Hace unos días, todos los grandes medios españoles hablaban de Amnistía Internacional (AI). ¿Mencionarían alguno de sus informes sobre torturas en España, tradicionalmente censurados (1)? Evidentemente no. Eran unas declaraciones… sobre Catalunya (2) (3) (4): “Sobre el encarcelamiento de los ex consejeros y de los líderes de las entidades independentistas (catalanas) se ha pronunciado Amnistía Internacional. La organización defensora de los DDHH (Amnistía Internacional): dice que no se les puede considerar presos políticos, porque están acusados por actuaciones que pueden constituir un delito”, oíamos en Televisión Española (5).
Curioso: AI no considera “presos políticos” a quienes, en Catalunya, han sido encarcelados por una acción política pacífica, porque esta –asegura- “puede ser delito”. Pero sí a quienes en Cuba violan leyes análogas a las existentes en todos los países (6). El Código Penal español, por ejemplo, castigaría a algunos de los llamados “disidentes” cubanos a un mínimo de cuatro años de cárcel por mantener “relaciones de inteligencia o (…) de cualquier género con gobiernos extranjeros” para “perjudicar la autoridad del Estado o comprometer la dignidad o los intereses vitales”, según se lee en su artículo 592 (7).
Recordemos que los “grupos disidentes” cubanos son apadrinados por el Gobierno de EEUU, de quien reciben entre 20 y 30 millones de dólares cada año (8). Algunos, como las Damas de Blanco (9), Cubalex (10) o la llamada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (11), aportan la información con la que, después, AI elabora sus informes sobre la Isla. Por ello defiende con vehemencia que la potencia que bloquea a Cuba pueda financiar a quienes, dentro de la Isla, sirven a sus intereses políticos: “Los defensores y defensoras de derechos humanos que reciben financiación extranjera, especialmente estadounidense, son estigmatizados”, nos dice AI en tono de denuncia, y añade que “las limitaciones a la financiación extranjera (en Cuba) son contrarias al derecho de asociación” (12).
Todo esto lo leemos en el último informe de esta organización, titulado “Cuba es una prisión mental” y que, al contrario que sus escritos sobre EEUU o España, sí ha sido noticia internacional (13).
Un informe contaminado de raíz. Su fuente principal es el testimonio de un grupo de migrantes cubanos en México, a quienes sorprendió, en enero pasado, la derogación por Barack Obama de la política de asilo automático a cubanos y cubanas (14), y que ahora necesitan construir un “expediente político” para ser aceptados en EEUU (15). Y para ello mienten sin el menor pudor.
El informe nos dice que muchas de estas personas “habían solicitado asilo en México” (16). Pero calla que, en abril, el Gobierno de dicho país negó asilo “debido a que –palabras del texto oficial- no enfrentan persecución de ningún tipo” (17).
AI se suma a la tradicional politización de la emigración económica cubana que realiza el Gobierno de EEUU, con argumentos subjetivos e indemostrables: nos dice que estos migrantes “se sentían `agobiados y asfixiados´” en Cuba, porque allí “las limitaciones (…) de derechos humanos son tan asfixiantes” que “les hacen ver la salida del país como única opción” (18). “Decenas de miles de cubanos y cubanas siguen abandonando el país”, añade, como si los movimientos migratorios en la región fueran algo exclusivo de Cuba. Y repite argumentos que parecen sacados de una nota del Departamento de Estado: la emigración cubana se debe –leemos- a factores como “la cambiante diplomacia internacional cubana” o “la férrea red de control de la libertad de expresión” (19).
AI acusa al Gobierno cubano, además, de criminalizar la emigración económica. “Los cubanos que tratan de abandonar el país son estigmatizados (…) por el Estado –que los califica de “desertores”, traidores” y “contrarrevolucionarios-“, leemos (20). Una muestra de cómo esta organización está completamente fuera de tiempo (21). Hoy la emigración cubana en todo el mundo realiza encuentros en los que participa activamente el Gobierno cubano (22), el último de los cuales se celebró, precisamente, en Washington (23).
El informe señala que la “mitad de las personas entrevistadas (…) habían sido detenidas (…) al menos en una ocasión en Cuba”, aunque “muchas no habían criticado nunca el sistema” (24). Nada que impida a AI encontrar una raíz política a su encarcelamiento: “la fuerte intrusión que sentían de la ley penal en sus vidas cotidianas (…) limitaba estrictamente sus derechos”, leemos (25). Así, alguien que abrió un negocio de comida denunciaba la “represión” del gobierno porque había recibido varias inspecciones “muy seguido” o porque su establecimiento había sido multado (26).
Leemos, además, que en Cuba se “subordina en la práctica a la ideología de Estado el derecho universal a la libertad de expresión” (27). ¿Y en España, Colombia o en cualquier estado capitalista? ¿Información y opiniones en los grandes medios, propiedad de una ínfima minoría con capital, no son subordinadas a la ideología imperante (28)? ¿Cuándo leeremos un informe de AI sobre la férrea censura, el despido de periodistas, la represión sindical o el boicot a artistas e intelectuales en los medios públicos y privados de dichos países (29)?
El texto asegura, asimismo, que en Cuba se produce discriminación laboral por opinión política (30). Pero ¿cuántas personas, en los países capitalistas, deben ocultar sus ideas de izquierda para acceder a un empleo? ¿Y cuántas son despedidas por reclamar sus derechos?
El informe llega en ocasiones a lo grotesco. Un entrevistado que aseguraba que “en Cuba todo el mundo tiene miedo” donde se siente “el hombre más libre del mundo” es en México (31), un país con 20 mil asesinatos al año (32), cuarto del mundo en nivel de impunidad (33) y donde un 64% dice tener miedo a ser torturado si es detenido (34).
Así es como Amnistía Internacional, en su vergonzosa deriva, se convierte en instrumento funcional para medios y gobiernos occidentales: para los de España en su política de represión en Catalunya (35), y para los de EEUU en su obsesiva injerencia y agresión contra Cuba.
José Manzaneda es coordinador de Cubainformación.
(1) https://www.es.amnesty.org/uploads/media/Sal_en_la_herida.pdf
(2) https://politica.elpais.com/politica/2017/11/08/actualidad/1510172503_706690.html
(3) http://www.elmundo.es/cataluna/2017/11/08/5a033877e5fdea2e408b45d0.html
(7) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67001
(8) https://lapupilainsomne.wordpress.com/2017/11/18/los-dineros-del-tio-obama/
(9) http://tercerainformacion.es/antigua/spip.php?article77046
(10) http://cubaadiario.blogspot.com.es/2014/10/escandalo-corrupcion-en-cubalex.html
(12) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ Amnesty International, “Es una prisión mental. Cuba: mecanismos de control a la libere expresión y sus efectos intimidantes en la vida cotidiana”, noviembre de 2017 (páginas 12 y 14).
(13) http://www.elmundo.es/internacional/2017/11/16/5a0c811de5fdea0b678b4660.html
(15) www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article143645859.html
(16) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 31).
(17) http://oncubamagazine.com/sociedad/mexico-aclara-no-hay-asilo-politico-para-los-cubanos/
(18) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 31)
(19) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 6)
(20) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 25)
(22) http://www.cubainformacion.tv/index.php/en-portada/76754-qqq
(23) http://www.radiorebelde.cu/noticia/un-paso-mas-favor-nexos-entre-cuba-su-emigracion-audio-20171030/
(25) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 15)
(26) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 24)
(27) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 13)
(29) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=187702
(31) https://www.amnesty.org/es/documents/amr25/7299/2017/es/ (pág. 34)
(33) http://www.proceso.com.mx/500835/mexico-cuarto-pais-impunidad-del-mundo-cesij
(34) http://www.elmundo.es/internacional/2015/04/18/55314c81268e3ec0218b4583.html
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=27887
Reblogueó esto en La Esquina Roja .
Yo me encontraba entre los sorprendidos por la deriva de AI hasta que descubrí cual era su principal fuente de financiación en el momento presente y lo que esta viene significando para el éxito de las arrolladoras políticas neoliberales en el mundo. Hasta los años 90, la Fundación Ford colaboró en la implantación de la terapia del shock en América Latina financiando a los chicago boys y suministrando todo tipo de apoyo a las dictaduras militares, sobre todo la argentina. La multinacional suministró vehículos a los militares con los que realizaron los secuestros y ejecuciones. El Ford Falcon fue el automóvil utilizado en miles de secuestros y desapariciones. Tras el golpe, las instalaciones fabriles de Ford en las afueras de Buenos Aires se convirtieron en cuartel militar de los golpistas.
Lo que muchos afiliados y simpatizantes de AI no saben es que esta fundación, con tan siniestro expediente y alta responsabilidad en la implantación del neoliberalismo en América Latina y el mundo, es hoy su principal fuente de financiación, información difícil de digerir y clara demostración de la capacidad de penetración y reconversión de la oligarquía capitalista sobre organizaciones que nacieron con los mejores propósitos y de la mano de las más dignas personalidades (como Pérez Esquivel). Yo no lo habría sabido y probablemente no lo habría asumido como una información contrastada si no lo hubiera leído en un libro extraordinario y clave para entender el mundo actual (la doctrina del shock), escrito por una de las figuras más relevantes del pensamiento alternativo (Naomi Klein).
La Fundación Ford llegó a la feliz conclusión de que existía otra forma de alcanzar el mismo resultado (la desestabilización de las naciones hostiles al neoliberalismo) sin necesidad de utilizar métodos violentos como los empleados en las dictaduras de América Latina en los años 70 y que contaron con todo su apoyo económico, logístico, moral. En la sociedad de la posverdad, cuando vivimos entubados a la UCI de falsimedia, se puede lograr el mismo efecto prestando apoyo financiero a organizaciones que un día tuvieron nobles intenciones (como AI) y otras que nacieron viciadas (como Reporteros sin Fronteras). De mantener su buena reputación se encarga el oligopolio de falsimedia y de divulgar sus informes desestabilizadores también. Tan sólo se necesita en el caso de organizaciones como AI que líderes corruptos se presten al juego de hacer el mismo trabajo sucio que hicieron los militares en otras épocas, pero en esta ocasión utilizando el teclado del ordenador, el micrófono o la pluma como arma de destrucción masiva. Así se explica todas las falsedades y medias verdades que cita José Manzaneda, divulgadas sobre todo en momentos de especial vulnerabilidad (como sería ahora en el caso de Cuba y en el periodo de guarimbas en Venezuela). Ya no vale decir que AI lanza sus informes sobre la situación de los derechos humanos en todo el mundo y son los medios de comunicación los responsables del tratamiento de la información sino que hay una estrecha y malintencionada colaboración de organizaciones como esta para hacer el mayor daño posible y conseguir el mismo resultado de etapas anteriores sin necesidad de recurrir a la cirugía militar.
IROEL, DEJE ESTE COMENTARIO EN UN POST ANTERIOR. LO REPITO AQUI POR SI LO REVISAN, SALUDOS Y ZORRI:
Un saludo Iroel. Me interesa saber lo que dijo Chomy en el evento. El sabe mucho de la vida universitaria, intramuros de La Colina, y pudo (puede) aportar elementos sobre el “naufragio” de Fernando en la UH. Ramoncito Ramos, quien fue bibliotecario de la Facultad de Filosofía, me contó que en los 70’s llegó un jeep con asesores soviéticos (yo conocí en los 80’s algunos “bolos” muy sabios) y tiraban los libros del Che y Gramsci como inservibles. Chomy sabe de eso.
Otra cosa: El programa radial La Tarde se Mueve, de Edmundo Garcia, salió de juego en Miami. Ya había salido del aire y se mantenía en internet. Ahora ni eso. ?La causa? No hay quien lo apoye. Havanatur y el Instituto de Areonáutica civil, que favorecieron a las aerolíneas yumas por encima de las charteadoras kubisheamericanas, quebraron a los patrocinadores. No fue el bloqueo ni la derecha. El “centro” tiene patrocinadores en EEUU, pero la izquierda y la derecha miamense no. Fíjate qué curioso. Lo de Veiga es un cálculo material y no hay que culparlo por eso. El Cardenal Ortega ha sido su patrocinador; cuando las buenas, las regulares y las malas. Tengo una anécdota sobre Veiga, Fowler y Saladrigas en un evento de cuando Espacio Laical, que es para morir (o vivir) de risa. Pero otro día la comparto.
Me gusto mucho el trabajo de Manzaneda. Sabe lo que dice.
Bueno, un abrazo a ti y a los lectores.
Emilio Ichikawa
Miami, Fl.
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