Cuba. Color de la piel, nación, identidad y cultura. Un desafío contemporáneo. Por Esteban Morales

 

A modo de introducción

Existe un conjunto de problemas, que resultan claves para comprender la supervivencia de lo que pudiéramos llamar el “fantasma” de la supuesta contraposición entre “Color de la piel y Nación “en la Cuba de hoy. A lo que se suman los desafíos provenientes de las relaciones entre color, identidad y cultura, dentro de una nación que aún no ha logrado superar los problemas del racismo. [1]

Cuba tuvo que batallar durante largos años y contra muchos “demonios” para lograr emerger como nación.

Lo hizo después de un largo proceso de lucha, que es el adhesivo que mantiene fuertemente unidos a la inmensa mayoría de los cubanos hasta hoy, con independencia del color de la piel. La unidad de los cubanos alrededor del proyecto socialista es real; es el mayor fruto de la obra revolucionaria de más 47 años, heredera de las múltiples batallas por la independencia y la soberanía nacional.

La Isla fue descubierta y colonizada por una de las potencias más atrasadas de Europa.  España, que nunca fue modelo de modernidad para Cuba, ni ejemplo de unidad dentro de la diversidad. De la que, como si fuera poco, tampoco heredamos los parámetros de una ética antidiscriminatoria para combatir al racismo; porque España   misma siempre ha tendido a no   asumir    su identidad africana. [2]

España, hacia principios del siglo XVI,    implantó en Cuba   un régimen colonial, caracterizado por él más férreo  monopolio  del comercio y de todas las relaciones económicas con el exterior;  la  brutal sujeción del negro  a la esclavitud;   el racismo y la discriminación racial;  la  abierta corrupción administrativa;  la inconsecuencia moral y muchas veces la tozudez diplomática,   junto a  la  criminalidad en política.[3]

El único interés de España, fue siempre explotar sin límites las riquezas de la Isla y esquilmarla, haciéndola pagar todas las aventuras expansionistas de la Metrópoli Colonial.

Solo declararon la autonomía de la Isla, cuando esta ya no podía dar respuesta a sus necesidades políticas internas, ni significaba prácticamente nada respecto a Cuba, más que el intento extemporáneo y desesperado de la Metrópoli por tratar de no perder su colonia, cuando ya no tenían tiempo ni fuerzas   para preservarla.

Es cierto que la tozudez de no vender la Isla a Estados Unidos, fue una actitud digna de cierto agradecimiento. Pero como consecuentes colonialistas, presionados por la potencia emergente y la situación interna, España, finalmente, prefirió entregar la Isla a Estados Unidos, antes que rendirla a las “armas mambisas” que habían combatido por ella durante más de    treinta años.

Color de la piel y nación

La tarea de la llamada Guerra Grande, fue obtener la abolición de la esclavitud.

Sin embargo, durante los primeros  años de la Guerra del 68, a pesar del simbolismo de un  gesto como el de  Carlos Manuel de Céspedes y de algunos otros patriotas,  de dar la libertad a sus esclavos;  los primeros  se vieron obligados a desplegar una táctica política que les permitiera  combinar la consecuente  actitud abolicionista de muchos, con la de otros, que enrolados en la lucha independentista, sin embargo, no compartían las ideas  de terminar con la esclavitud y el racismo;  pero cuyos recursos y dinero  eran  muy necesarios para llevar adelante las  batallas  por  la independencia. Por lo que, en términos prácticos, el consecuente signo abolicionista de la Guerra de los Diez Años, no pudo ponerse ampliamente de manifiesto desde el principio de la contienda. Siendo esta la primera vez, que de manera integral, nación y  abolición, que era  decir, “raza y nación”,  se contrapusieron, obligando a hacer concesiones en  la realización del primer paso real  que representaría la existencia futura de una nación para todos los cubanos, con independencia del color de la piel.[4]A partir de entonces, hasta hoy,  la lucha por la independencia de la nación,  siempre ha tenido  que batallar contra esa herencia de la esclavitud que  es  el  racismo.[5]

No obstante, la abolición de la esclavitud, termina por imponerse, no solo a partir de las ideas abolicionistas que sus líderes principales sustentaban, sino también como una necesidad misma de la guerra. Correspondiéndole a Carlos Manuel de Céspedes el liderazgo de haber impulsado esa tendencia revolucionaria de transformación social.

Sin embargo, el  racismo se puso muchas veces de manifiesto, sobre todo, en las actitudes asumidas contra el General  Antonio Maceo, su hermano José y sobre  el sector  de la oficialidad negra y mestiza, por medio de   la continua acusación, por parte de no pocos  independentistas, de que los “no blancos” en Cuba, luchaban por instaurar una “república de negros”.[6] Lo cual continuamente  fue utilizado también  por la propaganda  de la metrópoli  en contra del movimiento independentista. Tratando así de inspirar miedo a la población blanca. Lo cual dentro de la época no era nada difícil; pues el llamado “miedo al negro” se paseaba por la Isla desde la Revolución Haitiana (1791- 1804). El temor a que en Cuba se repitieran los “desastres” que habían tenido lugar en Haití,”… apareció como un factor psicológico en la vida de la sociedad cubana que, de una forma u otra, con una variante u otra, con un peso u otro, se mantendría como una de las constantes de nuestras circunstancias nacionales hasta la contemporaneidad más reciente”[7]

Durante la Guerra del 95, las actitudes de racismo dentro del Ejercito Libertador, continuaron manifestándose, a pesar del peso aun mayor que ya tenían dentro de la lucha los negros y mestizos, incluso libres; el carácter más popular y revolucionario de la guerra, así como la actitud de muchos cubanos blancos, que en la manigua no admitían tal lacra. También, a pesar  de que  al finalizar la Guerra del 68 y como un resultado de esa lucha,  España se había visto  obligada a conceder la libertad, tanto a los esclavos que habían combatido  de su lado, como del lado del Ejercito libertador;  y  de que  casi  nueve años antes del comienzo de la contienda, en  1886 ( penúltima en abolirla), se había producido  la abolición oficial  de la esclavitud en Cuba.[8] Como para dejar  marcadas  las  diferencias sustanciales  existentes,  entre una  abolición formal de la esclavitud,  la desaparición del racismo y la discriminación racial realmente existente.

Es que el racismo tiene raíces que no son solo un resultado directo de la esclavitud, sino mucho más que ello, de la cultura   que a partir de esta se engendró en Cuba. No podemos soslayar, que hasta mediados del siglo XIX, en que comenzó a emerger la cultura cubana, dominada hasta entonces   la Isla en términos casi absolutos por la cultura de la metrópoli española, esta última comenzaba entonces a sufrir los embates de la mezcla que resultó después, pero sin perder su hegemonía dentro de esta.

Entre finales del siglo XVIII y mediados   del XIX, era la esclavitud la cuestión   social   más importante de la época. Los hacendados criollos, muchos   acérrimos defensores de esa oprobiosa institución, demandaban tanto su mantenimiento como la entrada libre de esclavos traídos de África, la llamada Trata.

Tres figuras que actuaban entonces en su esfera específica, aunque dentro de la lógica de una concertación global, fueron: Francisco de Arango y Parreño, José Agustín Caballero y Tomas Romay. Estos Propugnaban transformaciones de corte reformista. Siendo Francisco de Arango y Parreño el líder ideológico de ese grupo, para esa etapa. Este último, partidario del mantenimiento de la esclavitud y la trata.[9]

Es decir, que el proyecto de modernidad para Cuba, que estos pensadores propugnaban, era reformista y no se concebía sin la explotación del trabajo esclavo.

Para entonces, “La ruina económica de Haití, consecuencia de la prolongada guerra contra una coalición de potencias capitalistas, y las sanciones impuestas por esas propias potencias después de la independencia, además de los variados  desajustes internos,  motivaron el encumbramiento capitalista de Cuba, su conversión en uno de los territorios de más expedita creación de riquezas… y la instauración de un dispositivo permanente  de traslado de esclavos desde África hacia acá…”[10]

Más tarde, entre 1830 y 1837, volvió a hacerse predominante el reformismo, aunque con matices divergentes, destacándose como la voz más alta José Antonio Saco (1797-1879).

Entonces, la inmensa mayoría de estos liberales de finales del siglo XVIII y hasta bien entrada la segunda mitad del XIX, eran con sus proyectos reformistas, todos racistas y con José A. Saco como su principal ideólogo a la cabeza, hasta concluida la Primera Guerra de Independencia (1878). Eran además  partidarios  de eliminar a los negros, devolviéndolos a África; o sometiéndolos  a un “lavado socio demográfico”,   al “blanqueamiento”;  por cuanto Cuba  para ellos, era una sociedad en la cual los negros no tenían cabida más que como fuerza de trabajo esclava,  o en desventaja laboral  frente a   la población blanca.[11]

Por lo cual, si no era posible eliminarlos físicamente,  o devolverlos a África,   al menos  su  color debía desaparecer  de  la sociedad cubana.[12]

Pero todo ello se dio   de narices, desde el mismo periodo de primer cuarto del siglo XIX, con las necesidades que planteaba el crecimiento de la industria azucarera, en medio de una situación en la que Cuba asumía los mercados perdidos por Haití. El “miedo al negro”, que el crecimiento de la importación de esclavos provocaba, el desequilibrio demográfico- racial existente y el incumplimiento de los convenios para abolir la trata, que Inglaterra sistemáticamente obligaba firmar a España (1817 y 1835, entre otros) daban   lugar a un comercio ilícito de esclavos, con el que abiertamente   se enriquecían tanto funcionarios ingleses como españoles. Junto a ello también, hacia la segunda mitad del  siglo XIX,  se tornaba  acción  la actitud de muchos hacendados  ricos de Occidente,  que  apoyaban  la anexión  de Cuba  al Sur de los Estados Unidos, con tal de preservar la nefasta institución de la  esclavitud.[13]

Había que conseguir esclavos de cualquier manera, para garantizar las máximas ganancias, pero, sin embargo, el negro debía desaparecer, a través de un rápido e intencionado proceso de “blanqueamiento”, por medio de un mecanismo de privilegiada inmigración europea, que no cesó hasta bien entrada la república. Inmigración principalmente compuesta por europeos blancos y católicos, que debían ser los que entraran, porque ninguno como ellos cumplía los parámetros para lograr el tipo de   población deseada. [14]

De toda una gama de actitudes respecto a la esclavitud del negro y   el lugar que este debía ocupar dentro de la sociedad cubana, aunque ya no fuera esclavo, emergieron las fuerzas políticas que formaron las huestes del independentismo. Desde un Salvador Cisneros Betancourt, racista, que no consideraba al negro digno de ocupar un lugar dentro de la sociedad cubana, a menos que blanqueara; hasta un Carlos M. De Céspedes, que dio la libertad a sus esclavos, convirtiéndolos en ciudadanos, para que combatieran junto a él por la libertad de Cuba.

No es difícil afirmar tampoco, que no eran solo los reformistas criollos, los racistas, ni España con sus ejércitos bien equipados y aguerridos, o   la consecuente actitud de la metrópoli de no darle la independencia o concederle la autonomía a Cuba, los únicos enemigos fuertes y peligrosos contra los que debían batirse los independentistas para lograr sus propósitos, sino que existían además otros problemas. Y estos últimos terminaron por afectar la lucha por la independencia cubana, tanto durante el 68 como a partir de la contienda que comenzó en el año 95.

De modo que los independentistas, hacia principios de 1898, vencían   frente a las armas españolas, pero eran derrotados por las divisiones internas. El racismo, el anexionismo voluntario o “involuntario” y el reformismo, presentes dentro de las filas del Ejercito Libertador y  de las organizaciones de la República en Armas, fueron  obstáculos  que se combinaron dentro de   todas las maniobras  que las administraciones  de   Estados Unidos desplegaron,  concluyendo el siglo XIX,     para liderar a su favor la etapa final de  la lucha por la independencia de Cuba.[15]

Tanto   el presidente Cleveland como Mackinley eran acérrimos enemigos de la independencia de Cuba y se mantuvieron haciendo el juego de una supuesta neutralidad, que favorecía a España y que les permitiría esperar el momento más propicio para la intervención.

Finalmente,   a pesar de todas las dificultades  sufridas,  los independentistas estaban próximos a vencer,  pero, como  expresamos,  España,  ante la realidad de una guerra ya perdida y bajo las presiones de la intervención norteamericana, así como de  los peligros por los que atravesaba entonces  la Corona Española,   decidió entregar  la Isla a Estados Unidos  antes que rendirla a las armas del Ejercito Libertador.[16]

Por lo cual, la nación quedo secuestrada, entre las garras del “águila imperial” yanqui, a pesar de que los cubanos, blancos, negros y mestizos, habían dado su sangre para   conquistar la independencia.

Al racismo en particular le correspondió, dialécticamente, culpa por partida triple   en el proceso de lucha por lograr la nación: funcionó como   fuente de temores para lograr la unidad; fuente de divisiones para mantener la unidad ante el enemigo, y como si fuera poco, fuente de exclusión de los no blancos de la nación. Hoy a   ninguna de las tres perspectivas debemos continuar temiéndoles; pero todavía, en esencia, seguimos    comportándonos ante el racismo más temerosos de las divisiones que pueda crearnos su tratamiento, que decididos a darle la batalla integral y definitiva para eliminarlo.

Esto último se expresa en una importante resistencia a la aceptación de su existencia y al abordaje del tema racial dentro de nuestra realidad nacional; fenómeno que alimenta la ignorancia existente, pero que también beneficia, como siempre, a los que “agazapados”, mantienen sus prejuicios raciales y los ejercen, siempre que se les presenta la más mínima oportunidad. Liberales del siglo XIX, que aún se pasean por nuestros patios, y otros que dicen que el racismo es algo importado de los Estados Unidos. Olvidando que este siempre formó parte de nuestra cultura. De esa parte de nuestra cultura que hay que extirpar de manera definitiva.

Color de la piel e identidad

Del mismo modo, que las Guerras de Independencia solo fueron posibles cuando se reconoció, por parte de las mentes más preclaras del Independentismo, que blancos, negros y mestizos debían luchar juntos contra España. Ese reconocimiento fue también un sustancioso apoyo para contribuir a despejar   el camino al surgimiento de la nación.

Lamentablemente, tenemos todavía una grieta importante en ese camino; y es que la emergencia de la nación cubana, tiende a aparecer, en la mayor parte de nuestra historia escrita, como un bello proceso de mixtura, patriotismo, consolidación social y fragua de culturas diferentes, que hicieron surgir una cultura mestiza. Mientras que  no pocas veces  se obvian  u olvidan  los “dolores de ese  parto”.[17]  Pues, para otros, se trató también de un proceso  incompleto, dentro del  cual  muchos, principalmente negros y mestizos, no vieron satisfechas sus más legítimas aspiraciones. No podía ser de otro modo, la sociedad cubana había resultado  construida para funcionar así;  y porque, como  sabemos, al final de las contiendas por la independencia,  los que  apoyaban el proyecto martiano  de una república   “con todos y para el bien de todos“, no fueron precisamente los que se hicieron con el poder.[18]

Esa nefasta herencia   de los siglos precedentes, se vio reforzada entonces, por la Intervención Norteamericana y una política neocolonial   que, hasta 1958, perfecciono los mecanismos del racismo, la discriminación   y de la exclusión social en Cuba, hasta límites insospechados. Ello no tuvo lugar sin luchas, pero el saldo, al final, siguió siendo muy negativo para negros y mestizos; aunque también para toda una masa de pobres en general.

Por tanto, si resultado de todo lo antes explicado, la nación que heredó la Revolución  Cubana triunfante en 1959,  era  aún “incompleta”, ¿cómo es posible esperar que no  lo fuera también, especialmente   para negros y mestizos, cuya identidad había sido siempre tan agredida, en los marcos de la más  brutal explotación colonial  primero y   republicana después?[19]

La identidad del no blanco, pero sobre todo del negro, ha sido  siempre una identidad muy agredida; en la misma medida en que esta siempre   ha tenido  que abrirse paso a través del “campo minado”  por el no-reconocimiento,  la no-aceptación, el estereotipo racial  negativo   y el juicio de valor  racial hegemónico que siempre  ataca la  otredad;  de la hipocresía,  el  cinismo y el racismo   sutilmente  encerrados  en  frases tales como:  “ es negro, pero es una persona decente “; “ Es negro, pero no  es bruto”; “es negro, pero es honrado”.[20]

Tratándose de asuntos de muy alta complejidad, que solo pueden ser abordados a partir del conocimiento científico de la realidad, la honestidad y el trabajo de varias ciencias funcionando al mismo tiempo; no desde la empírea, el desconocimiento, o el voluntarismo, que no pocas veces asoma, cuando de la cuestión racial se trata.

Es que para que alguien pueda sentirse parte de una nación, o de un grupo social cualquiera, es condición indispensable que sienta, ante todo, su mismidad. Pues solo se puede ser parte de algo, si se es antes de todo uno mismo.

Por lo que no es de temer entonces, que alguien trate de reafirmarse en lo que es, porque esa será la condición ineludible para que logre ser parte de cualquier otra cosa, aunque solo se tratase de una posibilidad teórica.

El negro debe tener conciencia de su identidad racial y esta no puede ser diluida dentro de la identidad nacional. Ambas tienen que marchar al unísono. Porque el racismo como el machismo nos acompañara   aun por mucho tiempo y estos tienen que ser combatidos también desde las identidades individuales.

Es que “ser cubano, significa entre otros aspectos, tener plena conciencia de  las raíces  étnicas y de  la heterogeneidad racial  de nuestro pueblo, conocer el basamento histórico que subyace en el ejercicio de la discriminación y el prejuicio racial”.[21]

El negro y el mestizo deben entonces preservar y desarrollar la conciencia de que lo son, de lo contrario no van a tener fuerzas ético-morales e ideológicas suficientes, para combatir el racismo que aún les afecta en sus individualidades y como grupo, afectando también   la fortaleza del proyecto social de la Revolución.

La conciencia “racial” en un país como Cuba, no puede ser diluida dentro de la conciencia nacional.

Ello ha sido una insuficiencia sociopolítica y cultural, que ha llevado implícito el peligro de una disfuncionalidad dentro del proyecto social de la revolución cubana.

No vivimos hoy los cubanos dentro de un mundo perfecto, y del mismo modo que la mujer no puede diluir su identidad de género dentro de la identidad nacional; tampoco negros y mestizos pueden diluir su identidad “racial” dentro de la identidad nacional.

Porque el proyecto de la Revolución Cubana debe lograrse sobre la base de la unidad dentro de la diversidad. No a la inversa, sino sobre la base de la aceptación, inclusión y respeto a la diversidad “racial” y cultural. Es que la unidad es un proyecto, es la utopía, mientras que la diversidad es objetiva.

Desde otro ángulo del mismo espectro, en Cuba, la pobreza del “no blanco”, en especial del negro, y de la mujer negra en particular, nunca fue cualquier pobreza. Por lo que esta, no puede ser abordada simplemente desde un plano general. Porque esa pobreza fue siempre    “aderezada”  por la discriminación racial del negro,   que no es  tampoco un    tipo  de discriminación más, pues se trata de una   cuya causa, en Cuba,  se lleva encima, por fuera,  es el ”color de la piel”.[22]

Incluso, existen personas “blancas”, que pueden haber estado socialmente en peores condiciones de pobreza material y espiritual que muchos negros y mestizos. Pero estos últimos, no tienen la capacidad de “escapar” de tal situación, como sí la tiene el llamado blanco. Este último podría superarse, mejorar su status material y cultural; entonces, además, su color le permitiría   practicar el “mimetismo”, que le facilitaría sumergirse en la multitud y escapar de su condición de discriminado. Al negro esto   le es simplemente imposible. ¿Dentro de qué color se va a sumergir (el negro) para escapar a su condición de discriminado?

Por eso, nuestra realidad dice, que el blanco, solo, o con un poco de ayuda, sale de la pobreza, al negro, casi hay que sacarlo de ella; creándole un ambiente social, dentro del cual el racismo pierda su efectividad. El imaginario  popular cubano, recoge esa situación descrita  bajo la sentencia, “Ser blanco ya es una carrera”.[23]

No estamos entonces tratando de   construir identidades, estas son objetivas y existen hace mucho tiempo, con todos sus retos y complejidades. De lo que se trata más bien es que tales identidades no se expresen de manera negativa y lograr un equilibrio social completo entre los diferentes grupos raciales (blancos, negros y mestizos) que componen aun la sociedad cubana.

Porque las diferencias socioeconómicas que todavía sobreviven, son consecuencia de los disímiles puntos de partida históricos de los grupos mencionados. Estos han determinado posiciones de poder objetivamente diferentes, a las cuales entonces se les agregan los estereotipos negativos, los prejuicios raciales, la discriminación y el racismo, que aun afecta a negros y mestizos; entorpeciendo la consolidación del proyecto social, como un proyecto de igualdad, equidad y justicia social para todos los cubanos.

Pensamos que lo contrario a esta visión, es una actitud   idealista, o paternalista, a veces, que no se corresponde con la lucha de un país en revolución, que batalla por superar la multifacética y reproducible herencia del colonialismo.

Al mismo tiempo, entonces, ¿de qué modo se podría explayar la identidad nacional, si ella misma puede verse afectada en su contenido? Porque negros y mestizos no formen   en igualdad de condiciones   parte de esa identidad.

Por eso, la identidad individual, sea racial, de género u otras, no pueden quedar diluidas dentro de la identidad nacional. Pues esta última no es más que un complejo sistema de identidades, que tienen que ser reconocidas, todas al unísono, para que la identidad nacional pueda funcionar como tal. Se trata de un complejo único y diverso al mismo tiempo. Donde el todo no puede funcionar, si no son reconocidas   las partes. Tratándose de hecho, de un asunto de funcionamiento de la unidad en el contexto de la diversidad. La unidad puede ser una aspiración, pero la diversidad es siempre objetiva, por lo que esta tiene que ser reconocida, porque ello deviene en el   factor cohesionador para llegar a la   unidad. Por lo que, todo lo que desconozca la diversidad, afectará   la identidad y por tanto a   la unidad.

Entonces, quien se asuma como cubano, desde la perspectiva de la identidad nacional, lo tiene que hacer con todos sus rasgos y atributos individuales: “raza” o color, sexo, lugar de nacimiento, cultura y   procedencia social, entre otros. De lo contrario no existe. Porque la identidad nacional en sí misma no es nada sin todos esos atributos. La nación no existe en sí misma, no es nada sino está formada, en primer lugar, por el pueblo que la creó y compone; no puede existir sin este. Un pedazo de tierra, de cielo, una bandera, no son más que simples atributos tangibles, de un pueblo que los construyo, haciéndolos devenir en símbolos de su historia. Luego la identidad nacional, sin la identidad de grupos y personas, con todos sus atributos, no existe, sería un concepto vació, que no nos serviría para entender o explicar nada.

Por eso consideramos, que el mayor  logro  de la Revolución Cubana, es que a partir de 1959, la nación comenzó, paulatinamente,  a  ser para todos;  y Fidel Castro proclamó al racismo como una “lacra” a extirpar del cuerpo social.[24] Sin embargo,  otros “fantasmas “, se interpusieron  en el camino de una  relación más coherente entre  “color  e  identidad”.  Reapareciendo, hacia principios de los años sesenta,  el eterno temor de que al  debatir los asuntos relativos a la “raza”, se  levantarían  pavorosos  peligros para la preservación de la unidad de la nación.[25]Ante las amenazas reales  de los que siempre,  desde fuera  ( Estados Unidos en particular) se habían   opuesto a la supervivencia de la nación  cubana,  y que  para   entonces se oponían  con mayor  fuerza que nunca  a la existencia de la  Revolución Cubana.[26]

Más de cincuenta y cinco  años después, como resultado de esa  herencia, cultural sobre todo,  las de  relaciones  entre “color  y nación”,  “color e identidad” “ continúan  aun   siendo vistas, principalmente, casi   solo,  desde la perspectiva del peligro   que  abordar el tema racial,  tiene  para la unidad  de la nación  y la preservación de la identidad nacional.[27]Sin percatarnos, de que  posiblemente  hoy, sea precisamente  no abordar el tema, lo que  represente   el  peligro mayor  para  la  supervivencia de nuestra identidad y la unidad de la   nación. Por cuanto nos enfrentamos a una necesidad cultural y política,  aun insatisfecha y  por largo tiempo  pospuesta su solución definitiva.[28]

Estoy seguro, que ya hoy va siendo mayor el costo de no abordar el tema racial, que el peligro de enfrentar sus retos. Sobre todo, porque en medio de la  aguda confrontación ideológica con el imperialismo, tema de  la realidad cubana que no sea abordado a profundidad se vuelve contra la nación.[29]Y los temas de la nación no se regalan, ni se prestan y mucho menos se venden.

Color de la piel y cultura

Cuando en 1959, Fidel Castro, máximo líder de la Revolución Cubana, atacaba de frente la problemática de la discriminación racial, estaba manifestándose acerca de asuntos   que no pueden ser reducidos a las cuestiones relativas al lugar del negro o del mestizo dentro de la economía del país; o de que estos últimos pudieran compartir más o menos espacios sociales con los llamados blancos. No, en realidad se estaba refiriendo a problemas que tocan de lleno a la cultura nacional y su proceso de consolidación. [30]

Paradójicamente, dentro de una Revolución tan radical como la cubana ¿Cuánto habremos  afectado el desarrollo de la cultura nacional, por no haber abordado a fondo y abiertamente un  debate  sobre  la cuestión racial, hasta hoy?[31]Pienso que tal vez hubo fuertes justificaciones  para no hacerlo desde el principio.

Pero lo cierto es, que la necesidad de este debate ha devenido en    una “asignatura pendiente”, que consideramos como la más compleja y difícil de nuestra realidad social actual.

De tal modo, que todo lo que queramos  apreciar o analizar dentro de nuestra cultura nacional, y de nuestra vida en general,  sin abordar a fondo la cuestión racial, seria  pura ilusión; porque siempre tendríamos ante nosotros una “zona oscura”, a la que muchos no querrían  entrar, preferirían soslayar, negarle  importancia, o simplemente ocultar   su existencia.[32]

Dentro de la cultura nacional, es interesante el fenómeno de cómo la literatura y en particular la poesía, durante todos los “años de silencio”, abordaron con bastante frecuencia el tema racial. Gracias a ellas, el tema no murió, con posterioridad a declararlo como resuelto y ser silenciado, hacia principios de los años sesenta.

Porque hay que reconocer, que, desde la ciencia, era un riesgo escribir sobre el problema “racial”. Por lo que entonces, la literatura y la poesía, actuaron como un refugio, para no dejar morir el tema.

Dentro de ese esfuerzo realizado no es posible dejar de mencionar al cine, el teatro, la danza, la música, sobre todo la llamada popular, y la plástica, entre otras; las que profundizaron y continúan haciéndolo, en el rescate del componente africano de la cultura cubana y que no pocas veces trajeron el problema “racial” a su comportamiento en   la Cuba de los días que corren.

Pero, sin embargo, escribir desde la ciencia, era muy arriesgado, porque supuestamente se atacaba y cuestionaba entonces el “silencio oficial” declarado sobre el tema racial y se afectaba   la unidad lograda dentro del proceso revolucionario. Convirtiendo así el asunto en un problema político. Se trataba entonces, de que había que correr el riesgo de vernos  tildados  de “racistas” y de “divisionistas”,  que era  el peor señalamiento crítico  que podía recibir un revolucionario para la época.[33]Hubo que esperar, que los años de la  crisis económica y del llamado Periodo Especial, pusieran  en evidencia lo que muchos ya sabían, que los prejuicios raciales, el racismo y la discriminación racial  no habían desaparecido.

Es decir, que los que entonces ostentaban una cierta conciencia de que soslayar el tema racial no ayudaba en nada, lamentablemente, vivieron desde la primera mitad de los años sesenta, hasta mediados de los ochenta, un largo periodo de silencio, incluso de represión, dentro del marco social, cultural y político en el que Cuba se desenvolvía durante esos años.

Evidentemente, en todos los países  de nuestra América, que fueron colonias, y Cuba es una de ellas, la cultura nacional,  emergió  bajo la hegemonía de la cultura del colonizador (y sus  clases subalternas), que siempre fue la dominante.[34] Por tanto, aunque la cultura nacional cubana  se  haya formado a través de un complejo fenómeno    de asimilación  y fundiéndose con elementos de las culturas sojuzgadas, dentro de un complejo proceso de transculturación; esas culturas sojuzgadas, no han llegado aún, en ningún país  del mundo latinoamericano y caribeño, ni tampoco en Cuba,  a formar un sistema integral y equilibrado con la parte de la cultura antes hegemónica, dentro de la cultura nacional. Esta última, la cultura nacional, es una síntesis, pero dentro de la cual aún continúa manifestándose la hegemonía de la que antes fue la cultura dominante. Lo cual es a su vez una insuficiencia cultural. Cuba, a pesar de haber hecho una Revolución muy profunda y radical, tampoco escapa a ese proceso, a pesar de sus extraordinarios y no emulables avances.

Se trata de un asunto bastante complejo, dentro del cual no podemos ser nada subjetivos ni esquemáticos.

Es cierto que no es posible clasificar a la cultura cubana por colores. Sin embargo, resulta imposible olvidar los “colores” cuando tratamos de entender la formación de la cultura cubana y su nivel de desarrollo actual.

Pensamos, que para ese abordaje de comprensión, no es posible un enfoque desde la cultura misma; mucho menos si este se hace olvidándonos de la compleja  dinámica clasista de  formación de la cultura cubana,  proceso en el que por demás, “raza” o color de la piel, clase  y poder resultan inseparables.[35]

No es posible hablar de cultura blanca y cultura negra, dentro de la cultura nacional. Pues esa dicotomía es un absurdo, al menos     en el caso de Cuba. Pero para entender la formación de la cultura nacional y su nivel de desarrollo hasta hoy, se hace indispensable diría insoslayable entenderla dentro de la dinámica de formación de la nación y del lugar que correspondió dentro de ese proceso a los componentes humanos que hoy la forman. Por supuesto, no como la formación de algo particular, que pudiera ser divorciado de la formación de la nación como totalidad. Todo lo contrario.

Formación de la nación y formación de la cultura nacional son dos procesos inseparables; aunque después, como tuvo lugar con Cuba, le hayamos dado más beligerancia, durante  largo tiempo, a la identidad nacional que a la identidad cultural; impulsado ello por el fuerte proceso de confrontación  política  que la nación ha tenido que librar, para lograr sobrevivir.[36]

La nación y su cultura, se formaron dentro de un contexto determinado por la existencia, en primer lugar, de un régimen económico, un estado y un conjunto sistémico de relaciones económicas, políticas e ideológicas, que, en el caso de Cuba, estuvieron determinadas por su existencia como colonia, con una Metrópoli Esclavista dominante. Por demás, siempre y al unísono, amenazada también   por las ansias norteamericanas de poseerla. De modo que muy pronto, Estados Unidos diseño política, para poner en “cautiverio” el destino de la nación que algún día se liberaría, y que la potencia emergente norteamericana arrebataría de las manos de la metrópoli colonial española.

Fuera de ese contexto, no pudo tener lugar ningún otro fenómeno dominante. Cuba no  tuvo otro espacio; [37]  Cuba “seguiría siendo de España, mientras no  pudiera ser de los Estados Unido” .Esa era la sentencia, ese era su destino  y bajo el comenzó a formarse su cultura.

Entonces, la cultura cubana emergió   bajo las relaciones hegemónicas, establecidas por las clases dominantes, subclases y grupos subalternos que a ellas correspondían como territorio.

La cultura que aquí emerge lo hace entonces bajo un fenómeno colonial, de hegemonía clasista, cultural y amenaza   geopolítica norteamericana.

Sin embargo, no obstante, tampoco debe haber dudas, de que el proceso de formación de la cultura nacional fue más complejo, independiente y hasta espontáneo, que la formación del régimen económico y político, aunque ambos procesos sean del todo inseparables.

Es que las clases sojuzgadas en el contexto colonial, dentro del fenómeno de la cultura, tienen más posibilidades y oportunidades de hacerse presentes, que dentro del proceso de formación del régimen económico y político. Diríamos que cuando de la formación de la cultura se trata, cada cultura, sojuzgada o no dentro del régimen económico y político, disfruta de posibilidades, de un cierto nivel de “democracia” (propio de la colonización española), que sus integrantes, dentro de la economía o la política no logran alcanzar masivamente. Porque España era menos inflexible con la convivencia de las culturas venidas de África, que la colonización inglesa; mientras que era muy rígida con las relaciones económicas y políticas.

Entonces, considerándolos  solo sobre la base de sus posibilidades de  su  participación dentro del poder económico y político, los esclavos en Cuba, (los no blancos en general),  aunque desde muy temprano podían comprar su libertad,  no habrían podido nunca tener,  sobre la formación de la cultura nacional, el impacto que el negro y el mestizo libres o no tuvieron  en la formación de la cultura cubana.[38]Basta con  observar cómo fue este fenómeno en el caso de los Estados Unidos.[39]

¿Qué tiene entonces la formación de la cultura como proceso en Cuba, que ofrece esas posibilidades, aun a las clases sojuzgadas y discriminadas?

Yo diría que se trata, dentro de las características del régimen colonial esclavista en Cuba, del carácter esencialmente emancipador y liberador de la cultura; la potencialidad del accionar cultural para otorgar poder cuando se enfrenta a otras culturas, aunque se trate de la cultura de las clases dominantes. Impactando en el espíritu, las costumbres, el interés por lo desconocido, la forma de apreciar la vida, en el goce de la imagen, la sexualidad, la música, el baile, la religiosidad, las costumbres, etc. Sin que los que comparten todas esas cosas, dentro de un mismo espacio geográfico, apenas se percaten de ello.

Entonces, una de las complejidades de la formación de nuestra cultura nacional, se expresa muy fuertemente, en que aun las culturas africanas sojuzgadas, supuestamente sometidas o desenvolviéndose bajo la hegemonía de la cultura dominante blanca, ellas fueron y continúan siendo capaces de impactar en esa hegemonía cultural que nos viene de la combinación básica entre la hegemonía económica y la hegemonía política. Se trata de que la cultura que se forma en Cuba, va siendo una mezcla que reacciona sobre el poder hegemónico de las clases dominantes, absorbiendo y transformando también esa cultura, que, aun no deseándolo, se va mezclando, fusionándose   con las otras. Tomando entonces cuerpo en un tipo de persona, costumbres y de quehacer cultural, que va siendo la expresión de esa mezcla, de esa síntesis que va resultando ser nuestra cultura nacional. Asunto tan debatido para el caso de Estados Unidos.

De no ser así, en Cuba no hubiera podido formarse una cultura nacional, dentro de la que hasta mediados del siglo XIX había sido dominante; haciendo que   esa vieja cultura comenzara a “batirse en retirada”, apareciendo por todas partes expresiones de la mezcla que se estaba formando y de la que el surgimiento del ideario independentista fue una clara expresión de la madurez alcanzada dentro de ese   proceso de formación de la que finalmente seria la cultura nacional. [40]

Lo que de afuera   es injertado en el tronco nacional de la cultura que emerge, contribuye a la desaparición de la hegemonía; pues lo contrario, tiende a perpetuar la vieja   hegemonía y puede hacer aparecer otras.

Se trata de un largo proceso, que no se soluciona con la desaparición de los regímenes económicos, políticos y sociales que lo engendraron y alimentaron durante años. Se trata de que con la desaparición del régimen colonial esclavista o del capitalismo no desaparecen las culturas que ellos engendraron. Por lo que a esto le sigue un prolongado periodo de lucha ideológica y cultural, que en el caso de Cuba, aún está presente, y no solo contra los lastres heredados, sino también contra las imperfecciones propias, intentos de penetración y errores del proceso de emergencia del nuevo régimen social que hoy se desea construir.

Es que la cultura, tiende a ser también un mecanismo para reproducir el dominio de las clases que están en el poder, o de las que ya fuera del poder pretenden perpetuar su ideología; por lo que el proceso que hace desaparecer tal situación, hasta generar una verdadera síntesis, es bien complejo y prolongado.

No  es  difícil observar, por ejemplo,   la discriminación de que han sido objeto durante muchos años las manifestaciones de las  religiones africanas  dentro de la cultura cubana.[41]Las cuales han sido  abordadas casi solo como bailes, folklore   o  religión. Olvidándonos, no pocas veces, que dentro de ellas existe una fuente inagotable de conocimientos, de normas de comportamiento, de principios éticos, que constituyen una incalculable fuente de riqueza cultural de la nación. Tal y como  tiene lugar con las llamadas “Regla de Ochá”[42]

Obviando otros aspectos, solo por ello es posible afirmar, que negros, blancos y mestizos, no comparten aun en Cuba,  de manera  sistémica y equilibrada, los espacios de nuestra cultura nacional.[43]Aun y cuando esas  religiones sean practicadas por muchos cubanos,  constituyendo  la base misma de la  religiosidad popular,  con independencia del color de la piel,  y  de que  las mismas  hayan pasado a formar parte de nuestra cultura nacional.

Pero, además, baste solo analizar   aquí, que si aún el tema “racial”, apenas forma parte de nuestros currículos académicos, planes de estudio y de la   investigación científica universitaria; si aun existe una gran distancia entre escuela y realidad social, en cuanto al tratamiento del tema “racial”, ¿cómo esperar que negros, blancos y mestizos ocupen una posición equilibrada dentro de la cultura nacional? Lo que no entra en la escuela, no pasa a la cultura. Y el asunto del color es aún bastante desconocido, soslayado y hasta negado dentro de la realidad de nuestro sistema educacional a todos los niveles. Pregúntesele a cualquier rector de nuestras Universidades, ¿Cuál es la composición “racial” de su masa estudiantil o profesoral? Muy pocos, podrían responder a esas preguntas.

Entonces, solo puede hacerse realidad de que Cuba sea una sociedad verdaderamente multirracial (multicolor) culturalmente hablando, si todos los grupos raciales que la componen, están en condiciones socioeconómicas y culturales de exigir ese equilibrio, que es en principio, y al mismo tiempo, un equilibrio de poder.

Es que, mientras negros y mestizos, no ocupen de manera equilibrada, el lugar protagónico que les corresponde, junto a la población blanca, dentro de la economía, la sociedad y la estructura de poder, nuestra cultura nacional estará siempre afectada en su proceso de desarrollo, persistirá el peligro del retroceso y no habremos superado aun los lastres del colonialismo. Mucho se ha avanzado, pero es aún más lo que resta.

Se trata entonces de, como bien expreso nuestro gran etnólogo, historiador y tercer descubridor, Don Fernando Ortiz, “Cuba es un ajiaco”; solo que pensamos, este aun sé está cocinando. [44] Existiendo dentro del mismo más viandas y carnes, de las que hubiéramos podido  imaginar, antes del “Periodo Especial”, que  aún no se han ablandado.

Entonces, lograr construir una cultura  que en ningún sentido sea expresión de la vieja hegemonía cultural impuesta por la metrópoli colonial, y reforzada en la república, con los elementos del “racismo gringo”; sino la cultura de una nación liberada, soberana, en la que todos los sectores o grupos sociales  participen y  compartan la participación y  sus beneficios en igualdad de condiciones; una cultura en la que logre imponerse el “color de  lo cubano”, es un proceso largo y muy complejo, dentro del cual siempre estará presente el peligro del  retroceso. Pienso que, aunque la cultura cubana presenta un altísimo grado de consolidación; sin embargo, aún no hemos logrado extirpar de ella el racismo, fruto y herencia de la vieja hegemonía cultural heredada de la colonización española y reforzada en la república por el racismo yanqui.

Racismo que sobrevive

La Cuba actual, no es ya una sociedad racista, como sí lo fue hasta concluida la etapa republicana. Sin embargo,  aun  los estereotipos negativos  acerca del no-blanco (negro en particular), prejuicios raciales, racismo y discriminación, aunque no   predominantes,    sobreviven  y son alimentados dentro del ambiente social cubano.[45]Por lo que resulta imposible decir,  que ya el racismo no está presente dentro de nuestra cultura nacional.

Todo ello, a pesar de la extraordinaria obra humanista de la revolución, en los más explícitos ordenes, y de que el proceso de transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales, vivido durante más de 55 años, hayan   logrado sembrar las bases fundamentales   de una ética antidiscriminatoria dentro de la sociedad cubana actual. Por lo que hoy, podemos afirmar, que  la lucha contra toda forma de discriminación,  constituye un pilar inamovible,  tanto de la política interna como de la política exterior de la  Revolución Cubana.[46]

La inmensa y profunda obra  social y cultural  que se  despliega  en el país y el internacionalismo    practicado  por Cuba, resultan   ser  dos  de los  más vivos  ejemplos  de ello. Deviniendo en verdaderos paradigmas de la obra revolucionaria contra toda forma de discriminación e injusticia social.

El racismo que aun sobrevive en Cuba, no es practicado desde los niveles institucionales del Estado ni del Gobierno. Todo lo contrario, como nunca antes  había tenido lugar en la historia cubana, estas  estructuras  de la sociedad se esfuerzan para desplegar una política en busca  de la equidad  y de la  igualdad social, que ha  topado  no pocas veces con  los   bordes  del igualitarismo.[47]

Los negros y mestizos en la Cuba de hoy, todos los cubanos en general, pueden contar con un gobierno, un Estado y un liderazgo político, que asumen como propias   las necesidades de la sociedad cubana actual, sobre todo de los más pobres y antes discriminados. Esforzándose el país, continuamente, porque la asistencia social, la protección al ciudadano, y todos los beneficios imaginables, lleguen al necesitado    hasta el último rincón de la geografía nacional.

Pero el racismo y la discriminación, apoyándose en   los estereotipos negativos sobre los negros, y las formas de supervivencia de estos prejuicios, dentro de algunas instituciones, espacios de la conciencia individual, la sociedad cubana, la economía y la familia, aún sobreviven. Ayudados, a partir de los años noventa, por las profundas consecuencias de una crisis económica, con atisbos de crisis social, que apenas comienza a ser superada. Propinándoles  así una “paliza  descomunal”  a  todos los que idealistamente consideraron  que el problema del racismo en Cuba ya estaba resuelto, tal y como fuera voluntaristamente    proclamado  a partir de  1962.[48]

Tal vez sea Cuba uno de los pocos países del mundo donde negros, blancos y mestizos, comparten más espacios comunes en el orden geográfico, espacial, social, económico cultural y político; donde la mezcla es la regla, acelerado ello por una revolución radical y extraordinariamente humanista, que declaro la guerra a la discriminación y a la exclusión de todo tipo, a la pobreza y a la desigualdad.

No es difícil aceptar tampoco, que tal vez  sea Cuba el país donde más se ha hecho y continúa haciendo contra la discriminación, por la igualdad, la equidad  y la justicia social.[49]

Por lo que no es posible (sería un absurdo) desaprovechar la oportunidad de que por primera vez en la historia de Cuba, negros y mestizos tienen la real oportunidad de dejar finalmente de ser discriminados, compartiendo con los llamados blancos, en igualdad de condiciones, los destinos de la nación, ocupando así el lugar que les corresponde dentro de una sociedad multirracial (Multicolor).

Sin embargo, algunos problemas, no solucionados aun, entre ellos, el del abordaje a fondo del tema racial, contribuyen a que el racismo y la discriminación que él trae aparejada, en medio de la compleja situación actual, sobre todo económica, amenace con reinstalarse en la macro conciencia de la sociedad cubana actual. Afectando también la consolidación y el desarrollo de la cultura, la identidad nacional y el proyecto social.  Tales problemas son a nuestro juicio, entre los más importantes, los siguientes:

La historia cubana escrita, refleja todavía de manera bastante insuficiente el papel desempeñado por negros y mestizos y por la mujer negra en particular, en el proceso de construcción de la nación y su cultura. Lo cual afecta a la identidad cultural y nacional, vistas como un todo.

Las manifestaciones de racismo, que se expresan como fenómenos de exclusión del negro y del mestizo, sobre todo de los primeros, en algunos espacios sociales y económicos en particular, fenómeno que debe ser combatido aun de manera más   abierta, multilateral y sistemática. [50]

La insuficiencia cultural e ignorancia  presentes  en no pocas personas,  que soslayan el tema racial, niegan su existencia, asumen ante el mismo las más disímiles actitudes, o simplemente  consideran  que se trata de algo sobre lo cual no vale la pena hablar.[51]

La nueva economía, emergida en Cuba durante el denominado “Periodo Especial”, como resultado del   conjunto de medidas dirigidas a superar la crisis económica, apoyándose   en el surgimiento de la propiedad mixta de las corporaciones, el turismo y el acercamiento a la llamada economía de mercado, es aún muy excluyente, en cuanto a la presencia de negros y mestizos en posiciones protagónicas dentro de ella. Especialmente en las actividades cercanas al turista y en las posiciones de dirección.

Los principios trazados por la Dirección del País, para lograr la existencia de un equilibrio racial en la política de cuadros, establecidos desde 1985, aun no se cumplen. La limitada presencia de cuadros de dirección, negros, sobre todo, y mestizos, en las estructuras de dirección del Estado y de las empresas, en particular dentro de las corporaciones y el turismo, es preocupante. Lo cual contradice  los altos niveles educacionales alcanzados por esos grupos raciales.[52]

La educación cubana, por su parte, aún no ha  asumido la problemática del color de la piel, como parte de la formación científica, cultural  e histórico- política,  de un estudiantado,   que todavía debe enfrentar dentro de  la realidad social actual  la existencia  de los estereotipos negativos sobre los negros y los “no blancos”  en general;   los prejuicios raciales,  la discriminación  y el racismo. Por lo que respecto al tema de la raza, existe aun en Cuba  una profunda  dicotomía  entre  escuela y  realidad social, que afecta el desarrollo cultural y político de la juventud principalmente.[53]

Negros, blancos y mestizos, no se sientan en las aulas a recibir contenidos que los  asuma a todos de manera igualitaria, coherente y equilibrada, como miembros de una sociedad uniétnica y multicolor.  [54]

El color de la piel, no aparece abiertamente asumido como una variable de consideración directa dentro de la política social. Esta última, actualmente,  aunque ataca de manera más específica  y directa  a   la pobreza, la injusticia social,  la inequidad y practica “discretamente” la llamada Acción Afirmativa,  todavía  no llega a  la esencia de las diferencias, que engendradas  a partir de los distintos puntos de partida históricos,  subsisten   entre  los grupos raciales que integran   la población cubana actual: blancos, negros y mestizos.[55

Las ciencias sociales y humanísticas, en particular, dentro de la educación superior, aun no asumen de manera suficiente el tema racial como algo de vital estudio e investigación, para la más profunda comprensión de la sociedad cubana actual y el insoslayable abordaje de su perfeccionamiento. Por lo cual, la docencia e investigación que aún se desarrollan    en nuestras Escuelas y facultades universitarias, son insuficientes desde la perspectiva planteada.

10-El discurso público, por medio del cual se ataca la discriminación, aun no es suficientemente divulgado, presentando también ciertas aristas que deben ser ampliadas. Aunque,   a pesar de  ello, sus   formulaciones,  ya encierran de por sí   un  basamento ético importante   para debatir sobre  la cuestión racial.[56]

Una parte considerable de nuestra intelectualidad, ni siquiera menciona el tema racial, no tomándolo   en cuenta   como un problema a resolver. Por lo que es posible afirmar que  existen diferencias  importantes,  incluso  entre nuestros intelectuales,  en cuanto a cual es el momento especifico del proceso de consolidación    de la nación cubana  y su cultura en que nos encontramos.[57]

Nuestras estadísticas económicas y  sociales,  prácticamente  ignoran hasta hoy el “color de la piel”, con el consecuente posible   cuestionamiento  científico a la validez de sus  conclusiones,  al excluir del análisis una variable fundamental para la caracterización de la población cubana, así como  la perdida de oportunidades que ello significa,  para   reflejar  la verdadera  obra social de la Revolución.[58]

Algunas consideraciones finales

Como resultante de todo lo expresado, lo que más caracteriza en la Cuba de hoy el tratamiento del tema racial, socialmente hablando, es una “gran ignorancia” sobre el mismo, tanto en el sentido de su soslayamiento, como en el   de su desconocimiento; así como un discreto silencio, que lo relega al espacio de algunos grupos, personas e instituciones preocupadas por el tema.

Ello se expresa claramente, en la realidad de los aún insuficientes abordajes del tema racial en las estadísticas económicas y sociales, la producción científica, la televisión, los medios masivos en general y la literatura histórica, sobre todo.  Más grave aún, es que en perjuicio del desarrollo de las ciencias sociales cubanas, prácticamente se le ha cedido el tratamiento científico de la contemporaneidad   del tema racial a un conjunto de autores, que no comparten con nosotros las vivencias de la cotidianidad dentro de   la realidad social cubana contemporánea. Prácticamente  todas  las investigaciones más importantes (publicadas) sobre el tema racial,  que reflejan la actualidad, de los últimos cuarenta años,  no han sido producidas  por personas que vivan en Cuba.[59]  Por lo que,   estamos cediendo  la primacía  en el tratamiento  de  un  tema vital de nuestra realidad social   actual,  con la consiguiente inconveniencia  que esto encierra.[60]

Experimentamos a cada paso la sensación, de que   muchos, teniendo conciencia del problema, parecen querer solucionarlo, pero sin mencionarlo, ni mucho menos debatirlo. Asunto este último en el que apenas se ha comenzado a avanzar en  los  años más recientes, aunque todavía    de manera  muy  modesta y enclaustrada.[61]  Por lo que todo lo referido a un debate sobre el tema racial en la Cuba actual, sobrevive aun  casi  como en un submundo   de algunas  personas  e instituciones  interesadas.

Facilitándole así   la operatividad a uno de los mecanismos sociales más peligrosos   para la auto reproducción del racismo, los prejuicios y la discriminación   dentro de la sociedad: la ignorancia.   Y más que ello, colaborando para viabilizar su reingreso a la macro conciencia de la sociedad cubana actual.

La práctica ausencia de un debate abierto, o al menos discreto, pero amplio, sobre el tema racial en Cuba, encierra entonces un peligro mayor   para la unidad alcanzada por la nación cubana, de lo que muchos podrían imaginar. No es soslayando el tema, ni obstaculizando su debate,  la forma adecuada de enfrentarlo, todo lo contrario.[62]

Tal  parece, que respecto  al tema racial en la Cuba de hoy, no hemos superado aun el  dilema,   ya planteado en medio de las  guerras de independencia del siglo XIX,  entre   “color de la piel”,   nación,  identidad y cultura.[63]

Finalmente, llamamos la atención, de que no es posible olvidar, que Cuba es vista como un ejemplo a seguir, para muchos pueblos africanos, los 150 millones de afro descendientes, los pueblos indígenas, muchos afros norteamericanos, y en general, personas blancas y no blancas, que ven en la Isla no solo un paradigma de emancipación económica y política, sino también social y cultural.

La Habana, Octubre 25 del 2017

Notas

[1] Algunas personas y autores  hablan de “racismo residual”. Un poco para connotar, que en Cuba este se bate en retirada. En realidad el racismo a nuestro entender lo que hizo fue ocultarse. Aunque no es posible negar que la lucha revolucionaria  de todos estos años, lo erosionó. Pero tampoco es posible negar que en realidad la lucha contra el racismo quedo diluida dentro de la lucha contra la pobreza , por la igualdad y contra  la discriminación de todo tipo, ,por lo que este fenómeno tan complejo no recibió un tratamiento específico y directo,  que no solo es económico, sino cultural, social y en todos los ámbitos de la vida nacional. Tampoco ayudo  declarar su muerte administrativamente y de manera voluntarista. Por lo cual, estamos atrasados en la lucha contra esta lacra social, tal y como Fidel Castro  definióel racismo en  1959. Tampoco ayudó,  prohibir bajo presión social que se hablara del tema. Por lo que es necesario rendir reconocimiento a aquellos que siempre alertaron sobre lo negativo de este fenómeno, que ahora reaparece,  con las características propias del problema,  que dado como resuelto, realmente no lo está.

[2] Recientemente, en  declaraciones realizadas en una entrevista, el Sr. Jose María  Aznar, declaró que los musulmanes  habían invadido España, por más de 800 años. Tamaña estupidez de quien fuera presidente hasta hace poco confirma esta afirmación.

[3] No es casual que Cuba haya sido el penúltimo país del hemisferio en abolir la esclavitud. España se aferró a ella, generando todo un andamiaje  legal para liderar el proceso de la abolición, ya fuertemente reclamado en la Isla , sobre todo,  desde la I Guerra de Independencia. El fusilamiento de los  ocho estudiantes de medicina en 1871,  las múltiplesnegativas a vender a Cuba,  el manejo de la Autonomía, la Reconcentración de Weyler  y la inmolación de la flota del almirante Cervera en 1898,  son buenos ejemplos.

[4] La abolición significaba  dar la libertad a los esclavos, para que lucharan  por la independencia de Cuba. Significaba que los negros, antes esclavos, pasaban a la condición de ciudadanos, por lo cual detrás de tal gesto de un grupo de independentistas, estaba  la idea de una nación que no excluyera a los negros. Aunque para que esa idea tome cuerpo definitivo  en la realidad, integralmente vista,  aun debemos  continuar luchando todos los cubanos. ( Nota del Autor ).

[5] La idea de raza, en su sentido moderno, no tiene   historia conocida antes de América. Con el tiempo  los colonizadores codificaron como color los rasgos fenotípicos  de los colonizados y lo asumieron como la característicaemblemática de la categoría racial. Lo cual devino en un modo de otorgar legitimidad a las relaciones de dominaciónimpuestas por la conquista. La idea de raza es literalmente un invento,  pues no tiene nada que ver con la estructura biológica de la  especie humana.

[6] Este fenómeno del racismo tomó cuerpo en las actitudes de Calixto Garcia, Estrada Palma, Cisneros Betancourt y otros, que tanto durante la Guerra Chiquita,  como en  la del 95, manipularon la participación de los Maceo en varias actividades de la guerra , incluidas, entre otras, la  injusta sustitución del General Jose en Oriente y sus continuas negativas para reforzar la II etapa de la  invasion al mando de la cual debía estar Jose Maceo.

[7] Ver Joel James, ob.p.16.

[8] Un episodio muy bochornoso y lamentable , lo constituye los juicios emitidos por Flor Crombet ( mestizo) a solicitud de Calixto Garcia ( blanco ) en carta a Maceo, donde lo acusaba de posiciones racistas. Lo cual trajo como consecuencia la promesa de un duelo que nunca llegó a realizarse.

 [9]  Aunque treinta años después, se mostró partidario de la abolición de la trata.

[10] Ver: Jose Luciano Franco Documentos para la Historia de Haití en el Archivo Nacional, La Habana, 1951.Citado por Joel James  Figarola en Fundamentos Sociológicos de la Revolución Cubana,( siglo XIX) ) Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2003, p.10

[11] No consideramos  en este análisis   a tres pensadores fundamentales : Félix Varela, Jose de la Luz y Caballero y José             Martí, por cuanto todos  derivaron  hacia el independentismo; cosa que no hizo Saco, a pesar de haber vivido todo el periodo de la I Guerra de Independencia. Para ampliar ver: Isabel Monal y Olivia Mirando, “ Pensamiento Cubano del Siglo XX”, Editorial Ciencias Sociales, Tomo I,  La Habana, 2002, pp. 1-43.

[12] Para ampliar sobre este asunto ver: “Racismo y Nacionalidad”, de Raúl Cepero Bonilla, Revista Catauro, No. 11 del 2005, pp.148-157.Hombres como Arango y Parreño, Saco, Del Monte, hasta  el Presbítero Varela, ,para quien el color negro era un signo de ignominia. (Nota del Autor ).

[13] No es posible olvidar las  expediciones anexionistas de Narciso Lopez entre 1850-1852.Empresa que quedóeliminada con la muerte de este y el posterior comienzo de la Guerra Civil  en los Estados Unidos. Desde entonces la idea  de la anexión ha variado sustancialmente. De modo que hoy, la extrema derecha de la política hacia Cuba, considera que sería un “honor”  que no merecemos,  aparecer como una estrella más en la constelación de la bandera norteamericana. Por lo que resulta imposible concebir que la anexión ahora  sería que Cuba pasase a ser un estado másde la nación norteamericana con todos sus derechos y prerrogativas. Tal vez un distrito del Estado de la Florida .

[14] Ver Carmen Barcia, Revista Catauro No. 4, La Habana, pp. 36-59.

[15] Había un tipo de anexionismo “involuntario”, que provenía de la actitud que incluso  algunos líderesindependentistas asumían  al adoptar  posiciones racistas y actuar con cierta prepotencia  e inconsultamente;  como sería el caso de  Calixto Garcia. Lo cual resulta verdaderamente lamentable, al no podérsele negar su extraordinario, patriotismo. Fue Calixto, quien a espaldas de Gomez, facilitó  la entrada del Ejército Norteamericano en Cuba y asumiódurante la Guerra Chiquita y la del 95, las actitudes tan negativas hacia  los   hermanos Antonio y José Maceo.

[16] La decisión española respondió a que  era imposible rendir la isla ante las  armas del Ejercito Libertador, pues ello tal vez  habría representado la caída de la corona española. La situación interna no permitía otra  cosa que entregar  la Isla a Estados Unidos. Fue el propio Calixto Garcia,  de manera ingenua e inconsulta,  quien le  facilito la tarea a Estados Unidos. El primer pago que recibió fue el no permitirle entrar en Santiago  de Cuba y el segundo fue  morir poco despuésen circunstancias muy raras, que aún no han podido ser esclarecidas, no permitiéndole rectificar sus errores al únicogeneral  cubano con mando para evitar o al menos obstruir la intervención norteamericana.

[17] Existen diferencias dentro de la intelectualidad cubana sobre este proceso. Ver: Esteban Morales “Cuba: algunos desafíos del color”. Artículo que resulto Tercer Premio Compartido en el Concurso “ Pensar a Contracorriente” del 2005.

[18] La administración norteamericana de entonces, junto al Ejército Norteamericano, un grupo de oportunistas, la burguesía criolla occidental, un sector de comerciantes españoles, los autonomistas y un grupo   nada despreciable del Ejercito Libertador, le sirvieron de aliados.

[19] Esa es la razón por la cual defendemos la tesis, de que la emergencia de  la  verdadera nación cubana, para todos los cubanos,  solo pudo comenzar a concretarse a partir del triunfo revolucionario de 1959. Antes fue siempre incompleta.

[20] Muchas personas no  aceptan esta realidad. Unos porque no les interesa, otros porque nunca han topado  con ella, la mayoría porque les abochorna, otros porque siempre han vivido de ella con ventaja.

[21] Ver : Ana Cairo, Revista Cubana de Ciencias . La Habana, No. 30, La Habana, 1995, p. 130.

[22] Para ampliar al respecto Ver: Esteban Morales, Revista Catauro, No. 6.En Cuba lo que rige es la llamada “línea del color “.

[23] A diferencia de lo que  ocurría con la esclavitud clásica, Grecia o  Roma, en América la esclavitud tomo color. Indio, negro y esclavo  eran la misma cosa. La discriminación no se sufre solo por ser negro, sino también por ser pobre. Peroal negro y el indígena  aun  les es más difícil escapar de ambas.

[24] Ver: Fidel Castro, Periódico Revolución, marzo 26 de 1959.

[25] Para ampliar ver: Esteban Morales, Revista Catauro No.6.

[26] Trátase de un peligro real, que no puede ser menospreciado.

[27] Este asunto es ampliamente abordado en,  Cuba: los retos del Color. Ensayo publicado por el Autor.

[28] Para ampliar ver: Esteban Morales, Cuba: los retos del color. Libro del CEBSH, Universidad de La Habana.2005.No quiete decir que la nación no haya avanzado en ambos campos; se  ha avanzado mucho,  pero aún permanecen retos por solucionar, que afectan el desarrollo de la nación.

[29] Véanse los intentos más recientes de abordar el tema en el llamado Informe de la Transición y en las declaracionesdela Secretaria de Estado  norteamericana Condolezza Rice.

[30] Ver: “El Pensamiento Político de Fidel Castro”, Selección  temática, Tomo I, Volumen 2, enero de 1959- abril de 1961, Editora Política, La Habana, 1983, pp. 393, 395, 396, 397.

[31] En nuestro  artículo de Catauro No. 6 desarrollamos una explicación alternativa, de por qué este tema,  abierto en 1959, fue cerrado y convertido en un tabú, a partir de 1962. ( Nota del Autor ).

[32] Con la cuestión racial, no pocas veces se produce  un asunto muy interesante. Muchos no pueden soslayarla; pero la dejan al margen de los asuntos relativos  a la discriminación  y el racismo  aun existentes.(Nota del Autor )

[33] El tema racial tuvo muchos gladiadores dentro de las artes y la literatura, que serían imposibles de mencionar en el corto espacio de este ensayo; pero en las ciencias sociales cubana, apenas hemos recomenzado, después de haber tenido un  representante como  Don Fernando Ortiz. No pocos combatieron en medio de las desventajas del contexto de los “años de silencio”, por lo que merecen nuestro reconocimiento.

[34] La formación de la cultura nacional es un proceso objetivo, nadie se puede  sustraer a  ese proceso;  pero sin embargo, hay quienes asumen ante él  una actitud de hegemonismo, como si solo a partir de  uno de los  ingredientes de la mezcla,  se  tuviese   la posibilidad de decir la  última palabra. La cultura nacional es un ajiaco , y aunque no ha concluido  su cocción, de todos modos los ingredientes no pueden ser ya  separados. Todos estamos dentro de la cazuela, aunque a algunos no  les guste.

[35] Desde una perspectiva marxista, la pregunta de si existe una teoría de la cultura o una teoría de la política o de  la economía, es un error  epistemológico, por cuanto, el mayor logro del marxismo, la cuestión más importante en la que este supera a las llamadas ciencias sociales burguesas,  es precisamente haber superado los compartimentos estancos de las  teorías  burguesas  sobre la sociedad, para dotarnos de una cosmogonía y de una visión holística de los fenómenos sociales. Por lo que enfocar  un tema cualquiera solo desde la cultura  sería  un error. 

[36] Es importante considerar, que Cuba ha sido siempre vista por Estados Unidos, desde los Padres Fundadores de la nación, como parte de  su  territorio continental. Por tanto, el  enfrentamiento con Estados Unidos, siempre ha ido  másallá de un fenómeno político, para ser un fenómeno cultural. Cuba como parte del territorio continental de los Estados Unidos, es parte de la cultura política norteamericana.

[37] Como sería posible  imaginar que ningún proceso de la sociedad cubana pudiera  tener lugar al margen del sistema político existente.

[38] Yo diría que  tal fenómeno no es exclusivo de Cuba; sino que con sus  diferentes posibles  gradaciones,  parece valido para la formación de toda la cultura latinoamericana y caribeña. Para el caso de Estados Unidos, habría que estudiar a fondo los límites que la colonización impuso al indígena y al negro. Pues no se observan similitudes con los anteriores procesos mencionados, aunque con el  trascurrir de los años, también se observan sus gradaciones de influencia, aunque nada cercano al llamado “Ajiaco cubano “.

[39] Lo cual género en esta nación corrientes tales como la del Nacionalismo Negro. Cosa no inimaginable en el caso de  Cuba.

[40] De no ser así, ninguna cultura  nacional hubiera podido emerger en las naciones que antes fueron colonias. Fenómeno en el que no podemos detenernos aquí, tratándose también  del impacto de la cultura sobre el proceso de formación de las ideas y corrientes  políticas.

[41] Baste consultar la información  acerca de las exigencias  hechas a las prácticas  religiosas afrocubanas y la discriminación de que fueron  objeto por muchos años. (Nota del Autor ).

[42] Parte de esa fuente de conocimiento está siendo fuertemente atacada. El imperialismo no solo roba petróleo sino también cultura.

[43] Mas adelante podemos apreciar cuales son los fenómenos  que al afectar la problemática racial, afectan también al desarrollo de la cultura nacional.( Nota del Autor ). 

[44] Existen dentro del ajiaco, muchas  más carnes y viandas, de las que hubiésemos podido imaginar antes del periodo especial, que aún no se han ablandado. No nos llamemos a engaño, esa  insuficiencia  de  protagonismo de los negros y mestizos es también resultado  de la gran diferencia en  los puntos de partida con que llegaron a 1959 negros, blancos y mestizos;  lo cual no puede ser borrado en tan poco tiempo. No nos metemos directamente  con ese problema,  pero es evidente, que  en todas las estadísticas,  para una  escala descendente, siempre están blancos, mestizos y negros.  Lo cual no debería  sorprendernos.( Nota del  Autor ).

[45] Véase el trabajo “ Raza y Desigualdad en la Cuba Actual” , de Rodrigo Espina y Pablo Rodríguez, Revista Temas No. 45- enero- marzo del 2006. pp. 44-54. Donde podemos observar, que no se trata de simples lastres heredados, sino de insuficiencias que aun la sociedad cubana es capaz de reproducir.

[46] Utilizamos aquí  negro , en  el  sentido en que comúnmente la población lo utiliza. ( Nota del Autor ). 

[47] Aunque ello no nos libra del peligro de que la institucionalidad también sea tocada. Ver del Autor: Revista  Catauro No. 6.Donde presentamos una explicación más completa de este controvertido asunto.

[48] Para ampliar: ver del autor: Cuba: los retos del color. Libro  publicado  por el CESBH, Universidad de La Habana, 2005.Tambien Revista Catauro No. 6. Lugares donde explicamos la dialéctica de cómo, aun y cuando el racismo no es practicado desde los niveles del Estado y del Gobierno, dado  que los cuadros en Cuba no viven como una “guardia pretoriana”, existe el peligro de que a través de la dinámica de las relaciones entre el poder formal y las estructurasinformales de poder, el racismo pueda ser inoculado a las instituciones de la sociedad civil.

[49] Todas las medidas sociales adoptadas en los últimos años, en el  campo de la salud, la educación, la seguridad social y alimentaria, el empleo y en el campo de los beneficios sociales de todo tipo, como viviendas, equipamiento familiar, etc. son  el  claro indicativo de un  proceso de profundización de lo que pudiéramos llamar políticas de beneficio social para toda la  población cubana.

[50] Ver: Espina y Rodríguez, Revista Temas Ob. Y Esteban Morales, Catauro No.6

[51] Para ampliar sobre este asunto, ver: Esteban Morales, Cuba: algunos desafíos del color. Revista Academia, UH, próxima  a salir .publicada.

[52] Es notable, la atención prestada a este asunto dentro de las estructuras del Partido Comunista de Cuba a todos los niveles de dirección.

[53] Lamentablemente, se conoce de iniciativas  por parte de algunos maestros, que pretendiendo salvar la situacióny  llenar el vacío, adoptan actitudes ante el  asunto, que tienden a crear más problemas de  los que resuelven.

[54] Por lo cual, no excluimos  a ningún grupo racial, pero negros y mestizos , no están suficientemente representados en nuestro planes de estudios y programas. ( Nota del Autor).

[55] Asumimos como válida esa clasificación, que consideramos es la que mejor tipifica  a nuestra población. ( Nota del Autor ).

[56] ¿Cuál es la razón  o razones, de que las múltiples ocasiones en que Jefe de la Revolución se ha referido extensamente al tema  racial,  sus palabras no sean  ampliamente divulgadas?

[57] Todo ello a pesar, de que algunas manifestaciones culturales como el Rap, presentan discursos  muy críticos al respecto. Emergiendo como un discurso alternativo de denuncia. La televisión por su parte,  ha comenzado a hacer algunos esfuerzos  muy discretos en la misma  dirección. (  Nota del Autor ).

[58] Un ejemplo de esa ausencia es posible verlo en varios informes rendidos  por Cuba  en los años más recientes: Investigación Sobre Desarrollo Humano y Equidad en Cuba 1999, CIEM-PNUD, La Habana, 2000; Perfil Estadístico  de la Mujer Cubana en el Umbral del Siglo XXI, ONE, La Habana, 1999; Cuba:  10 años después de la Conferencia sobre la Población y el Desarrollo, CEPDE- ONE,-UNFPA, La Habana, 2005.Cuba: Objetivos de desarrollo del milenio, Segundo Informe, INIE, La Habana, julio del 2005. En ellos se constata el gran avance logrado por Cuba en todos  los  ordenes,  pero al no considerar el color de la piel, se pierde la oportunidad  de   presentar la obra de la Revolución en aquellos sectores y grupos poblacionales,  donde  la pobreza es mayor. Además de que  es posible cuestionarse su validez  científica, a partir de que no consideran  un atributo  fundamental de la poblacióncubana,   como lo es el “color de la piel”. 

[59] Me refiero a los libros de Aline Helg, Carlos Moore y Alejandro de la Fuente. La familia negra o mestiza, apenas aparece en nuestra televisión.

[60] Lamentablemente, ya nos ocurrió con los Derechos Humanos. Nos demoramos en articular un discurso propio al respecto, y  aun los  sufrimos. Solo recientemente, las  Revistas Tema,  Catauro y La Gaceta, han dedicado  trabajos sobre la  actualidad del tema.

[61] Existe el “Grupo Color Cubano”  de la UNEAC, donde se debate el tema  sistemáticamente, pero dentro de  un contexto aún muy limitado y casi no divulgado. Tratándose de actividades a las que nuestra prensa nacional apenas le da cobertura.( Nota del Autor ).

[62] Lamentablemente, el tema aparece en el denominado “Informe de la Transición”, y está siendo manipulado para crearle problemas a la Revolución Cubana.

[63] No hay dudas de que la obra reivindicadora  y dignificadora  de la Revolución Cubana  ha sido extraordinaria,  pero de lo que se trata es de terminar de extirpar del cuerpo social de la nación cubana  los estereotipos negativos, los prejuicios y el racismo que aún sobreviven. Mientras ello no ocurra, siempre estaremos ante el  serio peligro de retroceder. ( Nota del Autor ).

 

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25 Responses to Cuba. Color de la piel, nación, identidad y cultura. Un desafío contemporáneo. Por Esteban Morales

  1. Tocororo says:

    Esteban Morales nos escribe sin complejos sobre color de la piel, nación, identidad y cultura, no deja títere con cabeza, comenzando con la colonización de Cuba por Castilla, que devendría a llamarse Imperio español, cuyo propio origen es un sinfín de cruce de razas y que en aquella llamada reconquista quisieron borrar 8 siglos de origen y cultura africana (árabe), algo imposible a todas luces vista. En el caso de Cuba con Esteban Morales recorremos todo el camino desde su inicio hasta la revolución de 1959 que es una revolución de los pobres, por los pobres y para los pobres, con lo que está diciendo muy claro que es una revolución para las clases mas desprotegida y marginadas, es decir, los negros y todos los mestizajes que con esos esclavos africanos dieron en Cuba. Es algo conocido aquello de que lo mejor que hicieron los españoles es la mulata cubana, y es que los españoles se cruzaban hasta con las llamas andinas decían también, pero creo que es debido a que ellos a su vez eran resultado de muchos mestizajes, y precisamente los primeros colonizadores eran el ejemplo más “vivo”, después ya se trasladaron las clases pudientes que tenían un origen “blanco”. Hace unos pocos días se pudo ver un especial en tv cubana sobre el origen de la emigración china al comienzo del siglo XX, más de 170 mil chinos que entraron en la Cuba ocupada por los yanquis, y que nació otra nueva mezcla racial, la conocida de mulatos y mulatas chinas, que proviene del cruce entre chinos y negros y como dicen con gotas blancas….

    Desde luego el tema racial no esta superado aun como dilema, como señala Esteban, pero si el de igualdad de oportunidades de color y de género y es cierto 100% que la Isla no es solo un paradigma de emancipación económica y política, sino también social y cultural.

     
  2. juancarlos60 says:

    E. Morales no menciona para nada a los Batallones de Pardos y Morenos del periodo colonial… Esos batallones “espanoles” jugaron un rol decisivo para la independencia de Estados Unidos en la batalla de Mobile y Pensacola. Estos batallones fueron disueltos por la administracion peninsular por las presion y cabildeo de la burguesia insular con su negrofobia y haitianoparanoia…Es decir que nuestra sacarocracia era muchisimo mas racista que la propia administracion espanola, digo, peninsular. Otra muestra de ello fue’ la marginacion del P. Varela por los otros “cubanos” (Arango y Pareno por ej) despues su propuesta abolicionista en las Cortes. Juan Carlos Zamora

     
  3. Tocororo says:

    Me llama la atención el comentario de Juancarlos60 cuando dice: “Es decir que nuestra sacarocracia era muchisimo mas racista que la propia administracion espanola, digo, peninsular”. No sería más preciso en todo caso decir, que la tal sarocracia COLONIAL ?? no cubana, a no ser que se quiera referir con acento de Miami. Podrías Juancarlos60 aclarar esta cuestión para hacernos mejor idea de lo que quieres decir?, al menos desde mi punto de vista.

     
  4. Alejandro says:

    La batalla de Pensacola fue parte de la campañana que libró España para recuperar esos territorios del dominio inglés y consolidar así su poder en el Caribe. Y ojo con decir que la sacarocracia era más racista que la administración colonial de orígen peninsular pues el racismo no se suele medir en grados. Entre la plantocracia o sacarocracia criolla y la metrópolis, y su aparato político-administrativo, existian estrechos lazos económicos y sociales, y el regimen colonial dependía de este grupo social para su existencia.
    Pongo a consideración de los foristas el siguiente trabajo de María del Carmen Barcia: “Poder étnico y subversión social: Los batallones de pardos y morenos de Cuba”. ISLAS 1 (1): 6-9. http://www.revistaislas.com/islas-antildeo-1-no-1-2005.html
    Saludos a Tocororo y Juan Carlos. Me reincorporo al Batallón de Pardos y Morenos Leales de La Pupila en este 2 de diciembre, dia de nuestras gloriosas Fuerzas Armandas Revolucionarias.

     
  5. Alejandro says:

    A continuación algunos conceptos sacados de la obra de Raúl Cepero Bonilla (Azúcar y Abolición, etc) y que se enlazan con el trabajo de Esteban:
    “Frente al dominio español, el patriciado criollo se manifestaba liberal, porque reclamaba la eliminación de las trabas económicas y el establecimiento de las libertades políticas. Pero esaslibertades eran para su clase y para los hombres de su raza.”
    “El abolicionismo, como actitud política de la clase de los hacendados cubana, hunde sus raíces en los cambios que se operan en la estructura económica de la Isla, a impulso de la mecanización de la industria azucarera.”
    “… las puertas de la instrucción estaban cerradas para los hombres de piel oscura. Los esclavistas sabían que de la incultura embrutecedora no brota ni un atisbo de de conciencia política, que era y es un prerrequisito fundamental para que para que los oprimidos se organicen y luchen por las reivindicaciones propias de su estado social.”
    “Nuestra revolución independentista fracasa en su objetivo esencial, transformar las condiciones coloniales de nuestra economía, para fundamentar firmemente la soberanía nacional. Se alcanzo el poder político, pero el poder económico siguió perteneciendo a manos extrañas.”
    “La nueva república surgía mediatizada, sin base para lograr un rápido desarrollo de las fuerzas productivas en beneficio de sus ciudadanos.”
    “Las guerras de independencia nacional no se realizan plenamente hasta que logran subvertir la estructura económica, las relaciones de propiedad que son las que en definitiva imponen las condiciones coloniales que aquellas tratan de modificar y superar.”
    “Estos movimientos triunfan cuando rebasan el marco político y penetran resueltamente en el hondón de la cuestión social: la economía. La mera posesión del poder político no garantiza la victoria de una revolución independentista. Hay que extender esa posesión a la economía, a la base firme del edificio social. Y es que no hay un pueblo libre sin economía propia”
    “…los hacendados, dueños de los ingenios azucareros, para
    defender sus negocios han mantenido una actitud totalmente opuesta a nuestra independencia nacional. Algunos fueron reformistas, otros españolizantes o anexionistas, pero nunca independentistas; estos hacendados pusieron en peligro en más de una ocasión la existencia de la nacionalidad cubana, y dieron origen en gran medida al anexionismo de Cuba a los Estados Unidos. Algunos hacendados tomaron parte en la insurrección de Yara, aunque fueron la minoría, razón por la cual la colaboración de los hacendados azucareros en la revolución del
    68, tuvo por consecuencia que no fuera la consigna de independencia absoluta, la queprimeramente movilizó a las fuerzas patrióticas.”
    Véase,Teresa Machado Hernández (UCLV), Marxismo y condición humana en el pensamiento de Raúl Cepero Bonilla, en: https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/congreso08/conf4_machadoh.pdf

     
  6. Tocororo says:

    Qué alegría de tenerte en la pupila de nuevo Alejandro, precisamente en este 2 de diciembre, día de las FAR, como dices, asi que: “Le diremos a Fidel, comandante en jefe ordene, ordene, ordene, ordene, sobre esta tierra, que vamos hacer la guerra si el imperialismo viene…”

    A veces puede haber ausencias obligadas pero nunca el espíritu, hoy precisamente en un comentario a Juan Carlos le decía que te extrañábamos Alejandro, qué bueno….. Hoy creo estoy batiendo mi record de participación en comentarios, es un día especial…. Saludos, se te aprecia y mucho.

     
  7. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    Saludos Ale, que bueno tu regreso , oye nada sobre el tema en cuestión tu y el Toco han hecho excelentes comentario, yo solo agregar un texto de un documental que hice hace ya dos años y se llama ,´´ Rapsodia para mis ancestro´´ es sobre la historia de Ciego de Ávila y por supuesto la de Cuba en general, yo en ocasiones, sin chovinismo regionalista, he manifestado que Ciego de Ávila es más universal de lo que realmente se piensa , la trocha de júcaro de morón, cuantas cosas se pretendían decidir allí con esa fortificación Española, y que tendrían una connotación universal, Toco y Ale se los dejo de tarea, lo de lo universal de Ciego por lo de la trocha para ver si coincidimos ,les dejo el texto del final del documental que estaba acompañado por el danzón virgen de regla ,Maceo ya había caído en combate , era el final de la guerra con la ocupación de Santiago por los norte americanos,
    ´´Conscientes de que en la región occidental era donde se libraría el Ayacucho cubano, Gómez y Maceo concentran todos sus esfuerzos en la tea incendiaria y de aniquilación al enemigo, ocasionándoles duros golpes al ejército español. Pero nuevamente, el caudillismo, el racismo, el oportunismo, y el anexionismo, sembraron la división en las filas cubanas,´´ facilitando´ ´,o solicitando, el auxilio intervencionista de las garras apetentes del naciente imperio , que Martí había profetizado y que trato de impedir a tiempo con la libertad de cuba,´´ Estribillo: Virgen de Regla ven y apiádate de mí tú ves. Se nos venia una primera mitad de un nuevo siglo de oprobios . Un abraso Ale y Toco.

     
  8. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    ´´Experimentamos a cada paso la sensación, de que muchos, teniendo conciencia del problema, parecen querer solucionarlo, pero sin mencionarlo, ni mucho menos debatirlo. Asunto este último en el que apenas se ha comenzado a avanzar en los años más recientes, aunque todavía de manera muy modesta y enclaustrada.[61] Por lo que todo lo referido a un debate sobre el tema racial en la Cuba actual, sobrevive aun casi como en un submundo de algunas personas e instituciones interesadas. ‘coincido plenamente con el profesor , y aunque soy de los que cree, porque trabajo con ellos hace mucho tiempo, que nuestros jóvenes cada día son menos prejuiciados y además se mezclan más , pero no creo que esto sea suficiente, debe haber una participación más institucional y más debate a respecto para extirparlo , el racismo ,desde sus raíces

     
  9. Alejandro says:

    Juan Carlos, estoy muy de acuerdo con tus apreciaciones en torno al tema del racismo. Un abrazo para tí y Tocororo.
    Le lectura de una noticia de RT me condujo a la siguiente conferencia que ofreció Thierry Meyssan este pasado jueves en la Asociación Cultural Siria de Buenos Aires. El tema: “Medio Oriente, 70 años después de la Declaración de Balfour”.

    https://youtu.be/GYNI3qv2Du8

    https://youtu.be/kZt49duRyF4

    http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/12/01/argentina-video-conferencia-del-periodista-thierry-meyssan-en-buenos-aires/

     
  10. Liborio Guaso says:

    Segun la ciencia va demostrando que lo que los posibles Adanes y Evas habitaron como paraíso fue realmente una selva tropical o una llanura africana, se desluce el racismo académico y se reduce el asunto a un problema cultural entendido como deficiente educación, estupidas costumbres o por algún tipo de los tantos fanatismos.
    Un factor importante en el racismo siempre lo ha sido el nivel de desarrollo de los diferentes grupos sociales, y un muy triste papel lo han tenido las religiónes, fundamentalmente la religión cristiana que despojo de sus “almas” a todos los no blancos con el objetivo de poder matarlos, esclavizarlos y robar sus tierras sin tener que enfrentar problemas éticos y morales, dando comienzo al racismo como gran negocio el cual necesito sembrar el odio para sostenerse.
    Sobre ese tema debemos recordar al tenebroso curita Fray Bartolome de las Casas que condenando a la esclavitud a la raza negra, condeno a millones de africanos para el enriquecimiento de los blancos cristianos, algo que fue tan celebrado que una estatua suya o una calle con su nombre adorna casi cada ciudad o pueblo de nuestra america como un monumento al racismo.
    En ese sucio ambiente cultural se desarrollo nuestro mundo y lo de hoy son las consecuencias, las cenizas de todo aquello, pero aunque en la Cuba de hoy existen problemas, no se llega a matar solo por ser negro como en las calles de cualquier ciudad estadounidense, ni tampoco se llega a despreciar al otro por ser un indígena como en el Mexico del conocido por su “un indio vale menos que un pollo”.
    El racismo siempre fue un arma contra los pueblos que en general se ha utilizado para privilegiar a los blancos sobre los de otros tonos de piel, que en los casos en que esta en juego el reparto “ del pastel de la vida “ tiene una gran importancia como sucede para los llamados afroamericanos estadounidenses. O en un Chile donde acaban de declarar que los indigenas mapuches no son chilenos, que solamente son pueblos pre-existentes como las bestias salvajes.
    Pareceria una broma decir que en el civilizado Canada existen indigenas para los cuales sus derechos son los mismos que los osos polares, pero no lo es.
    Por suerte esas muy serias tonterías no existen en Cuba. El racismo de Cuba esta en la sutilezas de las formas y que desentona por ser una desviación. Pero nunca se deja de atender un paciente por ser negro o el paciente se retira de la clínica por el doctor no ser un blanco.
    Durante medio siglo los cubanos han estado de lucha para sobrevivir y otros asuntos mas urgentes roban la atención, pero Cuba tiene el privilegio de que aun teniendo algunas manifestaciones racistas como un rezago cultural del pasado, no tiene sus racistas profesionales dedicados a sembrar el odio, incluso el calificativo racista apenas se utiliza, generalmente a las pocas personas que manifiestan esa desviación social sencillamente se le describe como un “ come caca “ por decirlo de manera elegante.
    Y eso dice mucho de como piensa el cubano sobre el tema.

     
  11. Liborio Criollo says:

    Respeto mucho a Esteban Morales, pero discrepo de él. En realidad, tengo otra percepción del asunto (seré yo por ello necesariamente un racista? creo q no)
    Recientemente se publicó un libro llamado “Desafíos para la equidad en la actualización del modelo económico cubano” que presenta la compilación de excelentes trabajos sociológicos, económicos, estadísticos, técnicos, etc. e indaga profundamente en fenómenos actuales cubanos. En dicho trabajo se muestra como el sector que mayor porciento de sus ingresos destina a la compra de bebidas alcohólicas, es el de jóvenes afrodescendientes pobres en la Habana.
    Ojo, ese estudio SÍ INCLUYÓ LA VARIABLE DE ETNIA. Y también hay pobres de otras etnias, pero no destinan tanto dinero a bebidas alcohólicas y fiestas.
    Cuando hay chistes sobre la longitud del pene de los afrodescendientes o su habilidad para ciertos deportes, salen a relucir teorías sobre la vida en praderas africanas, la carrera y caza desnudos, etc. y muchos muestran orgullo.
    Los humoristas abusan de estos chistes discriminando a otras etnias como la asiática, sin que ningún afrodescendiente se moleste por ello.

    Pero si alguien explica que el cuerpo humano trabaja mejor a 24°C y el cerebro a 20°C de temperatura, y por ende los cerebros de etnias provenientes de climas templados y medios han gozado de mejores posibilidades para el desarrollo a lo largo de milenios, con excepciones claro, entonces uno resulta un connotado racista. Tener el pito largo sí, ser más brutos no. Los clichés siempre son contrarios a la dignidad del hombre y a la nueva sociedad que queremos.

    En una ocasión por el NTV salió una supuesta intelectual afrodescendiente, explicando los numerosos valores morales, sociales y virtudes que promovía el vivir el solares y cuarterías, como ser una gran familia, solidaridad, etc. Yo al igual que muchos que la vieron, estaba pasmado. O sea que el hacinamiento, la promiscuidad, voyeurismo, insalubridad, conflictos entre vecinos, guapería y otros fenómenos ligados a esos hábitats, generan valores???

    Cuántos jueces, fiscales y policías son negros o mestizos? Entonces cómo hablar de racismo en el sistema penal? Camine por la calle. Quién se viste de forma más austera (léase destinar menos recursos a la apariencia) en muchas ocasiones?
    Los eurodescendientes o los afrodescendientes? Increíblemente, los blancos.
    Quién ostenta de tener “una chica blanca” en sus relaciones amorosas o videos?

    Está claro que el racismo es nefasto. La pigmentación de la piel, forma de ojos y rostro, o intensidad de olores corporales no determinan la valía de alguien.
    Si Cartago hubiese derrotado a Roma, la historia fuese igual pero al revés.
    Pues eran esclavistas igual, crueles igual, con senado igual, pero morenitos.

    Pero la cultura sí, la forma de crianza sí, y ese papel de víctima y de que siempre le toma doble llegar a gigante y no sé qué, no los ayudarán para nada. Empiecen muchos afrodescendientes marginales por ser mejores, gastar menos en fiestas, ritos religiosos y bebidas, prendas, etc. y verán que tienen más recursos para condiciones de vida, digan buenos días, permiso, gracias, y serán más respetados, no andando con un pañuelo en la mano y un cuchillo a la cintura.
    No acaten el rol que les asigna el sistema-mundo capitalista, con estética de pandillas, autos y gorras fosforescentes, animales de segunda. Pero ello implica la responsabilidad de no usar métodos animales al comunicarse, expresarse, etc.

    NOTA: Uno de mis grandes amigos, es mestizo. Uno de mis grandes amigos de la infancia, fue negro. Tuve novias mestizas, jugué en un barrio de mestizos y negros también, estuve becado con mestizos y negros, en el servicio la mayoría que estaban conmigo, eran mestizos y negros…por cierto que se habían escapado del llamado anterior y los incluyeron en el mío. En la universidad también compartí con negros y mestizos, y en la vida laboral he tenido mucha interacción con todo tipo de personas. No hablo desde una cápsula, pero he visto a muchos afrodescendientes derrochar y ostentar, para luego quejarse y acomplejarse, mientras otras personas ahorran y trabajan duro para mejorar. Recientemente estuve en una guagua en la que iban cristianos afrodescendientes y cristianos eurodescendientes. Adivine ud. quienes eran los más ruidosos, indisciplinados, iban vestidos con ropas más llamativas y caras… Esas son mis experiencias.
    Seré realmente racista? Mis vivencias son reales, y creo además algo comunes.
    No pretendo generalizar mis criterios, pero son realidades que vemos día a día.

     
    • Lo mejor que he leído sobre las diferencias de desarrollo entre los grupos humanos es el libro “Armas, gérmenes y acero” de Jared Diamond http://www.librosmaravillosos.com/armasgermenesyacero/pdf/Armas,%20germenes%20y%20acero%20-%20Jared%20Diamond.pdf que es una joya científica que aplasta cualquier intento de argumentar una superioridad de las sociedades blancas. El libro fue Premio Pulitzer de no ficción y está publicado en Cuba. Diamond está considerado entre los diez intelectuales vivo más relevantes del mundo.

      Las desventajas de siglos, lo que Esteban llama “punto de partida”, no se borran en cincuenta años a pesar de las oportunidades educativas abiertas por la Revolución, más cuando muchas veces las condiciones como la vivienda para aprovechar esas oportunidades educativas son peores para las personas negras, por eso la importancia de las becas.

      En cuanto a las capacidades físicas de los descendientes de los negros traídos a América como esclavos suscribo lo que dice Retamar en el poema “Usted tiene razón Tallet, somos hombres de transición”: “negros nocturnos, azules a veces, escogidos y purificados a través de pruebas horribles, de modo que solo los mejores sobrevivieron y son realmente la única raza superior del planeta”.

       
  12. Alejandro says:

    ¡Cuántos estereotipos, prejuicios e infundados criterios en ese comentario del forista anterior! Le sugiero que antes de cualquier otra lectura se remita al trabajo de Anténor Firmin, amigo de Martí, De la Igualdad de las Razas Humanas. Antropología Positiva.
    Hace unos días llegó a mis manos desde Bayamo la novela de Jesús Masdeu “La Raza Triste”, una de las primeras críticas al racismo imperante contra negros y mulatos luego de la represión y matanza de miembros del PIC en 1912. Recomiendo también su lectura.

     
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  14. Alfonso Alonso Franquiz says:

    Iroel, me complace sobremanera que le hayas publicado este trabajo a Esteban, a quien admiramos. Como nos enseñara Fidel,. tiene un sentido estratégico para la perdurabilidad histórica de nuestra revolución: la Unidad y la Cultura Nacional en su sentido indentitario de lo cubano.

    Gracias.

     
  15. Liborio Criollo says:

    Iroel, Armas, gérmenes y acero me encanta, y tienes toda la razón, pero eso no se vincula del todo a los hábitos y conductas de hoy en día, en un sistema-mundo que ha evolucionado bastante.
    Al parecer no me he sabido expresar, o discrepan totalmente, o se mantiene la idea de lo “políticamente correcto.”
    Se habla de que empleo clichés, prejuicios y estereotipos.
    Pero es un cliché y un estereotipo el que necesariamente es el afrodescendiente el discriminado, es la mujer la discriminada, es el homosexual el discriminado, etc. El libro de Antenor Firmin no lo he leído. Insisto, no es la pigmentación de la piel u otro rasgo físico lo que determina la valía de la persona. Miren el tremendo intelectual que es Estaban Morales. Pero los valores, los hábitos, el medio en que se educa sí lo hacen. Nadie es intrínsecamente malo, ni bueno, ni mejor ni peor.
    Existen sesgos endogrupales en muchos colectivos, donde el discriminado es el joven y no el viejo, el hombre y no la mujer, el blanco y no el negro, etc. Eso, lo primero. En mi infancia escuché mucho más la palabra “blanquito” que “negrito” y ¿cómo hablar de disciminación a la mayoría? No generalizo, p o mi vivencia es parte de la realidad y es innegable.
    Producto de la pobreza heredada, de hacinamiento en barracones, de muchas cosas, ciertamente el “punto de partida” en ocasiones, repito, en ocasiones, está más lejos, debajo, difícil, etc. pero ello se agrava cuando se introducen en dichos ámbitos costumbres que consumen recursos, tiempo, deforman. Martí, ya que lo mencionan, habló de que el hombre que nace en tierra de maravillas y colores gusta más del adorno, del que nace en países fríos y de piedra (no es la frase exacta) pero: Si ud. está más atrás como punto de partida, y además invierte en cosas superfluas para compensar su discriminación, que le ha inducido un complejo de inferioridad pues lo han enseñado por siglos a despreciar sus propios atributos, entonces ud. está jodido.
    Cuántas personas tienen que trabajar lejos y no atienden a la familia, los niños los cría la abuela, la tía… Pero eso no es racismo, eso es problemas laborales, sindicales, políticos, estructura de la sociedad.
    Cuántas personas tienen una situación económica difícil, pero eso no es racismo, nuevamente son otras causas.
    Hay un hecho, la mayoría de los deportistas en Cuba son mestizos o negros. Hay racismo tras ello? Imagino que no. Porque hoy un deportista es una ocupación admirada y remunerada mucho más que un profesional, y ya llevamos como 20 años así, varias generaciones.
    Gran parte de los cantantes y músicos son mestizos o negros, si es una “cultura para el turismo” u otra cosa, no lo sé, pero racismo no es, porque un buen ingeniero gana mucho menos y es menos reconocido socialente que un cantante o músico incluso mediocre.
    Cuando vamos a las explicaciones de estos hechos objetivos, fuera e independientemente de nuestra conciencia, surgen también argumentos racistas, pero de sentido inverso, y a ello me refería.
    “Que si tenemos la música en la sangre, que sí físicamente… ” y esos clichés sirven de consuelo aparente a los afrodescendientes que los aceptan. Ah, de eso no se habla, no es “políticamente correcto”. Y precisamente al admitir esos clichés en su conducta, incluso alardear de ello, y podemos comenzar a ver espectáculos musicales y otros donde hay referencias a la sangre negra y demás, nunca he oído hablar de sangre blanca, pues están asumiendo el rol de humanos de segunda, que les ha deparado el sistema-mundo euro-céntrico y anglo-céntrico desde que Roma venció a Cartago. Eso no solo es en Cuba, en los USA muchas veces se ha vendido la idea, a los mismos afrodescendientes y latinos, de gastar más en su auto, en su vestimenta de “género urbano” y esas comunidades han asumido esos roles automarginándose, ya que los medios culturales están en manos de los WASP. Pero en Cuba, no hay WASP en los medios.
    Y Serrano es mulato, ya que estamos. En ocasiones, como consuelo aparente de la discriminación que sufren o piensan sufrir, porque en realidad son problemas comunes a otras etnias en Cuba, sí se producen numerosas manifestaciones marginales, atadas también a prácticas seculares del punto de partida y tal, pero que refuerzan los prejuicios. Es en los barrios con mayor número de afrodescendientes, en los costosos y ruidosos bembés, donde debe hablar Esteban Morales, además de en Internet. Es en el Cabildo, la Unión Yoruba, o en otros medios. Yo tengo que censurar, como eurodescendiente, a quienes de mi etnia sean racistas, pero tampoco tengo que sufrir el pecado original o el complejo de inferioridad de quien no lo sea.
    Tengo el mayor interés por la unidad de todas las etnias del mundo.
    No discrimino a nadie, aunque pueda tal vez parecer lo contrario. Pero el buscar la causa de la situación propia siempre en factores externos y hablar constantemente de discriminación, no es un buen punto de partida para resolverlo. Es como con el bloqueo. Nos daña, sí, y mucho. Denunciarlo, sí. Combatirlo, sí. Pero achacarle tantas cosas al bloqueo, cuando hay tantas otras que también influyen, no nos hará salir más rápido del bache, y seguirá el bloqueo. Igual para todos los grupos que sean discriminados. Tenemos que pensar también qué hacen algunos de nuestros exponentes, que no son pocos, que refuerzan los clichés para que nos discriminen.
    A ver si me entienden mejor ahora, o discrepan.

     
  16. Alejandro says:

    ¿Un cliché y un estereotipo el que el afrodescendiente es necesariamente el discriminado?

    Todo lo contrario, es una realidad muy bien arraigada en las subjetividades que logra reproducirse y reconfigurarse para afianzar la domincación y hegemonía de las clases dominantes en las sociedades de clases que tienden a ser racistas por antonomasia.

    “… el drama de las relaciones interraciales y de las prácticas racistas, que ha durado más de cinco siglos. En nuestro continente ese es un trauma de millones de hombres y mujeres porque, a partir de ese momento, las potencias colonialistas europeas implantaron una estructura de castas según la cual el color de la piel, la forma de los cabellos, la nariz y los labios decían si se era un ser humano o un semoviente, un objeto. Eso ha traumatizado tanto a millones de personas y sigue traumatizando tanto, que se olvidan las motivaciones verdaderas de ese proceso de subordinación, explotación, discriminación, que son las motivaciones económicas.

    Al establecerse una sociedad dividida en castas coloridas, el color se convirtió —en mi opinión— en lo más negativo que le ha dejado la colonización europea al llamado Nuevo Mundo. Junto con la explotación económica, junto con los genocidios, está esa enajenación de la que no nos hemos podido librar.

    Pocos años después de la llegada de los españoles a Cuba y otras áreas del Caribe, comenzaron a llegar negros procedentes de España, los llamados negros horros, y también de África, en cautiverio. Y digo los llamados negros, porque esa denominación es invento de los europeos para designar a otros hombres que eran diferentes en cuanto a su genotipo. Se trata de un vocabulario venenoso, maligno, que aún hoy pesa sobre nuestras cabezas como una espada llameante; sin embargo, todavía hay personas que se resisten a que lo eliminemos del habla cotidiana.

    El español es una lengua imperial, no olvidemos nunca eso, una lengua que se impuso a todas las demás etnias de la península ibérica también a fuego y espada, y que terminó por expandirse por el resto del mundo como una lengua imperial. Una lengua que más tarde nuestros antepasados cimarrones, indígenas, asiáticos y blancos pobres fueron cimarroneando y trasmutando en lenguas nacionales mediante las cuales se expresaban nuestras ansiedades, nuestras utopías, nuestras frustraciones, nuestras rebeldías. Pero el español es una lengua cuyos términos mantienen hoy una carga tremendamente destructiva, sobre todo cuando designan a otras personas que no tienen la piel clara. En español, el blanco es pureza, luminosidad, creatividad, altura; el negro es oscuridad, suciedad, mugre, podredumbre; mulato significa hijo de mula, estéril. Por tanto, esas son denominaciones inventadas por las clases dominantes para humillar, para subordinar, para recordarle constantemente a ese sector de nuestra población sus orígenes: el barracón, el látigo, el cepo o el ayuntamiento violento de la mujer negra con los dominadores. Todos sabemos que al principio no abundaban las mujeres blancas en América; por tanto, los impulsos genéticos, eróticos de los europeos y conquistadores se tuvieron que satisfacer primero con las indias, después con las negras, después con las mulatas, y ocurrió entonces, como dice el periodista chileno, la verdadera conquista erótica de las Indias.

    Pues bien, esta terminología hace del negro sinónimo de sucio, del blanco sinónimo de pureza, del mulato sinónimo de esterilidad, “paradoja esta, porque también se identifica al mulato como símbolo de la sexualidad, el erotismo, y la mulata como arquetipo del erotismo, es la Magdalena, o la Salomé, o la Eva origen del impulso pecaminoso”.

    Sin embargo, se olvida que mulatas eran también Mariana Grajales, María Cabrales y tantas y tantas heroínas de nuestra patria, que posteriormente se han convertido en científicas, escritoras, arquitectas o simples madres, hermanas, tías, abuelas, bisabuelas, hijas o nietas. O sea, esa terminología nefanda y nefasta surgida en el período colonial se sigue utilizando con el mismo sentido despectivo. Refleja que la herida permanece abierta en el cuerpo, en el alma de la Isla y el pueblo de Cuba.

    La discriminación racial, la práctica del racismo son sinónimos de la xenofobia y el chovinismo, porque excluyen a un grupo minoritario o mayoritario, encierran en un microuniverso en el que se es el centro, el único que puede determinar lo que es bueno, lo que es noble. Todo lo que sea diferente a uno, es decir, a los intereses económicos, sociales, políticos, culturales propios, a la hegemonía propia como centro de ese universo conquistado, se torna peligroso, vulgar, marginal y debe ser destruido o digerido (y todo lo que se ingiere, después se expulsa como excreta).

    Yo creo que el racismo es proteico: se reinventa de forma permanente, se reconstituye y adquiere millones de máscaras, millones de rostros de yagruma. Hace unos diez años nos reunimos en la Fundación Fernando Ortiz y tratamos esta temática. Allí hice un recordatorio, porque no solo debemos recuperar la memoria, sino el olvido, como complemento dialéctico. Recordaba en aquel momento que a fines del siglo XVIII ya se discutía la problemática de los llamados negros, se hablaba sobre el negro, sobre qué hacer con el negro. Junto a la epopeya del pueblo cubano, que logró levantarse de los barracones, los palenques, los bohíos y las casas de los barrios más humildes citadinos, fue naciendo una identidad a contrapelo de la mayoría, que eran los descendientes de los conquistadores españoles. Porque no olvidemos que mientras América luchaba por su independencia —una independencia frustrada en aquellos primeros años del XIX por la falta de un proyecto social que incluyera a las grandes mayorías indias, negras, mestizas, mulatas o asiáticas—, Cuba se fue quedando atrás. Esa mayoría que detentaba el poder económico, disfrutaba, además, de lo que se llamaba privilegios de color, por tener la piel blanca. No olvidemos nunca eso.”
    Véase, Rogelio Martínez Furé, El racismo proteico, en http://epoca2.lajiribilla.cu/2011/n529_06/529_05.html

     
  17. Liborio Criollo says:

    Me gustó mucho su comentario. Se acerca más a mi posición.
    Entonces Alejandro, dirías que la lucha contra el racismo está necesariamente vinculada a todas las luchas contra la discriminación y las injusticias sociales, economía desigual, etc.? Asumo que sí.

    Y te insisto, no siempre es el afrodescendiente el discriminado.
    O su discriminación no es diferente de la que sufren los ancianos, o los jóvenes, en fin muchas personas que no pueden ni siquiera cambiar aquello que desearían o le critican los discriminadores.

    Sería interesante ver si en el sector del espectáculo, la cultura y el deporte, personas con altos ingresos (no dudo de sus méritos) o en del mercado negro, dicen que les costó doble llegar… comparado con quién?? Que dirá un ingeniero, un profesor de física, muchas veces eurodescendientes, sobre discriminación con respecto a esos sectores? Y no se queja de ser discriminado por su imagen. Es otro el problema.

    Le pondré un ejemplo: Si una mujer blanca se hace rizos en el pelo, como lo hacen muchas, pues nada, se hizo rizos en el pelo. Pero si una mujer afrodescendiente se alisa el pelo, allá va la revista Mujeres o Bohemia o alguna consejera de modas a decir que la estética africana, que si imitar patrones estéticos ajenos…Compadre, se alisó el pelo y punto. Los europeos se echan cremas bronceadoras, se dejan barbas como los árabes, etc. y a nadie le preocupa que se vuelvan “inferiores”.

    No puede convertirse la lucha contra cualquier discriminación, en un cliché en sí misma, aunque exista la discriminación. Porque engendra nuevos monstruos futuros. Así pasó con los judíos, y nació Israel, con la venia d imperialismo (y el campo socialista, sobre todo los checos).

    Así pasó en Cuba cuando se discriminaba a los homosexuales, algo incluso más difícil, y algunos se fingían homosexuales para irse o no pasar el Servicio Militar. Así pasa cuando trabajadoras ineficientes apelan a su derecho como mujer para tapar su mal trabajo. Cuando quiere que el hombre pague, el asiento en la guagua, que sea el proveedor y además la igualdad. O lo uno, o lo otro. Insisto, Debe reformularse la forma, no hablando del racismo, mucho menos en espectáculos de la sangre negra, sino no enfocarse en las etnias.
    No es ocultar el problema, sino no hacerlo el eje de otras causas.
    Y cada cultura tiene sus puntos débiles y fuertes. No lo neguemos por parecer o no políticamente correctos, escandalosos. Es objetivo!!!

    Lee de nuevo mi afirmación del cliché, no la entendiste bien.
    Los papeles de víctima perpetuos solo generan engendros como el estado de Israel y otras hierbas. Y el negro es un color elegante, en muchas culturas. Los nazis se vestían muchos de negro y esos sí eran racistas, lo del idioma está tomado por los pelos.

     
  18. Carlos de New York City says:

    Yo soy un Blanco de 6.1 con un peso de 184 libras , “para mi la mujer Negra y MUlata fue siempre mis preferidas, mi Hermana , madre , amiga, consorte , mi guia , mi sol , mi aire , es negra practicamente aunque con destellos de blanca porque su mama y padre eran mulatos asi como el resto de sus familiars, mis Hijos Blancos , mis nietos blancos y mulatos pero negros.
    ” Cuando yo era muchacho nuestro padrino era un NEGRO como el carbon, murio trabajando, nunca dejaba de hacerlo.
    MI abuela blanca como la leche, mi abuelo mulato que andaba siempre con Jesus menendez, vecinos de los Abel Santamaria en mi querida las Villas, alli en Encrucijada, en el mismo central Constancia.
    MI Bisaabuelo seria el Primer Alcalde que tubiera ese Municipio de Encrucijada, ya utds pueden saber como mis tios eran todos muy altos , trigueños y ojos verdes y otros de azules.
    HOY puedo afirmar que yo nunca conoci el Racismo en Cuba , llevo muchos años fuera de mi Cuba querida pero aun asi afirmo que jamas me DABA cuenta que durante mi Vida en Cuba hubiera existido el RACISMO, no se ; nunca precensie ningun acto hostil ni discriminacion. Mis vecinos mas allegados , conocidos y amigos eran casi en mayoria Negros.
    EN la Umap , Tampoco vi ningun acto de racism , mi mas allegados eran negros, en las distintas carceles de Cuba en las cuales yo Vivia como si hubieran sido un Hotel porque yo Pase por la carcel ” la carcel nunca paso por mi ” mi mas allegados eran Blancos y negros , pero siempre me encontraba en el lado mas numeroso de el negro.
    Para mi la Piel ni el color existe, existe el Hombre , el ser Humano , y siempre e visto que la misma MIERDA quien va hacer Mierda con su Vida lo mismo lo hace un Negro que un Blanco .
    ” Pero lo unico que si Puedo decir y afirmar es que despues del TRIUNFo de la REVOLUCION CUbana del 1959 los NEGROS en Cuba se volvieron lo mismo Blancos que Mulatos ” porque la Revolucion Cubana triunfo en Cuba para todos.
    ” Por ello ; que lo que mas me duele como Cubano y ser Humano es que algunos NEGROs y NEGRAS un GRUPITO , un MINISCRUPULO grupito Hoy atenten contra la revolucion Cubana del 1959 sirviendo de TRAIDORES y Voceros por una jabita y unos CUC como esa ” Lobas de Blanco que andan por Miramar y Playa diciendo calumnias y mentiras como Mordiendole la mano a la revolucion Cubana y al Gobierno de Cuba siendo ellos muy INGRATOs en olvidar que los NEGROS en Cuba antes del 2 de Enero del 1959 no Podian bañarse en las Playas de Marianao.
    Pero en Cuba sinceramente ; si hay racism como dicen algunos ” Yo al menos ni mi familia nos dimos cuenta de tales echos.

     
  19. Alejandro says:

    La discriminación por raza o color de la piel- digamos en el ámbito laboral- es muy disitinta de la que pudiera padecer un joven o persona de la tercera edad en esa esfera. Tal y como plantea Esteban “la discriminación racial del negro, no es tampoco un tipo de discriminación más, pues se trata de una cuya causa, en Cuba, [ y en todas partes] se lleva encima, por fuera” y la determina el ”color de la piel”. Los negros y los mestizos no tienen la capacidad de escapar de esta condición que le impone ese rasgo de su fisonomía. ” ¿Dentro de qué color se va a sumergir (el negro) para escapar a su condición de discriminado?”
    Incluso, la jurisprudencia del derecho constitucional de los EEUU conceptua a la raza o color de la piel como una “característica inmutable” y aplica un grado de escrutinio judicial más alto que en otras categorias como pudieran ser la edad, la inteligencia o la religión.
    En cuanto al estado de Israel, este fue un engendró de los europeos, dígase el gobierno británico, que permitió la usurpación y colonización de la tierra de Palestina, sujeta al mandato británico, por los sionistas.

     
  20. Pingback: Color de la piel, nación, identidad y cultura – ANTIIMPERIALISTA

  21. Liborio Criollo says:

    Señores, o camaradas, sigan creando sentimiento de víctima y que “me deben algo” en un sector social, dentro de un país en crisis, sentimiento de excepcionalidad, que nos va a ir muy bien. Es como si a estas alturas Italia culpara a Libia de que Sicilia esté menos desarrollada, porque los cartagineses saquearon la isla en tiempos de la antigua Roma. Por ese pensamiento llevan siglos arrancándose la cabeza en Africa y el Medio Oriente, y acá estamos en peligro de crear un sentimiento de “merezco más” que no puede ser satisfecho.

    Sí existe el fenómeno del racismo y la discriminación en Cuba, pero ni es solamente contra el negro y mestizo, insisto en este punto, ni es independiente de todos los otros problemas y fenómenos de discriminación, ni se va a resolver si no se resuelven los otros fenómenos y causas, entre ellas los problemas de valores y malos hábitos de amplios sectores sociales de nuestra población. Es como los indígenas en América Latina, que quieren sus derechos, pero tampoco cambian las cosas que entre ellos mismos deben cambiar, como bien les dijo Correa en el video de Israel.

    Hay que apoyar la lucha contra la discriminación, pero contra todas las discriminaciones, llamando las cosas por su nombre y desde todos los puntos de vista. Los líderes (padres, dirigentes, maestros, adultos, etc.) de la etnia eurodescendiente (porqué nadie usa ese término?) tienen que luchar contra el racismo, y los de la etnia afrodescendiente también, y cada cual debe ser autocrítico con los fenómenos que se producen en los ámbitos donde su etnia es mayoritaria, no siempre buscar causas externas. Ejemplo los cuentapropistas:
    1-Que los blancos tienen mayor acceso a los negocios de hostales paladares tatatata… eso se leía en varios medios hace unos meses.
    2-Paralizan las licencias y parece apretarán el cinto. Que los afrodescendientes son perjudicados al ser parte de los oficios de apoyo…. tatatattatata eso se leía hace unas semanas o un mes. Busquen post, no recuerdo ahora si fue en la pupila, en Oncuba o Cubadebate. La cuestión es que, pase lo que pase, siempre habrá tela por donde cortar para decir que son discriminados o tal, mientras todos somos discriminados, o al menos la mayoría, por muchos motivos, en Cuba. La primera discriminación es económica, al ser una sociedad monetarizada, donde se usa dinero para acceder a bienes y servicios, por eso ponía el ejemplo de tantos artistas afrodescendientes y deportistas afrodescendientes con ingresos superiores a la media, y a la media eurodescendendiente cubana. No tapemos el sol con un dedo. Con lo que se gana por noche tocando tumbadora en el Meliá Cohiba, equivale a ocho salarios como mínimo. A lo mejor trabaja uno o dos de los ocho, y malviven. Entonces luego preguntas y te dicen que están discriminados, pero el maestro o ingeniero blanco, no, ése no. Trabajan todos en la casa, no beben, no gastan en ritos costosos ni prendas, llegan apretados a fin de mes, y no malviven. Claro, es que son racistas. Esas son realidades también.
    No existe en Cuba pretexto para asumir papeles de víctima, o por el contrario todos somos a la vez víctimas y victimarios. Es mi temor con estos post.

    Es como el petróleo, si el precio está alto, mientras no existían los chavistas, pues qué malo. Si el precio está bajo, pues qué malo, pues ahora están los chavistas.
    Por fin, para Cuba es bueno que baje o que suba el petróleo??? Por fin es mejor para los afrodescendientes que haya mucho cuentapropismo, o que, ya que el acceso al mismo no es equitativo y no se puede resolver por ahora, que sea más controlado? Es la sensación que siento cuando leo muchos artículos sobre el tema. Estamos contra el libre comercio, acabamos de firmar liberación de aranceles con CARICOM de 200 y pico de productos. Estamos contra el deporte rentado, pero rentamos peloteros. Estamos contra el culto a la personalidad, pero somos hermanos de Corea del Norte. Estamos contra el racismo, pero no indicamos también otras aristas del problema para no parecer “racistas”.

     
  22. Alejandro says:

    Comparto el siguiente reportaje de RT que contiene la opinión de expertos en el tema con los foristas:
    https://youtu.be/OYX2Psxn-Tc

     
  23. Elio Antonio says:

    Hola:-)

    Vivo entre negros, de hecho, nací así; por algo soy mestizo. La ciudad de Guantánamo (el Guaso) es fundamentalmente negra. Se aprecian fácilmente problemas vinculados con el racismo, les puedo decir que en ETECSA y la carrera de Medicina, priman los blancos y claros. Pero aún así, no veo oprobioso el racismo en nuestra sociedad. Como menciona Iroel: “Las desventajas de siglos […] no se borran en cincuenta años a pesar de las oportunidades […] abiertas por la Revolución…”. Tenemos que continuar evolucionando en Revolución, no hay otra alternativa para lograr un mundo mejor.

    Creo que el mestizaje traerá la mejor solución a la discriminación racial; no obstante, coincido en que, la cultura que logren mostrar nuestros negros, influirá notoriamente en la mentalidad de nuestros racistas.

    Saludos;-)

     
  24. Magdiel says:

    Bueno, pues yo los veo muy integrados, juntos, negros, blancos y mestizos, mujeres y hombres de todas las edades, procedencia social y territorial divirtiendose en reirse de los homosexuales… Y vaya, tambien en este articulo prefieren poner “y otras formas de discriminación”… Y pretender que la discriminación por color de la piel es la menos superada… Pues no, yo creo que no es así…

     

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