Silvio en el centro… de la Revolución y la belleza.

 

Soy un hombre de centro. Por Silvio Rodríguez

silvio-en-angolaSoy un hombre de centro. Empecé por nacer, sin darme cuenta, para verme en el centro de la vida. Todavía era un niño cuando me arranqué de mi familia para lanzarme al centro de la noche, con la yesca de una cartilla y un manual. No mucho después llegué al centro de mi mismo, con un arma en la mano, defendiendo un país que llegaba a su centro. Había llegado al centro de la conciencia colectiva y aún no conocía el centro de la existencia humana. Ese centro supremo me esperaba en las intimidades de una joven. Y fue el centro del mundo, del goce y el dolor, de la dicha y la muerte, relámpagos, diluvios. Del desierto anterior y esa humedad llegué al centro de mis palabras. Al centro de espasmos le di vida a inocentes. Al centro de la amistad hice un credo y desafié montañas. Al centro de la muerte he sobrevivido a mis propias miserias. Y si adelante hay algún centro allí estaré, en la neblina fantasmal de millones de nombres que continúan en el centro de todo, aprendiendo a nacer.

(Segunda cita)

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18 Responses to Silvio en el centro… de la Revolución y la belleza.

  1. chilecuba says:

    Bellísimo texto de Silvio, que quizás tiene relación con los temas que se han movido últimamente en los debates. Sin dudas, aquí centro es metáfora de las posiciones no vacilantes en todos los aspectos de la vida, la centralidad de la belleza y de la ética, de la audacia y del riesgo, la centralidad de los principios, y la advertencia de no abandonarlos, pero también se puede aplicar a la centralidad de las posturas ante la Revolución. Otra cosa es lo que se conoce en los estudios políticos como estar en el centro, postura que en verdad no existe, pero que no es el tema de esta magnífica prosa..

     
  2. Miguel Orozco says:

    Para expertos en geometría política, enuncia Silvio este teorema en versos. Resulta un ejercicio estéril intentar confinar un camino a un punto en el espacio. Y para demostrar la validez de este elegante poema euclidiano, intente usted remplazar centro por izquierda, derecha, arriba o abajo. Nada cambia lo que hizo. Mírelo desde donde lo quiera mirar, póngalo donde lo quiera poner, Silvio está en el mismo lugar.

     
  3. ELP says:

    Silvio siempre nos sorprende alegremente con su poesía, sea en versos o en la música, mi generación creció al compás de sus canciones, siempre lo recordamos, bien por tí Iroel

     
  4. Mike L Palomino says:

    Silvio ha dicho que tiene una regla de oro que él mismo se ha aplicado: no crear por encargo. Nunca cedió a esa tentación sino para un homenaje a una figura excelsa como El Mayor, aunque alguito sobrevalorada en relación con, digamos Carlos Manuel. Aquella obra no pudo salir mejor.
    Con esta cuartilla parece haber olvidado aquella regla.
    Una vez mi hermano, de visión extremista para la revolución cubana y con cuyos comentarios en las redes me han confundido, me enseñó una parrafada supuestamente del Gabo donde se retiraba de las filas de defensa de nuestro país, Ese no es el Gabo, le dije.
    Si alguien me hubiera mostrado esas palabras de Slivio en iguales circunstancias hubiera pensado lo mismo.

     
  5. Manolo says:

    Chillecuba, ¿cree que Silvio necesita un traductor politico?

    Lo que Silvio ha dicho es muy claro.

    Por el contrario, las ultimas cuatro líneas de su comentario no se entienden para nada.

    ¿Cómo es eso de que algo que en verdad no existe es algo que sin existir es estudiado por los estudios políticos?

     
  6. Pingback: Soy un hombre de centro - Caras y Caretas

  7. chilecuba says:

    Manolo, gracias por su comentario. Lo mismo que yo comento las palabras de Silvio, ud comenta las mías. ¿Por qué cree ud que yo necesito de su interpretación y no tengo derecho a interpretar? Sin embargo, ud es libre de hacerlo, y lo hace. Los estudios políticos demuestran que los proyectos centristas comparten esencialmente, tarde o temprano, la esencia del capitalismo, porque la oposición realmente existente es entre Capital y Trabajo, y eso se traduce en dos posiciones únicas, derecha o izquierda. Los estudios al respecto se hacen para analizar cómo se alejan de esa oposición real, y el centrismo, como término, claro que existe para indicarlo. Esa existencia no se niega. Lo que se quiere indicar al decir que el centro político no existe, es que, en esencia, es una posición de derecha, por ejemplo, defendiendo la posible existencia de un capitalismo bueno, de rostro humano. Por lo demás, a una pregunta de un forista a Silvio en el sentido de que lo creía de izquierda, su respuesta fue: la izquierda tiene también su centro. Así que no interpreto las palabras de Silvio, ya él se encargó de aclarar a qué centro se refería, precisamente por las interesadas interpretaciones que ya sospechaban un apoyo suyo al centro político. El centro a que se refiere Silvio no es el centro politico de la falsa tríada, sino al centro que puede existir en el seno de la izquierda, y comprendo el término.

     
  8. Manolo says:

    Chilecuba, yo no he comentado sus palabras. He hecho dos preguntas. La primera por curiosidad y la segunda porque no se entiende algo que uested ha dicho.

    Usted no está interpretando lo que dice Silvio. Está agregando algo de su propia cosecha y está tratando de decir que eso también lo dijo Silvio, pero en “Soy un hombre de centro” Silvio no se refiere a nada de lo que usted menciona.

    Ha tratado de responder la segunda pregunta y se ha equivocado. Lo que los estudios políticos explican es que la utilización de nociones políticas como la izquierda y la derecha es muy anterior a que surgiera la teoría marxista.

    Izquierda y derecha no son nociones políticas que imperiosamente se utilizan para contrastar la oposición capital- trabajo. Son utilizadas para ello, pero también tienen un significado en otros ámbitos.

    Los estudios políticos también explican que, en vez de aportar cognoscitivamente, la utilización de nociones como derecha, izquierda o centro, empobrecen la comprensión de los procesos políticos actuales en los cuales confluyen posturas ideológicas diversas que pueden adaptarse continuamente.

    Casos como el del feminismo radical sirven como ejemplo. ¿Es el feminismo radical una posición de derechas o de izquierda? No hay una respuesta universal ni precocinada para eso. Dependerá del momento y lugar. La idea de “dos posiciones únicas” hace tiempo dejó de tener valor explicativo, incluso dentro del marxismo.

    Los estudios políticos que usted menciona son una parte minoritaria de un campo muy complejo de las ciencias políticas.

     
  9. Carlos Luis says:

    Manolo, luego de leerlo no cabe la menor duda que el que discrepa con Silvio es usted.

     
  10. Manolo says:

    Carlos Luis, si desea expresar algo, por favor, argumentelo

     
  11. Alejandro says:

    Manolo, el orígen los conceptos “derecha” e “izquierda” se remonta a las luchas libradas durante la revolución francesa, pero durante el posterior desarrollo del capitalismo estos conceptos han asumido los posicionamientos de las diversas formas que asume la lucha capital-trabajo.
    “La distinción entre izquierdas y derechas se aplicó, por primera vez a la política, en la Francia revolucionaria. La Asamblea Constituyente, inició sus trabajos en 1792. Los diputados se hallaban divididos en dos grupos enfrentados: el de la Gironda, que se situó a la derecha del Presidente, y el de la Montaña, que se situó a la izquierda. En el centro tomó asiento una masa indiferenciada a la que se designó como el Llano -o la Marisma-. Los girondinos deseaban restaurar la legalidad y el orden monárquico, mientras que La Montaña propugnaba un estado revolucionario, el cual, después de anular a los girondinos, desembocaría en lo que se conoció -lamentablemente, aunque con justicia- como el Terror. Así se produjo una identificación de la izquierda con la radicalización revolucionaria que, al grito de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, desencadenaría una etapa de utopías y ferocidad que sólo lograría detener el golpe de Estado de Bonaparte. Los implacables Robespierre, Danton y Marat fueron los caudillos y los definidores del primer partido político francés que se situó a la izquierda.”
    Véase, Angel Rodríguez Kauth, “Izquierda y derecha en política” en
    http://www.uca.edu.sv/publica/realidad/r82izqui.htm.
    No creo que Silvio se haya ubicado en ese “centro-marisma”-que ha sido cooptado y colonizado por la “derecha” en su lucha por la hegemonía política. Saludos.
    “El capitalismo es un caballero que no le gusta que se le llame por su nombre.” Bertolt Brecht.

     
  12. Manolo says:

    Alejandro, todo eso es bien conocido desde mucho antes que Rodríguez Kauth escribiera su trabajo. Hay montones de libros y artículos sobre el tema. Dije lo mismo que Usted dice, que los conceptos de izquierda y de derecha no se originaron en la oposición capital-trabajo. Después se ha utilizado en ese sentido, pero es poco preciso.

    Se utiliza como un código de comunicación simple, casi siempre en el discurso politico movilizador y en la prensa, pero muy pocos cientificos políticos utilizan esas nociones para explicar procesos políticos reales, porque son nociones excesivamente simplistas. Por ejemplo, ¿Es Podemos de izquierda, o es solamente un sector de Podemos es el que es de izquierda, en el sentido de la contraposición capital-trabajo?, ¿puede existir una izquierda retrógrada, como los khmer rojos, por ejemplo?, ¿Fue la Revolución Cultural en China un fenómeno de izquierda aunque haya afectado los intereses de la clase obrera?, ¿Fue la Revolución Cultural de izquierda y progresista?, ¿Es de izquierda un gobierno comunista que hace conseciones al capital extranjero?

    Son fenomenos complejos. La inutilidad de nociones como izquierda y derecha para exlicar ese tipo de procesos es ampliamente reconocida por la ciencias politicas. Tratar de hacerlas aparecer como conceptos centrales de las ciencias políticas no es correcto.

     
  13. Manolo says:

    Disculpas por el gazapo. Escribí mal la palabra concesiones

     
  14. Alejandro says:

    Manolo, no creo que nadie haya dicho que esas designaciones hayan surgido de la contradicción capital-trabajo. Llevan sin embargo la impronta de la encarnizada lucha de clases que se desató durante la revolución francesa. Aún siguen siendo útiles para analizar el posicionamiento de clases, bloques, fracciones en torno a la relación capital-trabajo. Dentro de la izquierda existen matices, concepciones y enfoques sobre diversos asuntos. El debate sobre la industrialización y la organización de la agricultura en la URSS donde se delineaban polos contrapuestos entre Trotsky y la llamada ‘oposición de izquierda’, por un lado, y Stalin y Bujarin por el otro, demuestra que dentro de movimientos y partidos de izquierda-comunistas pueden existir disímiles formas y posicionamientos a la hora de abordar el desarrollo, la planificación, la construcción del socialismo, la función del mercado u otros temas. Hay formaciones políticas de la institucionalidad burguesa, como la democracia cristiana en Chile, dentro de las cuales existen-o existieron- elementos tradicionales de la derecha, aliados con la oligarquía y las clases explotadoras, “viejos camajanes de la politiquería, además de burgueses reaccionarios hasta la médula de los huesos”, junto con sectores que dentro de esas organizaciones se podrían considerar de izquierda en relación a sus correligionarios partidistas, pues creen en la posibilidad de timidamente reformar el capitalismo.

     
  15. Roberto says:

    Aunque parece que algunos quieren interpretar el post de Silvio como algo abstracto, solo poético o como un trueno en un cielo despejado, hay dos cosas muy concretas, que en mi criterio están presentes en su escrito:

    Silvio no ha dejado de ser de izquierda, por demás una izquierda reformista, que desea hacer cambios que asume como una “evolución” y que puedan “reformar” el rumbo político económico de nuestro país pero manteniendo las mismas personas y métodos (Partido único, medios de información monopolizado por el estado, monopolio empresarial estatal, etc.)

    En su post se manifiesta un enfoque de cierta burla y provocación a posiciones de extrema izquierda, que quieren partir el cake político en solo dos partes y obligar a todos a una contraposición maniquea de “si no estas con lo que digo eres un contrarrevolucionario”. Tesis que ha estado presente en muchos artículos de este blog en una “cruzada” sin tregua contra un “centrismo”, que nos aseguran no existe en la teoría, pero que en la práctica combaten sin descanso. Todo el contenido del post de Silvio y sus intenciones y objetivos, los resume el propio Silvio en una frase en respuesta a un comentario cuando dice: “Bu, la izquierda también tiene su centro, y el que no lo encuentra se desequilibra”

     
  16. chilecuba says:

    Contrarrevolucionario en Cuba sigue definido por su historia pasada y actual: es contrarrevolucionario el pensamiento y la acción que no sea antimperialista y anticapitalista, o lo que es lo mismo, que no defienda la independencia y la soberanía cubanas, y el derecho a su autodeterminación, o el de cualquier otro país, con respecto a los poderes económicos, políticos y culturales hegemónicos capitalistas. Y que por lo tanto se ponga al servicio, de una forma u otra, de esos intereses.
    La anterior es la única línea de pensamiento que en este blog se pudiera aceptar que plantea la disyuntiva de estás en una opción, o en otra. Y esa es una disyuntiva universalmente aceptada, al menos en el pensamiento y la praxis revolucionaria, democrática y socialista y antimperialista.
    Al interior, el cubano es un proceso de liberación nacional, que por razones históricas fue primero anticolonial y luego antimperialista y socialista. De una fase inicial en que predomina el estallido revolucionario hay luego un necesario período de evolución posterior. La evolución, como natural cambio a lo largo del camino, no es negación revolucionaria, sino imperativo histórico. El concepto de reforma está relacionado (en el imaginario histórico) con cambios en una estructura social y económica capitalista, para que siga sobreviviendo el capitalismo. Los significantes son muy importantes en la lucha política, y por eso los enemigos ideológicos de Cuba hablan de “reformas”. Como argumenta Enrique Ubieta en su libro Cuba, ¿revolución o reforma?,
    “Las grandes transformaciones históricas de una revolución se producen en un instante de tiempo relativamente breve..”,
    y luego amplia:
    “El hecho de que sigamos refiriéndonos a ella como revolución se explica porque sus conquistas, su aliento, sobreviven a contracorriente en un mundo hostil, que hace todo lo posible por revertir lo conseguido (bloqueo económico, permanentes campañas mediáticas, «posiciones comunes» de estados imperialistas, actos terroristas): no son conquistas aceptadas por el Mundo Otro, que puedan aspirar a consolidarse en un estado de normalidad. Es también una revolución porque el gobierno que encabeza el nuevo Estado mantiene una mirada y una eticidad revolucionarias.”
    Es por ello que cuando se habla de izquierda reformista, se introduce un término que hace mucho ruido en su interpretación de cara a los objetivos socialistas. Usualmente es empleado – no quiero decir que en todos los casos – por aquellos que enfocan su crítica repitiendo términos que son caros a la propaganda antisocialista, más que a la propaganda anticubana, aunque la incluye: el “estatismo”, el “inmovilismo”, “la falta de derechos políticos” y otros términos que buscan deteriorar y erosionar las esperanzas y los argumentos de la gente para defender el socialismo. Algo que ocultan con cuidado esos propagandistas interesados es que el gran mercado transnacional no puede subsistir sin la existencia de una estructura mega-supra estructura semejante a un estado,l que está ahogando las soberanías nacionales ahora mismo en la “vieja y culta europa”. Y lo otro que ocultan es que los proclamados derechos políticos (donde elegir se reduce en la práctica a legitimar un orden de cosas injusto porque en realidad nada cambia) no pueden garantizar, por ejemplo, en tantos países, sobre todo al sur, pero no sólo, el acceso a la educación, a la sanidad, y a una calidad de vida social que no sólo se puede medir por el consumismo. De manera que contribuir a debilitar las posibilidades de los estados nacionales para conducir sus economías y su cultura en el mundo actual, es una de las vías más directas para fortalecer las dominaciones. Lo mismo sucede con el pluripartidismo (que usualmente es sólo la existencia de dos partidos hegemónicos sostenidos en el poder económico y que se turnan, y que explica el enorme retroceso de las democracias en la mayoría de los países europeos de ahora mismo). En España despunta Podemos como un partido que ha logrado meter una cuña en ese bipartidismo, pero precisamente como resultado de la reacción de una parte del pueblo a la debacle social y económica que ha provocado en ese país las políticas de la “austeridad”. Una idea de cuánto funciona la democracia en esos países en el avasallamiento a que sometieron a Grecia cuando se atrevió su pueblo a votar contra los poderes financieros europeos. Todo esto no se tiene en cuenta cuando se quiere demonizar el unipartidismo cubano, sin tener en cuenta su especificidad histórica y el hecho de que no es un partido de élites enriquecidas por su propiedad privada, sino un partido formado por representantes de todos los sectores del pueblo, y que ha logrado conducir a la nación a innegables resultados, pese a toda la agresión y su condición de país económicamente subdesarrollado. Otra cosa es que ese partido, y la forma democrática que se ha dado la nación, evolucione y cambie manteniendo lo que Ubieta llama la eticidad revolucionaria, es decir, los objetivos de la revolución.

     
  17. chilecuba says:

    Con respecto al centrismo, sugiero la lectura del libro “Cuba, ¿revolución o reforma?”, del cual ofrezco este comentario que hice en facebook:

    Leyendo el libro de Enrique Ubieta Gómez, Cuba, ¿revolución o reforma?, encuentro un certero juicio, si no una definición del “centrismo”, sí el señalamiento de uno de los rasgos que permiten detectarlo, y muy útil en estos momentos cubanos para separar la paja del trigo en los actuales debates:

    “La década de los noventa engendró una «nueva izquierda» intelectual: culta, moderada, «democrática», antirradical, capaz de situarse siempre «por encima» de las ideologías, en el punto medio, y de espantarse ante los «radicalismos» de izquierda, aunque tolere comprensivamente los de derecha. Es una «izquierda democrática» que se opone más a la llamada izquierda revolucionaria, que al capitalismo; que mira «hacia la cultura dominante, como fuente de veracidad, objetividad, prestigio y reconocimiento», en palabras de James Petras. Mientras más moderada es en sus afanes reformistas, más agresiva y fundamentalista es la derecha que la creó. Mientras más se abraza a los conceptos abstractos de democracia y libertad, más los vacía de contenido la derecha. Es una izquierda que cree en un capitalismo que los diseñadores del capitalismo ya declararon obsoleto.”

     

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