Trump vs Cuba: ¿Tiempo aprovechado o perdido para la subversión? Por Javier Gómez Sánchez

 

javiergosanchez09@gmail.com

Un año completo del gobierno de Trump transcurrió entre su toma de posesión en enero del 2017 y el anuncio de un grupo de Internet Task Force para Cuba, casi en los mismos días del 2018. Antes habían pasado unos 5 meses desde ocupar el cargo hasta derogar la Directiva Presidencial con la estrategia adoptada por Obama y firmar una propia retomando los viejos métodos. 

El mandato de un Presidente de los Estados Unidos es de 4 años. Desde su toma de posesión el 20 de Enero del 2017 hasta el 7 de febrero del 2018, fecha de la primera reunión hecha pública del Task Force se han agotado 383 días de gestión para determinar una estrategia para Cuba que sea:

  • Distinta a la de Obama.
  • Satisfactoria para el grupo de presión de Marco Rubio.
  • Pero que se base en el uso de Internet y las tecnologías.
  • Que presente algo que parezca que pueda funcionar e idealmente lo haga.
  • Pero no usar nada que Obama haya creado al abandonar lo que antes no funcionaba.
  • Que evite hacer el ridículo.

Los puntos 1 y 2 ya los han logrado, ahora intentan alcanzar una combinación posible del 3, 4 y 5,  mientras intentan evitar el 6. Pero entre no volver a usar los proyectos de la Era W. Bush (2000-2009), que fueron pragmáticamente disfuncionales y tampoco usar los proyectos de la Era Obama (2009-2017), que le son políticamente inconvenientes, es poco probable que la Administración Trump y sus impulsores anticubanos encuentren una fórmula para implementar un tercer tipo de proyectos en los cuales usar el presupuesto destinado para la subversión en Cuba.

Sería en los 3 años que quedan de un solo mandato, en caso de que Trump no sea reelecto, aunque habiéndose demostrado que electoralmente en Estados Unidos puede pasar cualquier cosa, no puede descartarse que vuelva a ocurrir. Pero incluso si un Trump presidente se convierte en un Trump reelecto en el 2020, lo que bien pudiera desaparecer en algún momento es la capacidad de influencia del grupo cubanoamericano del Partido Republicano, no por motivos referentes a Cuba sino por el vaivén de la política norteamericana.

Tampoco es descartable que Donald Trump llegue a vivir la suerte de Richard Nixon y no termine ni su mandato.

La Task Force parece tomarse las cosas con calma, el resultado de la reunión  del pasado 7 de Febrero fue el anuncio de la creación de dos subgrupos, uno dedicado a ¨estudiar el rol de los medios de comunicación y la libertad de expresión¨ (Entiéndase qué contenidos generar, cómo producirlos y dónde publicarlos) y otro ¨enfocado en el acceso de Internet en Cuba¨ (Léase cómo hacer visible en la isla lo que genere el otro subgrupo). Según el calendario anunciado, emitirán un informe preliminar dentro de un plazo de 6 meses, tiempo que expiraría aproximadamente en Junio, y en Octubre se volverían reunir para elaborar un documento final con recomendaciones sobre el asunto para entregar al Presidente y al Secretario de Estado Rex Tillerson , o  al que esté en ese cargo para entonces.

Hay que entender la importancia de los cronogramas en la mentalidad anglosajona norteamericana, muy distinta a la proveniente de nuestras raíces hispanas, y que constituye una de las claves de diferencia en el desarrollo. Producir resultados determinados va ligado siempre a lograrlo en un tiempo determinado. El factor tiempo es fundamental en un país que no solo se rige así en los períodos electorales de su modelo político, sino que es algo que está presente en todo su funcionamiento y sintetizado en el slogan ¨Time is money¨.

En Octubre del 2018 cuando el Task Force deposite sobre el buró de la Oficina Oval el resultado teórico de su trabajo, habrá trascurrido aproximadamente 1 año y 9 meses de gobierno. Quedarían poco más de 2 años para llevarlo a la práctica, suponiendo que como dice la información oficial, el presente 2018 casi completo será para estudios y elaboración de recomendaciones.

De ese tiempo, el 2020 y cuarto año del mandato, estará como es tradición, dominado por un ambiente electoral.  Los demócratas se lanzarán con todas sus fuerzas y es probable que junto a muchos otros, el retroceso a una equivocada política hacia Cuba, sea un tema al que le puedan sacar provecho en la campaña.

La política adoptada por Obama tomó años de maduración.  Lo que ha trascendido de lo ocurrido en la reunión de este 7 de Febrero, en la que participaron cubanos “opositores”, es que hubo voces discrepantes, mientras la presencia de representantes de Oficinas, Agencias y  think tanks, cuyos programas anteriores devoraron millones de dólares sin obtener resultados indica que los presentes necesitarían de muchísima creatividad para subir la cuesta contra el sentido común.

La expansión misma  del uso de  Internet entre los cubanos y la diversificación del consumo audiovisual, va convirtiendo el lenguaje del Task Force de obsoleto a arcaico al ser el Gobierno cubano el que en los últimos años lo ha proporcionado  y aprendido a convivir con ello, e incluso, a utilizarlo a su favor.

Todo parece indicar que respecto a la guerra comunicacional contra Cuba, más importante que lo que intente hacer este gobierno, es lo que haga el próximo después de Trump.

Mientras, la maquinaria de “medios independientes” en Cuba, que fue construida durante la Administración Obama, imponiendo el sentido común de cómo usar el dinero contra el socialismo, podrá explotar lo que haga Trump en este tiempo (En el que no dejará de ni de trabajar, ni de ser financiada) para cultivar su imagen de ¨alternativa¨ ante los cubanos, hasta que regrese el smart power a la Presidencia.  Ya sus miembros, que fueron beneficiados a través de becas, fondos europeos y fundaciones ¨fachada¨, lo hacen.

Solo queda la respuesta que se pueda dar, una vez que llegue el cambio a la Casa Blanca, al resultado de la estancia de Donald Trump para los planes de subvertir a Cuba con la seducción:

¿Un tiempo aprovechado o un tiempo perdido?

 

 

 

 

 

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10 Responses to Trump vs Cuba: ¿Tiempo aprovechado o perdido para la subversión? Por Javier Gómez Sánchez

  1. Tocororo says:

    Cualquier tiempo pasado fue mejor, es una frase conocida y que aplicada a EEUU parece anillo al dedo, pero tampoco se sabe muy bien porque EEUU desde el primer momento que se creó fue para destruir todo lo de alrededor, ocupar, explotar y adueñarse, por eso que nuestro Martí habló de sus entrañas, las conoció y como nuestro Fidel, viajaba al futuro para contárnoslo. Por esta razón yo no creo que “la política adoptada por Obama tomó años de maduración”.
    Cuando se habla de Obama pareciera que nos encontramos con alguien que quiso cambiar las cosas, el primer presidente de color, que no afroamericano, sus padres destinados en Indonesia siendo agente de la CIA, esa Indonesia donde en aquel golpe de estado eliminaron alrededor de 500 mil comunistas. Obama fue presidente imperial como el que más, facilidad de palabra sabía dominar la comunicación, pero que le pregunten a los libios, a los sirios, a los de Afganistán, a los paquistaníes con sus drones, a los hondureños los crucificó con su smart power, resultó y además no lo parecía.
    Contra Cuba no se madura, contra Cuba solo existe obsesión desde el primer momento, sea el presidente que sea haya pasado por la casa blanca esa hasta el petardo de ahora. Nada ha resultado, nada, solo ha infligido dolor eso sí. Con Cuba el smart power no sirve tampoco, si alguna duda tenía Obama se le fueron cuando viajó a Cuba y se dio cuenta de la realidad, aunque hubo algunos ilusos de “buena voluntad” que lo creyeron. Ahora con este American profundis de flequillo curioso sigue la misma obsesión, la derecha cubanoamericana con el senatore Rubio a la cabeza queriendo agrupar filas pero jugando a dos y tres bandas como la mejor trama de “sucesores”, el sueño de Rubio es que los terroristas acomplejados de antaño puedan impulsar e introducir la muerte dentro de la isla por medio de atentados para “calentar” las calles, algo que ya han puesto en práctica en Venezuela con las guarimbas, pero en Cuba tampoco eso iba a ser posible, así que simplemente cuando otro presidente le suceda a este peculiar animal, pues más de lo mismo y así hasta que algún día quizás, muerto el perro acabada la rabia, me refiero a que las propias estrellas y barras se queden mutiladas, o cualquier otro acontecimiento imprevisto les explote en las manos, porque ni el dólar es el dólar ya, ni la supremacía militar es la misma y porque siguen perdiendo todas las guerras que provocan, salvo en Hollywood, y por lo tanto citando el último punto de los seis que cita el post de Javier, es lo que continuaran haciendo, el ridículo….

     
  2. Alejandro says:

    A continuación algunos comentarios de Arnold August que complementan lo planteado por Javier y Tocororo:
    https://youtu.be/AcJsJOG0gVk

     
  3. Tocororo says:

    Gracias Alejandro por el video de August, están claras sus palabras, habla de la seducción como mayor peligro todavía que el del fascista enflequillao actual en la casa blanca, seducir, engatusar, engañar, hacer creer, toda una serie de técnicas nada improvisadas, Obama pertenece a la escuela de la CIA y quien no quiera ver esto o es ciego o simplemente no tiene información. Personalmente siempre he creído que la victoria presidencial de aquella psicópata criminal de guerra, Hilaria Clinton era mas peligrosa que este fascista en estos momentos, hablo de Cuba pero para el mundo hubiera sido igualmente peligroso una presidenta que mientras se reía histéricamente cuando viajó a la embajada yanqui en Libia decía, vine, ví, y murió.. (risas ) se refería a la muerte y linchamiento de Gaddafi. Asi que nada hará cambiar al imperialismo yanqui su obsesión por Cuba, pero si hay que marcar en la frente de los trumpeteros, “aquí no hay miedo” pues se hace.

    Leyendo más adelante a Wayne Madsen, podemos ver que los métodos no han cambiado, la CIA y sus organizaciones de bolsillos siguen actuando básicamente de la misma manera, salvo la puesta al día de actualizaciones digamos con las nuevas tecnologías. Nos “sonarán” muchas cosas, por no decir todas en Cuba, de los métodos a seguir, los “seleccionables”, los cursos de adaptación, las organizaciones creadas para esos fines, ahora se puede ver muchas de ellas radicadas, como no, en Miami ; Directorio Democrático Cubano, MAR por Cuba ,Consejo por la libertad de Cuba (CLC), entre otras, “Todos por Cuba Libre” (me mata esto), y las de antaño como, el CAMCO, la FNCA y el CID, miniaturistas contrarrevolucionarios, con mucho capitán y poco grumetes.

    El periodista de investigación, Wayne Madsen investigó varios archivos de la CIA que demuestran los vínculos de esa agencia de espionaje con instituciones y personas estrechamente ligadas a Barack Obama, así como a sus padres, su abuela y su abuelo. Hay dos partes de este trabajo que subraya la participación de Barack Obama padre en las acciones de la CIA en Kenia, operaciones destinadas a obstaculizar que el comunismo ganara terreno en ese país gracias a la influencia de China y de la Unión Soviética en los medios estudiantiles. Las operaciones de la CIA en Kenia tenían también como objetivo evitar el surgimiento de líderes africanos no alineados.

    De 1983 a 1984, Barack Obama trabajó como analista financiero en una sociedad llamada Business International Corporation, una empresa conocida como siendo una tapadera de la CIA.

    Business International Corporation, la empresa tapadera de la CIA en la que trabajaba el futuro presidente estadounidense, organizaba conferencias en las que reunía a los más poderosos dirigentes y utilizaba a periodistas como agentes en el extranjero.

    El trabajo que el propio Barack Obama realizó en esa empresa a partir de 1983 coincide con las misiones de espionaje por cuenta de la CIA que su madre, Stanley Ann Dunham, había realizado durante los años 1960, después del golpe de Estado en Indonesia, como trabajo para otras instituciones que también servían de pantalla a la CIA, como la East-West Center de la universidad de Hawai, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (United States Agency for International Development, USAID) y la Fundación Ford.
    Fue durante su trabajo en el East-West Center, en 1965, que la madre de Obama conoció a Lolo Soetoro, el padrastro de Obama, y se casó con él. Soetoro fue enviado nuevamente a Indonesia en 1965 como oficial de alto rango encargado de servir de consejero al general Suharto y a la CIA en el sangriento derrocamiento del presidente Sukarno.

    El padre de Barack Obama había conocido a la madre, en 1959, en un curso de idioma ruso organizado en la universidad de Hawai. Barack Obama padre figuraba entre los seleccionados para participar en un intercambio entre la región Este de África y Estados Unidos, intercambio que debía incorporar 280 estudiantes africanos a diferentes instituciones universitarias estadounidenses.
    Según un despacho de la agencia Reuters fechado en Londres el 12 de septiembre de 1960, aquella operación contaba simplemente con una «ayuda» proveniente únicamente de la Fundación Joseph P. Kennedy.

    Su objetivo era entrenar y adoctrinar a futuros agentes que debían ejercer su influencia en África, continente que por aquel entonces estaba convirtiéndose en un terreno de confrontación entre Estados Unidos, la Unión Soviética y China, potencias que trataban de ganarse a los regímenes de los países africanos que acababan de alcanzar la independencia o que estaban a punto de lograrla.
    Durante la selección de los estudiantes que serían enviados a Estados Unidos, Masinda Muliro, vicepresidente de la Unión Democrática Africana de Kenia (Kenyan African Democratic Union, KADU), había denunciado las preferencias tribales a favor de la etnia kikuyu, mayoritaria, y de la minoritaria etnia luo.

    Aquel favoritismo privilegiaba a los simpatizantes de la Unión Nacional Africana de Kenia (Kenyan African National Union, KANU), cuyo líder, Tom Mboya, tenía un pasado como nacionalista y sindicalista. Fue Mboya quien decidió el envío de Barack Obama padre a la universidad de Hawai como estudiante. Obama padre, ya casado en Kenia, donde era padre de un hijo y estaba en espera de otro, se casó con Stanley Ann Dunham en la isla de Maui el 2 de febrero de 1961. Dunham ya tenía 3 meses de embarazo de Barack Obama en el momento de su unión con Obama padre, quien se convirtió en el primer estudiante africano incorporado a una universidad estadounidense.

    También según la agencia Reuters, Muliro declaró que quería enviar a Estados Unidos una delegación para investigar a los estudiantes kenianos que habían recibido «regalos» provenientes de estadounidenses y «garantizar que los regalos que se hicieran a los estudiantes en el futuro fuesen administrados por personas sinceramente preocupadas por el desarrollo de Kenia».
    La CIA habría reclutado a Tom Mboya en el marco de un programa llamado «liberación selectiva», programa generosamente financiado por la CIA y cuyo objetivo era aislar al presidente Kenyatta, quien fue el fundador de la República de Kenia, y considerado por la agencia de espionaje estadounidense como una persona de «no confianza».

    Mboya recibió en aquella época una subvención ascendiente a 100 000 dólares proveniente de la Fundación Joseph P. Kennedy, en el marco del programa de invitación de estudiantes africanos, después de haber rechazado una propuesta similar de parte del Departamento de Estado. Resulta evidente que a Mboya le inquietaban las sospechas que la entrega de una ayuda oficial estadounidense podía provocar entre los políticos kenianos procomunistas, quienes ya sospechaban que Mboya estaba vinculado a la CIA.
    Así que el financiamiento del programa se garantizó a través de la Fundación Joseph P. Kennedy y de la Fundación de Estudiantes Afroamericanos.

    El padre de Obama no estuvo en el primer grupo enviado a Estados Unidos por vía aérea, sino en uno de los siguientes. Aquel programa de ayuda a los estudiantes africanos, organizado por Mboya en 1959, incluía estudiantes de Kenia, Uganda, Tanganyka, Zanzíbar, Rhodesia del Sur y del Norte (hoy Zambia y Zinbabue) y de Nyasaland (hoy Malawi).

    La agencia de noticias Reuters reporta además que Muliro denunciaba por entonces que el favoritismo existente en la selección de los beneficiarios de la ayuda estadounidense «molestaba y amargaba a los demás estudiantes africanos». Muliro señalaba que «se daba preferencia a las tribus mayoritarias (los kikuyus y los luos) y que muchos de los estudiantes seleccionados por Estados Unidos no habían logrado pasar los exámenes de admisión mientras que otros estudiantes no seleccionados tenían mejores referencias».
    El padre de Obama era amigo de Mboya y pertenecía a la etnia luo. Al ser asesinado Mboya, en 1969, Obama padre compareció como testigo en el juicio contra el presunto asesino. Incluso afirmó haber sido él mismo objeto de un intento de asesinato en plena calle después de su testimonio ante el tribunal.
    El padre de Obama partió de Hawai en 1962 para estudiar en Harvard y se divorció de Dunham en 1964. Se casó nuevamente con una estudiante de Harvard, Ruth Niedensand, una estadounidense judía, y volvió con ella a Kenia, donde tuvieron dos hijos. Aquella unión también terminó en divorcio. Obama padre trabajó en el ministerio de Finanzas y en el ministerio de Transportes de Kenia, así como en una compañía petrolera. Murió en un accidente automovilístico, en 1982, y los principales políticos de Kenia asistieron a sus funerales, entre ellos Robert Ouko, quien se convertiría posteriormente en ministro de Transportes y sería asesinado en 1990.

    Los documentos de la CIA indican que Mboya era un importante agente de influencia que trabajaba por cuenta de la CIA, no sólo en Kenia sino en todo el continente africano. Según un informe semanal secreto de la CIA (CIA Current Intelligence Weekly Summary), fechado el 19 de noviembre de 1959, Mboya tenía la misión de vigilar a los extremistas durante la segunda Conferencia Panafricana de Túnez (All-Africa People’s Conference, AAPC).

    El documento de la CIA reporta que «serias fricciones [se habían] desarrollado entre el primer ministro de Ghana, Kwame Nkrumah, y el nacionalista keniano Tom Mboya quien [había] participado activamente en diciembre [de 1958] en la vigilancia sobre los extremistas durante la primera Conferencia Panafricana en Accra». La expresión «participado activamente» parece indicar que Mboya cooperaba con la CIA, cuyo informe fue redactado por sus agentes destacados en Accra y Túnez. Fue durante aquel período de «colaboración» con la CIA en Accra y en Túnez que Mboya asignó una beca de estudios al padre de Barack Obama y le ofreció la posibilidad de salir del país y de estudiar en la universidad de Hawai, donde encontraría a la futura madre del actual presidente de Estados Unidos y se casaría con ella.

    En un informe semanal secreto de la CIA anterior, con fecha del 3 de abril de 1958, aparecen la siguientes frase: «Mboya sigue siendo uno de los dirigentes africanos más prometedores». En otro informe semanal secreto, fechado el 18 de diciembre de 1958, la CIA califica al nacionalista keniano MBoya de «joven vocero capaz y dinámico» durante su participación en los debates de la Conferencia Panafricana y lo describe como un opositor ante «extremistas» como Nkrumah, quien contaba con el apoyo de «los representantes chino-soviéticos».

    En un documento desclasificado de la CIA sobre la Conferencia Panafricana de 1961, el conservadurismo de Mboya, al igual que el del tunecino Taleb Sliam, se define claramente como contrapeso ante la política de izquierda del clan Nkrumah. Los procomunistas habían sido electos a la cabeza del comité organizador de la Conferencia Panafricana durante la conferencia del Cairo, en 1961, a la que asistió Mboya.

    En el informe de la CIA aparecen los nombres de varios de aquellos dirigentes, como el senegalés Abdoulaye Diallo, secretario general de la Conferencia Panafricana; el argelino Ahmed Bourmendjel; el angoleño Mario de Andrade; Ntau Mokhele de Basutoland (antiguo Lesotho); el camerunés Kingue Abel; Antoine Kiwewa, del Congo belga (la actual República Democrática del Congo); el ghanés Kojo Botsio; el guineano Ismail Touré, T. O. Dosomu Johnson, de Liberia; el maliense Modibo Diallo; el marroquí Mahjoub Ben Seddik, el nigerino Djibo Bakari; el nigeriano Tunji Otegbeya; Kanyama Chjume, de Nyassaland; el somalí Ali Abdullahi; el sudafricano Tennyson Makiwane y Mohamed Fouad Galal, de los Emiratos Árabes Unidos.

    Los únicos participantes que recibieron la aprobación de la CIA fueron Mboya (quien era un colaborador de la CIA); Joshua Nkomo, de Rhodesia del Sur; B. Munanka, de Tanganyka; el tunecino Abdel Magid Shaker y el ugandés John Kakongé.

    Finalmente se produce la destitución de Nkrumah, después de un golpe de Estado orquestado por la CIA mientras que el líder realizaba una visita a China y Vietnam del Norte. Aquella operación se produce un año después de la que realizó la CIA contra el presidente Sukarno, otro golpe de Estado en el que participó la familia de Obama por parte de madre.

    Ciertos elementos hacen pensar que el asesinato de Mboya, en 1969, fue organizado por agentes chinos que actuaban por cuenta de las facciones gubernamentales que el presidente keniano, Jomo Kenyatta, había puesto a cargo de la lucha contra Mboya y, por consiguiente, de la eliminación de un político africano proestadounidense de primera línea. Todas las embajadas de Nairobi pusieron sus banderas a media asta como homenaje a Mboya, con excepción de la embajada de la República Popular China.

     
  4. Tocororo says:

    Apunto para el interés de los foristas de la pupila, la 2ª parte de la investigación de Wayne Madesen, que habla sobre, “La biografía oculta de los Obama: una familia al servicio de la CIA”. Wayne Madesen aborda la biografía de la madre y del padre adoptivo de Barack Obama. Sigue la trayectoria de ambos como agentes de la CIA, primeramente en la Universidad de Hawai, donde se elaboran algunos de los más oscuros proyectos de la CIA, y posteriormente en Indonesia, en momentos en que Estados Unidos preparaba una enorme masacre de simpatizantes comunistas. Las carreras de la madre de Obama y de su padre adoptivo forman parte del periodo que rodeó el comienzo de la globalización en Asia y en el resto del mundo. A diferencia de la dinastía Bush, Barack Obama supo esconder hasta ahora sus propios vínculos con la CIA y, sobre todo, los que tenía su familia. Madsen concluye con la siguiente interrogante: ¿Qué esconde aún Barack Obama?

    En la primera parte de este trabajo especial, el Wayne Madsen Report (WMR) revelaba los vínculos entre Barack Obama, padre del presidente estadounidense, y el envío a Estados Unidos de 280 estudiantes originarios de Sudáfrica y de los países del este de África que ya habían alcanzado la independencia o que estaban a punto de hacerlo. Mediante la entrega de diplomas universitarios, Estados Unidos se estaba garantizando la simpatía de los felices elegidos y esperaba contrarrestar los planes similares de la Unión Soviética y China.

    El padre de Barack Obama fue el primer estudiante extranjero inscrito en la Universidad de Hawai. Obama padre y la madre de Barack Obama, la Srta. Ann Stanley Dunham, se conocieron en un curso de lengua rusa, en 1959, y se casaron en 1961.

    El programa de invitación de estudiantes africanos estaba en manos del líder nacionalista Tom Mboya, mentor y amigo de Obama padre y, al igual que él, originario de la tribu luo. Los documentos de la CIA citados en la primera parte de este trabajo demuestran la activa cooperación de Mboya con la CIA para impedir que los nacionalistas prosoviéticos y prochinos adquiriesen influencia sobre los movimientos nacionalistas panafricanos en los sectores político, estudiantil y obrero.

    Uno de los más encarnizados oponentes de Mboya era el primer presidente de la República de Ghana, Kwame Nkrumah, derrocado en 1966 durante una operación montada por la CIA. Al año siguiente, Barack Obama y su madre se reunieron con Lolo Soetoro en Indonesia. Soetoro había conocido a Ann Dunham en 1965, en la Universidad de Hawai, cuando el joven Barack tenía sólo 4 años.

    Así que Barack y su madre se instalaron en Yakarta en 1967. En 1965, el general Suharto había llamado a Lolo Soetoro para que se incorporara al alto mando militar y ayudara a la planificación, con ayuda de la CIA, del genocidio de indonesios y de chino-indonesios procomunistas a través de todo el país. Suharto consolidó su poder en Indonesia en 1966, el mismo año en que Mboya ayudaba a la CIA a encontrar entre los nacionalistas panafricanos el apoyo necesario para derrocar al presidente Nkrumah en Ghana.

    Ann Dunham conoció a Lolo Soetro en el East-West Center de la Universidad de Hawai. Ese centro estaba vinculado desde hacía mucho con las actividades de la CIA en la zona Asia/Pacífico. En 1965, año en que Dunham conoció a Lolo Soetoro y se casó con él, se produce el nombramiento de un nuevo decano en el East-Western Center. Se trata de Howard P. Jones, quien había sido embajador de Estados Unidos en Indonesia durante 7 años que fueron capitales para aquel país, entre 1958 y 1965. Jones estaba presente en Yakarta cuando Suharto y sus oficiales, actuando por cuenta de la CIA, planificaron el derrocamiento de Sukarno, acusado, al igual que el PKI (Partido Comunista Indonesio) de ser un aliado de China.

    El 10 de octubre de 1965, siendo ya el decano del East-West Center, Jones publicó en el Washington Post un artículo en defensa de Suharto sobre la cuestión del golpe de Estado contra Sukarno. El Washington Post lo invitaba a comentar aquel golpe de Estado, descrito como un «contragolpe de Estado» cuyo objetivo era retomar el poder de manos de los comunistas. Jones declaraba que Suharto no había hecho sino responder a un golpe de Estado comunista contra Sukarno dirigido por el teniente coronel Untung, «un capitán de batallón relativamente desconocido, destacado en la guardia presidencial».
    Jones, cuyas palabras reflejan el contenido de los informes de la CIA provenientes de la embajada de Estados Unidos en Yakarta, continuaba su artículo afirmando que el supuesto golpe militar comunista del 30 de septiembre de 1965 «estaba muy cerca de tener éxito, después del asesinato de 6 oficiales del alto mando. Hubiese tenido éxito si el ministro de Defensa Nasution y varios generales no hubiesen reaccionado lo bastante rápido como para organizar un espectacular contragolpe». Por supuesto, lo que Jones no informó a los lectores del Washington Post fue que Suharto tuvo muchísimo apoyo de la CIA.
    Ni Sukarno ni el gobierno indonesio, al que pertenecían líderes de segunda y tercera importancia en el PKI, reprocharon aquellos asesinatos a los comunistas. No se puede descartar la hipótesis de que los asesinatos fuesen una operación bajo bandera falsa organizada por la CIA y Suharto y destinada a poder enfilar las acusaciones hacia el PKI. Dos días después del golpe de Suharto, personas que participaban en una manifestación orquestada por la CIA incendiaron el cuartel general del PKI en Yakarta. Al desfilar ante la embajada estadounidense, que incluía también una estación de la CIA, los manifestantes gritaban: «¡Viva Estados Unidos!»

    Untung declaró, por su parte, que él cuando se dio cuenta de que Suharto y la CIA estaban preparando un golpe de Estado para el día del desfile del ejército indonesio, el 5 de octubre de 1965, Sukarno y él mismo, con algunos militares leales, decidieron adelantarse a los golpistas. Jones respondió que veía en aquella versión «la tradicional propaganda comunista». Suharto se había comprometido en contra de Sukarno el 1º de octubre. Jones repitió que no había «ni una onza de verdad en la acusación que se hacía a la CIA de haber actuado contra Sukarno». Los historiadores han comprobado lo contrario. Jones acusaba a los comunistas de aprovechar los problemas de salud de Sukarno para excluir a cualquier candidato que pudiese reemplazarlo. El objetivo de los comunistas, según Jones, era imponer como sucesor de Sukarno a D. N. Aidit, el jefe del PKI. La muerte de Sukarno no se produjo hasta 1970, cuando se encontraba en prisión domiciliaria.

    Un documento de la CIA, anteriormente clasificado como documento secreto y no fechado, menciona que «Sukarno quería volver a la configuración anterior al golpe. Se [negaba] a acusar al PKI y al Movimiento del 30 de Septiembre ,del teniente coronel Untung; llamó más bien a la unidad del pueblo indonesio y [evitó] el deseo de venganza. Pero no logró impedir que el ejército prosiguiera sus operaciones contra el PKI; actuó en el sentido de esas operaciones al nombrar al general Suharto a la cabeza del ejército». Suharto y padre adoptivo de «Barry» Obama Soetoro, Lolo Soetoro, ignoraron los llamados a la calma de Sukarno, como rápidamente habrían de comprobarlo los indonesios.
    Los documentos de la CIA mencionan la masacre perpetrada por Suharto contra las poblaciones chino-indonesias a través de la descripción del partido Baperki: «Los simpatizantes del partido de izquierda Baperki, muy implantado en las zonas rurales, son mayoritariamente de origen chino-indonesio.» Una nota desclasificada de la CIA, fechada el 6 de octubre de 1966, demuestra la extensión del control y de la supervisión que ejerció la CIA durante el golpe de Estado de Sukarno. Numerosos agentes se desempeñaban como intermediarios con las unidades de Suharto que ocupaban posiciones en los alrededores del palacio presidencial, en Bogor, y de diversas embajadas en todo el país, como el consulado de Estados Unidos en Medan. Ese consulado vigilaba a los simpatizantes de la izquierda en aquella ciudad de la isla de Sumatra y, según un memorando de la CIA fechado el 2 de octubre de 1965, puso en conocimiento de la agencia que «el cónsul soviético disponía de un avión listo para evacuar a los ciudadanos soviéticos de Sumatra». La nota del 6 de octubre recomendaba también impedir que Untung tuviese demasiado apoyo entre las poblaciones del interior de la isla de Java. Un informe semanal ya desclasificado de la CIA sobre Indonesia, fechado el 11 de agosto de 1967 y titulado «El nuevo orden en Indonesia», muestra que en 1966 Indonesia reestructuró su economía para cumplir las condiciones del FMI para la obtención de ayuda. En ese informe, la CIA se regocijaba por el nuevo triunvirato instalado en el poder en Indonesia en 1967: Suharto, el ministro de Relaciones Exteriores Adam Malik y el sultán de Jogjakarta, quien era también ministro de Economía y Finanzas. La CIA se felicitaba también por la prohibición del PKI pero reconocía que ese partido «reunía sin embargo numerosos partidarios en el este y el centro de Java».

    Es precisamente en esa región donde Ann Dunham Soetoro concentraría posteriormente sus actividades por cuenta de la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), del Banco Mundial y de la Fundación Ford, organismos que actuaban todos como pantallas de la CIA. La misión de Ann Dunham Soetoro era «conquistar los corazones y las mentes» de los granjeros y artesanos javaneses.

    Una nota desclasificada de la CIA fechada el 23 de julio de 1966 presenta claramente al partido musulmán Nahdatul Ulama (NU), la formación política más poderosa de Indonesia, como un aliado natural de Estados Unidos y del régimen de Suharto. El informe demuestra que Suharto contó con la ayuda de la CIA para derrocar a los comunistas durante el periodo de contragolpe, específicamente en los lugares donde el NU estaba mejor implantado: en el este de Java, el norte de Sumatra y en varias zonas de la isla de Borneo. Otra nota desclasificada de la CIA, fechada el 29 de abril de 1966, menciona al PKI: «Los extremistas musulmanes han superado al ejército en muchos aspectos al perseguir y asesinar a los miembros del [PKI] y de otros grupos afiliados que les servían de cobertura.»

    Ya embarazada de Barack Obama, Dunham abandonó sus estudios en la Universidad de Hawai en 1960. El padre de Barack Obama abandonó Hawai en 1962 para ir a estudiar en Harvard. Dunham y el padre de Barack Obama se divorciaron en 1964. En el otoño de 1961, Dunham se inscribió en la Universidad de Washington y comenzó a criar a su hijo. Se reincorporó a la Universidad de Hawai entre 1963 y 1966. Después de unirse a Dunham en marzo de 1965, Lolo Soetoro salió de Hawai para Indonesia el 20 de julio de 1965, tres meses antes de las operaciones de la CIA contra Sukarno.
    Resulta evidente que Soetoro, promovido al grado de coronel por Suharto, regresó a Yakarta para participar en el golpe de Estado contra Sukarno, acción que provocó la muerte de un millón de civiles indonesios.

    El presidente Obama preferiría que la prensa ignorara ese pasado. Y eso precisamente fue lo que hizo la prensa durante la campaña de las primarias y durante la elección presidencial de 2008.
    En 1967, luego de su llegada a Indonesia con Obama junior, Dunham impartió clases de inglés en la embajada de Estados Unidos en Yakarta, que incluía una de las más importantes estaciones de la CIA en toda Asia, con importantes filiales en Surabaya, en el este de Java, y en Medan, en la isla de Sumatra. Jones dejó su cargo de decano de la Universidad de Hawai en 1968.
    En realidad, la madre de Obama impartía clases de inglés por cuenta de la USAID, organización de gran envergadura que servía de pantalla para las actividades secretas de la CIA en Indonesia y en todo el sudeste asiático, en países como Laos, el sur de Vietnam y Tailandia.

    El programa de la USAID se conoce con el nombre Lembaga Pendidikan Pembinaan Manajemen. Aunque su propio hijo y la gente que se relacionó con ella en Hawai describen a Dunham como una persona de mentalidad libre, «hija de los años 60», las actividades que realizó en Indonesia contradicen la tesis de que fuera una «hippie».

    Los estudios de ruso que Dunham había hecho en Hawai parecen haber sido de mucha utilidad para la CIA en Indonesia. En una nota desclasificada, con fecha del 2 de agosto de 1966, el autor de dicha nota, el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional Bromley Smith relataba que, al igual que Japón. Europa Occidental, Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Filipinas, la Unión Soviética y sus aliados de Europa Oriental habían acogido bien la noticia del golpe de Suharto ya que creaba una Indonesia no alineada que «representaba un contrapeso en Asia ante la China comunista». Varios archivos demuestran que, al igual que Ann Dunham, varios agentes de la CIA destacados en Yakarta, antes y después del golpe de Estado de 1965, hablaban ruso.
    Durante su estancia en Indonesia, y posteriormente en Pakistán, Dunham Soetoro trabajó para la Fundación Ford, el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Rakyat (el banco público indonesio perteneciente al gobierno) y para la USAID.

    La USAID estuvo implicada en varias operaciones secretas de la CIA en sudeste asiático. El 9 de febrero de 1971, el [diario] Washington Star publicó que, según los responsables de la USAID en Laos, el arroz que la USAID enviaba al ejército de Laos se revendía al ejército de Vietnam del Norte en el propio Laos. El informe revela que Estados Unidos toleraba la reventa del arroz de la USAID porque el ejército de Laos evitaba así los ataques de Vietnam del Norte y de sus aliados comunistas del Pathet Lao.

    La USAID y la CIA utilizaban el abastecimiento de arroz para obligar a las tribus meo de Laos a unirse a Estados Unidos en la guerra contra los comunistas. Estaba previsto que la USAID destinara fondos a la ayuda para los civiles heridos y la creación de un sistema de seguro médico en Laos, pero aquellos fondos fueron desviados y utilizados con fines militares.
    En 1971, el Centro de Estudios Vietnamitas de la Universidad de Illinois en Carbondale, financiado por la USAID, fue acusado de servir de pantalla a la CIA. Se sospechó también que los proyectos financiados por la USAID a través del Consorcio de Universidades del Midwest para Actividades Internacionales (Midwest Universities Consortium for International Activities, MUCIA), que incluye las universidades de Illinois, Minnesota, Indiana y Michigan, eran en realidad proyectos secretos de la CIA.

    Entre esos proyectos se encontraban los programas de «educación agraria» en Indonesia y otros proyectos en Afganistán, Malí, Nepal, Nigeria, Tailandia y Vietnam del Sur. Aquellas acusaciones se produjeron en 1971, cuando Dunham trabajaba para la USAID en Indonesia.
    En un artículo publicado el 10 de julio de 1971, el New York Times acusaba a la USAID y la CIA de haber «perdido» 1 700 millones de dólares destinados al programa CORDS (Civil Operations and Revolutionary Development Support). Aquel programa era parte de la Operación Fénix, en el marco del cual la CIA torturó y asesinó a numerosos civiles, patriarcas y monjes budistas en las aldeas de Vietnam del Sur. Sumas de dinero provenientes de la USAID fueron entregadas también a Air America, una compañía aérea perteneciente a la CIA en el sudeste asiático.

    En Tailandia, el financiamiento de la USAID al Programa de Desarrollo Rural Acelerado (Accelerated Rural Development Program) servía de pantalla a las operaciones de lucha contra la insurrección comunista. De la misma manera, en 1971, durante los meses anteriores al desencadenamiento de la tercera guerra indo-pakistaní, los fondos de la USAID destinados a los proyectos de trabajos públicos en el este de Pakistán fueron utilizados para consolidar posiciones militares en la frontera con la India. Aquellos desvíos de fondos violaban la ley estadounidense que prohíbe la utilización de fondos de la USAID en programas de carácter militar.

    En 1972, en una entrevista concedida a Metromedia News, el doctor John Hannah, director de la USAID, reconoció que la CIA utilizaba la USAID como pantalla de sus operaciones secretas en Laos. Hannah afirmaba que la USAID servía de pantalla únicamente en Laos. Pero se comprobó que la USAID también servia de pantalla en Indonesia, Filipinas, Vietnam del Sur, Tailandia y Corea del Sur. Los proyectos de la USAID en el sudeste asiático tenían que obtener la aprobación del SEADAG (Southeast Asian Development Advisory Group), un grupo que elaboraba proyectos públicos en Asia, obligado en realidad a acatar la opinión de la CIA.

    En 1972 se comprobó que el programa Food for Peace, administrado por la USAID y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, recibió un financiamiento con objetivos militares para la realización de proyectos en Camboya, Corea del Sur, Turquía, Vietnam del Sur, España, Taiwán y Grecia. En 1972, la USAID solamente envió dinero a las zonas meridionales de Yemen del Norte, con vistas a armar a las fuerzas noryemenitas contra el gobierno de Yemen del Sur, dirigido en aquel entonces por socialistas contrarios a la hegemonía estadounidense en la región.

    Entre las instituciones afiliadas a los trabajos de la USAID en Indonesia se hallaba la Fundación Asia (Asia Foundation), creada con ayuda de la CIA en los años 1950 para contrarrestar la expansión del comunismo en Asia. La pensión del East-West Center en la Universidad de Hawai era financiada por la Fundación Asia. El padre de Obama vivió en aquella pensión cuando llegó de Kenya, después de haber gozado de los beneficios del programa de ayuda a los estudiantes africanos que organizaba uno de los más influyentes agentes de la CIA en África, Tom Mboya.

    Dunham también estuvo en Ghana, en Nepal, en Bangladesh, en la India y en Tailandia en el marco de varios proyectos de microfinanciamiento. En 1965, el padre de Barack Obama dejó Harvard y regresó a Kenya con su nueva esposa estadounidense. El padre de Obama retomó entonces contacto con su viejo amigo, el «golden boy» de la CIA Tom Mboya, y con otros políticos de origen luo, la tribu del padre de Obama. Philip Cherry dirigió la estación de la CIA en Nairobi desde 1964 hasta 1967.

    En 1975, Philip Cherry, fue nombrado jefe de la estación de la CIA en Dacca, la capital de Bangladesh. El embajador estadounidense de aquella época en Bangladesh, Eugene Booster, acusó a Cherry de estar implicado en el asesinato del primer presidente de Bangladesh, Sheik Mujiur Rahman, y en la muerte de otros miembros de su familia. La ejecución de la familia presidencial de Bangladesh probablemente fue ordenada por el secretario de Estado Henry Kissinger. Bangladesh era también una etapa en el itinerario que seguía Ann Dunham, por cuenta de la CIA, en el marco de varios proyectos de micro y macro financiamiento.

    Ann Dunham se quedó en Indonesia cuando el joven Barack Obama regresó a Hawai, en 1971. Puso a su hijo en manos de su abuela materna, Madelyn Dunham. Esta última fue la primera mujer que ocupó el cargo de vicepresidente del Banco de Hawai en Honolulu. Diferentes pantallas de la CIA utilizaban por entonces el Banco de Hawai para transferir fondos a los dictadores asiáticos en el poder, como el presidente de Filipinas Ferdinando Marcos, el presidente de Vietnam del Sur Nguyen Van Thieu y el general Suharto, presidente de Indonesia.

    En efecto, el Banco de Hawai se encargaba de lavar el dinero de la CIA como medio de disimular el apoyo de la CIA a sus líderes políticos preferidos en la región Asia-Pacífico. En Honolulu, una de las sociedades bancarias más utilizadas por la CIA para el lavado de dinero era la BBRDW (Bishop, Baldwin, Rewald, Dillingham & Wong). En 1983, la CIA aprobó la liquidación de la BBRDW, sospechosa de ser parte de una operación de inversiones fraudulentas que seguía el esquema piramidal o esquema de Ponzi. El senador Daniel Inouye –miembro del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense (US Senate Select Committee on Intelligence) y uno de los mejores amigos del ex senador de Alaska Ted Stevens– declaró en aquel entonces que el papel de la CIA en la BBRDW era «insignificante». Se descubrió después que Inouye había mentido.
    En realidad, la BBRDW estaba ampliamente implicada en el financiamiento de las actividades secretas de la CIA en toda Asia, como las de espionaje industrial en Japón, las de ventas de armas a las guerrillas anticomunistas de los muyahidines afganos, y también en Taiwán.

    Entre los dirigentes de la BBRDW se hallaba John C. «Jack» Kindschi.
    Antes de jubilarse, en 1981, Kindschi fue jefe de la estación de la CIA en Honolulu. El diploma universitario que el presidente de la BBRDW, Ron Rewald, exhibía en la pared de su oficina era falso, fabricado por los expertos de la CIA. La agencia llegó incluso a agregar el nombre de Rewald en los archivos de ex estudiantes.

    La CIA reescribió el pasado de la BBRWD para hacer creer que aquel banco estaba presente en Hawai desde la época de la anexión del archipiélago por parte de Estados Unidos. El presidente Obama lucha en estos momentos contra una serie de acusaciones de que sus diplomas y notas obtenidos son falsos, al igual que su número de seguridad social en Connecticut y otros datos que realzan su currículum.

    ¿Será el descubrimiento de los documentos falsificados de la BBRDW lo dio origen a las interrogantes que hoy están saliendo a la luz sobre el pasado de Barack Obama?

    La BBRDW se hallaba en el barrio de negocios de Honolulu, cerca de la sede del Banco de Hawai, donde se encontraban a su vez las cuentas enmascaradas de la CIA que administraba Madelyn Dunham, la abuela de Barack Obama. El Banco de Hawai se ocupó de las numerosísimas transacciones financieras secretas que realizaba la BBRDW. Es evidente que Ann Dunham Soetoro y su esposo indonesio, Lolo Soetoro, padre adoptivo del presidente Obama, estaban muy estrechamente vinculados a las actividades de la CIA tendientes a neutralizar la influencia chino-soviética en Indonesia durante «los años que vivimos en peligro» después del derrocamiento de Sukarno.

    El Wayne Madsen Report descubrió que durante aquel mismo periodo varios agentes de alto rango de la CIA fueron nombrados, tanto de forma oficial como no oficial, en diferentes puestos enmascarados en Indonesia.
    La cobertura la proporcionaban la USAID, los Cuerpos de Paz (Peace Corps) y la USIA (US Information Agency). Uno de los agentes de la CIA más cercanos a Suharto era Kent B. Crane, quien había estado entre los agentes de la CIA nombrados en la embajada de Estados Unidos en Yakarta. Crane estaba tan estrechamente vinculado con Suharto que después de «su jubilación» de la CIA, parece haber sido uno de los pocos hombres de negocios «privados» en obtener del gobierno de Suharto un pasaporte diplomático indonesio.
    La empresa de Crane, el Crane Group, vendía armas de pequeño calibre a las fuerzas militares de Estados Unidos, Indonesia y otros países. Crane fue consejero de Relaciones Exteriores del vicepresidente de Estados Unidos Spiro Agnew. Posteriormente el presidente estadounidense Ronald Reagan lo nombró embajador de Estados Unidos en Indonesia, nominación que no llegó a concretarse debido a sus sospechosos vínculos con Suharto.

    En su lugar se nombró a John Holdridge, cercano a Kissinger. Al terminar su mandato en Yakarta, Holdridge fue reemplazado por Paul Wolfowitz.
    Los protegidos de Suharto, entre ellos Mokhtar y James Riady del Lippo Group, se vieron acusados de haber inyectado, a través de contribuciones extranjeras ilegales, más de un millón de dólares a las cuentas de la campaña electoral de Bill Clinton en 1992.

    El presidente Barack Obama ha pospuesto por dos veces su visita oficial a Indonesia. ¿Será porque teme el interés que ese viaje pudiera despertar por los vínculos de su madre y de su padre adoptivo con la CIA?
    Durante los años 1970 y 1980, Dunham se ocupaba de proyectos de microcrédito en Indonesia por cuenta de la Fundación Ford, del East-West Center y de la USAID. Entre las personas que trabajaban por entonces en la embajada de Estados Unidos se encontraba el doctor Gordon Donald Jr., quien participó en la protección de los edificios de la embajada durante las violentas manifestaciones contra Estados Unidos que se produjeron en el periodo del golpe contra Sukarno.

    Dentro de la Oficina de Relaciones Económicas, Donald era responsable del microfinanciamiento de la USAID destinado a los campesinos indonesios, el mismo programa en el que Dunham trabajó en colaboración con la USAID durante los años 1970, después de haber impartido clases de inglés en Indonesia, también por cuenta de la USAID. En el libro Who’s Who in the CIA, publicado en 1968 en Alemania Occidental, se describe a Donald como un agente de la CIA que también estuvo destacado en Lahore, Pakistán, ciudad en la que Dunham haría posteriormente una estancia de 5 años, en una suite del hotel Hilton, en la realización de proyectos de microfinanciamiento por cuenta del Banco Asiático de Desarrollo.

    Entre las personas que trabajaban en Yakarta, el Who’s Who in the CIA menciona también a Robert F. Grealy, quien se convertiría posteriormente en director de relaciones internacionales para la zona Asia-Pacífico en J. P. Morgan Chase y, más tarde, en director de la Cámara de Comercio para Estados Unidos e Indonesia. El presidente de J. P. Morgan Chase, Jamie Dimon, fue mencionado recientemente como posible sustituto de Richard Geithner, el secretario del Tesoro, cuyo padre, Peter Geithner, trabajaba para la Fundación Ford y tenía la última palabra en la atribución de los fondos destinados a los proyectos de microfinanciamiento de Dunham.

    Mientras se hallaba en Pakistán, Ann Dunham recibió la visita de su hijo Barack en 1980 y 1981. Barack Obama también estuvo entonces en Karachi, en Lahore y en la ciudad india de Hyderabad. Durante aquel mismo periodo, la CIA intensificaba sus operaciones en Afganistán desde territorio pakistaní.
    El 31 de enero de 1981, el director adjunto de la Oficina de Investigación e Informes de la CIA (ORR, Office of Research and Reports) transmitió al director de la CIA, Allen Dulles, una larga nota, clasificada como secreta, código NOFORN, y actualmente desclasificada. En dicha nota se presenta el informe sobre una misión de búsqueda de datos de inteligencia realizada entre el 17 de noviembre y el 21 de diciembre de 1957 en el Extremo Oriente, el sudeste asiático y el Medio Oriente.

    El jefe de la ORR mencionaba en aquella nota su encuentro con el equipo del general retirado Jesmond Balmer, por entonces alto responsable de la CIA en Hawai, sobre el pedido que había formulado el jefe del US Pacific Command para «la recogida de numerosa información que exige largas investigaciones». El jefe de la ORR mencionaba entonces las investigaciones realizadas por la CIA para reclutar en la Universidad de Hawai «estudiantes que hablen chino (…) capaces de desempeñar misiones de inteligencia». Abordaba después los debates que se habían desarrollado en Baguio, entre el 26 y el 29 de noviembre de 1957, en un seminario de la Organización del Tratado del Sudeste Asiático sobre contraespionaje. El Comité Económico había discutido primeramente sobre los «fondos para el desarrollo económico» destinados a combatir «las actividades de subversión ejercidas por el bloque chino-soviético en la región», antes de «estudiar todas las posibles reacciones a su puesta en marcha».
    Las delegaciones tailandesa y filipina hicieron muchos esfuerzos por lograr que Estados Unidos financiara un fondo de desarrollo económico que habría emprendido en la región otros proyectos de la USAID, como aquellos en los que tanto trabajaban Peter Geithner y la madre de Barack Obama.
    Existe una importante masa de literatura sobre los aspectos geopolíticos de las operaciones secretas de la CIA realizadas desde la Universidad de Hawai. No sucede lo mismo con los elementos más tenebrosos de la búsqueda de información de inteligencia y las operaciones como MK-ULTRA, que no se han asociado sistemáticamente a la Universidad de Hawai.
    Varias notas desclasificadas de la CIA fechadas el 15 de mayo de 1972 mencionan la implicación del Departamento de Defensa ARPA (Advanced Research Projects Agency) y de la Universidad de Hawai en un programa de la CIA para estudios del comportamiento. Esas notas fueron redactadas por el entonces director adjunto de la CIA Bronson Tweedy, el director del PRG (Program Review Group) de la US Intelligence Community y el director de la CIA Robert Helms. Las notas tienen como tema «las investigaciones realizadas por el ARPA sobre la inteligencia».

    La nota del director del PRG aborda una conferencia en la que participó, el 11 de mayo de 1972, el teniente coronel Austin Kibler, director de estudios del comportamiento en el ARPA. Kibler supervisaba las investigaciones del ARPA sobre modificación del comportamiento y vigilancia remota. Los memos del director del PRG mencionan a varios altos responsables: Edward Proctor, director adjunto de la CIA a cargo de la inteligencia; Carl Duckett, director adjunto de la CIA a cargo de ciencias y tecnologías, y John Huizenga, el director del Office of National Estimates. En 1973, luego que el entonces director de la CIA, James Schlesinger, ordenara una investigación administrativa sobre la totalidad de los programas de la CIA, la agencia presentó toda una serie de documentos sobre diversos programas, lo que se designó con la expresión «joyas de familia». La mayoría de aquellos documentos fueron publicados en 2007.

    En ese mismo momento se supo que Helms le había ordenado al doctor Sidney Gottlieb que destruyera los documentos vinculados a las investigaciones que estaba realizando. El doctor Gottlieb dirigía el proyecto MK-ULTRA, un programa investigativo de la CIA sobre modificación del comportamiento, lavado de cerebro e inyección de drogas.

    En un memo del agente de la CIA Ben Evans para el director de la CIA William Colby, fechado el 8 de mayo de 1973, Duckett expresaba su opinión: «Sería inoportuno que el señor Director se declara al tanto de ese programa», refiriéndose así a los experimentos que realizaba Gottlieb para el proyecto MK-ULTRA.

    Después de la publicación de las «joyas de familia», varios miembros de la administración del presidente estadounidense Gerald Ford, entre ellos el jefe de gabinete de la Casa Blanca Dick Cheney y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, se aseguraron de que no se hiciera ninguna revelación sobre los programas de modificaciones del comportamiento y sicológicas, entre los que figuraban los proyectos MK-ULTRA y ARTICHOKE.

    Varios memos del 15 de mayo de 1972 mencionan el proyecto SCANATE, que comenzó aquel mismo año. Se trata de uno de los primeros programas de investigación de la CIA sobre la guerra sicológica, particularmente sobre el uso de sustancias psicotrópicas con fines de vigilancia remota y de manipulación sicológica. Se mencionan Kibler, del ARPA, y «su subcontratado». Más tarde se sabría que se trataba del Stantford Research Institute (SRI), situado en Menlo Park, California. Helms envió un memo a personajes como Duckett, Huizenga, Proctor y el director de la agencia de inteligencia del Departamento de Defensa (Defence Intelligence Agency, DIA). Este último heredaría posteriormente el proyecto de la CIA denominado «GRILL FLAME» sobre la vigilancia remota. Helms insistía en el hecho que el ARPA venía apoyando «desde hace cierto número de años» las investigaciones sobre el comportamiento y las potenciales aplicaciones que pudieran ser útiles para la labor de inteligencia, «con la participación del M.I.T., de Yale, de la Universidad de Michigan, de la UCLA, de la Universidad de Hawai y de otras instituciones o grupos de investigación».
    La colaboración de la Universidad de Hawai con la CIA en materia de guerra sicológica aún prosigue hoy en día. La doctora Susan Brandon, actual directora del programa de estudio del comportamiento del Centro de Contraespionaje y de Inteligencia (Defence Counterintelligence and Human Intelligence Center, DCHC) en el seno de la DIA, obtuvo su doctorado en psicología en la Universidad de Hawai. Brandon parece haber estado implicada en un programa secreto, resultado de la colaboración de la APA (American Psychological Association), la RAND Corporation y la CIA, programa destinado a «mejorar los procedimientos de interrogatorio».

    El objetivo de esas investigaciones tenía que ver con la privación de sueño y la percepción sensorial, la aplicación de dolores intensos y de completo aislamiento, métodos aplicados a los prisioneros de la base aérea de Bagram, en Afganistán, y de otras prisiones secretas. Brandon fue también asistente del director del Departamento de Ciencias Sociales, del Comportamiento y Educativas en el Buró de Ciencia y Tecnología de la administración de George W. Bush. O sea, los vínculos entre la CIA y la Universidad de Hawai no disminuyeron a fines de los años 1970; el ex presidente de la Universidad de Hawai entre 1969 y 1974, Harlan Cleveland, fue invitado a dar una conferencia en el cuartel general de la CIA, el 10 de mayo de 1977.

    Antes de asumir funciones en la Universidad de Hawai, Cleveland fue secretario del Buró de Asuntos vinculados a las Organizaciones Internacionales (Bureau of International Organization Affairs) de 1965 à 1969.
    Un memo del director de formación de la CIA, fechado el 21 de mayo de 1971, indica que la CIA reclutó a un oficial de la Marina que estaba comenzando el segundo curso de estudios en la Universidad de Hawai.
    Existen muchísimos documentos sobre los vínculos de George H. W. Bush con la CIA y sobre las actividades que su padre y sus hijos, como el ex presidente George W. Bush, realizaron por cuenta de la CIA.
    Por su parte, Barack Obama logró disimular sus propios vínculos con la agencia, al igual que los de sus padres, su padre adoptivo y su abuela (muy poco se sabe sobre su abuelo, Stanley Dunham. Se supone que dirigió un comercio de muebles en Hawai después de servir en Europa durante la Segunda Guerra Mundial). A diferencia de los demás miembros del gobierno federal, los presidentes y vicepresidentes de los Estados Unidos no son objeto de ninguna investigación sobre sus antecedentes antes de entrar en funciones.
    Ese trabajo de verificación queda en manos de la prensa. En 2008, los periodistas fallaron lastimosamente en cuanto a su deber de informar al público cuando investigaron sólo muy superficialmente sobre el hombre que iba a hacer entrada en la Casa Blanca. Los vínculos de sus padres con la Universidad de Hawai y el papel de esa universidad en los proyectos MK-ULTRA y ARTICHOKE plantean la siguiente interrogante: «¿Qué esconde aún Barack Obama?»

    Para los foristas de la pupila, esa misma pregunta, que escondía Barack Obama en su visita a Cuba?.

     
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