Más allá del bloqueo a las telecomunicaciones de Cuba. Por Omar Pérez Salomón

 

Algunos medios de prensa y especialistas están vaticinando que la política hacia Cuba del gobierno de Donald Trump será regida por el lobby cubanoamericano al estilo de Ileana Ros-Lehtinen y compañía. Luego del reciente encuentro entre el presidente estadounidense y el senador Marco Rubio, y los contactos sostenidos entre funcionarios del gobierno del vecino del norte y congresistas ultraconservadores de origen cubano,  ¿quién lo duda? 

Lo cierto es que el pasado 3 de febrero se cumplieron 55 años de que el gobierno de Estados Unidos estableciera el bloqueo total del comercio entre ambos países, con excepción nominal de alimentos y medicinas que, también y en la práctica, quedaron sometidos al cerco económico, mediante la resolución presidencial 3447.

Las agresiones a Cuba se iniciaron desde el propio año 1959, mediante la adopción de distintas medidas y disposiciones legales y de política exterior.

El bloqueo tuvo su concreción en el Título 22 – Relaciones Exteriores y Comerciales –  del Código de los Estados Unidos, sección 2370, que entre otras medidas establece:

“No se le ofrecerá ningún tipo de asistencia bajo este capítulo al actual gobierno de Cuba; ni tal asistencia podrá ser suministrada a ningún país que a su vez brinde dicha asistencia al actual gobierno de Cuba, a no ser que el presidente determine que tal asistencia sea del interés nacional de los Estados Unidos. Como un propósito adicional de cumplimentar y llevar a cabo la política del párrafo anterior, el presidente está autorizado a establecer y mantener un embargo total sobre todo el comercio entre los Estados Unidos y Cuba”.

Uno de los sectores en que se aplicó de manera estricta fue el de las comunicaciones. El período entre 1959 y 1974 fue muy difícil y se caracterizó por el férreo bloqueo tecnológico de EE.UU. y sus aliados capitalistas,  lo que limitó el mantenimiento de la técnica instalada – en su totalidad de fabricación norteamericana -, la adquisición de equipos de comunicaciones y el crecimiento de la densidad telefónica.

A partir de 1974 y hasta casi mediados de los 80, los escasos recursos disponibles se emplearon en la creación de la infraestructura de comunicaciones de larga distancia nacional que permitiera evacuar el creciente tráfico telefónico generado por el crecimiento y desarrollo de las emergentes ramas de la economía del país,  del sector rural – hasta entonces preterido –  y de la población del interior del país. Se introdujeron en nuestras redes las tecnologías de comunicaciones disponibles en aquellos momentos por los países socialistas, con evidente retraso tecnológico.  

Con el derrumbe del campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética, todos los planes de desarrollo de la telefonía se paralizaron y obligaron al Ministerio de Comunicaciones a tomar medidas para mantener el sistema bajo condiciones extremadamente complejas y de período especial.

A pesar  de todo este esfuerzo y la colaboración que se había recibido del desaparecido campo socialista, al inicio del período especial la penetración telefónica era apenas del 3.4%, insuficiente en grado extremo para las necesidades del desarrollo socio-económico del país y una de las más bajas de la región.

Esta etapa, que conjugó hasta 1989 el bloqueo yanki con la obsolescencia de los desarrollos tecnológicos de la rama en los países del campo socialista, se convirtió en un doble bloqueo a partir de 1990.

Así, en 1994 se crea la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, con un modelo de negocios sustentado en los servicios de voz, que en una primera etapa se dedicó a detener el deterioro en la telefonía del país y posteriormente a la sustitución de todos los sistemas de transmisión y las centrales telefónicas obsoletas instaladas, algunas con más de cuarenta años de servicio. Hay que destacar que el equipamiento se ha comprado a un costo un 30% superior al no poder adquirirlos en el mercado estadounidense.

Afectaciones en los enlaces por cable

El bloqueo ha impedido en todos estos años mejorar y ampliar los enlaces telefónicos por cable entre ambos países.

En 1959 el servicio telefónico internacional de Cuba disponía del cable submarino (24 circuitos) y el sistema de transmisión troposférico (36 circuitos), y una pequeña cantidad de enlaces por ondas cortas, de muy baja calidad, lo que determinaba para nuestro tráfico internacional una dependencia absoluta de las condiciones y los intereses de las compañías norteamericanas que monopolizaban este servicio.

En 1986 se produjo una interrupción en aguas profundas del cable submarino y la compañía AT&T comenzó a gestionar con el gobierno norteamericano la autorización para tender otro cable submarino analógico.

A mediados de 1988 se obtienen las autorizaciones para tender el cable submarino sin dejar de aplicar el bloqueo tecnológico a Cuba, pues se trataba de un tramo de cable de tecnología anticuada,  recuperado del fondo del mar después de ser sustituido en el Atlántico, y con una capacidad de sólo 143 circuitos, cuando las necesidades por el tráfico existente eran muy superiores. No obstante esta discriminación tecnológica, el gobierno cubano también autorizó el tendido en un esfuerzo más por mantener las comunicaciones.

En 1989 después de varios meses destinados a los trabajos de prospección, proyección, preparación, tendido del cable y puesta a punto de las estaciones, se concluyó la instalación del sistema del cable submarino analógico entre Cuba-EE.UU.

Este cable nunca se puso en servicio ya que el gobierno estadounidense no aprobó un acuerdo de servicios de telecomunicaciones justo, razonable, equitativo y conforme a las normas internacionales vigentes entre las operadoras de uno y otro país.

En los últimos tiempos el gobierno norteamericano ha evitado que Cuba se conecte a  las redes internacionales de telecomunicaciones por medio de cables de fibra óptica que pasan cerca de la isla, algunos a escasos 30 kilómetros, aunque han hecho circular informaciones sobtre propuestas al respecto estas munca han llegado a concretarse. Por tal motivo en enero de 2013 se puso operativo un cable submarino de fibra óptica entre Cuba y Venezuela con derivación hacia Jamaica, con el objetivo de evacuar el tráfico de voz y datos de nuestro país. 

Atraco a la cuenta bloqueada por concepto del tráfico telefónico entre Cuba y EE.UU.

En  octubre de 1966  el Departamento del Tesoro norteamericano, ordenó el bloqueo de los fondos que pudieran corresponder a compañías cubanas por concepto del balance del servicio telefónico entre ambos países.

Se especificaba que los fondos que normalmente deberían transferirse a nuestro país, tendrían que depositarse en una cuenta bloqueada en un banco de los Estados Unidos, los que estarían bajo la custodia de la compañía ATT. Surge así la injusta y arbitraria cuenta bloqueada por concepto de telecomunicaciones.

Pasaron los años y en diciembre de 1997, un Juez Federal de Miami (Alexander King), dictó contra el Estado cubano y la Fuerza Aérea, el pago de 187,6 millones de dólares a favor de los familiares de los pilotos de la organización contrarrevolucionaria “Hermanos al Rescate” derribados en sus aviones cuando violaban el espacio aéreo de Cuba, el 24 de febrero de 1996.

Un año después, el 12 de noviembre de 1998, el juez King solicitó ante una Corte Federal de Nueva York la ejecución de la sentencia contra los fondos bloqueados, dirigiendo oficio contra AT&T y el Chase Manhattan Bank.

Con el objetivo de ejecutar esta sentencia judicial se introdujeron varios instrumentos legales que debían aprobarse en el Senado y el Congreso. El 12 de octubre del 2000, la Ley de Protección de Víctimas del Contrabando Humano fue aprobada y los demandantes recibieron aproximadamente 97,6 millones de dólares de los fondos cubanos bloqueados en el Chase Manhattan Bank.

La enmienda aprobada constituyó un grosero acto de agresión a la economía de nuestro país para recrudecer el bloqueo contra Cuba, al destinar fondos cubanos arbitrariamente congelados en los Estados Unidos a grupos terroristas radicados en ese país, culpables de decenas de violaciones de nuestro espacio aéreo llevadas a cabo durante años, cuyas peligrosas consecuencias fueron advertidas muchas veces a las autoridades norteamericanas.

A estas alturas, los activos cubanos – unos 200 millones de dólares –  provenientes de las comunicaciones telefónicas con el vecino país del norte, bloqueados en bancos de Estados Unidos, han sido completamente saqueados, con las indemnizaciones decretadas por los fallos judiciales. En este caso el injusto y cruel bloqueo resultó en atraco.

El legado de Obama a Trump

En los últimos dos años de la Administración de Barack Obama se incrementó el acercamiento de empresarios estadounidenses de este sector a Cuba, que permitió la firma de acuerdos de operadores de telecomunicaciones de Estados Unidos con la cubana ETECSA. Sin embargo han lanzado campañas de desinformación para hacerle creer al mundo que los cubanos no queremos desarrollar los sectores de las telecomunicaciones y de las TIC.

En paralelo presionan a empresas extranjeras para que no inviertan y negocien con Cuba en este sector. En noviembre de 2012 la empresa española Telefónica fue requerida por la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU (SEC por sus siglas en inglés), por supuestos negocios y contactos con la operadora cubana ETECSA. Otras empresas de telecomunicaciones y suministradores de equipos como HuaWei y ZTE han sido presionados por autoridades norteamericanas para que no negocien con la mayor de Las Antillas.

En los próximos meses, de seguro, el gobierno de Donald Trump definirá su política hacia Cuba. Mientras tanto el bloqueo sigue afectando las telecomunicaciones de Cuba. 

This entry was posted in Cuba, Estados Unidos, Omar Pérez Salomón and tagged , , . Bookmark the permalink.

7 Responses to Más allá del bloqueo a las telecomunicaciones de Cuba. Por Omar Pérez Salomón

  1. Pingback: Más allá del bloqueo a las telecomunicaciones de Cuba. Por Omar Pérez Salomón | Golpeando el Yunque

  2. Elio Antonio says:

    Hola:-)

    Hacía falta que publicaran esto en Cubadebate, para que mucha más personas dentro de Cuba, sepan como hay que bailar en esta Isla con la música de los americanos y de paso, a los pitiyankis les sea más difícil pronunciar sus torpezas contra la Revolución por estos días, enfocadas hacia el transporte público, que la tienen tan difícil como las telecomunicaciones.

    Saludos;-)

     
  3. Pingback: Más allá del bloqueo a las telecomunicaciones de Cuba. Por Omar Pérez Salomón | No al bloqueo a Cuba

  4. Alejandro says:

    La historia es cruda y se conoce buena parte, pero me preocupa mas los últimos tiempo, según el articulo el cable con Venezuela esta activo hace 4 años y el cambio en la conectividad en el país minúsculo comparado con avance que debería representar estar conectado por cable. Es injusto para el lector hacer campaña en como nos han negado conectar a un cable que está a 30 km y no analizar como teniendo una conexión que nos a costado tanto, hacemos tan poco (por Internet en la intemperie de un parque es un avance que solo alimenta a los números de las noticias), no entiendo como la conexión con Venezuela siendo un logro del ALBA la ultima noticia que se encuentra en Internet es del 2013 cuando entró en funcionamiento. Me sigue doliendo que un espacio como este practique tanto la crítica y tan poco la autocrítica. Es que ‘Autocrítica’ y ‘Confianza en la juventud’ son eslogan para pronunciar, no para practicar.

     

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>