En estos tiempos de eventos en Cuba sobre el tema de la comunicación y todas las condiciones interdisciplinarias que confluyen en ella, vale la pena retomar algunos titulares que abundan en los llamados medios serios, aunque a lo mejor, lo de “medios” se refiera en estos casos, sólo al sinónimo de mitad y no a la condición infomediática propiamente dicha, o sea, son serios al cincuenta por ciento. Lo cual, todavía me parece demasiado.
Unas semanas atrás se anunciaba con bombo y platillo la liberación de documentos oficiales sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy. Muchos esperaban que allí saliera la verdad sobre la bala saltarina, sobre los humitos en los montículos cercanos al magnicidio, sobre la trama seguroso-mafiosa detrás del hecho y, al fin, se demostraría que el acusado solitario no había pasado de ser otro chivo expiatorio en la larga lista de similares que pueblan la historia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Pero, nada. Tres cuartos de lo mismo.
Regresó la trama de Cuba, su embajada en México y Lee Harvey Oswald. Regresó la guerra fría –realmente nunca se ha ido–. Regresaron las tramas ocultas de los complots cubano-soviético-comunistas para cometer el hecho y así hasta la saciedad. Si se revisa la estadística de Internet, podrá comprobarse que el tema fue más trending topic en los días previos a la liberación informacional, que lo sucedido posteriormente al comprobar lo pobre de lo que salía a la luz, con respecto al publicitado anuncio.
Como dice el título, se siguen buscando culpables, mientras la verdad no es de interés.
Pero la trama sigue, si antes fueron los soviéticos y ahora los rusos, los cuales deben saber defenderse solos, pero es real que se les está convirtiendo en las cabezas de turco de cualquier cosa “rara” que sucede en el mundo.
Hilary Clinton no ganó las elecciones –sin entrar en los números de votos–, Trump sorprendió al mundo con su victoria y como el hombre del cerquillo destacado no es del buen gusto de muchos, ahí mismo salieron a buscar un culpable: Rusia.
Y aquí es importante destacar un detalle. Si un ciudadano de cualquier país, hace “algo”, cuando la prensa lo refleja en sus espacios, muy cuidadosamente se refieren a la persona y su nacionalidad e incluso, obvian este último detalle. Cuando esa posible persona es rusa, cubana o venezolana, entonces lo que sale a la luz en todos los titulares, son los nombres de los respectivos países.
Por ese camino, si Cuba y Venezuela son declarados culpables y amenazas para la estabilidad norteña, qué esperar cuando se refieren al gigante euro-asiático: más amenaza y más culpabilidad todavía.
Además, para señalar a esos culpables, no hacen falta demostraciones, ni pruebas, como es el caso del habanero “incidente sonoro”. Ellos denuncian y acusan. El resto del mundo que escuche y acepte, porque en caso contrario, al decir de la representante norteamericana en la ONU, entonces existen 191 equivocados y sólo un país con su satélite, como los únicos lúcidos poseedores de la verdad.
Y ya, para ponerle la tapa al pomo, sucede que Rusia –siempre el país— es ahora responsable de los sucesos de Cataluña. Ni Rajoy, ni el PP, ni el 155. Es más, ni siquiera Puigdemont. Si tenemos a la mano un buen culpable, para qué buscar más. Dentro de unos días, sumarán a Venezuela en la trama.
Luego, por la misma canalita, será Cuba la siguiente acusada. ¿De qué? No sé. Ya algo aparecerá. Aunque si vamos a ver ya existe una base de “culpabilidad” pues, como dice mi amigo Argelio Santiesteban (Cuba y Cataluña: caminos que se entrelazan. En http://www.lajiribilla.cu/articulo/cuba-y-cataluna-caminos-que-se-entrelazan), fue por acá que cogieron fuerza algunos de esos aires independentistas catalanes, donde hasta la bandera, se hizo basada en la nuestra… ah… eso fue hace casi cien años, pero no vamos a dedicarnos a esa bobería de un tiempito más o menos.
Estemos preparados para que no nos sorprenda –si alguna sorpresa resta todavía—. Para cualquier mal del mundo, no hay que revisar demasiado. En la parte superior de la gaveta de esos medios, no se encuentra la verdad, pero, están los nombres de estos tres países, listos para utilizar.
En la prensa como negocio se publica lo que mejor se paga y desde luego se paga por lo mas conveniente, recordemos que en la guerra contra Iraq como la grandiosa verdad que repetian los medios pagados, despues no lo fue, pero los centenares de miles de muertos ya no se pudieron resucitar ni se tomo ninguna medida contra los que cometieron ese crimen politico.
Al final todo resulta convertirse en un show como en el caso de la muerte de Kennedy y aunque todos saben muy bien quienes lo ejecutaron no es lo mas conveniente que se conozca la verdad.
Mientras tanto sigue el show mediatico pagado del que si China, si Rusia, si Cuba, si Venezuela o si por fin la proxima matanza sera en Iran.
Y todo es normal, al final lo unico que interesa es la cuenta en el banco.
Desgraciadamente vivimos en un mundo de titulares y muchas personas no se detienen a leer la noticia completa ni a buscar en otros medios o fuentes de información la verdad o por lo menos a profundizar en el tema, y eso el imperio y los grandes medios de desinformación lo saben bien, tiran la mentira, repetida muchas veces, se convierte en realidad. Basado en eso es que viven inventando mentiras sobre estos países “buenos” para sus pretensiones, que Cuba por supuesto está ahí. Como dice el artículo (muy bueno por cierto), esperemos que otra cosa viene por ahí y que no nos sorprenda.
en italiano http://www.cubainformazione.it/?p=27736
Pingback: Buscando culpables | Auca en Cayo Hueso
Pingback: Buscando culpables |