Miami después de Trump. Por Emilio Ichikawa

 
La Krome Avenue era un campo y ahora es un desierto
Llueve. Detrás de los cristales del transporteichon llueve y llueve. Y en la Krome Avenue, desde la Campbell Drive a la Calle 8 bien al west, no hay un tipo a la vista. Los campos roturados (un decir, porque en el sur de Miami se siembra sobre arena, no sobre tierra como en Cuba; o sobre cenizas, como en Japón) están deshabitados: los guatemaltecos, nicas y salvadoreños (aquí los patrones son mexicanos y los ex guajiros cubanos inversores) temen que los detenga la migra. Es su interpretación.

Total, si me hubieras escuchado, si me hubieras creído… En este barrio la cárcel está cerquita, o “murita” (¿No hay un aduanero cubano que se apellida “murillo”?), de los criaderos de cocodrilos y las “trocas” de tacos. A la entrada del Everglades National Park, que Joe García atendió y Curbelo abandonó. No es política: son hechos. Emilio Alcalde es testigo de cuando le vimos al García inaugurando una ruta turística al parque. Con botellitas de agua gratis.
Hay miedo a Trump. Ayer un abogado de emigración tuvo que dar terapia a una señora desvanecida, explicándole que si la tarjeta de Residente Permanente se le venció, era el plástico, el documento, no el estatus.
trump

En su cuenta de Twitter Donald Trump celebra decisión antinmigrantes del alcalde de Miami

Pero hay miedo. El Pollo Tropical de Krome Avenue está vacío. Las clínicas están vacías…  porque en Homestead, solo los centroamericanos se enferman (Los cubanos no van al médico porque dicen que los ingresan 9 días para sacarles el dinero del seguro y salen peor de como entraron). No hay descargas en las fincas, ni tiros de Heineken: “pirey” a dos por un dólar. Por supuesto, tampoco hay caballos para que venga Carlucho, ni buena onda para reír con Bartolo el Gozador. Por el momento, solo es recomendable esconderse. Por el miedo. Porque aunque estés legal, aunque hayas votado, aunque hayas votado por Trump, aunque hayas votado dos veces por Trump (una vez como Pancho y otra como Panchóskovich), como dicen en el blog de Iroel, no es nuestro país.

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3 Responses to Miami después de Trump. Por Emilio Ichikawa

  1. Liborio Guaso. says:

    El caso es que Trump ha sido un tremendo susto y hasta los que se creían que eran verdaderos bellacos se le ha cerrado el pico, con su “nosotros trabajaremos solo para los americanos” el presi le enfrío el alma a muchos que comienzan a entender que “americans” incluye solo los nacidos en esta tierra y solo siendo blanquitos y que hasta los indigenas y los negros quedan fuera simplemente por racismo.
    A diez días de empoderarse el nuevo emperador, la preocupación es solo como lograr quedarse aquí como sea, aunque sea comiendo pasto en los campos de golf de Trump, incluso el tema sobre la Reforma Migratoria ni se menciona y muchos menos sobre el aumento al salario minimo todo creado por el tremendo susto con los robots sobre el tapete, que dicen los gringos son mas eficientes y menos jodedores.
    En fin se toca otra música aunque no le guste a los bailadores.
    Hasta algunos privilegiados cubanos están asustados que en este juego sucio a los gringos se le ocurra decir que se lo encontraron nadando por las Bahamas y lo deporten a Cuba como si fuera un nuevo balsero solo para quitádoselo de arriba.
    Si se reporto que subieron las acciones de las fabricas de papel sanitario.

     
  2. Pingback: Miami después de Trump. Por Emilio Ichikawa | Golpeando el Yunque

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