Ideas en el centro del debate. Por Elier Ramírez Cañedo

 

Estos días han sido muy intensos en las redes sociales. Una entrevista al reconocido intelectual cubano Enrique Ubieta, aparecida en Granma, donde sostiene que el llamado “centrismo” no es más que un disfraz de los que hoy pretenden restaurar el capitalismo en Cuba por la puerta de la cocina,[i] desató la ya conocida maquinaria de fango contra su persona.  Junto a los improperios y la manipulación, han salido a la palestra pública, contaminando en muchos casos la posibilidad de un debate serio y respetuoso, los oportunistas, resentidos y  hasta “conversos”; esos que antes fueron defensores a ultranza del dogma y ahora se presentan como abogados de la mayor pluralidad de ideas posibles.

Muchos de los que para arroparse atacaron con vehemencia el uso de cualquier etiqueta, respondieron con todo un rosario de ellas: “censores ideológicos”, “extremistas”, “oficialistas”, “estalinistas”, “dogmáticos”, entre muchas otras. Hasta se llegó a hablar de una campaña, de una cacería de brujas, del regreso del “Quinquenio Gris” y otras elucubraciones, todo lo cual elude lo esencial del debate y muchas veces hace gala del viejo recurso de la victimización.

No me cuestiono que compañeros honrados y revolucionarios, estén siempre alertas para criticar y enfrentar cualquier manifestación que pretenda renovar algunas de aquellas prácticas lastimosas del pasado que por suerte extirpamos de nuestra política cultural; estamos juntos en esa batalla, pero pensar que porque se discrepe sobre determinados asertos, juicios e ideas sobre la base del argumento –no puede haber otro camino- estamos de nuevo en aquellos años grises me parece una exageración o un recurso que precisamente busca lo mismo que se condena: cercenar el pensamiento diverso. Soy un firme defensor del debate de ideas y las polémicas entre revolucionarios, pero no es menos cierto que el escenario y los participantes, definen en gran medida el balance positivo o no, de esos debates y polémicas. Cuando ese ambiente se enrarece con ofensas y ataques personales es preferible no continuar.

En un texto anterior que fue publicado en Granma, “La tercera vía o centrismo político en Cuba”, hice el siguiente comentario: “Cuando se pondera la moderación frente al radicalismo revolucionario cubano –que es ir a la raíz, para nada asociado al extremismo que es otra cosa- , me es inevitable no encontrar determinadas analogías entre ese “centrismo” que hoy se intenta articular en Cuba, con el autonomismo decimonónico”.[ii] Al parecer, esta reflexión no fue bien comprendida por algunos o sencillamente ha caído en terreno de la manipulación. Es cierto que la historia no se repite miméticamente –aunque en ocasiones lo haga como tragedia y otra como farsa, para decirlo con Marx-, pero muchos de sus procesos y tendencias políticas han tenido una evolución hasta nuestros días. Ignorar eso, es sencillamente una barbaridad. El anexionismo de hoy por supuesto que no es el mismo del siglo XIX, ¿pero acaso podemos decir que no lo hay en nuestra realidad nacional? Muchos de los autonomistas del siglo XIX terminaron reciclándose en el anexionismo al producirse la intervención estadounidense en 1898 y siendo funcionales a la dominación neocolonial instaurada a inicios del siglo XX. No fue casual que el primer gabinete de Estrada Palma fuera copado prácticamente por antiguos autonomistas. Nuestra cultura patriótica, independentista, nacional-revolucionaria y antiimperialista, tampoco es exactamente igual a la del siglo XIX o del  XX, se trata de un fenómeno vivo en evolución, pero cuyas claves solo se entienden al profundizar en su evolución histórica.

Cuando señalo que veo analogías entre el autonomismo del siglo XIX cubano, con cierta derecha que hoy asume la máscara de centro –de proyecciones socialdemócratas-, es porque ambas corrientes se adhieren  a ese nacionalismo de derecha que tiene una larga  acumulación cultural en la historia de Cuba, como advirtiera Fernando Martínez Heredia en entrevista que le realizara la periodista Rosa Miriam Elizalde.[iii]
Asimismo, lo de “centrismo” o “tercera vía” no es una invención nuestra, llama la atención que personas ilustradas se lo pregunten, cuando está ampliamente documentado por la historia, que ha sido un instrumento eficaz hasta nuestros días utilizado en distintas variantes por los sectores dominantes del sistema capitalista,  para mantener o recomponer su hegemonía sobre la base de mejores consensos, para evitar el triunfo de revoluciones, disminuir la influencia de las ideas comunistas, o para –como es el caso de Cuba en la actualidad-, restituir el capitalismo.  No es un fenómeno insignificante como algunos pretenden hacer ver, utilizando como engañifa para esquivar el debate, que hay otros temas más urgentes o señalando que deberíamos concentrarnos en resolver los problemas de la vida cotidiana del pueblo cubano antes de estar buscando “fantasmas”. Interesante propuesta, cuando buena parte de los que asumen esa posición –al menos que yo conozca- solo se dedican precisamente a reproducir sus ideas de laboratorio, a reproducir ideología y no precisamente la que hemos defendido los cubanos en estos años de Revolución. ¿Qué se pretende, que abandonemos el campo de la lucha ideológica, tan imprescindible para nuestro proyecto, como el de la batalla económica? Estoy consciente que la mejor manera de hacer ideología es cuando esta se materializa en la práctica, pero jamás se puede menospreciar el terreno de las subjetividades. Si los revolucionarios cubanos hubiéramos esperado a tener todos los problemas de nuestra vida cotidiana resueltos para hacer ideología, ni siquiera este debate estuviera teniendo lugar, pues no existiría la Revolución. Nuestra visión tiene que ser siempre totalizadora, al tiempo que nos recuperamos económicamente –cuestión de vida o muerte para nosotros-, debemos ir generando una cultura –en su sentido antropológico- diferente y superior a la del capitalismo.

De varios textos leídos en estos días surge una inevitable interrogante: ¿se puede ser anticolonialista y antiimperialista, bases sólidas de nuestro movimiento revolucionario sobre las cuales se ha tejido la unidad y al propio tiempo simpatizar, promover o divulgar las ideas y símbolos del capitalismo, ya sea en su variante socialdemócrata o neoliberal? Imposible.
La hegemonía cultural socialista y liberadora que defendemos, es a contracorriente de la hegemonía dominante del capitalismo. Esa es la verdadera pelea de león a mono. Es cierto que nuestra limitada dominación debe estar siempre en función de la emancipación, ¿pero cómo entender que alguien se considere hereje frente a todas las dominaciones posibles cuando consciente o ingenuamente le hace el juego a  las plataformas que se están utilizando hoy en Cuba para introducirnos las ideas capitalistas por vías mucho más artificiosas?

Cada cual es libre de profesar y sentirse heredero de determinadas ideas, pero es muy difícil imaginarse un martiano, si asumimos el proyecto martiano en su totalidad, y aspirar al mismo tiempo a que Cuba abrace en pleno siglo XXI la socialdemocracia. No se puede olvidar que José Martí encarnó lo más radical y auténtico del nacionalismo revolucionario del siglo XIX, opuesto totalmente a las opciones autonomistas y anexionistas. Hablar de nacionalismo a secas solo contribuye a la ambigüedad. Resulta también un sinsentido, en el mejor de los casos, aspirar a una Cuba socialdemócrata al estilo de los países escandinavos y al propio tiempo defender la soberanía de Cuba. Esto es obviar olímpicamente la historia de Cuba y de América Latina en sus relaciones con los Estados Unidos, así como el orden vigente del sistema capitalista, donde los centros impiden a toda costa que los países subordinados rompan su condición periférica, sino miremos el caso de Brasil y Argentina. En el caso de Cuba, Estados Unidos jamás permitió la existencia de una burguesía nacional durante casi 60 años de república neocolonial burguesa. Pero no solo es una cuestión de permisibilidad, sino que el sistema capitalista para funcionar como tal se internacionaliza, establece sus reglas. Dentro de esas reglas, a Cuba no le correspondería otro destino que el de la subordinación a poderes foráneos, aunque ya no existiera bloqueo ni base naval estadounidense en Guantánamo. Cuba no sería otra Suecia, ni Dinamarca –como de forma idílica expresan algunos autores, desconociendo incluso los males que hoy también aquejan a esos países-, sus modelos de comparación estarían en El Salvador, Honduras o República Dominicana, si es que aspirara a algún lugar dentro del sistema mundo del capitalismo. Solo el socialismo, como se ha demostrado en estos ya casi 60 años de Revolución, constituye garantía de nuestra independencia y soberanía.

Un libro que saldrá próximamente por la Editorial Ocean Sur, del destacado periodista y diplomático Pedro Prada, quien vivió personalmente el derrumbe del socialismo en la URSS, aporta una reflexión muy importante para este debate:

“Una de las lecturas más complejas, contrarrevolucionarias y subversivas de la historia que esas generaciones -se refiere a la generación de Gorbachov-hicieron fue que la socialdemocracia europea y latinoamericana eran portadoras de la simiente de “un socialismo con rostro humano” –en el entendido de que el propio no lo tenía-, capaz de deslumbrar por proveer, per se, mercados arrebatados de productos de alta calidad y competitividad que no podían adquirirse en el cerrado mercado soviético”.
(…)

Así, cuando Gorbachov llega al poder, quiere cambiar las cosas, pero se compara con los modelos capitalistas de bienestar escandinavos, clama por más humanidad y sensibilidad pero se pierde en los combates de Afganistán, en la compra de costosos trajes Armani y perfumes franceses y en opulentas cenas con Margaret Thatcher y Ronald Reagan, mientras el país languidece. Quiere despertar al periodismo para que sea portavoz de los necesarios cambios y convierte la profesión en un grosero ejercicio de striptease. Saca al genio de su lámpara, destapa la caja de Pandora y no alcanza a reunir valor, talento ni intención de pararlo porque al final, lo va a confesar: “Había que cambiarlo todo”…¿Todo?”
(…)

“Por eso hay quien se afila los dientes y hace planes para sembrar las semillas del mal entre nuestro pueblo, hacerlas germinar en las elecciones generales de 2018, y que empiecen a dar flores y frutos venenosos en la Asamblea Nacional y en los comicios de 2023 o más tarde, sin apuro, como cáncer.
(…)El reformismo es ahora la realpolitik. Lo revolucionario es contrarrevolucionario. Las derechas, incluidas las ultras, son ahora el centro –que es ¡nos dicen¡, lo correcto, porque es sinónimo del equilibrio. Las izquierdas, nos explican, son extremistas”.

También entiendo que colegas y amigos, se preocupen por la división que estos debates puedan generar, pero ello no puede constituir nunca una barrera infranqueable para la discusión y polémica entre revolucionarios. Por supuesto, está claro que este tema es sensible, pues se trata de militancias y de alertas que algunos interpretan como paranoia, o pretexto para exclusiones.

Pero siempre es necesario que nos preguntemos de qué unidad se está hablando, pues ahora está de moda también cierto relativismo extremo que utiliza como argumento la idea “Con todos y para el bien de todos”, del discurso de 1891 pronunciado por Martí en Tampa, en plena campaña revolucionaria, restándole su verdadero significado. Está claro que para Martí quedaban excluidos de ese “todos”, los autonomistas y anexionistas, los incorregiblemente contrarrevolucionarios, para usar la frase de Fidel en sus históricas Palabras a los intelectuales del 30 de junio de 1961. Pero siguiendo las enseñanzas de Martí y Fidel, debemos tratar de sumar a todos los que sea posible, a los que tengan dudas o anden confundidos. En palabras del Apóstol: “El templo está abierto, y la alfombra está al entrar, para que dejen en ella las sandalias los que anduvieron por el fango, o se equivocaron de camino”.[iv] El tiempo se ocupará en definitiva de sacar a flote la verdad y colocar a cada quien en su verdadero lugar.

La unidad hay que construirla sobre bases anti dogmáticas, pero sólidas en cuanto a los principios y esencias políticas que se defienden, sin desconocer las circunstancias históricas. El 14 de diciembre de 1957, al denunciar el Pacto de Miami, Fidel escribió: “Pero lo importante para la revolución, no es la unidad en sí, sino las bases de dicha unidad, la forma en que se viabilice y las intenciones patrióticas que la animen”. [v]

Mucho más podría decirse al calor del debate que se ha generado, pero creo que por ahora es suficiente.

Notas
[i] “Es posible unir lo mejor del capitalismo y el socialismo”, Granma, 7 de julio de 2017.
[ii] Elier Ramírez Cañedo, La tercera vía o centrismo político en Cuba. Una aproximación desde la historia, Granma, 6 de junio de 2017
 
[iii] “Obama, no pierda la oportunidad de hacer algo histórico”, en: Cubadebate, 17 de marzo de 2016, http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/03/17/obama-no-pierda-la-oportunidad-de-hacer-algo-historico-podcast-video-y-fotos/#.WW-JzbbB-sx
 
[iv] José Martí: “El lenguaje reciente de ciertos autonomistas”, en: Obras completas, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975, t.3, p.266.
[v] Fidel Castro, A los firmantes del Pacto de Miami, en: http://www.fidelcastro.cu/es/correspondencia/los-firmantes-del-pacto-de-miami

(Dialogar, dialogar)

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22 Responses to Ideas en el centro del debate. Por Elier Ramírez Cañedo

  1. gloriaalicia says:

    En pleno acuerdo con la publicación. Pensamientos retrógrados muy viejos que quieren pasar a novedosos y que,-mucho ojo- pueden llegar a confundir a algunos porque vienen envueltos en papeles muy vistosos. No olvidar que el 80% de la población no conoce el capitalismo de primera mano y que en la enseñanza de la historia no hemos sido todo lo bueno que debíamos ser. Gracias

     
  2. Liborio Guaso says:

    Pero hay que entender muy bien las palabras del Apóstol: “El templo está abierto, y la alfombra está al entrar, para que dejen en ella las sandalias los que anduvieron por el fango, o se equivocaron de camino”.
    En ningún momento se refiere a los que ya están dentro, claramente se refieren a los que están fuera, a los vayan llegando…..…que serán bien recibidos después de limpiarse.

     
  3. Rogelio says:

    Hace ya bastante tiempo que hemos dedicado demasiado tiempo alas discusiones y no a la aplicación del Marxismo-Leninismo, y sobre todo aplicado a nuestra condiciones. En su momento criticamos a los chinos, y resulta que ahora henos tenido que recurrir a ellos. Y los vietnamitas no han salido adelante porque han hecho reformas. y Nosotros siempre centrados en la política, y la economía es la rige casi siempre a la política. Entonces estoy de acuerdo con los que dicen que ya llevamos demasiado tiempo en esto y que hace falta dedicarle ese tiempo que le hemos dedicado a la política ha tener un mínimo de desarrollo, para poder alimentarnos bien, tener transporte, etc, por eso les digo que seamos más realistas.

     
  4. César says:

    En mi país hay y un refrán que dice: “el que se pica, ajos come”. Si se ofenden es que se ha acertado en la exposición. Los que hemos y estamos sufriendo el fascismo sabemos bastante de esa técnica. Cuanto mas se enerva el contrario y más entra en insultos y descalificaciones más acertado se esta.
    Un saludo

     
  5. Jorge Rodríguez says:

    El debate entre revolucionarios, es saludable porque además, la unanimidad es falsa, no existe. Hemos tenido la suerte de vivir la época de Fidel quien ha sido nuestro principal maestro de nuestra cultura política. Por eso somos capaces de debatir tanto de política, de economía, de filosofía, educación, salud, etc., como de pelota. Hubo millones de propuestas cuando se debatieron los lineamientos. Solo un pueblo culto políticamente es capaz de generar un debate tan enjundioso. Y esa cultura hay que cuidarla y fomentarla. Nuestro adversario principal solo podrá dominarnos si llegara a hacerlo culturalmente (cultura en su sentido más amplio y profundo).
    El 22 de febrero de 2014 en la clausura del XX congreso de la CTC, el compañero Raúl alertaba que “dondequiera que haya un gobierno que no convenga a los intereses de los círculos del poder en Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos se convierte en blanco de las campañas subversivas. Ahora usan nuevos métodos de desgaste más sutiles y enmascarados, sin renunciar a la violencia, para quebrar la paz y el orden interno e impedir a los gobiernos concentrarse en la lucha por el desarrollo económico y social, si no logran derribarlos.
    No pocas analogías pueden encontrarse en los manuales de guerra no convencional, aplicados en varios países de nuestra región latinoamericana y caribeña, como hoy sucede en Venezuela y con matices similares se ha evidenciado en otros continentes, con anterioridad en Libia y actualmente en Siria y Ucrania. Quien tenga dudas al respecto lo invito a hojear la Circular de entrenamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas, publicada en noviembre de 2010, bajo el título “La Guerra no Convencional”.
    Unos días después, nuestro Canciller, reiteraba el alerta. Los grandes medios occidentales y sus prolongaciones, hicieron silencio.
    Hoy el debate es más necesario que nunca pues no es el momento de tomar el fusil para luchar en la Sierra; repeler una invasión mercenaria; liquidar a las bandas asesinas en el Escambray o combatir por la independencia de otros pueblos en África.
    Hoy, además de la batalla económica, está la contienda para defender la Revolución ante la guerra cultural que se nos hace. Hay que hacerlo con ideas y argumentos, no con consignas siempre teniendo presentes que la batalla es más sutil y están los infiltrados queriendo hacer pasar gato por liebre.
    Con los adversarios también hay que debatir y pelear. Aquí el problema está cuando éstos se meten en nuestro debate y, hasta asumiendo como propias nuestras críticas y autocriticas, buscan echarnos a pelear entre nosotros. Hay que identificar y desenmascarar a los infiltrados y provocadores.
    La desunión entre los revolucionarios, condujo al Zanjón y, muerto Martí y Maceo, facilitó la intervención y ocupación militar yanqui de nuestro país. Tuvimos que esperar casi sesenta años para que el genio político de Fidel, nos uniera, como Martí, y se pudiera alcanzar el triunfo revolucionario tantas veces postergado.
    Ha sido la unidad y cohesión de los revolucionarios cubanos, la que nos ha permitido llegar hasta aquí, derrotar todo tipo de agresiones y bloqueos y obligar a Estados Unidos a, cuando menos, reconocer el fracaso de su política, pero, ojo, sin renunciar a sus propósitos.
    No se puede ser paranoico, pero tampoco ingenuo. Fidel dijo que no confiaba en los Estados Unidos. Yo no confío en aquellos que van a debatir nuestros problemas en Washington, Miami Europa y alguna que otra capital latinoamericana. ¿Por qué hacerlo afuera y no dentro cuando han tenido la oportunidad? Me llama mucho la atención que reciban el apoyo, financiero o de otro tipo de supuestas “ONGs” estadounidenses, europeas y de la derecha latinoamericana.
    ¿De dónde sale el financiamiento para esos eventos académicos en Washington y otras ciudades? ¿Quién sufraga los costosos pasajes internacionales y la estancia en esos países?
    Apelemos a la historia. ¿Recibió Martí apoyo del Gobierno de Estados Unidos o de alguna institución u organización de esa nación? La misma pregunta se puede hacer en el caso de Fidel cuando organizaba la lucha contra la tiranía. Alguien podrá mencionar si algún programa de esas “ONGs” apoyó a Chávez, Evo, Correa, el FMNL, a los que lucharon contra el golpe en Honduras y a otros partidos de izquierda en este continente que luchan por cambiar la triste realidad de sus países y liberarlos del neocoloniaje.
    ¿Por qué la generalidad de los programas y ayudas de esas “ONGs” están destinados a subvertir Los procesos revolucionarios tanto en Cuba como en Venezuela, Bolivia y Ecuador?
    ¿Por qué los “centristas” tienen la benevolencia de los medios privados, grandes, medianos y pequeños? Gorbachov se inició expresando que su objetivo era mejorar el socialismo y ocupó portadas en los principales medios occidentales. Aún recuerdo la portada de una revista TIMES con la figura de “Gorby” como le decían. Todos conocemos a donde fue a parar todo aquello.
    Hay que aprender de la Historia. No se puede vivir en el pasado pero tampoco sin el pasado.
    Algunos supuestos centristas, acusan a compañeros nuestros de estalinistas, dogmaticos, extremistas y hasta de “Pol Pot tropicales” y al mismo tiempo se presentan como víctimas.

    También la emprenden sutilmente contra nuestro Partido, que es emprenderla contra los hombres y mujeres que militamos en él porque el Partido no es una entelequia, el Partido se encarna en decenas de miles de hombres y mujeres.
    ¿Y por qué emprenderla con el Partido? El libro de Pedro Pablo Prada al que hace referencia Elier, es muy revelador y demostrativo. Saben bien que, como expresó Fidel, los hombres pasan y el Partido es inmortal. Si lograran destruir el Partido, columna vertebral de la Revolución, acabarían con ésta.
    Hay muchas más cosas que decir pero me detengo por ahora.
    Nota: Parte de estas reflexiones las envié a un blog cuyo propietario opinó sobre ellas sin publicarlas. Después hasta la enigmática opinión, también fue borrada. Está en su derecho, es su blog, no el mío. No por no ser académico, ni intelectual, me siento con el derecho de buscar participar en el debate aunque alguno pueda pensar que no aportan nada.

     
  6. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    La mejor manera de decir es hacer, pero no se puede dejar de decir, a dios rogando y con el mazo dando, espacio que abandonemos los revolucionario espacio que ocupan todos los neos reaccionarios, activos y solapados, por cierto, algunos personajes muy cernos a mi entorno, con sus actitudes camaleónicas, me han provocado inventar un nuevo termino para visualizar y nombrar a ciertos seudos con características sigilosas muy peculiares,?(sigi rrevolucionarios) es decir los que no se exponen, o por miedo, o por oportunismo, esperando a ver de qué lado quede la tortilla si esta llegara a virarse. Quédate sentado en el sillón hasta el final de la canción, como si nada, LA LA LA LA LA LA ,LA LA LAAAAAAAOOOOOOOOAAAAA, Candela a la jicotea para que suelte a Dorotea!

     
  7. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    Coño me equivoque con la letra, es quédate sentada donde estas, ja, ja, ja

     
  8. Juan Carlos Corcho Vergara says:

    Hay que buscar estrategias para que se estimule la participación más activa y protagónica del sector obrero, campesino y profesional, en los debates, y esto es una tarea de toda la sociedad en su conjunto, pero los cuadros de las organizaciones sociales , CTC,CDR, FMC,ANAP, juegan un papel fundamental en este sentido.

     
  9. Chachareo says:

    Ahora leo un post al que Fidel llamó el más mentiroso y ha llegado en el mejor momento, no entendió los mensajes y debates que existen hoy entre cubanos con ideas opuestas pero donde tanto los unos cómo los otros quieren lo mejor para Cuba.
    Llamar a unos revolucionarios cubanos Pol Pot tropicales y conociéndose la historia de asesinatos de ése régimen, es la falta de respeto mas grande que se pudiera leer de alguien que ha disfrutado en Cuba de todas las garantías, no creo que exista hoy un revolucionario cubano que no condene esto y incluyo a ésos que han participado en el debate, no creo que hoy Silvio apoye que se llamen asesinos a ésos que el menciona, no creo que Israel piense así, no creo que los miembros de LJC aprueben o aplaudan tal cosa, no creo que los de Cuba posible esten de acuerdo con cosa igual, en fín llegó la hora de definiciones y espero respuestas creyendo en un caso así que el que calla, otorga.
    Saludos

     
  10. Jorge Rodríguez says:

    Una aclaración necesaria.
    Cuando me refiero a que no no confío en aquellos que van a debatir nuestros problemas en Washington, Miami Europa y alguna que otra capital latinoamericana, no me refiero a académicos e intelectuales cubanos revolucionarios que, invitados por instituciones prestigiosas, han viajado y viajan a esos países a eventos en los cuales ofrecen un punto de vista revolucionario aunque sea critico.
    Y reitero que no confío en esos labaoratorios de ideas y blogs de los que no se conoce su financiamiento.

     
  11. Ernesto says:

    Coincido con lo que dice Elier en su comentario. Hoy hay un ataque a un grupo de personas en el blog del más mentiroso. yo publiqué ahi un comentario, pues hasta se afana con poner frases del Che y todo para justificar sus escritos: “Con todo respeto, solo responderte con una frase de Frank Delgado: “Y para aquellos que te usan como tema del sermón y hacen todo lo contrario, no le permitiremos más discursos en tu honor, ni que usen tu retrato si van a predicar lo que no son”… en otras palabras, no uses a Ernesto Che Guevara que este blog esta bastante lejos de ello. Que quede claro, yo no comparto la cacería de brujas, menos la desunión entre cubanos, pero una vez más, lo que publicas aqui hace más daño que las reacciones de los superrevolucionarios que mencionas. Creas un mundo que no existe en Cuba o si existe, pues no somos perfectos, lo amplificas hasta dimensiones irreales que hacen daño y crean rencillas.
    Yo te invito, como cubano, a que por favor no denigres a este país, a su gente y menos a esta Revolución que te ha acogido”
    se puso bravo, me respondió y luego le respondí afirmando que precisamente su labor en Cuba era desunir a los cubanos, crear fantasmas y rencilla entre los cubanos y sobre todo aumentar la realidad o amplicar nuestros errores…otros lo secundaron lo remití a leer el artículo del Jefe “el más mentiroso”… se puso bravo y no me publicó!!!! por qué sera??

    un saludo,
    Ernesto

     
  12. Fernando Rojas says:

    La ofensa de Fernando Ravsberg es inaceptable. De su texto se puede inferir, con todo derecho y moral, que no es quien para terciar en este debate. Elier, como Ubieta, tiene muchos argumentos: discútanse, pero no se descalifique ni se calumnie, que es lo que hace Ravsberg.

     
  13. Chachareo says:

    Éste post de FR destila odio, cosas así sólo he leído de los peores enemigos de la revolución, para sus ” defensores” que no lograban ver cómo se escuda y se arropa con el prestigio ganado por ellos y que siempre fue caldo de cultivo para dividir a cubanos, pues ahí lo tienen, desnudo y sin sombrero.
    Saludos

     
  14. Pingback: Ideas en el centro del debate. Por Elier Ramírez Cañedo | jagell42

  15. Ernesto Estevez Rams says:

    En la republica a medias, tambien adoptaron posiciones neocoloniales reconocidos independentistas. No olvidemos quienes fueron los primeros presidentes. No olvidemos a los generales de la independencia que en la Republica y como presidentes, borraron su lugar anterior en la historia para escribirse uno nuevo bastante triste. La historia se asume como es, con toda su complejidad, con sus luces y sus sombras, hay que hacerlo para entenderla a cabalidad. No reduzcamos la historia a una caricatura para adaptarla en funcion de una posicion en un debate.

    La maquina de fango ha actuado a la redonda, no ha dejado limpio ni unos, ni otros. No se puede pretender decir que la maquina de fango se desato contra Ubieta e Iroel e ignorar que antes andaba tirando fango tambien al otro lado. Es deleznable y asqueroso comparara a Ubieta e Iroel con Polpot como ha hecho un periodista que debia conocer mejor su oficio. Tambien es deleznable aprovechar un libro para lanzar ataques contra personas y proyectos que no tienen nada de centristas y se declaran abierta y enfaticamente revolucionarios y socialistas. Los epitetos no han sido de un solo lado.

    No se puede acusar al otro de usar epitetos como “censores ideologicos” y “estalinistas”, en el mismo texto donde el autor califica a otros de “los oportunistas”, “resentidos” y “conversos”. No se puede acusar al otro de lo que uno mismo hace. La etica revolucionaria debe estar por encima de la del enemigo, es la unica arma que tenemos y debemos defenderla a todo precio.

    En la Cuba de hoy es improbable el regreso al quinquenio gris pero eso no quiere decir que no ocurran micro quinquenios grises localmente. Determinadas personas en posicion de autoridad frente a otros que usan las etiquetas para censurar y sancionar a los molestos, para evitar debates y criticas, para silenciar denuncias y argumentos. Eso preocupa y se denuncia y debe ser combatido por todos y en primer lugar por los revolucionarios.

    La Revolucion no es patrimonio de nadie, es de todos los que la habitan y la hacen. Nadie tiene el derecho de monopolizarlo para secuestrarlo y reducirlo a su vision. Fidel no hizo eso. Fidel sumo, sumo, sumo. Eso lo hizo Escalante, que refugiado tras el traje de la “pureza revolucionaria” acuso a Fidel de ser pequenho burgues y no un verdadero comunista. No se puede tolerar que tras la critica al centrismo, se refugie un intento similar de sectarismo.

    “Con todos y para el bien de todos” No, con quien piense como yo y para el bien de quien piense como yo. Esta sociedad tiene que dar oportunidad a todos, incluyendo al que no este de acuerdo con ella. En eso estriba su grandeza y su justeza. En Cuba todos tienen salud publica, educacion, derecho al trabajo, asistencia social, derecho al deporte, derecho a ser protegido con independencia de su criterio ideologico y su posicion politica. Cuando hemos olvidado ese principio, hemos errado. Cuando Fidel visitaba a los prisioneros de Giron, se preocupaba si los habian alimentado bien, si se les habia atendido correctamente por los medicos, nunca los ofendio, ni los humillo.

    Aprendase de la etica de la Revolucion. El ser humano que sabia mas de esta Revolucion dijo que nuestro mayor error fue creer que sabiamos que era el socialismo. Si el dijo eso, entonces tengamos la humildad de admitir que se puede estar errado y hay que oir a los demas, hay que oir a todos los que aporten. Ideas frente a ideas, no acusatorios y etiquetas.

     
    • Ernesto, gracias, pero por favor, dime en qué momento desde aquí se han empleado insultos como los que lanza FR. De verdad, ¿puede igualar lo que ha hecho con lo que se publica en este blog?
      Saludos

       
  16. Ernesto Estevez Rams says:

    La frase de “Con todos y para el bien de todos” incluia a los autonomistas, eso parece no tener la menor discusion. De hecho incluia a los espanholes y a los anexionistas. En el contexto historico en que Marti desenvolvia su labor de organizar la gesta independentista sobre bases mas solidas que la guerra de los diez anhos, ponia especial empenho en demostrar que la guerra de independencia era inevitable y necesaria para el interes de todos. En su batalla sin cuartel contra las ideas autonomistas y anexionistas ponia especial empenho en “combatir el pecado sin mencionar al pecador”. Marti veia la batalla contra autonomismo y anexionismo una batalla contra ideas no contra personas. Su empenho era derrotar las ideas y sumar a los que las profesaban. Eso no se logra lanzando etiquetas a diestro y siniestro, sino con la grandeza de saber combatir sin dejar de dialogar, sumar sin dejar de denunciar.

     
  17. Téllez says:

    “De acuerdo con las tesis manejadas por Elier.
    Opino que en algunos casos se ha cogido el rábano por las hojas y se ha excluido el debate ideológico, necesario y central. Lo de Segunda Citas es solo una cara de la Luna.
    Han caído en lo mismo que supuestamente criticaban a los críticos del centrismo, la descalificación, el uso de etiquetas ofensivas, meter a todos en un mismo saco, banalizar el debate…
    Me extraña también que personas tan sabias “se desayunen” con lo del “centrismo” y “la tercera vía”. Basta googlear los términos y se encontrarán valoraciones foráneas, antecedentes, prácticas internacionales y lo que me resultó más ilustrativo y que se ha hecho más evidente en este intento de debate: “la retórica centrista”, “la demagogia centrista”:
    “La retórica centrista, retórica del punto medio o discurso moderado es una modalidad de la retórica, especialmente en política, que se caracteriza por presentar posiciones moderadas o que buscan o pretenden ser consensuales. El centro o punto medio suele identificarse en tal discurso como 1a) una «convergencia» o 1b) un «intermedio» entre la izquierda y la derecha, o como 2) la «moderación» entre los extremos, o más ampliamente como 3) un acuerdo o consenso entre varias tendencias”.
    “La retórica centrista -como cualquier otra modalidad del discurso- puede ser utilizada como técnica demagógica. Este “centrismo demagógico” consiste principalmente en descalificar al adversario mostrándolo como extremista en lugar de refutar sus afirmaciones. Para ello el sujeto generalmente adopta el rol de conciliador que afirma apoyar un -supuesto- punto medio dentro del contexto de la discusión, de tal forma que el otro interlocutor queda posicionado frente a terceros, ya sea explícita o implícitamente, como un extremista y su argumentación como un punto de vista extremo o exacerbado”.
    https://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica_centrista

    A buen observador …”

     
  18. Ernesto Estevez Rams says:

    Hola Iroel,

    La comparacion de FR es injustificada, ofensiva y deleznable. No hay justificacion para ello. Tal criterio se lo exprese ayer directamente en su sitio. Como mismo defendi aqui mismo el derecho de FR a no ser amenazado y a transitar por las calles de este pais sin temor a que un cobarde le sacara los dientes, ahora afirmo que su comparacion es un ataque personal bochornoso. Punto.

    Mi comentario no trataba sobre ese asunto, que debe ser condenado, trataba cobre el articulo Elier con el discrepo entre otras razones por lo que ya he expresado. En particular no concuerdo con el reduccionismo historico para apuntalar posiciones propias. Elier, quien es historiador, debia poner mas cuidado en las referencias que hace. La gente no son manca, si les dices resentidos te diran extremista, si les dices oportunistas te diran otra cosa y viceversa. Dejemos a un lado la batalla de epitetos que no deja ver el aquelarre de ideas.

    Sigo en desacuerdo con la manera en que se ha manejado este asunto del centrismo, incluyendo el libro al respecto. Si creo necesario desenmascarar posiciones que intentan disfrazar al capitalismo de novedoso y venderlo como gato por liebre. Esa ha sido la principal arma ideologica utilizada en europa y otros lares y coincido que se pretende aplicar en Cuba con mas o menos sutilezas. Combatese al pecado y sumase al pecador, cuando haya pecado es decir. Sigo insistiendo que no es etico calificar de centrista personas y proyectos con los que se puede concordar o no, pero que no tienen nada de centristas. Ya me he referido en este caso a la JC. Tampoco es correcto meter en el saco de “centrista” como un estigma, toda posicion que se distancie de la de uno. Tengo la impresion, y creo que no es tu caso, que algunos han hecho eso con demasiada ligereza. Como creo que hay que aprender a escuchar incluso lo que no nos gusta y escuchar puntos de vista alternativos a los de uno sin correr a juzgarlos. Por que ha levantado tanta molestia los referidos textos en personas de mucha valia ? Se actuo de manera correcta ? Se fue transparente ? se fue, sobre todo profundo o se dejaron llevar por un analisis demasiado apresurado ? En eso se centra mis comentarios que persiguen alertar y hacer reflexionar a todos los involucrados.

    Que todos aprendamos de este episodio que no ha sido el mejor manejado, ni el mas gallardo.

    No estamos combatiendo al que nos quito la novia, nuestro combate es contra el gigante de las siete leguas y debe estar a la altura del empenho.

    Abrazo
    E.

     

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