Inmediatamente después del discurso del Presidente cubano Raúl Castro el pasado 21 de diciembre ante la Asamblea Nacional, medios de comunicación del mundo entero convirtieron unánimemente en noticia algo que no lo era: “En 2018 Cuba tendrá un nuevo Presidente”.
No hay novedad alguna. Reiteradamente, desde su asunción como Presidente del Estado y el Gobierno, Raúl ha venido repitiendo su intención de limitarse en las responsabilidades que ocupa a los dos mandatos que propuso para los principales cargos del país, y él fue electo como Presidente los Consejos de Estado y de Ministros en 2008. Pero como antes sucedió con Fidel, se insiste en construir una expectativa que ate la supervivencia de la Revolución cubana a la permanencia en el poder de miembros de la generación que protagonizó su triunfo. Sólo hay que conocer lo sucedido con otros plazos (fin de la URSS, salida de Fidel de la dirección del país…) para suponer con bastante exactitud que esta vez los anunciantes de la debacle volverán a tener que esperar.
Eso no significa que no existan desafíos para la continuidad de la Revolución, e incluso que estos no hayan sido tratados en el mismo discurso donde la gran prensa internacional encontró su titular. Hay un Rubicón cubano pero es otro, consiste en poner en su lugar la relación entre el aporte a la sociedad y la retribución que por ello se recibe, resumido por Raúl en ese discurso como poner de pie
“la injusta pirámide invertida, donde a mayor responsabilidad se recibe una menor retribución y no todos los ciudadanos aptos se sienten motivados a trabajar legalmente, al tiempo que se desestimula la promoción a cargos superiores de los mejores y más capacitados trabajadores y cuadros, algunos de los cuales emigran al sector no estatal.”
Factor esencial para ello es terminar con la dualidad monetaria y cambiaria que, como se explicó en esa misma intervención, junto a la existencia de subsidios recibidos por quienes no los necesitan y las subsecuentes distorsiones en precios mayoristas y minoristas y en las pensiones y los salarios del sector estatal de la economía, ha creado una situación que a finales de 2005 era descrita por Fidel en una frase lapidaria: “en este país el que mejor vive es el que menos trabaja”. Cambiar las causas de esa situación es el verdadero Rubicón cubano, cuyo cruce en palabras de Raúl en la misma Asamblea Nacional del 21 de diciembre “nos ha tomado demasiado tiempo y no puede dilatarse más su solución.”
Hay otra ¿idea? repetida hasta la saciedad en las lecturas de la última Asamblea Nacional: “qué mal está la economía cubana”, porque creció menos que otros países de América Latina, aunque el crecimiento económico promedio de la región en 2017 es 1,3% y el de Cuba 1,6%. A ella opongo lo que me dijera la destacada economista de OXFAM Rosa Cañete a propósito del crecimiento:
“El crecimiento es un medio, no un fin en sí mismo, no es un objetivo final, por lo tanto funciona cuando colabora con la satisfacción de las necesidades de la sociedad. El crecimiento puede no respetar al medio ambiente, ni los derechos de las mujeres, o basarse en la explotación de los derechos económicos y sociales de los trabajadores y las trabajadoras. El crecimiento sirve cuando permite garantizar derechos y muy a menudo no ha estado ocurriendo así en América Latina.”
Por supuesto que, que la economía cubana necesita acabar de sistematizar ritmos de crecimiento más altos pero no como “ha venido ocurriendo en América Latina”. Viendo cómo le va a algunos países que crecen más que Cuba (Argentina, Perú, Honduras, Paraguay, Guatemala…) pareciera que Rosa Cañete debería ser más escuchada. Cuba garantiza derechos allí inimaginables pero es cierto que para que sean mejor y más equitativamente disfrutados debe cruzar su Rubicón, y a juzgar por lo que ha dicho su Presidente, lo cruzará.
Fé de errata: el año en el sexto renglón del segundo párrafo es 2008, y no 2018.
Saludos.
Corregido, gracias.
Excelente artículo. Seguiremos escribiendo sobre los temas abordados por nuestro Gral-Pte..
Felicitaciones.
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=28704
“la injusta pirámide invertida, donde a mayor responsabilidad se recibe una menor retribución y no todos los ciudadanos aptos se sienten motivados a trabajar legalmente, al tiempo que se desestimula la promoción a cargos superiores de los mejores y más capacitados trabajadores y cuadros, algunos de los cuales emigran al sector no estatal.”
Las reformas han sido un gran fracazo, el camino al socialismo próspero y sostenible nunca estuvo tan torcido, esperemos que el fin de la dualidad monetaria no sea ideada por los mismos,
Pero eliminar la doble moneda no cambia para nada el mal del bloqueo, incluso eliminar el freno de la doble moneda, pone en riesgo la posible utilizacion directa del terrorismo financiero dentro de la isla y con eso se termine con la justicia social que se ha logrado salvar en las dos ultimas decadas. Solo hay que observar el daño social de las salvadoras remesas para alarmarse.
Se debe pensar que lo peor de lo peor del otro lado solo esta esperando el cambio a una moneda unica para intentar convertir a Cuba en otra Venezuela y si pueden tambien quemaran vivos algunos vecinos para quedar bien en los salones.
Los lideres cubanos deben tener bien estudiado el peligroso asunto del cambio y esperemos que decidan acertadamente como controlar el riesgo porque para un sistema con un dollar sin respaldo le resulta mas economico matar de hambre que hacerlo con las acostumbradas bombas y metralla.
Ademas asi parece ineficiencia lo que es simplemente terrorismo financiero.
Reblogueó esto en La Esquina Roja .
Wo ist der kubanische Rubikon? Von Iroel Sánchez. 5. Januar 2018 der Pupila insomne
Unmittelbar nach der Rede des kubanischen Präsidenten Raúl Castro am vergangenen 21. Dezember vor der Nationalversammlung wurde diese von den Kommunikationsmedien der ganzen Welt einheitlich in diese Nachricht verwandelt: „2018 wird Kuba einen neuen Präsidenten bekommen“
Das ist überhaupt keine Neuigkeit. Immer wieder, seit seiner Amtsübernahme als Präsident des Staates und der Regierung, hat Raúl Castro seine Absicht wiederholt, dass er seine Verantwortlichkeit auf 2 Amtsperioden begrenzen will, was er auch vorgeschlagen hat für die wichtigsten Ämter des Landes, und er wurde 2008 als Staats- und Ministerpräsident gewählt. Aber wie es schon vorher Fidel erging: man besteht darauf eine Erwartung zu konstruieren, dass das Überleben der Revolution abhängig ist von der Machterhaltung der Generation, die ihren Triumph hervorgebracht hat. Man muss nur die Ereignisse mit anderen Fristen (das Ende der UdSSR, der Abgang von Fidel aus der Leitung des Landes) kennen, um mit ziemlicher Gewissheit zu vermuten, dass die Verkünder des Debakels sich auch diesmal wieder gedulden müssen.
Dies bedeutet nicht, dass es keine Herausforderungen für den Fortgang der Revolution gibt, und diese wurden sogar in der gleichen Rede behandelt, aus der die große internationale Presse seine Schlagzeile nahm. Es gibt einen kubanischen Rubikon, aber es ist ein anderer, und der besteht darin, das Verhältnis zwischen dem Beitrag für die Gesellschaft und der Gegenleistung, die man dafür erhält, richtig zu stellen, das Verhältnis auf die Füße zu stellen, dies hat Raúl in dieser Rede zusammengefasst.
„Die ungerechte umgekehrte Pyramide, bei der einer mit größerer Verantwortung eine geringere Gegenleistung erhält, und nicht alle dazu fähigen Bürger motiviert sind, legal zu arbeiten, in dieser Zeit, in der die Förderung der besten und fähigsten Arbeiter und Kader für höhere Aufgaben ohne Anreiz ist, von denen einige in den nichtstaatlichen Sektor emigrieren.“
Ein wesentlicher Faktor dafür ist die Beendigung der Währungsdualität, und wenn man diese ändern würde, wie man im selben Redebeitrag erläutert, gleichzeitig auch die Existenz von Unterstützungsleistungen für die, die diese nicht brauchen, und auch die daraus folgenden Verwerfungen bei den Groß- und Einzelhandelspreisen und bei den Renten und Arbeitseinkommen im staatlichen Sektor der Wirtschaft. All dies hat eine Situation geschaffen, die Ende 2005 durch Fidel mit einem einzigen Satz so beschrieben wurde: „in diesem Land lebt der besser, der weniger arbeitet“. Eine Veränderung der Ursachen für diese Situation ist der wirkliche kubanische Rubikon, was zusammentrifft mit den Worten von Raùl am 21. Dezember in der gleichen Nationalversammlung: „wir haben uns zu viel Zeit genommen und wir können eine Lösung nicht weiter hinausschieben.“
Gibt es eine andere Idee?, die immer wieder bis zum Überdruss bei der Lektüre der letzten Nationalversammlung wiederholt wurde: „wie schlecht die kubanische Wirtschaft ist“, weil sie weniger wuchs als in anderen Ländern Lateinamerikas, obwohl das durchschnittliche Wachstum der Region 2017 bei 1,3 % lag gegenüber von 1,6 % in Kuba. Dem halte ich entgegen, was die herausragende Wirtschaftswissenschaftlerin Rosa Cañete von OXFAM mir zum Thema Wachstum sagte:
„Das Wachstum ist ein Mittel, kein Ziel an sich, es ist kein endgültiges Ziel, das seine Aufgabe erfüllt, wenn es dazu beiträgt, die Bedürfnisse der Gesellschaft zu befriedigen. Das Wachstum kann zu Lasten der Umwelt gehen, die Rechte der Frauen nicht respektieren, es kann auf der Ausbeutung der wirtschaftlichen und sozialen Rechte der Arbeiter und Arbeiterinnen beruhen. Das Wachstum erfüllt seinen Zweck, wenn es erlaubt, Rechte zu garantieren, und dies hat in Lateinamerika kaum stattgefunden.“
Natürlich muss die kubanische Wirtschaft systematisch einen höheren Wachstumsrhythmus generieren, aber nicht „wie in Lateinamerika“. Da sieht man einige Länder, die stärker gewachsen sind als Kuba (Argentinien, Peru, Honduras, Paraguay, Guatemala…), und dabei sieht es so aus, als müsste man besser auf Rosa Cañete hören. Kuba garantiert dort unvorstellbare Rechte, aber es ist sicher, dass Kuba seinen Rubikon überschreiten muss, damit diese besser werden und gerechter verteilt werden können. Und es scheint, wie es sein Präsident gesagt hat, wird er überschritten werden.
Traducción en alemán – Übersetzung ins Deutsche
Gracias, Angelika.
Un abrazo
Pingback: ¿Dónde está el Rubicón cubano? Por Iroel Sánchez | argencuba
hj