema está en que, sin desdeñar la acción externa, si lo atribuimos todo “al enemigo” pues externalizamos el problema y la responsabilidad. Hay reguetón porque hay guapería, machismo, marginalidad, pobreza, corrupción, doble moral, incultura, promiscuidad, robo, depravación, etc. Eliminas esas cosas, y el reguetón no entra aunque Trump lance miles de DVD.
    Entre nosotros mismos están los promotores de toda esa cosa.

     
  7. Carlos Luis says:

    Sr Criollo:Trump es promotor del bloqueo que busca crear las condiciones para todo eso queno solo existe en Cuba. De hecho, Cuba es de los países del Caribe donde menos existe pero el único con bloqueo. Creo tiene razón Santiago en lo que le replica. Un saludo

     
  8. Alejandro says:

    Y quiero resaltar lo que escribe Jorge Angel Hernández en uno de sus artículos que aparece en Cubaliteraria y que respalda lo que plantea Javier:

    “Tras su siempre cacareada libertad de expresión y su supuesta admisión de lo diverso, las trasnacionales del gusto marcan a su antojo el universo simbólico de nuestros ámbitos de recepción. Hoy día, los músicos que nuestra población reconoce como de éxito son aquellos que se han convertido en recurso de la industria global y han aceptado un pacto de estetización que le negaron a la entidad benefactora primaria: el estado socialista cubano. Sin ella, la mayoría no se hubiera asomado siquiera al panorama artístico ni se hubiera planteado hacerse creadores. No hubieran tenido siquiera el recurso imprescindible para entrar en las escuelas formadoras de arte. Es ese un elemento de génesis que la manipulación propagandística convierte en invisible, magnificando en su lugar los detalles de error y de contexto errático que en el trabajo se producen.”

    Industria cultural y división del trabajo, Jorge Ángel Hernández
    http://www.cubaliteraria.com/articuloc.php?idarticulo=21250&idcolumna=29

     
  9. Liborio Criollo says:

    Ya, entonces según uds. si desaparece el imperialismo yanqui desaparece el reguetón. Si desaparece el bloqueo desaparece el reguetón. No me digan!
    El reguetón tiene sus raíces en lo de animal que nos queda, en los valores no interiorizados, en el egoísmo que nos queda, a nosotros, y a los otros pueblos.
    Por eso es factible como mercancía y como símbolo y lo aprovecha el capital.
    No a la inversa. Uds. mismos son la mejor muestra de que personas con valores y cultura rechazan el reguetón bajo el mismo bloqueo y medio social que otros lo idolatran. Aunque se me parezcan a clones de Torquemada, con todo respeto, pero ya veo por donde vienen, basta que yo comente algo y le buscan una intención oculta u oscura. No, yo soy claro, lo que no coincido con uds.

    No echen la culpa de todo al enemigo de fuera, cuando tenemos al principal enemigo dentro de nosotros mismos, y es el que alimenta más al externo.
    Mirémonos nosotros, como sistema, porque eso de que a los directivos les interesa la ganancia y aplausos fáciles, y no el valor artístico, influencia cultural o social, no la polémica ni debate consciente. les pega a muchos sectores y cosas, y es responsabilidad de la dirigencia, no del aire. No es culpa de la CIA, la CIA no dirige Cuba (al menos aparentemente, porque lo de una licencia sola por cuentapropista parece elaborado en Langley, un día lo debatimos) La política cultural la dirige el PCC. Los medios los edita el PCC. Las empresas culturales donde se afilian los reguetoneros son del Estado. Entonces? Es la CIA?

     
    • sachiel says:

      Exactamente, al menos en lo último que usted refiere: ¿quienes permitimos que se siga escandalizando a todo lo queda en las guaguas y en todas partes, con las llamadas cajitas de musica y efectos similares? ¿Que haya quien amenace cuando se le requiere por tanta bulla desorganizada, lesiva, molesta y de la más baja ralea, de afuera y de adentro? No, somo nosotros mismos, y propiciamos entonces que siga la penetración con espinas de todo lo malo y grosero que no se debió nunca permitir, e inclusive que se clone aqui en Cuba, sólo por el “gusto” ¿El gusto de quien o quienes, de los ciudadanos honestos y honrados o de los autoproclamados “marginales”, antaño “lumpens proletarios”?. ¿Que hay resistencias a las prohibiciones? Que las haya, pero hay prohibiciones necesarias y útiles, en cualquier pais, en ese sentido de respetar al prójimo.

       
  10. Bob69 says:

    Nuevamente, un artículo que ataca el efecto, pero jamás hace referencia a la causa.

     
  11. Kamilo says:

    Criticamos echamos humo,pero no analizamos que en tiempos pasados Pello el Afrocan ponía a bailar a media Cuba,todo ritmo tiene su época de oro,la del ritmo Mozambique fue efímera,mientras mas tratemos de evitar la cosas,mas personas se interesan por ella,criticar y acusar lo hacemos, pero miren ,¿uds no vieron al mismísimo nieto escolta de Raúl Castro desmelenado ,bailando regueton y es por desviaciones políticas?,no srs,el día que la juventud deje de buscar nuevas cosas,no será juventud,no seamos o queramos/ser mas marxista,que Marx,

     
  12. Charly says:

    La vida en cuba para la mayoria es un regeton, desde que amanece hasta que te acuestas. Entonces que quieren que le guste a la gente Mozart y Silvio??? Por favor sean marxistas en todo y no en lo que conviene. El arte y la cultura en general es reflejo de la sociedad. EN GENERAL. Porque no lo prohiben totalmente y meten preso al que se atreva a tocarlo???

     
  13. YGM says:

    Buenos días a todos. Realmente los temas actuales respecto a la influencia de la música son bastante polémicos. Es una realidad que el reguetón, junto a otros géneros URBANOS, se ha expandido como una fiebre de ritmos y pasillos pegajosos, aunque las letras escritas por una gran parte de los COMPOSITORES cubanos dejan mucho que desear para un buen escucha que quiere, además de moverse toda una noche, disfrutar del contenido de una buena canción. Eso es evidente y cuestionable pues demuestra la poca sensatez de las ideas que se quieren expresar mediante la música.
    Ahora, la otra cara de la moneda. Las tradicionales orquestas que siempre nos deleitaron con los ritmos bailables han caído en el mismo agujero de la mediocridad. Todas las canciones bailables suenan igual, aparte del sello único que identifica a cada orquesta. Las letras, en su mayoría, no se diferencian de las empleadas por los reguetoneros. Los términos soeces y la alusión a detalles y elementos de mal gusto son tan frecuentes que no anima a muchos a escucharlos. Eso en Cuba se ha puesto de manifiesto desde antes del auge de la música urbana.
    Tema polémico? Cierto.
    Influencia del imperialismo? En parte.
    Perdida de valores? Probable.
    Facilismo comercial de los compositores? Evidente.

     
  14. Carlos Luis says:

    Veo varios foristas llegando de CiberCuba y repitiendo dogmáticamente lo que les enseñan alí. Iroel debe estar muy contento por el tráfico que le dan pero si dicen que la vida en Cuba es un reguetón qué queda para Puerto Rico, donde nació y Miami de dónde llegó. El factor común entre los habitantes de Puerto Rico y Miami es ser los hijos pobres de yanquilandia.
    Comparar a Pello el Afrokán que podría gustar o no pero era un fenómeno nacido de Cuba con algo global y de importación como el reguetón no se sostiene y quien mete al nieto del presidente de Cuba para demostrar que no hay poitización, politiza.
    Jajaja

     
  15. katy says:

    Definitivamente el reguetón no nos representa. Excelente articulo FELICITO AL AUTOR.
    Gracias

     
  16. Siul Herreea says:

    De verdad nunca habia visto un articulo tan anticubano en un sitio oficial. Que el regueatton no nos reoresenta?? Haga un concierto de Van Van y otro de Gente de Zona y me dira a cual van mas cubano. Una cosa es q algunos exponentes de este genero dejen q desear culturalmente igual sucede con rockeros , salseros, poetas y artistas de cualquier genero o modslidad artistica. Esos muchachos de Gente de Zona no dejan de sentirse cubanos y mas que eso de decirlo en cada momento. Respetemoslos y sentamonos orgullosos de ellos

     
  17. Kamilo says:

    Carlos Luis: Cuando digo el nieto del presidente,lo digo por el regueton gusta a muchos, no por politizar,lo que pasa es que nosotros cuidamos tanto la hortaliza,que después vemos todo verde y cuando alguien lo ve de otro color,enseguida le reprochamos y queremos satanizarlo,nadie tiene la verdad absoluta,porque entonces seria negarnos nosotros mismos,y si hablamos de politización te pregunto ¿cuantas canciones de la nueva trova no son políticas? ¿y eso no es politizar? No que va,eso no,es lo que yo pretendo que se oiga,no,no eso no es absolutismo,porque lo digo yo,por muchos cercos que le tires la mente humana,nunca lograrás dominarla y mientras mas le impongas,peor será ¿ Y tu sabes lo que cosecharas?,tu cosecha sera muy productiva en doble moral y simulación,entonces es cuando nos dicen si,si verdad,vemos la hortaliza verde cuando en realidad es remolacha lo que es,¿pero tu sabes cual es el caldo de cultivo de la doble moral y la simulación?,eso se llama imposición y al final te digo la mala hierva política prospera donde el riego del trabajo político no llega,el trabajo político no consignas,lemas,discursos y eslogan,ese trabajo es concientizar,el uso de la disciplina social y política como arma ideológica y el ejemplo personal de quienes lo predican, nada haces con hablar dentro de un aula del divercionismo ideológico que significa una bandera gringa, cuando después te ven en la calle con una en tu ropa o en la ropa de uno de tus hijos.el ejemplo es la guía del trabajo político

     
    • Gracias, Kamilo. Bienvenido a la Pupila. Cierto que la imposición genera doble moral y el ejemplo es el mejor trabajo político pero no dejaría de señalar que a través del dinero también hay modos más sutiles y muchas veces m´ss efectivos de imponer. Creo a eso se refiere Javier aquí.
      También doy la bienvenida a Siul, no creo este sea un sitio oficial, más cuando este artículo da un punto de vista contrario en varios aspectos publicado en Granma sobre el mismo tema. No creo se sea anticubano por decir que una agrupación o un género es más representativa que otra de la música de Cuba. La popularidad mantenida durante 50 años de Van Van en mi pinión da para pensar, porque coyunturalmente otros pueden haber convocado más personas couyunturalmente pero a la larga ellos han permanecido.
      Saludos a ambos

       
  18. gloriaalicia says:

    Muy buen artículo, estudio acucioso del fenómeno reguetón, surgimiento y desarrollo en Cuba. Creo que por las razones que manifiesta el autor a las que añadiría no solo que es bailable, sino que cualquiera que pueda mover los pies lo puede bailar lo cual es un punto más a su favor. Tampoco debemos olvidar que existen buenos reguetones-los menos- y que agrupaciones prestigiosas han incursionado en él sin caer en la chabacanería y el mal gusto. A estas alturas seguir cuestionando el género en los medios de difusión estatales en mi opinión no es prudente porque lo que hacemos es exaltarlo, es sabido que muchos artistas en otros países han clamado porque hablen de ellos, bien o mal, pero que hablen y la fama los seguirá. Tengo entendido que la legislación cubana contempla y puede sancionar las manifestaciones groseras que atentan contra nuestros principios. ¿Por qué no se aplican? Quienes son los responsables de que esto no suceda. ¿Qué papel juega el Ministerio de Cultura en esto? Es mi criterio que tendremos reguetón para rato y que tenemos que convivir con él, luchemos porque en los lugares donde la ley pueda actuar no se difunda la grosería, la violencia de género o la violencia a secas. En ese gran programa de la TV Cubana “La pupila asombrada” nos mostraron un video divertidísimo sobre las letras de los reguetones. Sería bueno que los realizadores del país lo vieran y les advierto, no solo el video, todos los programas para ayudarlos a entretener enseñando. Videos como el antes mencionado con artistas cubanos y con nuestra impronta serían muy eficaces. Desgañitarse diciéndoles a los jóvenes mientras se menean con su ritmo, que lo que están bailando es procaz, no surte efecto y está probado.

     
  19. Gracias, Bob. Bienvenido a La pupila.

    Precisamente publiqué este artículo porque me pareció que habla de las causas pero respeto sdu opinión. Saludos

     

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